Afirma Planeación Nacional
EN PLAN DE DESARROLLO SE ADOPTA NUEVO MODELO DE DESARROLLO PRODUCTIVO
Bogotá, 7 mar (SNE). El Departamento Nacional de Planeación
afirmó que en el Plan Nacional de Desarrollo, que se discute
en el Congreso de la República, Colombia adopta un nuevo
modelo de desarrollo productivo que le permitirá al Estado
focalizar su intervención en programas sectoriales de
alto impacto económico y social, particularmente en apuestas
priorizadas en la Agenda Interna y que han sido incorporadas
al Plan.
Planeación expidió un comunicado de prensa donde
señala:
“Este nuevo enfoque se adoptó teniendo en cuenta
que los mercados no siempre ofrecen las señales más
adecuadas para la capacidad de ajuste del sistema productivo
del país y a que hay ciertas actividades necesarias para
su transformación, donde es fundamental la actuación
pública porque su rentabilidad social así lo justifica.
Se trata de un nuevo concepto de intervención del Estado
que complementa la estrategia transversal de desarrollo productivo:
la innovación, el desarrollo tecnológico y empresarial,
la adecuación del capital físico y humano a las
exigencias de mercados globales, el financiamiento de la actividad
productiva y la institucionalidad normativa y regulatoria que
determina el medio ambiente de los negocios y el desarrollo agropecuario.
Además de aquellos componentes transversales de la política,
el Plan Nacional de Desarrollo incluye la posibilidad de priorizar
de manera objetiva y de focalizar el uso de los instrumentos
de desarrollo empresarial y productivo hacia una actividad específica,
un sector, una cadena productiva o un cluster empresarial particular.
No se trata de “seleccionar”, sino de “identificar” áreas
de especialización productiva de alto potencial en términos
de inserción exitosa y sostenible en mercados globales,
de creciente capacidad de incorporación de valor agregado,
generación de empleo de mejor calidad y de alto impacto
regional, para que el sector privado tome sus decisiones de inversión
sobre ellas.
La focalización de la política pública
sobre las actividades identificadas como promisorias implica,
además, un redimensionamiento del componente territorial
y de las estrategias particulares de desarrollo productivo local
y regional.
En general se trata de la actuación del Estado en aquellas
acciones donde la rentabilidad social es mayor a la privada en
el corto plazo, como es el caso de las ciencias básicas
o adecuaciones para lograr certificaciones técnicas internacionales,
pero que son condición indispensable para mejorar la productividad
y competitividad del país; alcanzar la transformación
productiva e incursionar en sectores nuevos, sin desmedro de
los tradicionales.
El objetivo de la estrategia no es sólo la atención
del mercado externo sino de aquellos renglones productivos que
aunque no son exportadores sí son proveedores de insumos
y servicios utilizados en los productos de exportación.
De especial importancia dentro de este nuevo enfoque son los
sectores o encadenamientos productivos que incluyen alto conocimiento
y desarrollo tecnológico, porque se trata de renglones
que se vislumbran como líderes en el comercio mundial.
No obstante, existen otras actividades, que teniendo bajo o
mediano desarrollo tecnológico, pueden ser consideradas
como prioritarias por su potencial para generar empleo e ingresos,
su amplia cobertura territorial, sus posibilidades actuales de
inserción en el mercado internacional y sus posibilidades
de crear una demanda con efectos multiplicadores sobre el resto
de la economía.
De acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo dentro de los
programas sectoriales de alto impacto se identifican, en primera
instancia, como prioritarios algunas producciones específicas
de la agroindustria, turismo, artesanías, tecnologías
de la información y comunicaciones, desarrollo de software,
transporte y logística y servicios profesionales (salud,
inicialmente), entre otros.
En ambos casos, lo que el Plan Nacional de Desarrollo propone
es la estructuración de los instrumentos de política
pública dirigidos a producir más y mejor, aprovechando
las ventajas comparativas para mejorar el ingreso, reducir la
pobreza y mejorar las condiciones de equidad del país,
al tiempo que se inicia una estrategia de creación de
ventajas competitivas específicamente dirigida a sentar
las bases de la necesaria transformación productiva”.