PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE DURANTE CONSEJO COMUNAL EN BOGOTÁ
Bogotá, 21 jul (SNE). Las siguientes
son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez al iniciar este
sábado el consejo comunal de Gobierno, en la Universidad
Militar en Bogotá, con asistencia de reservistas de las
Fuerzas Militares y la Policía.
“Tenemos hoy el inmenso agrado de reunirnos en Consejo
Comunitario con las organizaciones que representan a colombianos
en uso de buen retiro de la Fuerza Pública.
Para mis compañeros de Gobierno, los Altos Mandos, el
Ministro de Defensa y para mí, es una oportunidad de emoción
de Patria podernos reunir con quienes han servido bien a Colombia,
lealmente. Ellos quieren a Colombia todos los días y mantienen,
en la llama del retiro, todo ese fervor por la carrera militar
y policiva, en la que tanto contribuyeron con el bienestar de
sus compatriotas.
CONDOLENCIA
En la mañana de hoy en Madrid murió Don Jesús
Polanco, el presidente del grupo Prisa, el mayor accionista de
Caracol Radio en Colombia y promotor de la Fundación Santillana,
que desde hace 20 años dirige en nuestro país el
señor ex presidente de la República, el doctor
Belisario Betancur.
Desde este Consejo Comunitario, queremos enviar nuestro saludo
de condolencia al ex presidente Belisario Betancur, a los integrantes
de la Fundación Santillana, a todas las personas que dirigen
o de una u otra forma están vinculadas a Caracol Radio.
Queremos hacer llegar nuestro saludo de condolencia al periódico
El País, de Madrid, y muy especialmente a toda la familia
de Don Jesús Polanco.
Quiso a Colombia, se vinculó a ella hace muchos años,
era ejemplo de confianza en Colombia, de esa confianza en Colombia
que venimos reclamando de propios y extraños. Los colombianos
lo recordamos con gratitud y pedimos a Dios por su eterno descanso.
PLAN COLOMBIA
Compatriotas en uso de buen retiro de la Fuerza Pública:
permítanme reiterar toda mi gratitud a ustedes, porque
sirvieron bien cuando tenían el uniforme militar o policivo
y portaban las Armas de la República, y han procedido
con patriotismo en sus años de retiro.
Antes de escuchar al Ministro de Defensa y empezar a mirar los
temas planteados para hoy, permítanme referir dos temas:
expresé ayer que ahora que se negocia la nueva versión
del Plan Colombia con los Estados Unidos, es importante disminuir
los recursos de fumigación y aumentar recursos para la
erradicación manual.
¿Por qué lo he dicho? Porque todos estos años
nos han demostrado que si bien la fumigación es necesaria
en algunas circunstancias, en algunas áreas, en los últimos
tres años nuestra experiencia ha acreditado que es mucho
más efectiva la erradicación manual.
Con la fumigación hemos observado que es más fácil
recuperar las plantaciones. Con la erradicación manual
no.
Con la fumigación es más posible que se comentan
errores sobre cultivos lícitos. Con la erradicación
manual no.
Cuando la fumigación comete errores, en lugar de conseguir
la adhesión de los colombianos a la erradicación
de la droga, provoca reclamos y provoca reacciones en contra
de la erradicación de la droga. Hemos observado que la
erradicación manual compromete mucho más de lleno
a todas las comunidades para eliminar la droga.
Hay casos en los cuales es inevitable la fumigación.
En un área con una considerable extensión, con
un cultivo parejo de droga ilícita, hay que fumigar. En áreas
donde plantan las minas antipersona, como nos ocurrió el
año pasado en el parque La Macarena.
El 20 de enero del año pasado, fue testigo el doctor
Juan Manuel Santos, cuando todavía no era Ministro de
Defensa. Él nos acompañó a La Macarena.
Empezamos el proceso de erradicación manual en el parque
La Macarena, pero se sufrió mucho con las minas antipersona,
con unas bombas plantadas allí bajo tierra, que uno no
se alcanza a imaginar a qué horas lo hicieron o cómo
lo hicieron.
