PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE AL INAUGURAR TECNOLOGÍA
DE TRAPICHE A VAPOR EN CUNDINAMARCA
Nimaima (Cundinamarca), 2 mar (SNE). Las
siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe
Vélez, el
inaugurar el primero de una serie de trapiches a vapor, de alta
tecnología, dentro de un programa del Sena para modernizar
la producción panelera en Nimaima y otros municipios cundinamarqueses.
“Mis compañeros de Gobierno y yo nos sentimos felices
de venir esta mañana a encontrarnos con los compatriotas
de la ladera occidental de Cundinamarca para celebrar pasos de
progreso.
En primer lugar, doy mis agradecimientos a la Policía
Nacional, al Ejército, al pueblo cundinamarqués,
por su resuelto apoyo, sin claudicaciones y sin vacilaciones,
a la política de Seguridad Democrática.
¡Quién lo creyera! Hace cinco años aquí no
nos podíamos reunir. Hace cinco años aquí la
esperanza estaba truncada en dolor. Había desasosiego.
Todo el mundo estaba afectado por esa honda pena de ver esta
ladera, casi que en las calles de la Capital de la República,
dominada por facinerosos.
La recia voluntad del pueblo de Cundinamarca, el valor heroico
de la Policía y el Ejército, nos han devuelto la
paz, que tenemos que consolidar como una gran conquista nacional.
Por eso, compatriotas de Cundinamarca, no podemos aflojar. En
esto no puede haber pausa ni tregua. La derrota del terrorismo
es la primera prioridad nacional. Y en eso debemos de avanzar
con renovados bríos cada mañana.
El país cariacontecido de hace cinco años es un
país hoy alegre y con esperanza. La ladera cundinamarquesa,
adolorida hace cinco años, tiene hoy una población
alegre y optimista.
Quiero agradecer a quienes hicieron posible esta obra. A los
alcaldes de los diferentes municipios, a los paneleros, y especialmente
al Sena. A los honorables congresistas de Cundinamarca.
Recuerdo aquel el Consejo Comunitario de Villeta: teníamos
la panela a 35, 40, 45 mil pesos carga. La panela, sumergida
en una profunda depresión, parecía sin futuro.
Han aparecido dos circunstancias que les devuelven el futuro
a 70 mil familias colombianas que producen panela, que agrupan
350 mil ciudadanos en las laderas colombianas.
Esas dos circunstancias son: la producción de etanol
para mezclarle a la gasolina, a raíz del encarecimiento,
de la escasez del petróleo, y la incorporación
de estas tecnologías, como las que hoy inauguramos para
producir panela, no con el viejo trapiche de combustión
directa sino con máquinas nuevas de vapor.
Qué bueno que allí se mantenga la vieja enramada
para que los visitantes la comparen con la nueva, como pude hacerlo
yo esta mañana con los periodistas.
La vieja enramada necesita jornadas inhumanas de 18 horas. La
cantidad de panela que en la vieja enramada se produce en 18
horas, con una labor de trabajo inhumana, en la nueva enramada,
a vapor, esa misma cantidad ya no necesita 18 horas sino 6 horas,
con un trabajo digno, con un trabajo humano.
La vieja enramada tiene apenas una extracción del 45
por ciento de los jugos de la caña. La nueva puede extraer
el 65, el 70 por ciento.
La vieja enramada tiene que tener unas bagaceras, unos techos
cubriendo áreas grandes, para poder depositar allí el
bagazo y secarlo, antes de utilizarlo como combustible. La nueva
enramada lo ahorra, porque el bagazo puede salir directamente
del trapiche y pasar a la caldera. No necesita almacenamiento,
no necesita áreas de arrume, no necesita áreas
de secamiento.
La vieja enramada es totalmente antiecológica. ¿Por
qué? Porque no es autosuficiente con el bagazo. Requiere
que le mezclen leña para su combustión, con lo
cual se afectan estos bosques protectores de los nacimientos
de agua.
Y requiere también la mezcla de otros materiales para
producir la combustión que son altamente contaminantes,
como las llantas desechadas. La vieja enramada es antiecológica.
La nueva enramada es totalmente ecológica, porque solo
requiere el bagazo. Es el único combustible.
Y a eso contribuyen dos elementos. Primero, ese bagazo sale
seco. Y segundo, como la nueva enramada calienta los guarapos
con vapor, ese vapor circula en una tubería de serpentines,
que calienta los guarapos. Ese vapor mantiene una alta temperatura,
lo cual produce dos ahorros: un ahorro en combustión y
otro ahorro en agua.
Entonces la nueva enramada es más productiva, es humanizante,
y al mismo tiempo es ecológica.
¡Qué bueno esta alianza que hemos hecho, liderada
por el Sena!
Me preguntaba esta mañana: ¿Este trapiche a vapor
es en sí mismo un medio o un fin? Es un medio. Tiene que
convertirse en un factor de extensión de tecnología.
Lo hicimos para que lo repliquen.
