ALOCUCIÓN
Y RUEDA DE PRENSA DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
Bogotá, 4 jun (SNE). La siguiente
es la alocución
y la rueda de prensa ofrecidas este lunes por el presidente de
la República, Álvaro Uribe Vélez, en relación
con el proceso de excarcelación de miembros de las Farc,
dentro de la iniciativa para lograr la liberación de los
colombianos secuestrados.
“Quiero, antes de entrar al tema que nos ocupa hoy, expresarles
a los colombianos la tristeza y el rechazo al atentado terrorista
contra el Viceministro de Educación Universitaria, el doctor
Gabriel Burgos, académico de larga, brillante y transparente
trayectoria.
Nos acompañó en ese constructivo Consejo Comunitario
de 12 horas, el sábado, que examinó el tema de las
transferencias, la descentralización, la educación
básica, la educación universitaria, la educación
técnica. Hoy fue herido con un artefacto terrorista.
Al regresar a Bogotá esta noche pude entrar al hospital.
El médico nos ha dicho que tiene unas quemaduras en las
manos pero que no hay fracturas ni mutilaciones. Tiene unas heridas
en la cara. Tiene unas heridas alrededor de los ojos, pero dice
el médico que no le ha causado problema en los ojos. Tiene
unas heridas en el cuerpo. También dice el médico
que son superficiales. Hacemos votos por su pronta recuperación.
El señor General (Óscar) Naranjo, Comandante de
la Policía, está al frente de la tarea de capturar
a los terroristas que perpetraron este atentado.
He reiterado a los estudiantes universitarios de Colombia, a los
profesores y a la comunidad académica todo el acompañamiento
del Gobierno, de nuestras instituciones democráticas y armadas,
para que ellos puedan entrar a la universidad, asistir a clases,
hacer ciencia, crítica social, ejercer libertades, sin que
el terrorismo entorpezca esa bella misión.
Confiamos que ese diálogo tan constructivo del sábado,
tan franco, se prolongue. Que tengamos una universidad para la
ciencia, para la crítica social, para la controversia constructiva.
Una universidad donde los factores terroristas no puedan tener
espacio.
Los gobiernos firmes marchitan el terrorismo y profundizan la
democracia. Los gobiernos pusilánimes marchitan la democracia
y estimulan el terrorismo. Si los gobiernos permiten terrorismo
al interior de la universidad, el terrorismo desaloja la ciencia.
Por eso todas las garantías a la comunidad universitaria
para que cumpla su tarea.
Compatriotas: en la campaña presidencial de 2002, como
Presidente electo, y en las primeras semanas de Presidente en ejercicio,
expresé que un acuerdo humanitario sólo sería
procedente si se reiniciaba un proceso de paz con previo cese de
hostilidades.
Vino un pedido para que yo aceptara la búsqueda del acuerdo
humanitario, independientemente de que hubiera o no un proceso
de paz con cese de hostilidades. Ese pedido lo realizaron diferentes
voces: la Iglesia Católica, el presidente (Jacques) Chirac
de Francia, los familiares de los secuestrados, las Naciones Unidas.
Acepté.
Muchos países han pedido que el Gobierno colombiano les
permita ser facilitadores para la búsqueda del acuerdo humanitario.
Siempre lo hemos permitido.
Hace ya algunos años el Gobierno liberó unilateralmente
más de 20 personas de las Farc. Uno de ellos fue asesinado.
El seguimiento que se ha hecho a los demás, han cumplido
con el compromiso de no regresar a delinquir.
Además el año pasado representantes de Francia,
de Suiza y de España pidieron al Gobierno, por medio del
Alto Comisionado, doctor Luis Carlos Restrepo, quien nos acompaña
esta noche, que aceptara una zona de encuentro en la cordillera
central vallecaucana, de aproximadamente 200 kilómetros,
poco habitada, para realizar allí el acuerdo humanitario
con las Farc. Que en esa zona no habría guerrilla y que
el Gobierno retiraría transitoriamente a los soldados de
la Patria.
Esos delegados europeos le pidieron al Gobierno su aceptación.
El Gobierno lo hizo con toda prontitud, de manera pública.
La organización al margen de la ley, las Farc, la organización
terrorista de las Farc, en algunos momentos decía que no
le habían consultado. En otros que no aceptaba.
El Gobierno aceptó ese pedido de los delegados de estos
tres países europeos.
Hace pocos meses también nos pidieron esos delegados que
facilitáramos un encuentro de ellos con representantes de
las Farc, porque tenían una promesa de esa organización
de que iría a liberar a una persona como muestra de buena
fe. El Gobierno aceptó.
Finalmente el Gobierno fue informado de que las Farc engañó a
esos delegados europeos y que simplemente les dijo que había
habido un mal entendido.
Posteriormente los delegados europeos le pidieron al Gobierno
su anuencia para poder adelantar ellos los contactos necesarios
con los representantes de las Farc en busca del acuerdo humanitario.
El Gobierno lo permitió.
Hemos hecho todo lo posible para el acuerdo humanitario. No ha
sido posible lograrlo.
