Tolú (Sucre), 3 mar (SNE). Las siguientes son las
palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez al
iniciarse el Consejo Comunal de Gobierno en el municipio de
Tolú en Sucre.
“Veníamos hoy con una gran felicidad, primero,
a ver cómo se replica toda esa industria próspera
piscícola de La Doctrina en favor del campesinado, que
vimos esta mañana y a lo cual me referiré más
tarde, y después para compartir con ustedes en este
consejo comunitario, con esta brisa caribe. No creo que haya
un Gobierno del mundo que pueda darse el lujo de hacer un consejo
con la comunidad en un sitio como éste. La sola idea
de esperar este sitio nos causaba profunda alegría,
que se ha truncado en parte, muy hondo, porque estos bandidos
de las Farc, no contentos con el atentado de hace tres noches
contra la Alcaldesa de Neiva, anoche nos asesinaron al capitán
del grupo antiexplosivos de Neiva y a tres intendentes de la
Policía.
Hemos mejorado mucho en seguridad pero hay reveses y dificultades.
Como dijera Unamuno: “El fuego que derrite la manteca
templa el acero”. Ante estos reveses y ante estas dificultades,
temple, compatriotas. Porque aquí hay un pulso. Estos
bandidos quieren acabar con Colombia y nosotros vamos a acabar
con esos bandidos para sacar a Colombia adelante.
La Alcaldesa de Neiva es una mujer heroica, al frente de esa
Alcaldía, sin ceder un milímetro, después
de que han hecho contra ella varios atentados. Acostumbraba
ir a las siete de la mañana de los jueves a una emisora
para rendir desde allí un informe semanal a la comunidad.
Instalaron un carrobomba para atentar contra ella. Afortunadamente
la Policía lo detectó, lo retiraron y cuando
lo llevaban remolcado unas cuadras adelante estalló.
Hirió a diez personas. Uno de esos compatriotas está todavía
en cuidados intensivos, un joven de 22 años.
La misma noche del jueves los Altos Mandos, el Gobernador
del Huila, el Ministro de la Defensa y yo visitamos a Neiva.
Allí pusimos en marcha un nuevo dispositivo para poder
capturar lo que haga falta, lo que aún queda de las
Farc en ese departamento. Y visitamos el hospital. Es muy distinto
que llegue una noticia de violencia al extranjero, que ir a
un hospital de la patria y ver, como lo vi el jueves por la
noche, entre los heridos, a un compatriota con quemaduras de
tercer grado propinadas por el explosivo terrorista.
Pensaba yo: ¿será que puede haber consideración
con estos bandidos de las Farc? ¿Será que puede
haber alternativa distinta a derrotarlos?
Esa noche se definió allí que Acción
Social, dirigida por el doctor Luis Alfonso Hoyos, apoyará a
las víctimas con un apoyo económico que les ayude
a reestablecer sus actividades y también con un apoyo
económico a los dueños de las casitas que fueron
destruidas.
El Ministro de Protección Social, con los recursos
del Sisbén, debe garantizar la atención sin limitaciones,
la atención científica y hospitalaria, para el
reestablecimiento de los heridos.
Anoche hubo una llamada telefónica diciendo que en
el mismo sitio donde habían instalado el carrobomba,
se instalaron unos explosivos en la alcantarilla. La Policía
acudió, registró el sitio, encontró los
explosivos, los retiró, iba a proceder a desarmarlos,
y cuando iban desplazándose con los explosivos explotaron
en el carro en que iba la Policía y nos mataron al capitán
y a los tres intendentes. Son héroes de la patria. Desde
aquí les rendimos un homenaje a esos luchadores por
la libertad de Colombia. Nuestra solidaridad con todas sus
familias.
Esta mañana la Policía está reiterando
en Neiva la oferta que hicimos hace dos noches. Hemos apropiado
un presupuesto de mil millones de pesos para pagar cuanta recompensa
debamos pagar, a fin de obtener la información que nos
permita ir acabando con cada uno de los integrantes de las
Farc que siguen haciendo daño en ese departamento. Y
cuando se agoten esos mil millones, apropiaremos otros mil
millones, hasta acabar con esos bandidos.
Porque Colombia tiene que cambiar el curso de su historia.
