PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN FORO DE LÍDERES
MUNDIALES
Cartagena, 19 mar (SNE). Las siguientes
son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez,
al intervenir en el Foro de Líderes Mundiales, con participación
del presidente de Microsoft, Bill Gates, quien adelanta una
visita al país.
“Esta es la primera ocasión en que este foro se
desarrolla fuera de los Estados Unidos. Y qué bueno que
hayan escogido a Colombia y a esta ciudad de Cartagena. Quería
destacarlo, agradecer a los organizadores la selección
de Cartagena y agradecer a todos ustedes su asistencia.
Justamente hoy hace 25 años el entonces presidente de
la República, Julio César Turbay Ayala, padre del
actual Contralor, inauguró este Centro de Convenciones,
como una gran visión para contribuir a la competitividad
del país.
Quiero referirme a dos temas: primero contarles a ustedes algunas
características del modelo de Estado de sociedad que estamos
impulsando en Colombia, y después referirme a algunos
temas de la revolución de las comunicaciones en que vamos
bien, otros en los que tenemos atrasos con buenos prospectos,
y otros en los que todavía a pesar de los atrasos no tenemos
definidos buenos prospectos.
Nosotros no hemos entrado en la moda de desmantelar el Estado
ni tampoco en la moda del estatismo. Hemos hecho un gran esfuerzo
para reestructurar más de 300 entidades del Estado con
la idea del Estado comunitario: más participación
de la ciudadanía en la toma de decisiones, más
participación de la ciudadanía en la ejecución
de decisiones, más participación de la ciudadanía
en la vigilancia de las decisiones públicas, lo cual garantiza
la transparencia y a lo cual ayuda mucho la revolución
de las comunicaciones.
Tenemos un modelo de Estado que garantiza la inversión
privada, pero que al mismo tiempo tiene todos los suficientes
elementos de intervención para garantizar la responsabilidad
social de esa inversión.
Nosotros creemos que la división entre izquierda y derecha
en América Latina es cosa del pasado, obsoleta. Estuvo
vigente cuando América Latina en muchos países
tenía que controvertir a las dictaduras. Hoy cuando todo
el mundo asume responsabilidades alrededor de la regla democrática,
esa división parece una división del pasado. Además
difícil de sustentar desde el punto de vista práctico
y bastante polarizante en las relaciones entre los países.
Nosotros buscamos una sociedad que tenga confianza en las instituciones
colombianas: confianza de parte de la comunidad internacional
y confianza de parte de la comunidad nacional. Por eso trabajamos
alrededor de cinco valores: Seguridad Democrática –esto
es, seguridad para todos–, libertades, cohesión
social, transparencia e instituciones independientes que conforman
el Estado de Derecho. La transparencia que da confianza, y la
independencia de instituciones en la formación y operación
del Estado de Derecho, que evitan excesos.
Hemos venido trabajando tres propósitos:
Consolidar la seguridad: no hemos ganado todavía pero
vamos ganando, la prueba es que hace cuatro años difícilmente
habríamos podido tener este foro en Cartagena y hoy lo
tenemos. La seguridad que viene ganando el país ha hecho
que renazca la confianza de los colombianos y de la comunidad
internacional.
Hace cuatro años por vía aérea llegaban
a Colombia 530 mil personas al año. El año pasado
llegaron un millón 50 mil. Aspiramos que en el 2010, cuando
terminará nuestra administración, estén
llegando 2 millones de visitantes internacionales a nuestro país
por vía aérea.
Otro propósito de nuestro Gobierno es el fortalecimiento
de la economía y el tercero, en igual nivel de importancia,
la inversión social.
Para el fortalecimiento de la economía, nuestro punto
fundamental son las tasas de inversión. Cuando se logran
altas y sostenidas tasas de inversión, los países
demuestran que están siendo competitivos, la competitividad
es factor esencial de atracción, y los países logran
mantenerse en una ruta muy dinámica de crecimiento económico
y al mismo tiempo resolver los más acuciantes problemas
sociales.
Hace cuatro años la tasa de inversión de Colombia
estaba en el 12 por ciento. El año pasado fue del 26.
Hace cuatro años la tasa de inversión del sector
privado estaba en el 6,5. El año pasado se situó en
el 19.
Colombia se ha convertido en la segunda economía de la
región latinoamericana en inversión extranjera
directa per cápita. Por supuesto, inversión extranjera
directa con transparencia, con equidad, con responsabilidad social.
Nosotros creemos que América Latina ha tenido dos fallas:
una frente al Estado y otra frente al crecimiento.
En algún momento quiso desmantelar es Estado y se quedó sin
instrumentos para garantizar la equidad. En otro momento quiso
estatizarlo todo y anuló la confianza de la inversión
privada. En esas fallas no podemos recaer.
En algún momento América Latina pensó que
lo que importaba era el crecimiento de economía y que
la equidad social se generaría como consecuencia espontánea.
No llegó.
En esa década de los sesenta algún país
mostró tasas de crecimiento del 14 por ciento y al mismo
tiempo mayor empobrecimiento.
