PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN CELEBRACIÓN DEL DÍA DE INDEPENDENCIA
DE COLOMBIA EN NUEVA YORK
Nueva York, 22 jul (SNE). Las siguientes
son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez con motivo de la
celebración del Día de la Independencia colombiana,
desde Queens en Nueva York.
“Compatriotas: ¿qué dijo el Alcalde de Nueva
York? Que la comunidad colombiana es una comunidad de gran dinamismo.
Eso es bien importante. Cuando esta mañana en New Jersey
saludaba a muchos colombianos y cuando llegaba ahora y saludaba
a algunos de ustedes que están aquí en frente,
me hacía esta reflexión: estos compatriotas muchos
tuvieron que salir del país por la violencia. Muchos tuvieron
que salir por falta de oportunidades de empleo, por falta de
crédito, por falta de dinamismo de la economía.
Y en lugar de estar resentidos, en lugar de estar amargados,
están hoy celebrado el 20 de Julio, con patriotismo, con
alegría, con espontaneidad, con fe en el futuro de Colombia.
Algunos dicen que Colombia es un país muy rico. Que ha
tenido minerales, no obstante que no los han buscado debidamente.
Que tiene todo el porvenir en biocombustibles. Que es un país
con recursos naturales guardados en la selva, excelentes para
el futuro de la medicina. Todo eso es cierto. Es el país
de una gran presencia en el Caribe, el país de una gran
presencia en el Pacífico. Pero la gran riqueza de Colombia
es su gente. La laboriosidad de su gente, la espontaneidad de
su gente, la alegría de su gente.
Compatriotas: aquí llegan las malas noticias. Pero Colombia
no es el narcotráfico. Colombia no es la guerrilla. Colombia
no es el paramilitarismo. Colombia no son los casos de corrupción.
Colombia son 43 millones de ciudadanos viviendo en el territorio
de la Patria y en países como los Estados Unidos, que
noble y amablemente alberga a tantos ciudadanos de Colombia,
trabajando de sol a sol, con integridad, con gran dedicación
y con toda la honradez.
Los felicito. ¡Cómo dedican ustedes este domingo,
el domingo de su descanso, después de una ardua semana
de trabajo, a que vibre aquí en este parque el sentimiento
de Patria, que es lo que habrá de hacer grande a nuestra
gran nación, a nuestra amada Colombia!
Estamos trabajando la consolidación de la seguridad,
la confianza inversionista y la política social. Van de
la mano. Sin seguridad no hay inversión. Si no se da inversión
con responsabilidad social, no hay recursos para proveer atención
social a los colombianos, construir equidad, superar la pobreza.
Hemos mejorado, pero falta un gran camino por recorrer. Nosotros
tenemos los embajadores y el Congreso. Aquí me acompañan
el senador Benedetti, el senador Vélez y la representante
Sandra Ceballos. Pero lo más importante que nosotros tenemos,
son estos tres millones de colombianos que viven en los Estados
Unidos, que son nuestros embajadores.
Digan en los Estados Unidos que no hemos superado todos los
problemas, pero que vamos por buen camino. Todavía asesinan
a 17 mil colombianos por año. Quisiéramos mostrar
una reducción mayor, pero asesinaban a 35 mil. Este año
no han destruido un solo pueblo en Colombia. El año inmediatamente
anterior a mi administración, los grupos terroristas destruyeron
84 pueblos en Colombia.
Estuvo amenazada nuestra libertad por el terrorismo. Hubo años
en que asesinaron a 15 periodistas. Este año no han asesinado
uno solo. Y todos se sienten más libres en todas las regiones
de Colombia, gracias a la Seguridad Democrática.
Tuvimos años en los cuales secuestraron a más
de tres mil colombianos. En lo corrido de este año han
secuestrado a 107. Quisiéramos no tener un solo secuestro.
Le vamos ganando al secuestro, pero todavía no lo hemos
podido derrotar.