No más autoridades dando el mal ejemplo de arrugarse
ante los bandidos. La autoridad tiene que tener toda
la firmeza, como lo reclama el pueblo.
En la noche del jueves en el hospital de Neiva se aglomeraban
a compartir conmigo docenas de huilenses. Un Gobierno cobardón,
simplemente suplicando diálogo en voz temblorosa en
Bogotá, lo que causa es desazón y tristeza a
la comunidad. Un Gobierno firme inmediatamente se encuentra
con un apoyo enérgico de la comunidad, como el que sentimos
en el Huila esta semana.
Hay dolor por los atentados contra la Alcaldesa (Cielo González
Villa) y por la muerte de nuestros policías, pero hay
firmeza en ese colectivo de Nación huilense para acompañar
a la Fuerza Pública en la derrota de las Farc.
Desde esta playa sucreña hacemos llegar nuestra voz
de aliento a la Alcaldesa, al pueblo del Huila. Ella nos da
un ejemplo. Tiene que cambiar de casa su familia, pero seguirá ejerciendo
como Alcaldesa en Neiva. No va a abandonar esa Alcaldía.
El Gobierno, la Fuerza Pública y los compatriotas nos
tenemos que volcar allí a respaldarla, porque es un
ejemplo que la Nación no puede permitir que se debilite.
Sí, compatriotas: hay que acabar con el paramilitarismo.
En eso está el Gobierno nuestro, el primero que los
ha enfrentado, el primero que les ha hecho bajas, el primero
que los tiene en las cárceles. Pero eso no puede ser
un factor de desviación de atención que nos saque
de un objetivo, cual es también acabar con ese grupo
terrorista de las Farc que tanto daño le ha hecho a
Colombia.
Cuarenta años de terrorismo, cuarenta años de
secuestro. Fueron las guerrillas las primeras que se robaron
las regalías, fueron las guerrillas las primeras que
capturaron los presupuestos de los departamentos y de los municipios,
fueron las guerrillas las que le enseñaron a este país
la tesis marxista de combinar todas las formas de lucha, fueron
las guerrillas las que penetraron el movimiento estudiantil,
el movimiento obrero, la política, fueron las guerrillas
las que engendraron el paramilitarismo, fueron las guerrillas
y la debilidad estatal para combatirlas quienes crearon el
paramilitarismo y le ensañaron al paramilitarismo a
robarse las regalías, los recursos de la salud, los
presupuestos oficiales, y a penetrar la política.
Amigos y adversarios no me escucharon totalmente hace cinco
años. Cuando yo buscaba la elección presidencial,
había en mí un discurso de una actitud totalmente
firme para combatir a la guerrilla. Era parte del discurso
de la determinación. La otra parte apareció más
en la práctica que en la palabra: la de recuperar totalmente
la institucionalidad.
El propósito no era solamente una Colombia sin guerrillas.
El propósito era y ha sido más completo: una
Colombia sin terrorismo guerrillero, sin terrorismo paramilitar,
sin narcotráfico, que los alimenta, sin corrupción.
Por eso he dicho que no hice lo que habría podido hacer.
Nos habríamos podido unir con el paramilitarismo subrepticiamente,
simplemente pidiéndoles que no incurrieran en masacres,
que nos ayudaran a acabar con las Farc y con el ELN. Y seguramente
iríamos más adelante en esa tarea. Pero es que
tenemos convicciones cristianas, democráticas. Nuestro
propósito exclusivo es la recuperación institucional
del país. Miramos esta patria con amor a las nuevas
generaciones, como mirando a nuestros hijos. Un país
que no recupere el imperio de las instituciones solamente obtendría
paz esquiva, paz aparente. Solamente obtendría tranquilidad
artificial.
Para qué dejarles educación o principio matrimonial
a los hijos y a las nuevas generaciones, si no les dejamos
la garantía de un país de instituciones, de un
país donde los ciudadanos puedan dormir sin esperar
un ataque guerrillero y sin tener acudir a una extorsión
paramilitar para que los defienda. Por eso el camino nuestro
es el de la institucionalidad.
Cuando llegamos, este Golfo de Morrosquillo estaba en poder
de los paramilitares y del narcotráfico. Y a unos pocos
kilómetros en poder de las Farc y del narcotráfico,
de los Montes de María hacia las sabanas de Sucre, con
algunas presencias del ELN y de otros grupos.