Va a sustituir aproximadamente 50 trapiches campesinos. Pero
solamente aquí –me decía el buen amigo Gonzalo
Pinzón, alcalde de Nimaima–, hay 250 trapiches campesinos.
Solamente en Nimaima es necesario hacer otros cuatro trapiches
de éstos.
Animo a los alcaldes para que los financien –ya conocen
el esquema–, para que los construyan. El Gobierno les ayuda
con recursos de ICR (Incentivo de Capitalización Rural),
con créditos. El Sena les ayuda capacitando a los muchachos,
orientándolos en tecnología.
Yo no podía venir esta mañana solamente a una
inauguración. En un país con tantas necesidades,
a mí no me gusta mucho esto de las inauguraciones. Lo
importante es venir a agregarle valor a este proceso: este proceso
de crear una Colombia sin terroristas guerrilleros, sin terroristas
paramilitares, sin narcotráfico, sin corrupción.
Una Colombia con gran dinamismo económico. Una Colombia
sin pobreza, con justicia social.
Y hemos encontrado un valor agregado esta mañana. Así como
esta tecnología se puede construir aquí para procesar
la caña de ladera, todo indica que también es posible
construir pequeñas destilerías de alcohol carburante
para mezclarle a la gasolina.
En esta mañana de hoy viernes 2 de marzo, aquí en
la ladera cundinamarquesa, aquí arrullados por la corriente
del río Rionegro, acompañados por la gente de esta
gran tierra cundinamarquesa, hemos tomado una decisión:
que el Ministerio de Agricultura y el Sena empiecen la instalación
de dos pequeñas plantas de producción de alcohol
carburante. Una en la Hoya del río Suárez en Santander,
que le sirva a Santander y a Boyacá. Y la otra en el Nordeste
Antioqueño, donde fracasó el ingenio Vegachí.
Instalar allí dos pequeñas plantas para ir produciendo
efectos demostrativos en el país.
Confío que aquellos trapiches que no pueden mandar la
caña aquí, lo sigamos transformando a la versión
moderna de CIMPA (nueva tecnología). Confío que
rápidamente inauguremos un nuevo trapiche a vapor en Pitalito
(Huila). Que las laderas nariñense y caucana también
lleguen a tener un ejemplo, como el que hemos instalado hoy en
Nimaima.
Era yo gobernador de Antioquia y tuve la fortuna de haber trabajado
en la instalación de un buen número de trapiches
a vapor. El primero en la vereda Nutibara, en Frontino (Antioquia),
azotada tremendamente por la guerrilla. Me retiré yo de
allá y lo quemaron que porque ese trapiche lo había
construido el Gobernador paramilitar. Pero ahí lo reconstruimos.
Y hoy le está ayudando bastante al campesinado. Esto es
a Dios rogando y con el mazo dando.
Entonces la Policía y el Ejército derrotando esos
bandidos, y el progreso derrotando la pobreza. La Policía
y el Ejército derrotando a esos bandidos, y nosotros disparando
trapiches a vapor o instalando pequeñas destilerías
de alcohol carburante o promoviendo el turismo o promoviendo
otros cultivos, para que renazca la vitalidad económica
del campo colombiano.
Veo que hay preocupaciones sobre el tema de vías. Primero
quiero reiterarles a los alcaldes que el kilometraje inicialmente
previsto en los contratos del Plan 2500, se cumplirá en
su totalidad.
Lo que les he dicho a los alcaldes es que no nos podemos dejar
presionar de los ingenieros, porque los ingenieros se ganaron
contratos, y algunos, en lugar de empezar las obras, fueron donde
los alcaldes a decir: Es que no nos alcanza.
Que ejecuten el presupuesto, bien ejecutado, de acuerdo con
la ley, transparentemente. Y si honradamente queda faltando le
agregamos presupuesto. Pero que primero ejecuten lo que está inicialmente
apropiado. Reitero ese compromiso ante la honorable delegación
del Congreso que hoy nos acompaña.
Esta mañana el doctor Pedro María, quien tanto
me habla de Nimaima y de esta región, expresaba preocupaciones
por la vía de Cómbita: Tobía Grande – El
Vino, abajo a Puerto Salgar.
Ustedes saben que eso fue un pleito de diez años, como
lo tenían casi todas las concesiones del país.
Era el último pleito de carreteras que nos faltaba por
resolver. Está resuelto. Está firmada la conciliación
entre el Gobierno colombiano y los concesionarios de Cómbita.
Intervino en eso el Rey de España, el Presidente del Gobierno
Español, porque eso tenía firmas españolas
de por medio.
Pero la ley colombiana exige que para que esa conciliación
tenga validez, tiene que ser aprobada por la justicia, por la
jurisdicción administrativa. Por eso esa conciliación
está siendo hoy considerada por el Tribunal Administrativo
de Cundinamarca.
Si la justicia administrativa la aprueba, y tenemos la esperanza
de que esa aprobación se dé, el Gobierno Nacional
recibirá esos 115 – 119 mil millones de pesos.
Y ya estamos estructurando la nueva licitación, para
construir por el mismo trayecto de El Vino – Tobía
Grande la carretera, pero con dos diferencias.