Entre integrantes de la Fuerza Pública y compatriotas
erradicadores, fueron asesinados más de 30. Eso nos obligó a
culminar la eliminación de la droga en el parque La Macarena
con fumigación.
La erradicación manual la hemos venido experimentando,
especialmente en los últimos tres años. Colombia
lo hacía marginalmente. Este Gobierno empezó a
hacerlo masivamente.
En el año 2005, erradicamos manualmente 31.200 hectáreas,
hectáreas más, hectáreas menos, con gran éxito.
El año pasado, sumada la erradicación de coca
y la de amapola, erradicamos manualmente alrededor de 43 mil
hectáreas, hectáreas más, hectáreas
menos.
La meta este año es inicialmente erradicar manualmente
50 mil hectáreas. Y con un compromiso que ha contraído
el Ministerio de Defensa, erradicar 20 mil. Tendríamos
que erradicar en el año 70 mil.
Una tarea grande, sobre todo porque estamos a 21 de julio y
en la erradicación manual debemos ir en 24 mil. Si vamos
a llegar a 74 mil, hay que apretar las espuelas, apreciados compatriotas,
pero con la ayuda de Dios lo logramos.
Cincuenta mil es el presupuesto asignado al trabajo que conjuntamente
realizan Acción Social de la Presidencia y la Policía.
Y me parece muy bien la decisión del Ministro y de los
Altos Comandantes: que la Fuerza Pública autónomamente
avance en la erradicación manual. Y se han fijado 20 mil
hectáreas.
Esta semana tuve una experiencia grata en el Putumayo: primero,
estamos avanzando mucho en política social allí.
Imaginen ustedes que ya tenemos 20 mil Familias en Acción
en el Putumayo.
Inicialmente teníamos 5.500 Familias Guardabosques y
ahora otras 5.000.
Vamos para plena cobertura en Régimen Subsidiado de Salud,
un gran avance del Sena, un gran avance de Bienestar Familiar.
Este Gobierno terminó una carretera, que dejaron muy
adelantada los anteriores gobiernos: Pitalito – Mocoa.
¿Y qué hemos hecho nuevo? Hemos pavimentado Mocoa – Villagarzón.
Está ya totalmente pavimentado ese trayecto. Estamos pavimentando
y va muy adelantada la carretera entre Puerto Asís y Puerto
Caicedo. Yo la revisé esta semana.
Y en el mes de noviembre, con la ayuda de Dios, abrimos la licitación
(ya tenemos los recursos, porque Estados Unidos nos va a aportar
la mitad) para pavimentar Villagarzón – Puerto Caicedo.
Así nos quedaría totalmente pavimentado Mocoa – Puerto
Asís. Un logro extraordinario.
Todavía no me he querido comprometer porque no tenemos
los recursos, pero la siguiente necesidad (ojalá este
Gobierno la pueda empezar) es pavimentar Santana – La Hormiga – Puente
Internacional de San Miguel. Porque eso permite que el tráfico
comercial Colombia–Ecuador se realice por allí.
Prácticamente del Puente de San Miguel a Girardot no
hay loma. Una pequeña loma, creo que no significante,
señores generales, en el trayecto Mocoa – Pitalito.
No significativa.
O sea que pensar el país que está cerca y hacer
ese recorrido por carretera plana entre la frontera con Ecuador,
en el Puente Internacional de San Miguel, y Girardot, y por supuesto
para llegar hasta el Caribe colombiano, y que solamente quedaría
la loma para subir de Girardot a Bogotá, donde le estamos
construyendo la doble calzada, es un gran progreso.
Alguien me decía esta semana en el Putumayo (y antes
de contarlo quiero rendir desde aquí un homenaje al Ejército
acantonado en el Putumayo y a la Policía, porque no encontré sino
buenos informes, y los encontré con toda la capacidad
de combate), les dije: “Ustedes tienen la capacidad para
entregarle al país esos bandidos grandes dentro de poco”.