No ha habido un día de vacilación. Empezó nuestro
Gobierno y ese mismo día, con el heroísmo de
la Fuerza Pública, empezó el combate contra los
terroristas del paramilitarismo y del narcotráfico,
contra los terroristas de las guerrillas y del narcotráfico.
Se empezaron a desmovilizar no por consejos ni por espontánea
voluntad, sino porque sintieron la presión de los soldados
y de la Armada, de los policías de la patria, la voluntad
total del Gobierno, inclaudicable, de la recuperación
institucional.
Recuerden ustedes, moradores de Tolú, recuerden cómo
este turismo se había desmerecido. Ya nadie llegaba
porque las carreteras estaban controladas por el terrorismo.
El heroísmo de la Fuerza Pública, el apoyo de
mis compatriotas y la recia voluntad del Gobierno, son los
pilares para conseguir lo que todavía no hemos conseguido
pero a lo cual nos estamos acercando: la seguridad de los colombianos,
para que vivan felices las nuevas generaciones.
El Libertador decía bellamente, en una carta que desde
Bucaramanga dirigió a la Convención de Ocaña,
que la energía de la Fuerza Pública es la salvaguardia
del débil, que la energía de la Fuerza Pública
es la esperanza de la comunidad y es lo único que aterra
al criminal.
Por eso en esta hora luctuosa por el asesinato de nuestros
policías en Neiva, en esta hora de solidaridad con la
Alcaldesa de Neiva, energía de la Fuerza Pública,
energía del Gobierno, firmeza del pueblo para derrotar
el terrorismo, para derrotarlo con toda contundencia.
Decía El Libertador que sin fuerza no hay virtud y
sin virtud perece la República. Todo lo que se le ceda
al terrorismo es como firmarle penas de muerte a la virtud
de la República. Por eso, para que florezca la virtud
de la República, hay que derrotar el terrorismo y sus
cómplices: la corrupción y el narcotráfico.
En medio del dolor, esta semana ha sido una semana de un recorrido
constructivo por muy buena parte de Colombia.
En los Llanos Orientales vimos cómo florece la pequeña
empresa, cómo la Ley Agro Ingreso Seguro despierta los
Llanos para sembrarlos de palma africana, de caucho, de madera,
de piscicultura. Ya el país tiene más de 300
mil hectáreas de palma y deberá llegar en los
próximos años a 600 mil.
Estuvimos el martes en el Huila para conmemorar el primer
aniversario del asesinato de los concejales de Rivera, el asesinato
que propició las Farc, que lo hizo a través de
su infiltración en la política.
La diferencia que hay es que en este proceso de paz se obliga
a la verdad. En los del pasado no dijeron la verdad. Aquí a
los que se desmovilizaron no se les exigió decir la
verdad. No han contado todavía quiénes eran sus
cómplices en la política. No han contado todavía
cómo se robaban los presupuestos del Estado. No han
contado todavía cómo infiltraron la política,
como la infiltró las Farc en Rivera, para asesinar los
concejales.
AGENDA DEL CONSEJO COMUNAL
Ese día conmemoramos una tragedia y asistimos a otra.
En la represa de Yaguará, de Betania, del río
Magdalena, hay un gran florecimiento de la piscicultura. Miles
de campesinos viven de criar, levantar y cebar pescado. El
bajo nivel de las aguas del río Magdalena en esta sequía,
probablemente la expulsión de cenizas del Volcán
del Huila, produjeron escasez de oxígeno y murieron
miles de peces.
El Gobierno está atendiendo a los campesinos. Les decía
yo allá: eso lo superamos. Allí no hubo pérdidas
humanas. Eso lo superamos. Y hay que superarlo para que esta
industria sea vigorosa y le muestre al país que en piscicultura
tenemos un gran camino.
Les decía: en Rivera nos mataron los concejales: eso
es lo irreparable. En Yaguará ahí cerca se murieron
los pescados: eso mi Dios nos ayuda a recuperarlo. Y el Gobierno
firme para que ese campesinado se recupere.
