Bogotá, 8 mar (SNE). Durante casi dos décadas “Diana”,
una humilde mujer de extracción campesina, padeció en
su máxima expresión los horrores del régimen
terrorista de las Farc
Ella militó 19 años en las filas del grupo armado,
hasta que un día, desesperada con el maltrato y los
vejámenes a los que era sometida junto con sus compañeras,
decidió huir para incorporarse a la sociedad.
En la actualidad hace parte del programa de atención
humanitaria al desmovilizado, y todos los días, con
su testimonio, busca que el mundo entero sepa todo lo que ella
sufrió mientras estuvo en las Farc, para que a los jóvenes,
y especialmente a las mujeres, no les ocurra lo mismo que a
ella.
“Yo estuve en la organización fariana 19 años.
Para mí fueron muy duros. Allá no tenemos derechos,
allá tenemos que perder la voluntad a ser padres, porque
allá nos hacen abortar nuestros bebes.
“En ciertos casos vi fusilar mujeres en estado de gestación,
lo cual para nosotras, como madres, es muy duro, porque sabemos
que tenemos que exponernos no solamente a perder nuestras vidas,
sino también a perder las vidas de nuestros hijos”,
cuenta Diana, al relatar su historia en un auditorio colmado
de mujeres, en el Centro de Convenciones Gonzalo Jiménez
de Quesada, en Bogotá.
Con tristeza, pero con coraje y con determinación,
recuerda que ella sintió en carne propia las atrocidades
de los terroristas.
“Yo perdí gemelas, me obligaron a abortar. Después
tuve un embarazo de trillizos, me obligaron a ingerir una droga
para provocarme un aborto, y eso ocasionó malformación
en uno de los fetos. Perdí mi niño, me quedaron
las dos niñas, que en la actualidad están conmigo”,
dice Diana.
Y es en ese momento cuando su rostro cambia de la tristeza
a la indignación, al recordar el papel que jugó en
la implantación de este régimen macabro la guerrillera
conocida con el alias de ‘Sonia’, antes de ser
capturada y extraditada a los Estados Unidos.
“Ella fue quien conformó en la octava conferencia
el reglamento de que mujer que quedara embarazada tenía
que ser fusilada”, relata Diana, al señalar que,
como le ocurrió a ella, miles de mujeres están
padeciendo los mismos horrores.
“Así como me sucedió a mí, hay
cantidades de jóvenes a las cuales les están
haciendo abortar. En este momento puede haber miles, cantidades
de personas que están abortando no sólo en la
guerrilla sino en la población civil” advierte
Diana.
Por eso ahora ella sólo piensa en compartir su testimonio,
en disfrutar al lado de sus hijos y en volver a vivir, luego
de estar “muerta ante el mundo por tanto tiempo”,
como ella misma lo dice.
“En este momento me siento feliz, me siento un ser vivo,
y siento que a pesar de tantos años de sacrificio, tantos
años de pérdida de este mundo tan maravilloso,
he vuelto a nacer.
“Le doy gracias Dios y al mundo entero, y a este programa
de reinserción, que nos está colaborando, que
está brindándonos apoyo a los desmovilizados.
También a ustedes, pueblo colombiano, porque nos aceptan
en la sociedad”, puntualiza.