Compatriotas: con dedicación, con la ayuda de Dios, que
premia la constancia, con un esfuerzo de amor a Colombia todos
los días, lo vamos a lograr.
Y hemos venido construyendo confianza inversionista. Este es
un país para que prospere el emprendimiento, con libertades,
pero exigiendo responsabilidad social.
Digan en Estados Unidos que Colombia no busca un capitalismo
de grandes empresas estatales, burocráticas, ineficientes
y corruptas. Que a Colombia no le interesa un capitalismo de
monopolios privados. Que Colombia quiere un capitalismo social,
lleno de emprendimiento, con empresas grandes y medianas, con
un gran florecimiento de empresas pequeñas.
Un organismo internacional de certificación de emprendimiento,
hace pocas semanas, dijo que Colombia es el segundo país
en su nivel de ingreso con mayor dinamismo en el emprendimiento.
Eso está en armonía con la misiva generosa que
nos ha enviado el Alcalde Bloomberg, en la cual reconoce el dinamismo
de los colombianos.
Y hablamos de inversión con responsabilidad social. ¿Qué es
responsabilidad social? Que haya transparencia en las relaciones
entre los inversionistas y el Estado. Transparencia en la adjudicación
de contratos, en la adjudicación de concesiones. Transparencia
para resolver las disputas.
¿Qué es responsabilidad social? Que haya solidaridad
de los inversionistas con las comunidades. No puede ser que haya
extracción de carbón en el Cesar y que, por falta
de solidaridad, las comunidades se enfermen porque deban respirar
aire contaminado con partículas de carbón. Para
lograr esa responsabilidad social, estamos trabajando en todo
el país.
¿Qué es responsabilidad social? Responsabilidad
social es que haya unas relaciones armoniosas entre empleadores
y trabajadores. No queremos relaciones laborales de capitalismo
salvaje. No queremos relaciones laborales de odio de clases.
Queremos relaciones laborales regidas por los principios fraternos
de la cristiandad. Eso es responsabilidad social, para construir
un país en alegre debate democrático, sin exclusiones
y sin odios, siempre buscando soluciones.
Compatriotas: hace cuatro años en nuestro país
se invertían 500 – 700 millones de dólares.
De enero a junio de este año se han invertido 4.151. De
cada cien pesos que producíamos, se invertían 12.
Ahora se invierten 27. Eso, con responsabilidad social, nos tiene
que ayudar a crear mejor empleo, con afiliación a la seguridad
social, y más posibilidades de emprendimiento
Compatriotas: permítanme hablar de la política
social. La pobreza es aún muy alta. La hemos reducido
del 60 al 45, pero el 45 es muy alto. Nosotros estamos comprometidos
a hacer todos nuestros esfuerzos para que cuando dentro de tres
años celebremos el 20 de julio del 2010, dos centurias
del Grito de Independencia, esa pobreza no esté por encima
del 35.
Confío que con nuestra perseverancia, con la ayuda de
Dios, el 20 de julio de 2010 podamos decir que hemos logrado
plena cobertura en educación básica, que hemos
logrado plena cobertura en salud para los colombianos pobres
afiliables al régimen subsidiado, que hemos logrado una
cobertura universitaria del 34 por ciento.
Estamos avanzando en Familias en Acción. En agosto tendremos
millón y medio de familias pobres que reciben un subsidio
para la alimentación y la educación de sus hijos:
millón y medio.
Esta semana visité el Putumayo. Allí ese departamento
quedó con 20 mil Familias en Acción. Cuando el
representante Meeks regrese a Colombia, encontrará que
en toda la línea de frontera con Ecuador, en el Litoral
Pacífico, nuestros compatriotas pobres estarán
en su totalidad cubiertos por el programa Familias en Acción,
que los subsidia para garantizar el acceso a la educación
y a la nutrición de sus hijos.
Y hemos creado un sistema de Banca de Oportunidades. La inmensa
mayoría de nuestros compatriotas pobres no tienen crédito.