Y se quemaron unas casitas en mi ciudad. Y en la tristeza
fue emocionante encontrarme con mis paisanos de esas comunas,
para apoyarlos a fin de que tengan unas casitas más
decentes. Los gobiernos en Colombia nos tenemos que acostumbrar
a procurar sin pereza, solícitamente, acudir allí donde
le duela una muela a un compatriota.
Al país hay que quererlo, hay que sentir amor por el
país y expresárselo a cada compatriota. Y no
puede haber pereza, ni sueño, ni calendario de festivos,
para acompañar a los compatriotas, especialmente en
la hora de dificultades.
Y ayer asistí a la ladera cundinamarquesa. Ese campesinado
productor de panela y de café arruinado hace cuatro
años. Arruinado. Vendiendo los pedacitos de tierra y
arrumándose en los cordones tuguriales de Bogotá.
Hoy en franca recuperación. Ayer inauguramos un trapiche
moderno con tecnología a vapor, ecológico. Una
revolución. Lo vamos a seguir replicando en la ladera
colombiana.
Y lo más importante, ayer surgió una idea. Las
grandes plantas de alcohol carburante que se instalen, magnífico.
Hay recursos del Gobierno, créditos, deducciones tributarias.
La reforma tributaria aprobada por nuestro Congreso, por las
comisiones terceras y cuartas, con el liderazgo de senadores
como el presidente de la Comisión Tercera, el doctor
Antonio Guerra, es una de las reformas más importantes
para atraer inversión. Pero vamos a estimular las pequeñas
plantas de alcohol.
Tengo un sueño que lo he venido compartiendo desde
ayer con los ministros de Minas y Agricultura: que para diciembre
tengamos dos pequeñas plantas de alcohol carburante.
Qué bueno que pudiéramos inundar al país
de pequeñas plantas de alcohol y de biodiesel. Que se
hagan las grandes, porque están dadas las condiciones
para la gran inversión, y que el Gobierno aporte los
recursos para hacer las pequeñas.
Los fabricantes del trapiche a vapor, en la ladera cundinamarquesa,
me decían que están listos para entregarnos dos
plantas en diciembre. Y que están listos para ajustar
la tecnología, a fin de poder instalar también
plantas de biodiesel. Uno de los temas de hoy será la
gran planta de alcohol a partir de yuca en Sucre. Una grande
o varias pequeñas.
Aquí queremos a poner a funcionar un concepto de Estado:
nosotros no estamos en el neoliberalismo que desmontó el
Estado, nosotros no estamos en el estatismo que impide la creatividad
de la iniciativa privada y popular. Nosotros estamos en un
Estado promotor, que estimule la inversión privada y
que garantiza su responsabilidad social.
En el Valle del Cauca, donde hay una gran fuerza empresarial,
las plantas de alcohol se construyen con los incentivos tributarios
del Gobierno, con la reglamentación del Gobierno, con
la garantía de la mezcla de alcohol a la gasolina.
En Sucre, donde no hay esa gran fuerza empresarial, se necesita
algo más: que el Gobierno concurra a promover, a liderar,
sin perjuicio de que más tarde rápidamente le
transfiera la planta instalada al sector privado.
Por eso, ya que en el Valle del Cauca funcionan (gracias a
nuestra política económica) las primeras plantas
de alcohol, aquí con intervención del Gobierno
tienen que funcionar las segundas y las terceras. Y ese es
un compromiso que venimos a reiterar con Sucre, a ver si rápidamente
las tenemos.
Y si podemos tener una en pequeña escala, que produzca
un efecto demostrativo antes de tener la grande, cuánto
mejor sería, apreciados compatriotas.
Y esa magnífica experiencia de la ladera cundinamarquesa,
la completamos esta mañana visitando las piscícolas
y camaroneras de las Bocas del Sinú. En esos paisajes
incomparables de los manglares de Tinajones y de Cispata. Fue
muy emocionante ver a nuestros compatriotas de San Antero y
de Lorica trabajando en esas plantas, afiliados a la seguridad
social, arreglando tilapias para exportarlas y venderlas a
los consumidores de los Estados Unidos.
El Ministro de Agricultura se ha comprometido a apoyar un
proyecto de 6 mil millones de pesos para que 150 familias campesinas
de La Doctrina, cada una tenga dos hectáreas de espejo
de agua y de tilapia, para agregarle al proyecto que vimos
esta mañana y hacer una revolución piscícola
para el empleo.