Entro a referirme a lo que ha sido la relación de nuestro
Gobierno con el señor Presidente (Nicolás) Sarkozy
de Francia.
Durante mi vista a Francia como Presidente electo, en compañía
de la doctora Martha Lucía Ramírez, entonces designada
Ministra de la Defensa y todavía en el ejercicio de sus
funciones como Embajadora de Colombia en Francia, tuve tanto la
oportunidad de hablar con el Presidente Chirac, como con el entonces
ministro Sarkozy.
El Ministro apoyó toda nuestra propuesta de Seguridad Democrática
para Colombia. Desde ese día encontramos en él un
gran aliado que identificaba esos valores comunes entre Francia
y Colombia, de respeto a la democracia, de rechazo al terrorismo
y a la violencia, de acatamiento a los derechos humanos.
Posteriormente el ministro Sarkozy nos visitó. Estuvo en
Colombia, se reunió con el Alto Mando militar y policivo,
tuvo muchísimas reuniones en el país con la Ministra
de la Defensa, Martha Lucía Ramírez, y conmigo, y
reiteró todo el apoyo a nuestra política de Seguridad
Democrática.
Esos son los antecedentes. Qué bueno tenerlos en cuenta
para las referencias que haré más adelante.
En los primeros días de mayo, llamé al doctor Luis
Carlos Restrepo y al ministro del Interior, doctor Carlos Holguín,
y les dije: yo no puedo aceptar una zona desmilitarizada. No puedo
aceptar liberar guerrilleros para que regresen a delinquir. Pero
tampoco puedo dejar de buscar la liberación de los secuestrados,
de los compatriotas secuestrados y de los tres norteamericanos.
No puedo dejar de luchar para que ellos, víctimas del secuestro,
superen esa tragedia, la superen sus familias, la superen el pueblo
colombiano, la comunidad internacional. No puedo dejar de luchar
para que se acabe el secuestro, para que no haya víctimas
del secuestro en el presente y en el futuro de Colombia.
Les dije: la negativa nuestra a una zona desmilitarizada, a una
zona de despeje, la negativa nuestra a permitir liberar guerrilleros
para que regresen a delinquir, a asesinar, a secuestrar, a extorsionar,
a traficar con droga, son dos puntos inamovibles.
Manteniendo esos dos puntos, que consideramos de la mayor importancia
para nuestra política de Seguridad Democrática, considero
importante hacer un gesto unilateral, en procura de la liberación
de nuestros secuestrados. Considero importante liberar una buena
cantidad de integrantes de las Farc que están en la cárcel.
El doctor Luis Carlos me dijo: Presidente, hace dos años
intentamos aplicar los beneficios de la Ley de Justicia y Paz a
integrantes de las Farc en la cárcel y finalmente se desistió.
Hubo mucha crítica.
Le dije: Comisionado, insistamos. Un Gobierno que ha procedido
con total buena fe, con honradez, puede insistir en esos temas.
Vamos a buscar la liberación unilateral de un buen número
de quienes, integrantes de las Farc, estén presos en las
cárceles. Un gesto unilateral, humanitario, a tiempo.
En materia de tiempos es muy importante considerar lo siguiente:
la propuesta de esa liberación unilateral la hago antes
de las elecciones de Francia. Y también la hice pensando
en que necesitaba hacer un gesto unilateral humanitario oportuno,
con suficiente antelación a las elecciones de octubre, todavía
que el Gobierno está en su primera etapa, todavía
que estamos bien lejos de las elecciones de 2010. Un gesto unilateral,
separado en el tiempo, de lo que es la excitación de las
campañas políticas.
Recibí aquí en la Presidencia al subintendente Frank
Pinchao. Seis años secuestrado. Me contó la manera
como había logrado escaparse de las Farc, lo cerca que estuvimos
de rescatarlos con los operativos militares, las torturas que estaban
padeciendo de las Farc. Me conmovió mucho escuchar de él
el trato de las Farc a los secuestrados. Lo comparé con
los campos de concentración de los nazis contra los judíos.
Y me conmovió mucho escuchar del subintendente Pinchao el
relato sobre la doctora Clara Rojas, secuestrada, y su hijito Emmanuel.
Me parecía que allí estábamos asistiendo a
un caso, inverosímil para nuestra época, de esclavismo,
antes de la liberación de los vientres de las esclavas.
Al caso de una madre esclava, secuestrada y torturada. Al caso
de un niño que perdió la libertad antes de nacer,
que su madre no ha tenido la libertad de ejercer su maternidad,
que su madre no ha tenido la libertad de tenerlo junto a sí.
Ese día pensé, al terminar la reunión subintendente
Pinchao, sobre la necesidad de avanzar en nuestra decisión
de la liberación unilateral como gesto humanitario.
Nuestro Embajador en Sudáfrica hizo unas indagaciones sobre
cómo habían sido los procesos unilaterales en Sudáfrica,
cómo veían ellos la posibilidad de que esto se hiciera
en Colombia, y eso también fue un elemento importante para
la decisión tomada.