Tienen que acudir a las prenderías, a la usura, al gota
a gota.
Banca de Oportunidades, en el primer gobierno, otorgó millón
800 mil créditos. Y estamos comprometidos para que en
este segundo gobierno Banca de Oportunidades entregue 5 millones
de créditos a 5 millones de familias pobres de nuestra
Patria.
Digan ustedes que nos falta mucho, pero que estamos trabajando
con amor por Colombia, que estamos trabajando la seguridad, la
confianza inversionista con responsabilidad social y la política
social, apreciados compatriotas.
Necesitamos el acuerdo de comercio. En el representante Meeks
tenemos un gran aliado. Porque lo necesitamos. Porque en la medida
en que podamos generar más empleo de buena calidad, enviando
nuestros productos al mercado de Estados Unidos, en esta medida
va a haber menos drogas ilícitas, menos terrorismo, más
paz, más seguridad, más bienestar para el pueblo
colombiano.
Y es un tratado de doble vía. Es un tratado equitativo.
No se puede olvidar que nosotros le compramos a Estados Unidos
más de lo que le vendemos. Que Estados Unidos es nuestro
gran proveedor de bienes de capital. Que sólo producimos
90 mil toneladas de trigo al año, necesitamos millón
y medio, y lo que no producimos debemos comprarlo en los Estados
Unidos.
Es un tratado en doble vía. Y es de gran importancia
cuando se piensa que Colombia necesita alternativas diferentes
a la droga, tener la posibilidad de enviar nuestros productos
a estos mercados.
Dos razones se dan hoy para tener congelada la aprobación
del tratado en el Congreso de Estados Unidos. Aspiramos que con
la constatación de los hechos, ese tratado se apruebe.
Se dice que una razón es el paramilitarismo y otra razón
el asesinato de los líderes sindicales.
Hablemos del paramilitarismo. Cuando este gobierno llegó,
Colombia estaba en una tercera parte directamente controlada
por guerrillas y/o paramilitares. Y el resto del país,
presionado indirectamente por la presencia de los unos y de los
otros.
Hemos desmovilizado 43 mil: 33 mil paramilitares y 10 mil guerrilleros.
Eso no tiene antecedentes. ¿Ustedes saben cuántos
eran los terroristas en Irlanda del Norte? Pregunté yo
cuando se dio el acuerdo de paz del Viernes Santo de 1998 por
esa cifra. Y me dijeron: 118. Colombia tenía 60 mil terroristas.
¿Ustedes saben cuántos asesinatos hubo en Irlanda
por ese fenómeno terrorista, entre 1923 y 1998? Tres mil
200. Solamente en mi ciudad de Medellín y en su área
metropolitana, en 1998, se dieron casi 5 mil casos de asesinato.
La tragedia que nosotros hemos vivido es muy grande. Pero la
estamos resolviendo. Tenemos el vigor para resolverla. El coraje
del pueblo para resolverla. Y es lo que el mundo debe saber.
Este es el Gobierno que ha desmontado el paramilitarismo y que
ha debilitado a la guerrilla. Por eso doy la cara al pueblo colombiano
y a la comunidad internacional. Yo encontré a la guerrilla
y los paramilitares dominando el país, y hoy la guerrilla
está escondida en la selva, y los líderes paramilitares
están en la cárcel.
Hemos hecho un proceso de paz con desarme y con desmovilización.
Antes en los procesos de paz los criminales pasaban del monte
al Congreso. Ahora se tienen que detener en la cárcel.
Tienen que confesar sus crímenes. Tienen que entregar
su riqueza para poder reparar a las víctimas.
Este proceso, lleno de dificultades, lo puede observar el mundo.
Porque el país nuestro es un país abierto.
Cuando en otros países de América Latina enfrentaron
desafíos terroristas, cerraron las libertades. En Colombia
las profundizamos.