Aquí hay que hacer lo que decía el General Uribe
hace un siglo: Colombia no puede vivir entre la pereza y el
debate. Colombia tiene que vivir entre el trabajo, la lucha
honrada, para que salgamos adelante. A Dios rogando y con el
mazo dando, apreciados compatriotas. Por un lado fortaleza
contra los terroristas, y por el otro lado creatividad para
poner en marcha todos los proyectos productivos que necesita
la Nación.
Vamos a mirar hoy aquí varios temas: el de las regalías.
Se las robaron en el pasado. Todavía no han salido adelante.
Hay un plan de desempeño. A mí me da tristeza
que estos años de regalías se hubieran tenido
que dedicar en Tolú a pagar deudas, a pagar fiascos,
a pagar tarjas, orgías del pasado. Eso es muy grave.
Es que no se están dedicando a pagar alcantarillas ni
buenos acueductos. Se están dedicando a pagar orgías
de la corrupción.
Por eso el Gobierno está dispuesto a avalar un nuevo
crédito, con la intervención de la Gobernación
y si asisten los alcaldes de Sucre, para la revolución
del agua potable en Sucre. Y desde ya, sin esperar que terminen
en el plan de desempeño, para que ese dinero se invierta
transparentemente en los desarrollos de agua y saneamiento
básico que necesitan Tolú y el departamento.
Aquí está la Viceministra de Agua, si queremos
concretarlo. Si nos ayudan, con la voluntad de todos los alcaldes,
la de Tolú, la de los concejales que lo tienen que autorizar,
de los diputados y el gobernador Anaya, hombre pulcro a quien
tenemos que acompañar en esta hora difícil para
Sucre. Si trabajamos entre todos, podemos cambiar la historia.
Que no se pierda un peso más de regalías.
Se las robaron las guerrillas y se las robaron los paramilitares.
Y se las robó la política corrupta. Que eso quede
atrás. Emprendamos desde ya ese camino. Yo les propongo
que no esperemos que termine el cumplimiento del plan de desempeño,
para el nuevo crédito. Que se haga ya. Pero que con
toda la transparencia, a través de los mejores ejecutores,
se vea en progresos, en acueducto y en alcantarillado.
Vamos a mirar otros temas: el tema del turismo, el tema del
Sena, el tema de las comunicaciones, el tema de las vías.
REGALÍAS Y SENA
En regalías permítanme proponer a los congresistas
que hagamos lo siguiente: En mayo Planeación Nacional
debe realizar el primer consejo comunitario de interventores
visibles. Será en el Meta. Que los interventores de
regalías respondan por televisión, al pueblo
del Meta y al pueblo colombiano, cómo se ha gastado
uno a uno los pesos de regalías.
Yo creo mucho en el Estado de Opinión, en el Estado
Comunitario. Se requieren los controles de los jueces y fiscales,
se requieren los controles de las contralorías y procuradurías,
se requieren los controles del Congreso, pero el control fundamental
es el control de opinión, la vigilancia popular directa.
Y para permitirla viene el programa Interventores Visibles.
Que por la televisión, de cara al pueblo del Meta, en
pantalla frente al pueblo colombiano, como primer experimento
se cuente cómo se han gastado esas regalías del
Meta y cómo se van a seguir gastando. Y repetir el ejercicio
en todo el país, para erradicar la corrupción.
Y tema de ahorro. Hay que pensar en el futuro. He propuesto
a los departamentos y municipios que reciben regalías,
que tramitemos a partir del 16 de marzo un proyecto de ley
para obligarlos a que ahorren un porcentaje. No se les despoja.
Lo ahorrado continuará siendo del respectivo municipio
o del respectivo departamento. Que el dinero se lleve a una
fiducia, que puede estar encomendada inicialmente a Findeter.
Y que se utilice para financiar proyectos de desarrollo del
mismo departamento.
Perdónenme acudir a un ejemplo: mi tierra pequeña,
mi Patria chica, mi comarca, no es tan rica como se piensa.
Antioquia es arrugada en la topografía y no tiene petróleo.