He tenido cuatro conversaciones telefónicas con el presidente
Sarkozy. Las dos primeras por iniciativa del presidente Sarkozy,
la tercera por iniciativa mía y la de hoy, mientras me encontraba
en Tarazá, a la 1:15 de la tarde, convenida con el asesor
francés en Seguridad Nacional y por el Alto Comisionado,
doctor Luis Carlos Restrepo.
En la primera llamada, al día siguiente de su posesión,
el presidente Sarkozy me dijo que recordaba nuestros encuentros,
su identificación con la política colombiana, que
quería trabajar con nosotros, apoyar a Colombia.
Me preguntó: ¿Es cierto, presidente Uribe, que usted
ha tomado la decisión de liberar unilateralmente a unos
integrantes de las Farc que están en la cárcel? Y
le dije: Es cierto, presidente Sarkozy.
Él me dijo que apoyaba la decisión, que le parecía
excelente. Me dijo que estaba preocupado, que tenía un gran
compromiso ante la opinión francesa para buscar la liberación
de la doctora Ingrid Betancur, que estaba preocupado por los operativos
militares, por el riesgo que pueden conllevar para la integridad
física de las personas secuestradas.
Después recibí la segunda llamada del presidente
Sarkozy. Me preguntó: Presidente Uribe, ¿usted mantiene
su decisión de liberar a un buen número de personas
de las Farc que están en la cárcel, como decisión
unilateral del Gobierno de Colombia? Le dije: Presidente, la mantengo,
yo soy de una palabra.
Me dijo: ¿Por qué no me hace el favor y libera a
Rodrigo Granda? Le dije: Presidente, yo lo haría, si él
se compromete a no regresar a delinquir. Además tenemos
que examinar un tema con el Paraguay.
Esa llamada fue un viernes. El sábado el doctor Luis Carlos
Restrepo se reunió con Rodrigo Granda en una cárcel
en La Dorada. Él dijo que no aceptaba, que era necesario
que el Gobierno procediera a despejar los municipios vallecaucanos
de Florida y Pradera, condición de las Farc.
El Comisionado me comunico. Yo le dije: Doctor Luis Carlos, he
analizado mucho la conveniencia nacional. Yo no puedo aceptar la
desmilitarización, menos de esos municipios.
Llamé al presidente Sarkozy. Tercera comunicación.
Ese lunes.
Le dije: Presidente, no he podido que Rodrigo Granda acepte. Si
quiere buscamos un mecanismo para que esté en la Embajada
de Francia.
El me dijo que le veía inicialmente inconvenientes, pero
que los detalles los hablarían el Comisionado y el Asesor
Francés para la Política de Seguridad Nacional.
En efecto, examinaron esa posibilidad y no la encontraron procedente.
Le dije: Presidente Sarkozy, quiero decirle que nosotros necesitamos
la liberación de todos los secuestrados, del doctora Ingrid
Betancur, de los diputados, de los parlamentarios, de los integrantes
de nuestra Fuerza Pública, de la doctora Clara Rojas, de
Emmanuel, su niñito. La liberación de los tres ciudadanos
norteamericanos que están también secuestrados por
las Farc.
Él me dijo que comprendía esa aspiración
colombiana.
En los últimos días conversaron detenidamente sobre
el tema el doctor Luis Carlos Restrepo y el Asesor Francés
para la Política de Seguridad Nacional de Francia.
En compañía del doctor Luis Carlos y del Ministro
Carlos Holguín, emprendí un proceso de consultar
a las instituciones.
La primera consulta que realicé fue al señor Procurador
General de la Nación. Me animó mucho la conversación
con él, porque encontró positivo este gesto humanitario
unilateral.
Nos reunimos con el Fiscal, con sus asesores, con integrantes
de partidos políticos, sus representantes, de partidos de
la coalición de Primero Colombia. Llamé por teléfono
al jefe del oficialismo liberal, el señor ex presidente
César Gaviria. Él me escuchó, me dio las gracias
por haberle contado, pero no estuvo de acuerdo.
Nos reunimos con los presidentes de las Cortes, con el Ministro
de la Defensa y el Alto Mando.
Creo que fue un recorrido de consulta institucional muy importante.
Recuerdo ocasiones del pasado, donde decisiones semejantes no
se consultaban con las instituciones sino que se mandaba un emisario
a hablar con Carlos Castaño y otro emisario a consultarle
a Manuel Marulanda.
Aquí, en el propósito de fortalecer las instituciones
colombianas, hicimos una tarea dedicada, enjundiosa, de consulta
a las instituciones. Todas fueron muy respetuosas. Algunas, como
las Cortes, por intermedio de sus presidentes, simplemente hicieron
preguntas. No todas emitieron opiniones.
Con el Alto Mando militar y policivo, con el señor Ministro
de la Defensa, examinamos el tema de la eventual zona de despeje.
El tema de permitir que guerrilleros regresen a la guerrilla, salidos
de la cárcel, a secuestrar, a asesinar.