Cuando en otros países de América Latina enfrentaron
el terrorismo, eliminaron la oposición. En Colombia la
protejemos.
Cuando en otros países de América Latina enfrentaron
el terrorismo, censuraron la prensa. En Colombia la libertad
de prensa no tiene una sola queja.
Cuando en otros países de América Latina enfrentaron
el terrorismo, no dejaban que los inspeccionaran las Ong’s.
Colombia se mantiene llena de Ong’s. Muchas Ong’s
han hecho de Colombia un conejillo de experimentación.
Ningún obstáculo tienen para criticar a Colombia,
para visitar a Colombia, porque nosotros tenemos solamente un
elemento para defendernos: lo que hemos hecho en estos cinco
años de Gobierno, con fe en Colombia y con honradez, a
pesar de que reconocemos todo lo que falta.
Y miren: hace dos días, instalando el Congreso, decía:
no hablemos más de paramilitares. ¿Por qué?
Porque el nombre “paramilitar” surgió cuando
Colombia, después de muchos años de sufrir guerrilla,
vio que en reacción contra la guerrilla se organizaban
unas bandas privadas, bandas ilegales y criminales, con el pretexto
de enfrentar a la guerrilla. Compitieron en atrocidad con la
guerrilla. Hicieron lo mismo.
Hoy no hay bandas privadas en Colombia combatiendo a la guerrilla.
Hoy la única fuerza que combate a la guerrilla es la fuerza
institucional del Estado colombiano. Digan a sus amigos de los
Estados Unidos que hemos recuperado lo que nunca debimos perder:
el monopolio del Estado para utilizar la fuerza en el combate
a los grupos criminales.
Hoy hay una Fuerza Pública más eficaz y transparente.
Ya no se oyen las quejas del pasado que sindicaban a algunos
miembros de la Fuerza Pública de colusión con paramilitares,
de colusión con criminales.
La Fuerza Pública de la Patria: esos soldados y policías
que mientras nosotros estamos alegres en este parque de Nueva
York, celebrando el Día de la Independencia, ellos están
en las selvas y en las ciudades y en los ríos de Colombia
combatiendo a los criminales y a los narcotraficantes, esos soldados
y policías de la Patria merecen el aplauso del pueblo,
del mundo democrático.
Porque ellos con su heroísmo son la garantía de
la recuperación de aquello que los americanos, los fundadores
de esta gran Democracia del Norte, como la llamara Alberto Lleras,
nuestro inolvidable ex Presidente, aquello que los norteamericanos
llamaron “la recuperación de la ley y el orden”.
¿Por qué he dicho que no hablemos más de
paramilitares? Porque la mayoría se desmovilizó y
está cumpliendo. Han reincidido en el delito tres mil.
Y los reincidentes, más aquellos que no se sometieron
a la ley, son perseguidos severamente por las fuerzas institucionales
del Estado. No están combatiendo a la guerrilla. Eso no
se tolera hoy en Colombia. Están dedicados al narcotráfico
o a otro tipo de crímenes.
Cuando les digan a ustedes: es que no se puede aprobar el TLC
por el paramilitarismo, contesten: ¿por qué hace
seis años, cuando Colombia estaba dominada por la guerrilla
y por el paramilitarismo, de eso no se hablaba, y ahora, cuando
estamos desmontando el paramilitarismo, entonces ahora sí nos
reclaman por el paramilitarismo, cuando ha sido el Pueblo colombiano,
sus Fuerzas Armadas, su Justicia y su Gobierno, los que han desmontado
el paramilitarismo?
Y permítanme hablar de dos temas: el tema de los líderes
sindicales y el tema de los colombianos secuestrados. Porque
allí alcancé a ver una pancarta que reclama la
libertad inmediata de Alan Jara, uno de los colombianos secuestrados
por la guerrilla terrorista de las Farc.
El tema de los líderes sindicales. Hace cinco años,
antes de que empezara este Gobierno, hubo años en los
cuales asesinaron a 256 líderes sindicales en Colombia.
