“El
pueblo habló como un pueblo cansado por 40 años de
terrorismo y 36 de debilidad”
“EN LUGAR DE PEDIRNOS CLAUDICACIÓN, EL PUEBLO NOS
EXIGIÓ FIRMEZA”
Santa Marta, 7 jul (SNE). “El pueblo habló esta
semana. Y el pueblo, en lugar de pedirnos a nosotros debilidad
o claudicación, en medio del dolor, nos dijo: firmeza”.
Esto expresó hoy el presidente Álvaro Uribe Vélez,
al iniciar el consejo comunal sobre biocombustibles en Santa
Marta.
“El pueblo no oyó a quienes querían desorientar.
El pueblo habló autónomamente. Habló como
un pueblo cansado por 40 años de terrorismo, y más
cansado por 36 años de debilidad. Y ahora nos toca es
a nosotros actuar”, dijo.
Señaló que la manifestación del jueves
contra el secuestro, notificó a la comunidad internacional
acerca de la dignidad del pueblo colombiano, “que llora
a sus muertos pero no se rinde”, y tiene toda la decisión
de derrotar el terrorismo.
En su discurso, Uribe reiteró que las zonas de despeje
sólo sirven para que los criminales eludan la acción
de la fuerza pública, eviten la política de seguridad
democrática y maltraten a la ciudadanía.
Consideró que el país estuvo despejado durante
cuarenta años y por eso de él se apoderaron guerrilla
y paramilitares. De ahí que ahora, “en lugar de
seguirles despejando territorios a los criminales, lo que hay
que hacer es despejar todo el territorio de la patria de la presencia
de criminales”.
“Esa inmensa movilización es la advertencia de
que no podemos, en esta hora de dolor, claudicar ante los criminales,
entregar zonas de despeje, dejar a los ciudadanos de Pradera
y Florida en poder de los criminales. Vamos a seguir procediendo
en consecuencia”, advirtió.
RALITO
Para el Presidente, la de Ralito no puede considerarse una zona
de despeje.
“Las zonas de despeje de Colombia han sido zonas de tránsito
de los terroristas hacia la casi toma del poder. Ralito fue una
zona de tránsito de grupos armados hacia la cárcel.
En Ralito estuvieron, pero de Ralito no salieron premiados como
campeones del delito. De Ralito salieron primero para La Ceja
y después para Itagüí. Eso marca la diferencia”,
señaló.
Y agregó: “En Ralito estuvieron, concentrados,
en un proceso de desarme y de desmovilización. En Ralito
no estuvieron como campeones de una criminalidad que se les aplaudía.
En Ralito estuvieron desmovilizándose y desarmándose,
como seguramente habrá que hacer con los grupos guerrilleros
en el futuro”.
Recordó que Ralito no tuvo policía durante 20
años y el Gobierno instaló 400 unidades. Que en
Ralito intervino la justicia cada vez que se requirió.
Que hasta allí llegó una misión de la OEA
a proteger a los ciudadanos. Y que cuando se requirió la
presencia de la fuerza pública al interior de esa zona,
sin vacilación el Presidente de la República ordenó e
hizo efectiva esa presencia.
De acuerdo con el presidente Uribe, una cosa es entregar Pradera
y Florida, “para que las Farc se recuperen criminalmente,
para que domine a su ciudadanía, para que la ciudadanía
quede en las fauces de los criminales, para que pase el tiempo
y se pierda la oportunidad de avanzar con la política
de seguridad democrática”, y otra cosa es haber
tenido a Ralito para desarmar a 32 mil de las 60 mil personas
vinculadas al crimen que encontró su Gobierno.
El Jefe de Estado defendió el proceso de paz con las
autodefensas ilegales: “Claro que nosotros no estábamos
en una negociación con arcángeles. Es que nosotros
encontramos 60 mil terroristas. Y los que han negociado, han
tomado la decisión de negociar porque han sentido la presión
de nuestra fuerza pública”.
Dijo que “la negociación con los paramilitares
ha sido seria y no de compinches”.
“Mil 700 de ellos fueron dados de baja inicialmente. De
los reincidentes, han sido dados de baja más de 400. Y
han sido llevados a la cárcel más de 800. Aquí hay
un proceso serio. Unos resultados serios. Hoy hay debate sobre
paramilitarismo en Colombia, cuando el paramilitarismo, gracias
a este Gobierno, está prácticamente exterminado”,
sostuvo.
AHORA NOS TOCA A NOSOTROS
Uribe dijo que tras escuchar lo que el pueblo quiere, el turno
es para el Gobierno y la fuerza pública, que tienen que “estar
a altura del carácter y la firmeza del pueblo”.
“El pueblo habló. El pueblo cumplió marcando
un punto de quiebre en la vida de Colombia. El pueblo expresó el
dolor, pero expresó la firmeza en una Nación que
llora pero no se rinde. Ahora les toca es a los policías,
a los soldados, a los comandantes, a la justicia, a los ministros,
al Presidente de la República, esmerarse para tener más
eficacia en la lucha contra los criminales”, puntualizó el
Presidente de la República.
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