Me decían: “Mire, Presidente, ha venido usted tantas
veces al Putumayo que ya perdimos la cuenta. ¿Quién
iba a pensar que el 18 de julio de 2007, el Presidente de la
República pudiera estar en Puerto Caicedo? ¿Ustedes
recuerdan qué era eso hace cuatro años?”.
¿Cuál fue mi respuesta? Les dije: “Miren,
lo más importante es la actitud que encuentro en el Putumayo”.
La gente muy optimista. Veo a la ciudadanía muy comprometida
con la Fuerza Pública. Muy comprometida con el rescate
de la seguridad. Eso es muy importante. Ese es el gran intangible.
La actitud ciudadana: pasar de un escepticismo (donde no se creía
en las instituciones, se tenía todo el temor a los delincuentes,
no se atrevían a entregarle confianza a la Fuerza Pública),
a la actitud de hoy: confianza, integración con la Fuerza
Pública, optimismo de que vamos a derrotar a esos delincuentes.
Y encontré que allí este año se han erradicado
manualmente 9.000 hectáreas.
Pero otra parte, por el Guamués, se está fumigando.
Pero manualmente se han erradicado 9.000 hectáreas.
Nadie protesta por la erradicación manual. Todo el mundo
contento. Incluso en esa zona de frontera ya se están
acostumbrando a que no puede haber más droga. Allí se
fumigaba y reaparecía la droga. Ahora ya se ven potreros
por todas partes. Y eso es importante que lo esté verificando
la Fuerza Pública.
Me parece que está haciendo un gran esfuerzo en erradicación
manual la Policía con Acción Social, y empezando
un gran esfuerzo el Ejército.
Vi algo importante. Lo estoy explicando hoy porque ese discurso
de ayer era muy largo y no me atrevía a introducirle todos
estos detalles, porque habría sido mucho más largo.
Esta semana vi algo bien importante allá del Ejército:
están trabajando la coca ya arbustiva.
La coca ya con unos tallos viejos, gruesos y leñosos,
la están trabajando con guadaña. Entonces adelante
va el personal del Ejército con guadaña, y enseguida
la toconea.
¿Qué es el toconeo en la agricultura? Yo lo he
manejado en la agricultura con unas malezas arbustivas, especialmente
la salvia y el salvión. Uno la corta antes con la rula,
ahora con la guadaña. Y donde queda la herida, le pone
un poquito de matamalezas, que puede ser tordón. Y no
hay volatilidad del veneno, y produce un fenómeno de trasloque.
Baja por el tallo y va a la raíz y mata la mata, desde
que sean casi simultáneas la cortada y la untura, para
que la untura encuentre fresco el corte y no haya tenido tiempo
de cicatrizar. Mientras esté fresco el corte, que absorbe
por esa humedad de la cortada recién efectuada, se absorbe
el tordón y se produce ese fenómeno de trasloque.
Y eso está dando muy buenos resultados.
Entonces por eso creemos que hay que hacer un gran esfuerzo
en este tema de erradicación manual. El Ministro y la
señora embajadora Carolina Barco, en el proceso de conversación
con el Gobierno de Estados Unidos y su Congreso para la nueva
orientación del Plan Colombia, van a pedir esto.
Porque debo decir lo siguiente: estos tres años de gran
avance en erradicación manual, eso se ha financiado básicamente
con presupuesto colombiano. Hasta donde conozco, la erradicación
manual (y me corregirá el Ministro) no fue incluida inicialmente
en el Plan Colombia.
Aquí me confirman el Ministro y el General Naranjo que
eso no fue incluido, que hubo incluso oposición. Eso se
vino a incluir masivamente en el año 2005 por este Gobierno,
con los resultados que ya les dije en 2005 y 2006, y con lo que
se proyecta para este año.
El otro punto que se le va a pedir al Gobierno de Estados Unidos
es que se incluya en el Plan Colombia el programa de Familias
Guardabosques. No fue incluido. Es un programa de este Gobierno.
Ha dado muy buenos resultados.