Antes de mi elección, en un manifiesto que se llama Manifiesto
Democrático, de 100 puntos, que entregué a los
electores antes de las elecciones de mayo del 2002, en el punto
27 me comprometí, de ser elegido, a proteger a los líderes
sindicales contra el asesinato y a los empresarios contra el
secuestro.
A proteger a todos los colombianos, como la expresión
genuina de un proyecto democrático de seguridad: el que
propusimos a los colombianos en el 2002, el que reiteramos a
los colombianos en el 2006, y a cuyo cumplimiento estamos entregando
todas las energías que nos ha dado el Creador.
Desde el principio del Gobierno, nos comprometimos a proteger
a los líderes sindicales. Todavía asesinan, pero
miren qué ha pasado: asesinaban a 256. En el año
2005 eran 25. El año pasado se recrudeció y subió a
60. Este año han asesinado a seis, y la justicia a dicho
que por razones que no tienen que ver con el sindicalismo.
También estamos en la investigación del asesinato
de 12 maestros. Entre sindicalistas y maestros son un millón
200 mil, en un país de 43 millones, en el cual asesinaban
a 35 mil personas por año.
Nosotros no mentimos. Nosotros reconocemos lo que falta, pero
pedimos que se reconozca lo que se ha hecho.
Digan esto, apreciados compatriotas: hoy hay seis mil colombianos
con protección individual de la Fuerza Pública.
De ellos, mil 500 son líderes sindicales.
Digan esto, apreciados compatriotas: estamos superando la impunidad.
Era imposible luchar contra la impunidad en un país en
donde no había interés por la seguridad, en el
cual asesinaban a 35 mil personas al año.
Hemos reformado la Constitución, hemos incluido el Sistema
Penal Acusatorio, la oralidad, hemos sacado leyes recientes contra
la impunidad, hemos fortalecido y fortaleceremos aún más
la Fiscalía.
Ya se han producido las primeras 48 sentencias, que han condenado
a 78 personas como responsables de crímenes contra líderes
sindicales.
Y también hay que responder: ¿quién ha
matado a los trabajadores? Salvo opinión en contrario
de la justicia, que seré el primero en respetar, debo
decir, como observador de un largo período de la vida
colombiana, que no han sido los empresarios los que han asesinado
a los trabajadores, ni han sido los trabajadores los que han
secuestrados a los empresarios.
¿Qué pasó? Colombia estuvo 30 años
con guerrillas. El Estado nos desprotegía a los ciudadanos
de las regiones. Vivíamos llenos de pánico y desprotección,
condenados por los terroristas.
Esas guerrillas marxistas llevaron el odio de clases, combinaron
todas las formas de lucha, secuestraban y penetraban el movimiento
sindical, asesinaban y penetraban sectores de la política,
del sindicalismo. Y el Estado poco hizo. Llegaron los paramilitares,
compitieron en atrocidad, hicieron lo mismo.
¿Y entonces quién asesina a los sindicalistas?
Los paramilitares asesinan a sindicalistas acusándolos
de ser colaboradores de la guerrilla, y la guerrilla asesina
a los sindicalistas acusándolos de ser colaboradores de
los paramilitares.
¿Y qué ha pasado? Ahora las dos guerrillas, en
regiones como Arauca, se enfrentan y se matan. Y el Eln mata
a un sindicalista porque le dice que es amigo de las Farc. Y
las Farc matan a otro porque le dice que es amigo del Eln.
Pero ahí van nuestros soldados y policías a derrotar
a esos criminales, para que ninguno tenga espacio en Colombia,
para que en Colombia los trabajadores puedan vivir tranquilos
y los empresarios también puedan trabajar tranquilos.
Ese es nuestro objetivo.
Compatriotas: así como estamos empeñados en la
protección de los sindicalistas, lo que no podemos permitir
es que en Colombia haya empresarios que apoyen a paramilitares,
o sindicalistas que apoyen a guerrillas.