Examinamos el tema de la liberación unilateral como gesto
humanitario. Lo hicimos cuidadosamente, teniendo en cuenta que
este gesto humanitario tiene que fortalecer más aún
la política de Seguridad Democrática, nacional e
internacionalmente. Liberarla de cualquier complejo que surja del
hecho de avanzar en la lucha militar y policiva por la seguridad,
sin gestos humanitarios. Y tener el buen cuidado de que el Gobierno
no tome decisiones que afecten esa política de Seguridad
Democrática.
Por ese buen cuidado, para no afectar la política de Seguridad
Democrática, el Gobierno ha tenido los dos inamovibles:
ha dicho no a la zona de despeje y ha dicho no a que salgan guerrilleros
de la cárcel para volver a asesinar y a secuestrar.
Llamé al señor Presidente del Paraguay. Él
me dijo que no obstante la preocupación que allí hay,
el dolor por el secuestro de la señora Cubas y su posterior
asesinato, el Gobierno del Paraguay apoyaba al Gobierno de Colombia
en la liberación de Rodrigo Granda, como gesto humanitario.
Antes de mi llamada al Presidente del Paraguay, el señor
General Óscar Naranjo, comandante de la Policía,
habló con la justicia del Paraguay.
Hoy, después de mediodía, fue liberado de la cárcel
el señor Rodrigo Granda.
El Gobierno Nacional reitera que le da todas las garantías,
todas las garantías, para que él realice una labor
de gestor por la paz.
Debo decir que en las conversaciones con el Comisionado, él
no aceptó renunciar al grupo de las Farc, pero le dijo al
Comisionado que él lucha por la paz. El Gobierno lo rodea
de garantías para que sea gestor de paz. El Gobierno confía
que no tendrá intervenciones en secuestros, en asesinatos,
en delitos de la índole, que hará una gestión
de paz, y para ello tendrá todas, todas las posibilidades.
Hasta el momento está definida la liberación, la
excarcelación de 150 miembros de las Farc. Esa excarcelación
puede subir a 170 – 180. Mañana salen indultados los
primeros 50. Y los 150 – 170 se completarán el día
miércoles o el día jueves por tarde.
Con la dirección del Ministro del Interior y de Justicia,
del doctor Luis Carlos Restrepo, Alto Comisionado, se ha realizado
un trabajo muy responsable del Inpec (Instituto Nacional Penitenciario
y Carcelario) y de todas las instituciones, para estudiar caso
por caso.
Estos 150 – 170 – 180 compatriotas de las Farc que
salen de la cárcel, se han comprometido a no regresar a
delinquir. Se han comprometido a no regresar al secuestro, a la
extorsión, al tráfico de drogas. Eso es algo muy
importante del carácter unilateral de este gesto humanitario.
Hoy en Colombia es más difícil reincidir que antes.
De los más de 40 mil integrantes de los grupos de autodefensa
y de las guerrillas desmovilizados en este Gobierno, quienes han
tratado de reincidir se han encontrado con una política
de Seguridad Democrática todos los días más
eficaz.
De aquellos que han tratado de reincidir, más de 400 han
sido dados de baja, más de 800 han sido llevados a las cárceles
sin beneficios de la Ley de Justicia y Paz.
Nosotros confiamos que estos colombianos que salen de la cárcel,
van a cumplir con ese compromiso. Los recibimos con entusiasmo.
Harán parte del proceso de reinserción, de reincorporación
a la vida constitucional. El Alto Comisionado para la Reinserción
les dará todo el apoyo para que reconstruyan las familias,
un proyecto de felicidad en sus vidas.
Esta noche tuve la oportunidad de reunirme con una señora
indultada hoy, una señora de las Farc. Estuvo en la cárcel
con su bebé. Me dijo, delante de muchos compañeros
de Gobierno, que fue muy bien tratada. Que se rodeó de todo
un espacio de calidez y de familia para su niña. Eso honra
a Colombia. Esta Patria nuestra que ha sufrido tanto, que quiere
superar la tragedia del terrorismo, que necesita un presente y
un futuro sin guerrilla, sin paramilitares, sin narcotráfico.
Yo me sentí muy feliz al escuchar este testimonio.
Ella y su niñito fueron bien tratados en la cárcel.
Y ahora en este gesto humanitario, salen a disfrutar de la libertad.
Y comparaba yo a esta señora y su niñito con la doctora
Clara Rojas y Emmanuel. La doctora Clara Rojas secuestrada y torturada.
Emmanuel, quien perdió la libertad desde antes de nacer.
Su madre, quien no ha tenido la oportunidad de darle el aliento
de la compañía materna.
Nuestros votos, nuestros deseos, están orientados a la
liberación de nuestros compatriotas secuestrados, víctimas
de ese abominable delito. Están orientados para que en nuestra
Patria se acabe ese delito.
Hoy hablé con el presidente Sarkozy. Me dijo que me agradecía
el gesto. Que agradecía que el Gobierno de Colombia hubiera
tomado la decisión de liberar a todos estos guerrilleros
de las Farc, por iniciativa del Gobierno de Colombia, y que me
agradecía que yo hubiera atendido su petición de
liberar a Rodrigo Granda.