El oro nada bueno dejó en esos municipios. Tiene unas
gentes que trabajan. Tiene Empresas Públicas de Medellín,
ejemplo de administración. Y tiene un banco: el Idea
(Instituto para el Desarrollo de Antioquia), hoy con un patrimonio
de 300 mil millones, que no lo tiene la Nación, con
el cual financian todos los municipios. Esa es mi propuesta
para los departamentos y para los municipios de regalías.
Le ruego a la Directora de Regalías, aquí presente,
y a la Directora Nacional de Planeación que el proyecto
de Ley sea de uno o dos artículos, que se convenga con
el Congreso. Las regalías directas de los departamentos
y municipios deberán ahorrar tanto porcentaje, que se
llevará una fiducia definida por el Gobierno Nacional.
Y eso se dedicará como capital para financiar proyectos
de desarrollo, primeramente en los mismos departamentos.
Con un artículo así de elemental, basta para
hacer una cosa que puede ser visionaria, para construir un
monto de ahorro en favor de las regiones de regalías.
Tolú, con tantas regalías, no se ve el progreso.
No tiene el ahorro. A lo pasado no hay Santa Lucía que
valga. Pero para el futuro no hay resignación. Uno se
puede resignar ante el pasado, pero se tiene que enfrentar
a construir el futuro. Por eso el futuro desde ya, sin corrupción
en Tolú, y con ahorro en regalías, apreciados
compatriotas. Apóyennos ese proyecto de ley. No es fácil.
Ya he encontrado mucha resistencia, pero necesitamos un gran
respaldo popular que le haga llegar su voz al Congreso para
apoyarlo.
Quiero felicitar al director del Sena por esta gran obra en
Tolú. Me dio mucho gusto esta mañana a saludar
a los instructores y a los alumnos. Eso le va a ayudar muchísimo
al turismo a toda la Costa Caribe.
Hemos trasformado el Sena. Hoy no es de la politiquería
ni del sindicato. Hoy es del pueblo. Hace cuatro años
lo controlaban quienes no debían controlarlo. Les llegaba
a un millón de colombianos. Hoy les llega a cuatro millones
de colombianos. Y no lo hemos privatizado. Lo hemos manejado
adecuadamente y lo que haya que mejorar todos los días,
lo mejoraremos. La obra de Tolú es un buen ejemplo de
lo que es el buen manejo del Estado a través del Sena.
ELECCIONES
Nos aproximamos a las elecciones de alcaldes y gobernadores,
en medio del problema de las confesiones del proceso de paz
de nuestra Ley, que exige la confesión de la verdad
y que ha llevado a la cárcel a unos dirigentes de la
política.
El deber del Gobierno es apoyar la justicia y exigir la verdad.
Es que en el pasado no se dijo la verdad. Hay que decirla.
Que no sueñen las Farc que van a reinsertarse sin verdad.
Lo que ahora ocurre con paramilitares pone linderos para que
no ocurra lo menos con las Farc y con el ELN. Será más
difícil. Un proceso de paz con ellos entregándoles
el país, no es difícil. Muy difícil sí será un
proceso de paz obligándolos a respetar la ley.
Pero allá llegaremos a partir de la autoridad. Con
caritas, con risitas, con mano temblorosa para avanzar bandidos,
no se construye la paz. La paz es hija de la fuerza democrática
del Estado, del vigor de la política de seguridad. Que
se preparen las Farc.
Vamos para las alecciones de octubre sin desmayos, con confianza
en nuestra democracia. La mayoría de los hechos que
ahora se investigan, fueron anteriores a nuestro Gobierno.
Surgen a la luz pública porque nuestro Gobierno lo ha
exigido.
Hace cinco años la oposición no criticaba a
los paramilitares. Al único que le decían paramilitar
era a mí, para tratar de crear confusión en el
apoyo del pueblo colombiano. Pero frente a los verdaderos paramilitares
temblaban. Se morían de miedo.
¿De dónde surgió el valor para criticar
a los paramilitares? Los criticaron cuando ya dejaron de ser
peligrosos. ¿Y por qué dejaron de ser peligrosos?
Porque llegó un Gobierno que los combatió militarmente,
que los obligo a someterse, que los tiene en la cárcel
y que además los tiene sometidos a una ley que los obliga
a decir la verdad y entregar las riquezas para reparar a las
víctimas.
Vamos para este proceso electoral a profundizar nuestra democracia.
