Dice
el Cardenal Pedro Rubiano Sáenz
NUESTRO GRITO POR LA DEFENSA DE LA VIDA TIENE QUE VOLVERSE PERMANENTE
Bogotá, 20 jul (SNE). La multitudinaria manifestación
de los colombianos realizada el pasado 5 de julio, de rechazo a
la violencia, de repudio al asesinato de los diputados del Valle
del Cauca, de exigencia para que las personas secuestradas regresen
a sus hogares, de respeto a la vida y a la libertad, tiene que
volverse permanente. Así lo consideró este viernes
el Cardenal Pedro Rubiano Sáenz, Arzobispo de Bogotá y
Primado de Colombia.
En la Homilía pronunciada durante el Te Deum que se celebró en
la Catedral Primada, con ocasión del Día de la Independencia,
el Cardenal Rubiano Sáenz dijo que la solidaridad tiene
que extenderse también a las familias de los soldados y
policías que han ofrendado sus vidas por defender los derechos
de los colombianos.
“El pasado 5 de julio, cuando multitudinariamente los colombianos
manifestamos nuestro total rechazo a la violencia, y de manera
especial, el repudio al asesinato de los diputados del Valle del
Cauca y la exigencia a la insurgencia, para que devuelva a sus
hogares a todas las personas que tienen secuestradas, exigimos,
y esto tiene que ser permanente, el respeto por la vida y por la
libertad, y nuestra solidaridad tiene que extenderse también
a las familias de los soldados y policías que han ofrendado
sus vidas para defender la libertad y el orden constitucional”,
explicó.
De acuerdo con el Cardenal Arzobispo de Bogotá, mientras
el Grito de Independencia de hace 197 años se celebra como
el origen de nuestra vida republicana y como símbolo de
la independencia nacional, el Grito de hace unos días es
de “fe en el valor de la libertad personal y en defensa del
derecho a la vida digna, menoscabado en forma gravísima
por el abominable crimen del secuestro”.
Al respecto dijo que es “obligación moral” considerar
el secuestro como “un crimen abominable que, en ningún
caso, ni bajo ninguna condición, es aceptable o justificable,
y que siempre es repudiable y condenable, posición compartida
por la inmensa mayoría de los colombianos”.
El Cardenal Rubiano advirtió que mientras existan compatriotas
que padezcan la condición del secuestro, los colombianos
no podemos prepararnos dignamente para la celebración del
bicentenario de nuestra Independencia nacional, que se celebrará el
20 de julio del año 2010.
LLAMADO A LOS SERVIDORES PÚBLICOS
El Cardenal invitó a los servidores públicos, y
de manera especial a los senadores y representantes que este viernes
iniciaron una nueva legislatura, así como los diputados
de las Asambleas Departamentales, los concejales y los ediles municipales,
a cumplir con el deber y obrar como delegados del pueblo que los
eligió.
Sostuvo que el bien común obliga a todos, pero especialmente
a quienes detentan algún grado o forma de autoridad. “De
ahí la necesidad de proceder siempre en el ejercicio de
sus funciones con una pulcritud a toda prueba, con una conducta
absolutamente transparente e irreprensible, éticamente inmaculada
y alejada totalmente de toda forma de corrupción”,
sostuvo.
ESCLARECER LA VERDAD Y ADMINISTRAR JUSTICIA
En relación con las acusaciones que pesan sobre algunos
miembros de las clases políticas, confió en que “las
autoridades judiciales, en quienes todos los ciudadanos tenemos
puestas las esperanzas de que cumplirán con su delicada
misión, puedan esclarecer la verdad y administrar justicia”.
“Así como ciertamente debemos exigir que se cumpla
la ley con los culpables, al mismo tiempo debemos defender el derecho
a la presunción de inocencia”, puntualizó el
Cardenal Rubiano Sáenz.
Al Te Deum en Acción de Gracias, celebrado en la Catedral
Primada con motivo del Día de la Independencia, asistieron
el presidente Álvaro Uribe Vélez, el Nuncio Apostólico,
el Cuerpo Diplomático acreditado en Colombia, Ministros
del Despacho, Altos Mandos militares y policiales, congresistas
de la República y otras personalidades.
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