Que Colombia puede contar con todo su apoyo. Que le dirá al
G-8, a todos los líderes del planeta, que Colombia merece
todo el apoyo. Es un avance en la respetabilidad de esta política
de Seguridad Democrática, todos los días más
respetable, interna e internacionalmente.
El presidente Sarkozy, cuando él me pidió que liberara
a Granda, me pidió que no hiciera pública esa petición. Él
supo que yo tenía que consultarla con las instituciones
colombianas. Y me dijo que hoy se podía hacer pública
esa petición. Por eso hoy la cuento a mis compatriotas y
a la comunidad internacional.
Le dije: Presidente Sarkozy, recuerde, muy importante la liberación
de todos. De la doctora Ingrid, colombiana que también tiene
nacionalidad francesa. De los diputados, de los parlamentarios,
de los integrantes de nuestra Fuerza Pública, de los tres
norteamericanos. Y me dijo que comprendía y que por ello
iría a luchar.
Sé, apreciados compatriotas, que algunos de los comunicadores
que nos han acompañado esta noche quieren formular algunas
preguntas. Con mucho gusto las atiendo.
Y quiero agradecer enormemente la presencia del Cuerpo Diplomático
esta noche. Esa presencia del Cuerpo Diplomático es muy
estimulante para Colombia en todas las horas. Tantos países
amigos compenetrados con la tragedia que hemos quiero superar.
Al Cuerpo Diplomático, a cada uno, nuestra gratitud. Y para
todos, por intermedio de nuestro Nuncio Apostólico y Decano
del Cuerpo Diplomático, su excelencia Monseñor Beniamino
Stella.
Álvaro García, director de noticias de RCN Televisión:
Dos inquietudes. La primera: quisiera saber ¿qué cálculo
tiene usted sobre el posible impacto que pudiera tener en la comunidad
internacional, en Europa, en los organismos multilaterales, la
posibilidad de que las Farc respondan con un portazo en la cara
al Gobierno a esta propuesta de liberación unilateral de
guerrilleros que están en las cárceles colombianas?
Y el segundo tema es: ¿qué le respondería
usted a los sectores de la opinión colombiana que creen
que todo esto es una cortina de humo y que detrás de la
liberación, viene la búsqueda de la liberación
de las personas procesadas por la parapolítica en Colombia?
Presidente de la República: El tema por el cuál
usted pregunta, el primero, ¿qué impacto podría
tener en la comunidad internacional, en los organismos internacionales,
la negativa de las Farc a una liberación de los secuestrados?
Eso yo no lo calculo. Lo único que sé es que la decisión
unilateral del Gobierno de Colombia de este gesto humanitario,
fortalece más la respetabilidad nacional e internacional
a nuestra política de Seguridad Democrática.
En ese examen juicioso con los Altos Mandos Militares y de Policía,
sobre el impacto del gesto unilateral, examinábamos cómo
para una política que quiere una Colombia libre de terrorismo,
estos gestos unilaterales son gestos que enaltecen esa política,
que la fortalecen aún más.
Pregunta usted que cuál es mi opinión sobre lo que
algunos dicen de que con esta decisión el Presidente de
la República busca poner una cortina de humo a la parapolítica.
A los hombres hay que conocerlos por sus antecedentes. Yo fui
ocho años Senador de la República: nunca engañé a
mi Patria. Tres años Gobernador de mi departamento: nunca
engañé a mi Patria. El próximo 7 de agosto
tendré cinco años en la Presidencia: nunca he engañado
a mi Patria.
En mi carrera de combatiente de la democracia no existe, no han
existido, no existirán cortinas de humo.
Es muy importante decir esto: este es el Gobierno que desmonta
el paramilitarismo, y este es el Gobierno que debilita la guerrilla.
Es muy importante decir esto: este Gobierno es el Gobierno que
ha ejercido toda la presión militar y policiva sobre los
grupos terroristas, y que ha dado serias oportunidades de paz.
Si no fuera así, no habría más de 40 mil desmovilizados.
Cuando los mal llamados paramilitares quisieron dialogar, también
tuvieron beneficios legales para miembros representativos.
A fin de facilitar el proceso, en ciernes, en esa etapa de pre-negociación
con el Eln, sobre el cual tenemos esperanzas, etapa de negociación
que avanza en Cuba, este Gobierno no tuvo inconveniente en liberar
de la cárcel a un señor del Eln. Y no tuvo inconveniente
en levantar las órdenes de captura a otros señores
del Eln, para que esos señores pudieran realizar la tarea
que están trabajando, que están adelantando, a ver
si hay un proceso de paz con el Eln.
Este Gobierno presentó la Ley de Justicia y Paz. Los mismos
que hoy dicen que esta liberación de las Farc es una cortina
de humo para excarcelar a los parapolíticos, son los que
en ese momento se oponían a la Ley de Justicia y Paz. Decían
que era una ley para legalizar el paramilitarismo, para que en
Colombia se enseñoreara la impunidad. La Ley de Justicia
y Paz, tan difícil en su trámite, muestra hoy su
respetabilidad.