Recuerde ustedes como mejoró en Colombia la democracia
desde que llegó la Seguridad Democrática. Recuerden
ustedes nuestras garantías en el Referendo.
Mis críticos no se pueden quejar de garantías
en las elecciones que condujeron a la reelección del
Presidente y en las elecciones del Congreso. Los rodeamos de
garantías. En la única parte donde hubo presiones
fue en el sur del país, donde grupos de las Farc todavía
con poder hicieron un paro armado, presionaron nuestros electores,
los amenazaron de muerte si votaban por la causa que nosotros
representábamos, y los obligaron a votar por otras candidaturas.
Hoy ya serán más puras las elecciones de este
año, con el apoyo del pueblo. Sin perjuicio de que el
Congreso estudie las reformas que van a introducirse en la
ley y en la Constitución, vamos por el Pacto de Transparencia.
Que lo empecemos en Tolú, que todos los aspirantes a
la Alcaldía y al Concejo firmen aquí el Pacto
de Transparencia, en presencia del pueblo, de los sacerdotes,
de los pastores, de los jueces y fiscales, de la comunidad
internacional.
Un Pacto de Transparencia elemental y profundo. Que se comprometan
a lo siguiente:
Primero: a publicar de inmediato toda donación
que reciban para la campaña. Donación recibida,
donación publicada. Donante que se aproxime a apoyar
la campaña, donante cuyo nombre e identificación
se publique. Que haya la garantía de que todos los dineros
que financien cualquier campaña, se conozcan, y se conozca
el origen
Segundo: que todos los candidatos, empezando
por Tolú, se comprometan a denunciar cualquier presión
de corrupción, de inmediato, ante la Fiscalía
y ante los jueces, ante las Cortes, ante la Vicepresidencia
de la República, ante el Ministerio del Interior. De
inmediato.
Tercero: que se comprometan al manejo puro,
prístino, de los recursos públicos. Nos más
desviación de regalías a terroristas, no más
desviación de recursos de salud a la corrupción.
Cosas obvias pero profundas, elementales pero que pueden cambian
la Nación, queremos exigirlas en ese Pacto de Transparencia.
Aspiramos que el Vicepresidente de la República venga
a Tolú, oportunamente, para que aquí, de cara
al pueblo, todos los candidatos firmen y asuman la responsabilidad
frente a ese Pacto de Transparencia.
Compatriotas: los invito de nuevo a que rodeemos a la Alcaldesa
de Neiva. Hace casi cinco años, 400 alcaldes del país
estaban desterrados de sus municipios por la presión
de la guerrilla, de los paramilitares. Ahora todos están
oficiando en sus municipios.
El grupo narcoterroristas de las Farc quiere desplazar a la
Alcaldesa de Neiva. Ella es fuerte, ejemplar, y el pueblo colombiano
y la autoridad construirán una muralla para protegerla.
Nuestro saludo a los familiares de los policías asesinados.
Nuestro llamado a la Fuerza Pública para capturar hasta
el último de los terroristas, que quieren seguir haciendo
daño en Colombia.
Es que por allá están, cobardemente, don Manuel
Marulanda y el otro señor Briceño y el otro señor
Reyes, escondidos en la selva, mandando terroristas a hacer
daño. Algún día caerán. Lo importante
es que no caiga nuestra voluntad de hacer que ellos caigan.
Si mantenemos la voluntad de hacer que ellos caigan, algún
día caerán. Jamás, jamás, un Estado
democrático ha sido derrotado por una fuerza terrorista.
Construyamos un país seguro, construyamos un país
próspero en su economía, construyamos un país
con equidad social.
Fue muy grato informar en Rivera, en el Huila, que este año
llegaremos a millón y medio de Familias en Acción.
Este país con millón y medio de Familias en
Acción recibiendo subsidios para educar a sus hijos,
con un millón y medio de ancianos atendidos, con plena
cobertura en régimen subsidiado, con plena cobertura
en educación básica, con cuatro millones de estudiantes
en el Sena, con cinco millones de nuevos créditos populares
en Banca de Oportunidades, tiene que ser un país distinto.
¡Compatriotas, como dicen los santandereanos, ni un
paso atrás, siempre adelante, con la coraza de la fortaleza
del pueblo colombiano.
Gobernador y Alcalde, los escuchamos”.