Desde abogadas hasta paracaidistas hacen parte
de la institución
LAS 3.900 MUJERES DEL EJÉRCITO COLOMBIANO
Bogotá, 8 mar (SNE). Hace 25 años las mujeres
sólo
podían ingresar al Ejército para cumplir tareas
en áreas de salud, logística y derecho. Hoy el
campo de acción de la mujer en la institución castrense
es mucho más amplio, muestra de ello son las 3.900 mujeres
que hoy hacen parte de las filas militares.
Mientras que en el año 1982 la cifra no superaba las
dos decenas de mujeres en el Ejército, actualmente son
3.900 las que apoyan el desarrollo de las operaciones militares
en diferentes campos de acción. De ellas, 283 son oficiales,
852 suboficiales, ambos grupos bajo el arma Logística
y Administrativa, y 2.765 como civiles.
En los últimos años la variedad de carreras profesionales
y técnicas se ha ampliado de manera significativa, lo
que ha permitido el incremento de mujeres oficiales y suboficiales
en la Fuerza en carreras como derecho, sicología, ingeniería,
contaduría, economía y administración de
empresas.
Paralelo a la actividad que desarrollan profesionalmente, y
para la cual fueron incorporadas, la Fuerza las ha capacitado
en especialidades propias de la vida militar, como paracaidismo,
intendencia, acción integral e inteligencia.
Ya son más de 300 las mujeres, oficiales y suboficiales,
que han realizado cursos de combate que han permitido fortalecer
su capacidad profesional, su sentido de pertenencia, su amor
por la Institución y el servicio al país.
Su desempeño no sólo ha sido en las Unidades dentro
del país. Gracias a sus capacidades y actitudes han sido,
muchas de ellas, seleccionadas para representar al Ejército
de Colombia en comisiones en el exterior, especialmente en Estados
Unidos y en la Península del Sinaí.
En el campo de las mujeres que no portan el uniforme, la diferencia
es muy poca. Ellas también cuentan con la altísima
responsabilidad de desarrollar labores que contribuyan al cumplimiento
de la misión del Ejército.
Estos son los perfiles de algunas mujeres que hacen parte del
Ejército Nacional:
Capitán Marta Rocío David Bastidas
Su hijo Santiago es quien la motiva a continuar en lo que considera
su pasión ‘trabajar en el Ejército de Colombia’.
A su esposo -un subteniente- lo asesinaron en una operación
militar en el departamento de Arauca hace más de dos años.
De profesión Ingeniera Civil, con especialización
en Gerencia de Obras, ingresó al Ejército el primero
de septiembre de 1998, “porque esta misión de servirle
al país, se lleva en la Sangre”, anota la oficial.
Hoy se desempeña como Jefe de Auditoría de Proyectos
en la Dirección de Ingenieros Militares.
Ha participado en la construcción de instalaciones militares,
alojamientos para las tropas y obras de apoyo a la población
civil en Arauca y Cundinamarca. También en redes eléctricas,
acueductos y alcantarillados.
Sargento Viceprimero, Luz Marina Quevedo Moreno
Desde el 7 de julio de 1994 esta bogotana pertenece al Ejército. “La
disciplina, entrega y el amor a la Patria fue lo que me motivó a
incorporarme”, comenta.
Siendo el primer puesto de su promoción, se inició como
auxiliar contable en la sección de Ejecución Presupuestal,
de la Dirección de Personal. Actualmente es Abogada, con
especialización en Derecho Administrativo. Luz Marina
Quevedo es la suboficial más antigua de las Fuerzas Militares.
Sargento Viceprimero, Martha Lucía Susano
“Lo que me motivó a ser parte del Ejército
fue pertenecer a la familia más numerosa del país;
los principios y valores que caracterizan a todos los soldados
y el sentirme útil a la sociedad”, afirma Martha
Lucía.
Ella es técnico de helicópteros, artillero de
helicópteros UH-60L, controlador de tránsito aéreo
en las especialidades de servicio de control de aeródromo, área-aproximación
no radar, área-aproximación radar y supervisor
de aeronavegación.
“Recuerdo que realicé prácticas como controlador
aéreo en el Aeropuerto ‘Benito Salas’, de
Neiva en el año 1997”, en esa época la torre
del Batallón de Helicópteros con sede en Tolemaida
no había sido habilitada.
Actualmente cumple comisiones en el Caquetá, Arauca y
Nariño.
Sargento Segundo, Liz Auydrey Montañez
Con 30 años de edad y oriunda de Pamplona (Norte de Santander),
la Sargento Segundo Montañez es la única mujer
con curso de paracaidismo militar en caída libre, ostentando
el mayor número de saltos en esta modalidad, sumando un
total de 60, uno de ellos nocturno.
Asimismo, es la primera mujer militar integrante del equipo
de salto libre ‘Halcones Negros’, que ha representado
a la Fuerza en competencias de carácter civil a nivel
nacional. Además realizó el curso básico
de mantenimiento aeronáutico.
Después de 10 años en la Institución afirma
que lo que la motiva a continuar en el Ejército es la “proyección
que en beneficio del país tiene la Fuerza, que está conformada
por hombres honestos y capacitados para realizar cualquier labor
que les impongan”.