Tenemos 50 mil Familias Guardabosques. Son familias que estaban
vinculadas a la droga. Se ha hecho el acuerdo con esas familias:
que se desvinculen de la droga, que mantengan unas áreas
libres de droga y que supervisen la recuperación del bosque.
El Gobierno les paga un dinero, pero los pagos se condicionan
a que muestren que han cumplido con mantener el área libre
de droga. Y quien tiene que certificar que están cumpliendo
es Naciones Unidas. Y Naciones Unidas ha hecho un gran balance
del programa Familias Guardabosques en Colombia.
Vamos a pedir que podamos utilizar recursos del Plan Colombia
para Familias Guardabosques. Hasta hoy no lo hemos podido hacer.
Familias Guardabosques ha sido financiado básicamente
con recursos del presupuesto de Colombia.
Eso sí, vamos a hacer una cosa: en esos municipios donde
está llegando masivamente Familias en Acción (porque
el país va a tener ahora en agosto millón y medio
de Familias en Acción, eso es un gran logro social), vamos
a pedir que las Familias en Acción se encarguen de hacer
un gran esfuerzo, una gran pedagogía, de hacer un gran
requerimiento para que en esos municipios no haya droga.
Y municipios donde haya droga, pues tendremos que suspender
Familias en Acción, hasta que se supere la droga en esos
municipios.
Celebro que vinculemos más Fuerza Pública a la
eliminación de la droga a través de la erradicación,
y que vinculemos programas sociales como Familias en Acción
a la eliminación de la droga.
La verdad es que para terminar con los grupos terroristas en
Colombia, lo primero que hay que hacer es terminarles con la
fuente de financiación, que es la droga.
Y si nosotros no nos aplicamos, con toda la determinación
y la eficacia, a terminarles con la fuente de financiación,
pues nuestros esfuerzos para acabar con esos grupos seguirán
siendo esfuerzos muy grandes, que en algunas ocasiones no producen
los resultados esperados.
Confío que si cumplimos en este 2007 con 70 mil hectáreas
de erradicación manual y nos preparamos para que el año
entrante sean más de 100 mil, el país tiene que
mostrar unas cifras contundentes en la eliminación de
droga.
Y confío que al advertirles a millón y medio de
Familias en Acción en Colombia que recibirán sus
pagos para la educación y la nutrición de sus hijos,
para lo cual el Estado a través del programa les da un
subsidio, siempre y cuando en su región, en su municipio,
en su área, no haya droga, confío que esto nos
va a ayudar mucho a quitar esa droga, que es el alimento del
terrorismo y el factor de destrucción de la selva.
Uno encuentra muchas razones para Familias Guardabosques. Una
de ellas es la razón ambiental: Colombia tiene todavía
el 51 por ciento del territorio en selva. Algo muy importante.
Ese es un pulmón de la humanidad. El peor negocio para
la humanidad y para el país es destruir la selva. En nuestra última
Ley Forestal se define que Colombia no podrá sustituir
por nada un milímetro cuadrado de selva, que se impide
cambiarle el uso a la selva.
¿Quién es el gran enemigo de la selva? La droga.
Putumayo hace 20 años era una selva pareja y espesa. Hoy
es una combinación entre bolitas de monte y apertura,
entre fogoncitos de monte y potrero. ¿Por qué?
Por la droga.
La necesidad de preservar la selva en esta época del
calentamiento global, nos ilustra sobre lo adecuado, sobre lo
correcto del programa Familias Guardabosques, que queremos incluir
en el Plan Colombia.
COLOMBIA HA SUPERADO EL PARAMILITARISMO
Ayer dije, apreciados compatriotas, al instalar el Congreso,
que Colombia ha desmontado el paramilitarismo y ha debilitado
la guerrilla. Hay paramilitares desmovilizados, paramilitares
en la cárcel, más o menos unos tres mil han reincidido,
y hay una minoría que no quiso someterse a la ley.