Me duele saber que hace pocos días en Quito, en una reunión
donde participaron partidos comunistas del continente (lo que
no interesa, porque nosotros somos un país de libertades),
se produjo una declaración en la cual se apoyaba a las
Farc. Y en esa reunión estuvieron algunos líderes
sindicales de Colombia.
Eso no lo podemos permitir: o se hace sindicalismo o se hace
guerrilla, pero esa mezcla maldita le hace mucho daño
a Colombia.
Así como no podemos permitir que empresarios maten a
trabajadores, así como no podemos permitir que empresarios
se alíen con paramilitares, tampoco podemos permitir que
sindicalistas se alíen con guerrilla.
Pero trabajando y denunciando, cumpliendo a cabalidad la Constitución,
vamos a lograr superar esa tragedia, que en buen grado venimos
superando.
Permítanme, ya para terminar, referirme a los secuestrados:
el 18 de junio las Farc asesinaron a 11 diputados vallecaucanos.
Ese grupo terrorista produjo un comunicado el 23 de junio. Sólo
lo publicó el 28 de junio. Hoy es 22 de julio y no entregan
los cadáveres.
¿Por qué no los entregan? Porque los criminales
de las Farc saben que mientras más demoren los cadáveres,
más difícil será para el examen forense
determinar la modalidad del crimen. Esos criminales asesinaron
a los diputados. Y ahora, con la demora de la entrega de los
cadáveres, quieren mentir, consumar la mentira, distorsionar
el crimen.
Secuestraron a las familias con el secuestro, torturaron a las
familias con el secuestro, torturaron a las familias con el asesinato,
y nuestros muertos siguen secuestrados.
Hemos pedido a la Cruz Roja Internacional, a la Organización
de Estados Americanos (OEA), que intervengan para la devolución
de los cadáveres.
Y para que no haya duda de nuestra buena fe, hemos propuesto
una comisión forense internacional que trabaje, de la
mano de nuestra Fiscalía, para que en el momento en que
los criminales tengan el gesto de devolver los cadáveres,
sea esa comisión forense internacional la que le diga
al mundo cuál fue la modalidad de ese horrendo crimen.
¿Qué sigue? La derrota del secuestro. Ahora me
decía un compatriota aquí: “Presidente, haga
esfuerzos por el acuerdo humanitario”. Claro que sí.
Hace poco liberé a 150 de las Farc, que estaban en la
cárcel. Y a pedido del presidente de Francia, Nicolas
Zarkosy, liberé a Rodrigo Granda. ¿Saben cuál
fue el pago de las Farc? Asesinar a nuestros diputados.
¿Saben qué ocurría? El proceso de liberación
de estos 150 guerrilleros está en curso, porque las formalidades
jurídicas toman tiempo. Y alguien me dijo: “Presidente,
no los suelte a todos, por eso le mataron los diputados. No los
suelte a todos, que le mataron los diputados”.
Y dije: “Voy a cumplir la palabra. Estarán libres
los 150, porque nosotros hemos querido hacer todos los gestos
humanitarios posibles para que nos liberen a nuestros secuestrados”.
Lo que no puedo permitir es una zona de despeje. Lo que no puedo
permitir, apreciados compatriotas, es que las Farc digan que
les liberen de la cárcel a julano y a perano, que se los
lleven al monte para que se unan de nuevo a los asesinos de Colombia,
al ‘Marulanda’, al Briceño, conocido como ‘Mono
Jojoy’, y compañía, para secuestren y asesinen.
La diferencia es que los 150 que nosotros liberamos, han salido
de la cárcel con el compromiso de entrar en la reinserción,
con el compromiso de no volver a delinquir, con el compromiso
de no integrarse al asesinato y al secuestro.