Siempre hemos buscado la verdad. El texto que aprobó el
Congreso sobre la Ley de Justicia y Paz decía: requisito
para el beneficio es que quienes se sometan a esta ley digan la
verdad. Uno de los requisitos. Si posteriormente apareciere un
delito no confesado en las versiones iniciales, para poder aspirar
a los beneficios la persona imputada tiene que contribuir para
que la justicia lo esclarezca.
Recuerdo que a mí se me dijo en aquellos días: Presidente, ¿el
Gobierno por qué insiste en el texto del proyecto de ley
en que se tiene que decir la verdad? Eso va a ser desestabilizante,
cuando se sepa que participaron políticos, les hagan imputaciones
a empresarios, a integrantes de la Fuerza Pública.
Contesté: Eso no es desestabilizante. Lo desestabilizante
es que siga esto asesinando a los colombianos a oscuras, sin posibilidades
de futuro.
Me dijeron: Pero es que a la guerrilla nunca se le exigió eso,
nunca se le exigió la verdad, nunca se le exigió confesar
sus conexiones en la sociedad civil.
Dije: Ese error no lo repetimos.
Y con la exigencia de la verdad, marcamos un precedente.
Y hace pocos días fui preguntado si era partidario de que
las audiencias de versión de quienes están en la
cárcel de Itagüí se transmitieran directamente
en televisión.
Dije: Sí, lo hagan. Entre otras razones, para que los colombianos
que están en las regiones donde actuaron estos señores,
al escucharlos y verlos en televisión en vivo, puedan hacerse
un raciocinio: si lo que dicen es verdad o es mentira, y eso contribuya
también a los elementos de juicio del fiscal o del juez.
He dicho que la verdad contribuye a que dimensionemos la realidad
de la tragedia, la dimensión de la tragedia, y evitemos
que se repita.
Las otras propuestas que he hecho son propuestas para que el país
las debata. Buscan estimular la verdad. Porque me ha preocupado
mucho que los jueces tengan que fallar simplemente en el medio
entre versiones contrapuestas.
La verdad previene la repetición, genera la reconciliación,
facilita la justicia, da más certeza a la sentencia.
Por eso una discusión nacional para buscar mecanismos que
estimulen la verdad es sana.
Y agrego lo siguiente: este Gobierno no es Gobierno de cortinas
de humo, no es Gobierno de engaños, no es Gobierno de “micos” parlamentarios.
Este Gobierno hace propuestas que son controversiales. Las defiende
con argumentos, escucha a la ciudadanía, también
las discute con el parlamento. Este Gobierno propone controversias,
pero no asalta a la opinión pública.
Recuerdo que me decían: Presidente, no vaya a cerrar las
negociaciones del TLC antes de elecciones. Lo derrotan. Diga que
se suspendieron las negociaciones.
Dije: Este Gobierno no es Gobierno de cortinas de humo. Este Gobierno
les habla con franqueza a los compatriotas.
Cerramos las negociaciones 15 días antes de la elección
parlamentaria, para que el país tuviera la oportunidad antes
de acudir a las urnas de procesar la totalidad del TLC. No tuvimos
cálculo político.
Alguien me dijo con mucho asombro: Mire, aquí hay una encuesta:
el TLC tiene un negativo del 56 y un positivo del 28. Aplace eso,
Presidente, tenga cálculo electoral.
Y le dije: Yo no soy de cálculos.
Álvaro, finalizaría esta respuesta diciendo: el
liderazgo no puede dejarse llevar simplemente de las corrientes
aparentes. Muchas veces, con argumentos, tiene que luchar para
cambiar el rumbo de las corrientes.
Pregunta Luis Guillermo Troya, director
de Radio Todelar de Bogotá:
Se conoció hace pocos días el desacuerdo de la guerrilla
de las Farc a este gesto humanitario que tiene el Gobierno Nacional.
Una vez producida la excarcelación de guerrilleros, algunos
sectores de familiares de secuestrados, piensan que el Gobierno
se va a quedar sin herramientas de negociación. ¿Usted
qué piensa?
Presidente de la República: doctor Luis Guillermo, no hay
mejor herramienta que un gesto humanitario de esta dimensión,
es muy importante. Doctor Luis Guillermo: los gestos humanitarios
hay que producirlos de acuerdo con las instituciones y la Constitución
y no de acuerdo con la aprobación o la desaprobación
de quienes están al margen de la Constitución y de
la Ley.
Hemos superado la vieja costumbre colombiana. Yo todavía
miro con asombro cómo en el pasado para alguna gestión
de esta naturaleza, se corría a consultarles a Manuel Marulanda
o a Carlos Castaño. Ahora hemos consultado a las instituciones.
No a la ilegalidad.
Periodista Víctor J. Jiménez, de RCN Radio: Tengo
una inquietud sobre el caso de Rodrigo Granda: ¿va a ser
gestor de paz? ¿Cómo va a ser su función? ¿Dónde
va a estar? ¿Cómo va a operar? ¿Está autorizado
por las Farc? Y otra inquietud: muchos colombianos se estarán
preguntando en este momento: ¿qué espera el Presidente
Uribe del Grupo de los 8?