¿Por qué digo que no hay paramilitarismo? Porque
el paramilitarismo surge de dos hechos. La palabra se adopta
para llamar así a organizaciones delictivas dedicadas
a combatir la guerrilla. Hoy no hay organizaciones delictivas
para el combate de la guerrilla. Hoy solamente la Fuerza Pública
combate a la guerrilla.
Y se hablaba de paramilitarismo porque había elementos,
individuos aislados de la Fuerza Pública, nunca la institución,
individuos aislados de la Fuerza Pública en colusión
con grupos privados armados ilegales para combatir la guerrilla.
Eso está superado.
¿Qué ha ocurrido con los paramilitares que no
se quisieron someter a la ley, y qué ha ocurrido con aquellos
que son reincidentes? Ellos no están combatiendo la guerrilla.
Están dedicados al narcotráfico y perseguidos severamente
por la Fuerza Pública.
Por la circunstancia de que hoy en Colombia se ha recuperado
aquello que nunca debimos perder: el principio de que es la Fuerza
Pública la única que puede perseguir a los delincuentes,
combatir a los delincuentes…
Por la circunstancia de que hoy hay guerrilla y grupos criminales
que extorsionan, secuestran, negocian con droga, pero no hay
grupos de justicia privada combatiendo la guerrilla…
Por la circunstancia de que el profesionalismo, la transparencia
de nuestra Fuerza Pública, todos los días es mayor…
Por la circunstancia de que en el país (y lo recorro
con todo entusiasmo) no se escuchan ya sindicaciones a un elemento
o a otro de la Fuerza Pública de estar en colusión
delictiva con grupos de criminales, cómo se les acusaba:
que fulano de tal de la Fuerza Pública es omisivo frente
a tal paramilitar…
Por la circunstancia de la superación de estos fenómenos,
le dije ayer al Congreso de la República: ¡Colombia
ha superado el paramilitarismo!
Y hay que repetirlo, señores Comandantes, señores
Ministros, en todas partes.
Cuando llegue esta noche a la ciudad de Nueva York y empiecen
las reuniones allá y mañana en Nueva Jersey y en
Nueva York, en las celebraciones del 20 de Julio con los compatriotas,
vamos a repetirlo, y a repetirlo en todas partes.
Porque ese es un esfuerzo muy grande de Colombia. ¿En
qué parte del país hay hoy organizaciones privadas
combatiendo la guerrilla, organizaciones privadas ilegales? En
ninguna parte. Díganme una parte.
Otra cosa es que muchas veces se asocian guerrilla y puros narcotraficantes
o compiten por el botín de la droga.
Pero el país de hace cinco años, donde los colombianos
estábamos sometidos a guerrilla y/o mal llamados paramilitares,
es un país bastante diferente al del hoy, donde se ha
avanzado mucho en la recuperación de la legalidad, de
la institucionalidad.
DECLARACIÓN EN QUITO
No quiero referirme en extenso a la declaración de apoyo
a terroristas que en Quito firmaron organizaciones políticas
latinoamericanas y algunas organizaciones sindicales de Colombia.
A mí me parece que es grave que se haga una reunión
política y se produzca una declaración para apoyar
el terrorismo. ¿Entonces cuál es la realidad del
espíritu democrático? Democracia de fachada y terrorismo
de verdad. Democracia de discurso y terrorismo de acción.
Eso además de ser una afrenta a la democracia, a nuestro
país, es una hipocresía, es una farsa.
Y ojo, ojo. Porque eso fue lo que en Colombia lograron las guerrillas
y eso fue lo que desató esa atroz persecución contra
líderes sindicales.
Era yo estudiante de la universidad pública y las guerrillas
combinaron las diferentes formas de lucha. Asesinaban y penetraban
el movimiento obrero, secuestraban y penetraban sectores de la
política. Decían: no, es que es válido combinar
todas las formas de lucha.