Y lo que las Farc quieren es que salgan de la cárcel
los que las Farc señalen, para que las Farc tengan más
gente con quien secuestrar, más gente con quien asesinar
a los colombianos. Y eso no lo vamos a permitir, apreciados compatriotas.
Y piden las Farc una zona de despeje, que se les despeje a Pradera
y Florida en el Valle del Cauca.
Me gusta eso, que ustedes digan: ¡No al despeje! Eso es
solidaridad con nuestros compatriotas de Florida y de Pradera. ¡Qué tal
nosotros aquí en un país seguro, en la libertad
y en la amable hospitalidad de los Estados Unidos, en este parque,
qué tal que dijéramos lo contrario. Qué tal
que dijéremos sí al despeje, para que nuestros
compatriotas de Florida y Pradera dijeran: “Miren qué conchudos
los que están en Nueva cork. Como ellos no sufren la peste
de la guerrilla, como ellos no sufren la plaga del terrorismo,
ellos nos piden despeje para que la guerrilla venga y nos atropelle
a los de Florida y Pradera”.
Los felicito, porque este grito de “no despeje”,
es solidaridad de los colombianos con los colombianos. Los felicito,
porque este grito “no despeje” es compresión
de los colombianos que viven en Nueva York a las angustias de
los colombianos que viven en Pradera y Florida.
Al país lo tuvieron despejado 40 años. Por haberlo
tenido despejado 40 años, del país se apoderaron
las guerrillas y los paramilitares. Ahora que lo estamos recuperando,
hay un despeje en Colombia: la vamos a despejar totalmente de
terroristas.
Fe en Colombia. El representante Meeks (Gregory), nuestro gran
amigo, hace poco estuvo en San Andrés.
¡Qué bella la celebración del 20 de Julio
en San Andrés!
¡Qué emocionante los integrantes nativos de la
reserva de nuestra Fuerza Pública desfilando en San Andrés!
¿Qué emocionante los niños estudiantes
de San Andrés, con sus danzas y el Himno de la Patria!
Y vamos a seguir trabajando por San Andrés, ahora para
conseguir resolver el problema de vivienda y una fuente de ingreso
a los nativos de estrato medio.
Y con la ayuda de Dios, vamos a celebrar el próximo año
20 de Julio en Leticia. Y dentro de poco empezaremos a construir
un malecón sobre el río Amazonas, para que quede
allí enclavado como expresión del corazón
de la Patria, para que esa ciudad se vuelque sobre el río
y atraiga el turismo del universo.
Y dentro de un año, como preparación del 20 de
Julio de 2010, debemos hacer un 20 de Julio en todas las ciudades
colombianas, alegre, como este 22 de julio hoy aquí en
Nueva York, de lo cual ustedes nos dan un ejemplo.
Al entrar esta mañana a New Jersey, me preguntaba un
compatriota: “Dénos tres consejos para trabajar
por Colombia”
Y le dije: “Primer consejo, amar a Colombia; segundo consejo,
amar más y más a Colombia; tercer consejo: amar
a Colombia más, más amar a Colombia, amar a Colombia
intensamente”.
Muchas gracias a ustedes, compatriotas. Nos dan ejemplo de patriotismo.
Señor Concejal: al Alcalde Bloomberg, nuestra gratitud.
Representante Meeks: al Gobierno de los Estados Unidos, a su
Congreso, nuestra gratitud por permitir que este grupo tan grande
de nuestros compatriotas viva en este país de libertades
Y espero que las nuevas generaciones de colombianos, con el
sacrificio de ustedes y el esfuerzo de todos, puedan vivir felices
en el suelo amado de la Patria.
Vale la pena todo nuestro esfuerzo, si logramos que las nuevas
generaciones de colombianos puedan vivir felices y alegres en
ese territorio que va desde La Guajira hasta el Amazonas. En
ese territorio que va desde el Pacífico hasta el Orinoco.
¡Qué viva Colombia!
Y nuestra gratitud infinita a la hospitalidad de los Estados
Unidos.
Muchas gracias”. |