Presidente de la República: Nosotros esperamos de la comunidad
nacional y de la comunidad internacional lo que hemos esperado
desde que empezó este Gobierno, lo que hemos esperado desde
la elección de mayo de 2002, lo que merece Colombia: apoyo
a una política de Seguridad Democrática para todos
los colombianos, que les dé derecho a nuestros compatriotas
a vivir en el suelo noble de la Patria, sin terrorismo, sin terrorismo
guerrillero, sin terrorismo paramilitar, sin narcotráfico.
Lo único que le puedo contestar del señor Rodrigo
Granda es: el Gobierno lo ha liberado y le ofrece todas las condiciones
para que él pueda ser gestor de paz. Le ofrece todas las
garantías. El Gobierno hizo una excepción. El Gobierno,
a pesar de que el señor Rodrigo Granda dijo que él
no renegaba, que no se desmovilizaba de las Farc, el Gobierno aceptó liberarlo.
Siempre con la convicción que surgió de esas conversaciones
de que él no va a participar en secuestro, ni en asesinatos,
ni en delitos semejantes. Siempre en la esperanza de que, rodeado
de garantías, el señor Rodrigo Granda pueda hacer
una gestión de paz.
Yo no sé la otra parte de su pregunta: si le consultó o
no a las Farc. Lo desconozco.
Ahora, lo que tiene que ver Colombia es que en este Gobierno nuestro
se han desmovilizado más de 40 mil personas, alrededor de
10 mil guerrilleros. Solamente este año se han desmovilizado
más de mil integrantes de las Farc.
Yo creo que vamos por un buen camino para tener un país
sin terrorismo. Los gestos humanitarios que hemos tenido para facilitar
la desmovilización, han contribuido a multiplicar la desmovilización.
Este es un nuevo gesto humanitario.
Yo le pido siempre a Dios que me cuide para no equivocarme en
materia grave frente a mi Patria, para que le pueda transmitir
yo todo el amor a esta Nación, todo el propósito
de servirla bien, y para que de mi parte no haya un solo engaño
a mis compatriotas.
Claudia Morales, La W Radio: Quiero detenerme en el tema de Francia.
En las últimas semanas hubo un número muy grande
de artículos en contra de Colombia. Fueron conocidas las
declaraciones de la hija de Ingrid Betancur, quien lo acusó a
usted de haber engañado al presidente Sarkozy, quien lo
acusó de tener vínculos con paramilitares y de muchas
cosas más, muy graves, además con una muy pobre defensa
de nuestros representantes allá, nuestro Embajador (Fernando)
Cepeda. Quiero preguntarle si esto que pasó, a nivel de
analistas, de medios de comunicación, de la hija Ingrid, ¿también
fue parte de la motivación que tuvo el Gobierno en cabeza
suya para hacer esta propuesta que nos esta anunciando?
Y sigo con Francia. Tengo una duda. ¿Por qué el
Presidente Sarkozy insistió tanto en Granda? ¿Qué sabe
Sarkozy de Granda, que es lo que ha hecho que él le insista
a usted en su liberación?
Presidente de la República: Empiezo por su segunda pregunta.
En nada conozco de la motivación del Presidente Sarkozy
para pedir la liberación de Rodrigo Granda. Nada le pregunté.
Yo había tomado previamente, como lo narré esta
noche, la decisión de hacer ese gesto unilateral, de liberar
de manera unilateral a un buen número de integrantes de
las Farc que estaban en la cárcel, como un gesto humanitario
en busca de la liberación de las víctimas del secuestro.
En la primera llamada, el presidente Sarkozy me pregunta: ¿Es
verdad que usted va a hacer esto? Le dije: Sí, Presidente.
El lo apoya, como lo dije esta noche.
Y en la segunda llamada, él me dice que por qué no
libero a Granda. Y yo le dijo inicialmente que sí y empiezo
a buscar cómo liberarlo.
Confié plenamente en el Presidente de Francia, con quien
hay los antecedentes a los cuales me he dirigido esta noche para
recordarlos, y no le hice preguntas sobre su motivación.
Me pareció que la confianza en el Presidente de Francia
me debería llevar a no hacerle preguntas sobre esa motivación.
Primó la confianza sobre la curiosidad.
Los artículos de Francia en mi contra: si fuera por artículos
en contra, yo no habría podido enfrentar a los grupos terroristas,
como Gobernador ni como Presidente. Antes ahora salen poquitos.
Antes ahora me duelo de que ya las manifestaciones en el exterior
son anémicas. Antes eran muy vigorosas en mi contra.
Salía yo, como Gobernador de Antioquia, al exterior, como
aspirante a la Presidencia de la República, como Presidente
electo, en los primeros meses de Gobierno, hablando de la Seguridad
Democrática, de la necesidad de derrotar el terrorismo militarmente,
y salían unas manifestaciones vigorosas a decirme: criminal.
Inundaban los periódicos en mi contra.
Si fuera por artículos de prensa (hoy son muy poquitos
en comparación de los que había antes), si fuera
por artículos de prensa, yo no habría podido emprender
ni sostener la política de Seguridad Democrática.