Primera diferencia: debe ser de doble calzada. Hoy una carretera
de loma que no sea de doble calzada no sirve. Va subiendo un
camión, tiene que subir lentamente, y como no hay sino
una sola calzada, la lentitud del camión obstruye la velocidad,
impide la velocidad del flujo. Las carreteras de montaña
hoy en Colombia, las principales, tenemos que convertirlas o
construirlas de doble calzada.
Segundo: el problema de los túneles, para resolverlo,
el Ministerio, de acuerdo con la ingeniería nacional,
ha tomado la decisión de sustituir esos túneles
en su inmensa mayoría, por un viaducto que va por el mismo
cauce del río Rionegro. Creo que eso tiene que ser un
gran impulso no solamente al flujo vehicular sino al turismo.
Tengo mucha confianza que eso se dé. Estamos estructurando
la licitación, y yo estaré acosando para que esa
licitación salga en no muchos meses, se adjudique en audiencia
pública, y no muy tarde empiecen las obras, en la idea
de tener una doble calzada, pasando por aquí, que una
a Bogotá con Santa Marta: la Ruta del Sol, como la ha
llamado el Ministro de Obras Públicas.
Me preguntaban: ¿Puede haber una coincidencia de esa
doble calzada con cinco kilómetros del Plan 2.500? No
lo sé. Si la hubiera, la parte que coincida hay que hacerla
en doble calzada. Porque lo que está previsto en la carretera
de Tobía Grande a Puerto Salgar, es una carretera en doble
calzada.
Vamos a seguir reactivando la economía, y vamos a cumplir
todas las metas sociales.
El Sena hace cuatro años capacitaba un millón
de colombianos. El año pasado capacitó cuatro millones.
Merecidamente le entregan hoy a Mauricio Parra (director regional
del Sena en Cundinamarca) la Orden de la Democracia. Muchas gracias
al Congreso por distinguir a este gran colombiano, a este gran
cundinamarqués, Mauricio Parra, ejemplo de servicio a
la comunidad, a través de la Dirección Regional
del Sena. Para él un aplauso.
Ahí lo tienen, parlamentarios, para que lo promuevan
a grandes destinos. Quiere mucho a la comunidad. Le gusta y le
sirve. ¿Saben a quién hay que promover? Promover
gente honesta, que no le dé pereza servirle a la comunidad,
que sienta amor en el servicio a la comunidad, y que esté dispuesta
a toda hora. Los líderes públicos tienen que tener
disposición, tienen que ser políticos, no pueden
tener pereza, no pueden ser negativos.
Yo le digo a Parra: ‘Hombre, hay que hacer este trapiche’.
Y busca caminos hasta que lo hace.
Ahora le dije: ‘Hombre, nos tiene que ayudar con el Ministerio
de Agricultura, a ver si ponemos allá en Santander esa
primera planta de alcohol carburante’. Y él no se
pone a decir como que sí, como que no, qué voy
a pensar, sino que dice: ‘La hacemos, Presidente’.
Y así tiene que ser en la vida, porque de lo contrario
este país no sale adelante. Honestidad y disposición
hay que seguir en el servicio público.
Alcalde: vamos a seguir con todas las metas del Sena, vamos
a seguir con todas las metas de Familias en Acción. La
idea es que todos los municipios colombianos tengan Familias
en Acción. Hace cuatro años eran 200 mil. Ahora
680 mil. Al final de este año serán millón
y medio de Familias en Acción.
Vamos a seguir con Banca de Oportunidades, con la plena cobertura
en régimen subsidiado de salud. Aspiramos con Banca de
Oportunidades entregar cinco millones de nuevos créditos
populares.
Vamos a lograr las metas sociales que nos hemos propuesto. Tres
cosas: seguridad, consolidación de la inversión
en Colombia y las metas sociales que nos hemos propuesto.
Quería hacerles una sugerencia: a mí me parece
muy bien concebido que este trapiche a vapor lo maneje una empresa
de jóvenes egresados del Sena. Pero pongan cuidado: tienen
que estudiar si la manera de operar va a ser comprar caña
y pagársela a los productores, o prestarle servicios de
maquila. No descarten lo segundo. Porque temo que la compra de
caña y la cartera que tienen que tener en la venta de
la panela, les puede exigir mucho capital de trabajo. De pronto
retrasos para pagarles a los productores de caña.
La otra manera de funcionar podría ser con una maquila.
Tal productor les manda la caña y se la entregan convertida
en panela y le cobran un porcentaje por transformarle la caña
en panela. Es mi sugerencia muy respetuosa, para tener las menores
necesidades de capital.
Se está hablando de una subsede del Sena para esta zona. ¿La
va a montar? Dice Parra que se compromete con una subsede del
Sena para esta zona.
Bueno, no le hablo más, usted es un volador, usted la
hace y me invita a inaugurarla.
¿Doctora Alicia, qué horas son? Bueno, yo tengo
desde la 1:00 de la tarde una agenda bien complicada en Bogotá.
Les daría la palabra a algunos de ustedes”.