Y por un Estado omisivo, que no le prestó la atención
necesaria a combatirlos a tiempo, la reacción fue la reacción
paramilitar. Surgieron los paramilitares, se igualaron en atrocidad
a las guerrillas y el país vio eso que hemos sufrido:
paramilitares asesinaban a líderes sindicales acusándolos
de ser colaboradores de la guerrilla. Y la guerrilla asesinaba
a líderes sindicales acusándolos de ser colaboradores
del paramilitarismo.
Esta semana cuando el Vicepresidente de la República,
en buena hora y con gran valor, ha enfrentado esa declaración
de Quito, pasó por mí mente ese triste recuerdo
de la historia no lejana del país. Porque se nos acusa
en sectores de la comunidad internacional de que no hay protección
a los líderes sindicales y de que hay impunidad. Justamente
el Gobierno que ha empezado a protegerlos. Aquí asesinaban
256 al año. Este año han asesinado a seis afiliados
a las organizaciones sindicales y a doce maestros en todo el
país. Quisiéramos que no fuera un solo caso, pero
estamos en esa lucha.
Asesinaron A un líder sindicar del Inpec. La justicia
ha dicho que no tenía relación con la actividad
sindical.
El 3 de mayo hubo un enfrenamiento del Ejército con las
Farc en Sucre. Una de las personas dadas de baja, que llevaba
un fusil, resultó ser afiliado a una organización
sindical.
Cuidado. Así como no se puede estar en la política
y en el paramilitarismo o en la guerrilla, tampoco se puede estar
en el sindicalismo y en la guerrilla o en el paramilitarismo
al mismo tiempo.
O estamos en lo lícito o estamos en lo ilícito.
Pero no puede ser que aparezcan como afiliados a organizaciones
sindicales, y simultáneamente estén en grupos armados
al margen de la ley.
El tercero fue un sindicalista en la ciudad de Valledupar. Los
asesinos están a buen recaudo de la justicia y han confesado.
Todo indica, por la confesión de ellos (y esto no son
hipótesis del Gobierno, son informaciones de la Fiscalía),
que el asesinato fue por razones diferentes al ejercicio sindical.
El quinto caso es el de un sindicalista de la Dirección
de Transportes y Tránsito de Zarzal, Valle. Hasta ahora
la justicia ha dicho que no tiene relación con la actividad
sindical.
El sexto caso lo desconozco. Me voy a informar en el día
de hoy. Fui someramente informado por la Vicepresidencia de la
República antes de anoche, para poder preparar las palabras
que dirigí ayer en la instalación del Congreso.
En el caso de los profesores, eso se ha dado básicamente
en la ruralidad colombiana. Hay unos en el Cauca asesinados por
las Farc. Y tenemos un agravante: es el enfrentamiento entre
las Farc y el Eln.
Las Farc en Arauca asesinan a un profesor acusándolo
de ser colaborador del Eln y viene la venganza: el Eln asesina
a otro acusándolo de ser colaborador de las Farc.
Pero sea lo que fuere, la decisión del Gobierno ha sido
protegerlos, en una nación que tiene que eliminar el asesinato.
Y lo hemos hecho desde el primer día de gobierno, apreciados
compatriotas. No hemos llegado a cero, pero las cifras indican
que nuestros esfuerzos no han sido esfuerzos estériles.
A mí lo que me parece preocupante es que mientras el
Gobierno hace estos esfuerzos para proteger a los sindicatos,
haya algunos sindicatos, excepciones por cierto, que firmen en
Quito una declaración política de apoyo a los terroristas.
Eso es lo que no tiene sentido. Qué tal que mientras
un sector del Congreso de los Estados Unidos, desinformado, desconociendo
que este es el Gobierno que ha desmontado el paramilitarismo
y que ha protegido eficazmente a los sindicatos, dice que todavía
no pueden considerar la aprobación del Tratado de Libre
Comercio con Colombia porque aquí se asesina a sindicatos,
qué tal que mientras eso ocurre en Washington, en Quito
haya sindicatos firmando una declaración política
en favor del terrorismo. Eso no puede ser.