A mí me presiona la razón, el bien común,
no la intimidación.
Yo prefiero la búsqueda de opciones dentro de una lógica,
que el dogmatismo. Le Cedo a la razón. No he conocido que
le tenga que ceder a la intimidación. Y pido a Dios que
hasta el último día de la vida, me permita no cederle
a la intimidación.
¿De mí qué no se ha dicho?
Los colombianos que me han visto cinco años en la Presidencia,
que han visto escrutar mi carrera pública, en la inmensa
mayoría saben que he combatido para que Colombia derrote
el terrorismo por la vía institucional. Que no he hecho
concesiones a grupos irregulares, cualquiera sea su naturaleza.
Comprendo el dolor de la niñita, hija de la doctora Ingrid
Betancur. Entre las cosas que dijo, la niñita dijo que yo
había ordenado los militares que pusieran la bomba contra
la Universidad Militar para evitar la liberación de su mamá. ¿Usted
cree, doctora Claudia, que yo le voy a contestar a una niñita
que tiene el natural dolor del secuestro de su mamá?
El recorrido de los hombres hay que tenerlo en cuenta para los
juicios de las actuaciones de coyuntura.
Jamás he cedido a la intimidación. Me sentiría
traicionando a la Patria. Me es ajena la intimidación, me
repugna el halago.
Ganar las mayorías colombianas para una política
de Seguridad Democrática no ha sido fácil ni un camino
de rosas. Sostener la política de Seguridad Democrática
no ha sido fácil. Todos los días le pido a Dios que
nos dé más transparencia y más firmeza para
sostenerla. Ajeno al halago, ajeno a la intimidación.
Darío Fernando Patiño, director de noticias de Caracol
Televisión: En su conversación de hoy con el presidente
Sarkozy, él le dijo ya que se daba por bien servido en el
gesto que le había pedido, a pesar de que el Gobierno no
haya cedido a la petición de Granda del despeje. ¿Usted
le preguntó en esta ocasión si de aquí en
adelante lo que venía ya con este gesto era la liberación
de Ingrid, de Emmanuel y de Clara? Y finalmente, con esto que hemos
escuchado, ¿queda ya explicada la razón de Estado
que usted había anunciado?
Presidente de la República: Creo que todo lo que le he
dicho esta noche son razones, doctor Darío Fernando. Razones
de la más alta conveniencia pública. Además
usted debería de tomar un punto: cuando yo me referí a
las consultas con la institucionalidad colombiana, me referí también
a la consulta con el Alto Mando militar y policivo, con el Ministerio
de Defensa. Expresé cómo en esa consulta habíamos
examinado lo que el Gobierno debe hacer, en aras de la liberación
de los secuestrados, sin afectar la política de Seguridad
Democrática. Y lo que el Gobierno no puede hacer porque
afecta esa política de Seguridad Democrática.
Estos gestos humanitarios (se analizó en esas reuniones,
que han sido muchas) su conveniencia. Como también en muchas
reuniones se ha analizado la inconveniencia para la política
de Seguridad Democrática de la zona de despeje o de liberar
guerrilleros para que regresen a secuestrar, a asesinar.
Hoy, cuando nos encontrábamos en una reunión comunitaria
en Tarazá (Antioquia), por la avalancha que afectó a
tantas familias, tuve la última conversación con
el presidente Sarkozy.
Se trataron tres temas: la liberación de Rodrigo Granda. Él
dio las gracias. Que le diría al mundo que Colombia, por
mi conducto, accedió a esa petición suya. Que se
propone apoyar a Colombia para que esta decisión la apoye
todo el mundo democrático en el G-8, los líderes
del planeta.
Yo le dije: Yo le voy a decir a los colombianos cómo se
dio esto. Y me dijo: Estoy de acuerdo con usted.
Le dije: Presidente, tenga en cuenta lo que ya le he repetido
en ocasiones anteriores. Los colombianos no queremos víctimas
del secuestro. Necesitamos la liberación de la doctora Ingrid
Betancur, de los diputados, de los congresistas, de los integrantes
de la Fuerza Pública. Necesitamos la liberación de
los tres norteamericanos. Necesitamos la liberación de la
doctora Clara Rojas y del niño Emmanuel, que perdió su
libertad en el vientre, que ha sido tratado como esclavo, hijo
de esclava. Su madre esclava, torturada en el secuestro. Él
esclavo, torturado en el secuestro.
El presidente Sarkozy me dijo que él comprendía
y participaba de esa aspiración.
Quiero agradecer a todos, inmensamente, su compañía
esta noche. Y confío que estas decisiones fortalezcan la
respetabilidad nacional a nuestras instituciones, y la respetabilidad
internacional a nuestra política de Seguridad Democrática.
Los gestos humanitarios, como el que hemos hecho, buscan, sin
afectar la política de Seguridad Democrática, la
liberación de nuestros secuestrados.
Muchas gracias y buenas noches, integrantes del Cuerpo Diplomático,
compañeros del Gobierno, amigos periodistas. Buenas noches,
compatriotas todos”. |