Y lo digo con la autoridad moral de que hoy hay seis mil personas
individualmente protegidas en Colombia. De ellas, 1.500 son líderes
sindicales. Eso nos cuesta 76 mil millones este año.
Lo digo con la autoridad moral de que este Gobierno no ha necesitado
presión internacional para proteger a los sindicalistas.
Antes de ser yo elegido Presidente, en el punto 27 de los 100
puntos del Manifiesto Democrático, plataforma política
de mi campaña de 2002, escribí a los colombianos
que de ser elegido, nuestra política de seguridad sería
democrática, que protegería por igual a los empresarios
contra el secuestro y a los sindicalistas contra el asesinato.
Y ahí está escrito en el punto 27 del Manifiesto
Democrático, anterior a mí elección en 2002.
Hago este reclamo con esa autoridad moral. Hago este reclamo
con la autoridad moral de que desde que empezó este Gobierno,
el Vicepresidente de la República, la Ministra de Defensa
del inicio del Gobierno, los Ministros de Defensa y el mismo
Presidente, cada vez que ha habido el asesinato de un sindicalista,
hemos tomado eso como una afrenta en contra del honor de nuestro
Gobierno, hemos ofrecido recompensa, hemos movilizado el interés
de la Fuerza Pública para poder capturar a los sicarios,
para que se esclarezca la autoría intelectual.
No ha habido un día de Gobierno en el cual no hayamos
prestado toda la atención a la protección de los
sindicalistas y a la superación de la impunidad.
Introdujimos el Sistema Penal Acusatorio. Reformamos los Códigos.
Solamente el año pasado nos costó 70 millones de
dólares adicionales para la Fiscalía el apoyo al
Sistema Penal Acusatorio. Acabamos de aprobar otra ley contra
la impunidad, que debe ayudarle mucho a la Policía: la
1142. Además acabamos de aprobar unas facultades en el
Plan Nacional de Desarrollo para fortalecer más la Fiscalía.
Llevamos creo que 48 sentencias, las primeras que se producen
en Colombia, que han condenado a 78 personas por ser criminales
contra sindicatos.
Con la autoridad moral de estos esfuerzos, con la autoridad
moral de reconocer que todavía no podemos estar satisfechos
porque todavía hay asesinatos, reclamo: ¿por qué mientras
no se dice la verdad en Washington y en Europa, por qué mientras
allá no se tiene la honradez con Colombia de reconocer
lo que ha hecho este Gobierno para proteger a los líderes
sindicales, por qué mientras se acude a Washington y a
Europa con el discurso farsante de decir que al Gobierno no le
pueden aprobar el TLC (que no es para el Gobierno sino para el
empleo de los colombianos), desconociendo los esfuerzos de este
Gobierno, por qué algunos se van a Quito a firmar una
declaración política de apoyo a los grupos terroristas?
Este Gobierno ha sido muy claro en la expresión de sus
convicciones. A este Gobierno se le critica fácil porque
se le conoce fácil. A este Gobierno se le critica fácil
porque mantiene las cartas sobre la mesa.
No puede ser que nos frustren la aprobación del TLC acusándonos
de no proteger a los sindicalistas, y que simultáneamente
vayan algunos a Quito a firmar una declaración política
de apología del terrorismo.
Agradezco infinitamente que nos podamos reunir hoy. Vamos a
mirar los temas que ustedes han planteado. Después de
cada intervención sobre esos temas específicos,
damos la palabra.
Vamos a mirar los temas de la carrera del nivel ejecutivo de
la Policía, la carrera administrativa especial para el
personal civil del sector Defensa, la justicia penal militar,
el sistema de salud de la Fuerza Pública, los clubes de
oficiales y suboficiales, los aspectos salariales, el fondo de
pensiones, el tema de los colegios militares y de Policía,
de la Universidad Militar, cooperativas y vivienda militar.
Y entonces al repetir un saludo muy afectuoso a ustedes, mis
apreciados compatriotas de las reservas de nuestra Fuerza Pública,
ofrezco la palabra al ministro de la Defensa, al doctor Juan
Manuel Santos”. |