Pero también en décadas posteriores se pensó equivocadamente
que lo importante era repartir, se le restó toda la importancia
al crecimiento, a la inversión, y se culminó repartiendo
pobreza.
Nosotros creemos que hay que llevar las tasas inversión
como expresión de la confianza, que soporten simultáneamente
el crecimiento y la inversión social.
Colombia hace cuatro años tenía una pobreza cercana
al 60 por ciento. Allá nos condujeron cuatro décadas
de terrorismo, el que todavía no hemos podido derrotar,
pero que estamos derrotando. Hoy está en el 45 por ciento.
Confiamos al final de nuestra administración dejarla
en el 35 por ciento, para que los gobiernos que nos sucedan puedan
cumplir la visión de largo plazo del país y el
7 de agosto de 2019, cuando completaremos 20 años de la
Batalla de Boyacá, que nos dio la Independencia, esa pobreza
no este por encima del 15 por ciento.
Por primera vez los indicadores de equidad distributiva muestran
ya un punto de inflexión y dan las primeras luces de mejoramiento
en nuestro país.
Nos hemos propuesto trabajar el capital social y el capital
físico. Por ejemplo, en el tema educativo, sobre el cual
a lo largo del día ha sido muy constructivo escuchar de
Bill Gates el gran énfasis que le asigna. Esta mañana
nos decía: ¿Para qué estímulos tributarios,
para qué financiación de computadores, para qué inversiones
en banda ancha, sino se logra la excelencia en las universidades?
Recomendación que el Gobierno ha asimilado con todo el
entusiasmo.
La que llamamos nosotros una continuada revolución educativa
es el eje alrededor del cual tiene que girar toda nuestra política
social, y el soporte para alcanzar altos niveles de competitividad.
Nos proponemos a lograr en los próximos tres años
plena cobertura en educación básica en Colombia.
En nuestro primer Gobierno creamos cerca de millón y medio
de cupos, y los que faltan, otro tanto, aspiramos crearlos en
esta administración.
En cobertura universitaria empezó nuestra administración
hace cuatro años con tasas del 22 por ciento. Hoy están
en el 29. Aspiramos en el 2010 lograr el 35.
Hemos hecho un gran esfuerzo en la formación técnica.
Nuestro instituto estatal de formación técnica,
una de las entidades reestructuradas a la luz del Estado Comunitario,
depurada. Porque el Estado Comunitario nos exige eliminar la
politiquería, eliminar los excesos sindicales, poner las
instituciones estatales al servicio de la comunidad. Se formaban
hace cuatro años allí un millón de colombianos
por año. El año pasado cuatro millones de colombianos.
Esa institución daba cinco millones de horas de enseñanza
al año. El año pasado quince millones de horas
de enseñanza.
Tenía una tasa de empleabilidad del 40 por ciento. Hoy
la tiene en el 70 por ciento, y está bien aprestigiada
con el sector privado.
Hemos encontrado que uno de los grandes obstáculos en
las objeciones comunitarias sobre educación, obstáculos
a la competitividad, es que la juventud no quiere estudiar técnicas,
no quiere estudiar tecnología. Mientras observamos que
en los países desarrollados hay un profesional por cada
10 técnicos o tecnólogos, nosotros hemos tenido
lo contrario.
La Ministra de Educación ha creado lo que se llama en
Colombia la educación por fases: que quien se gradúe
como bachiller esté listo para entrar a trabajar, para
emprender y para seguir estudiando. Que haya un gran estímulo
para escoger técnicas o tecnologías, sobre la base
que al culminarlas el graduado en ellas estará listo para
emprender, para trabajar o para ingresar a la universidad.
Se han promovido ya centenares de acuerdos entre instituciones
de formación técnica y tecnológica con las
universidades, para que los créditos que tiene que cumplir
alguien que se gradúa de técnico o tecnólogo,
les sean validados al momento de ingresar a una universidad y
se le tengan en cuenta, de tal manera que complete los estudios
en esa universidad y acceda al grado de educación superior.
Estamos haciendo un gran esfuerzo en materia de financiación
de la universidad pública, reestructurándola. Hoy
en Colombia hay un indicador bien importante: muchos programas
de excelencia en la evaluación son de universidades públicas.
Los esfuerzos de reestructuración de universidades públicas
han dado muy buenos resultados.
Hemos reestructurado una entidad que se llama Icetex (Instituto
Colombiano de Financiación de la Educación Superior).
Cuando nuestro Gobierno empezó ese instituto tenía
una cartera de 200 millones de dólares. En la actualidad
esa cartera es de 400 millones de dólares y aspiramos
dejarla en más de mil millones de dólares para
el final de nuestro Gobierno.
Cuando nuestro Gobierno empezó, ese Instituto tenía
60 mil estudiantes beneficiarios de crédito, hoy tiene
150 mil, y aspiramos llegar en el año 2010 a 350 mil.
Hemos avanzado muchísimo en educación virtual,
programas universitarios, programas de postgrado a través
de la formación virtual. Y nuestro instituto de capacitación
técnica en año y medio debe completar millón
200 mil estudiantes en ambiente virtual.
Para apoyar más la calidad de la educación, hoy
los profesores públicos de Colombia son seleccionados
por meritocracia. Antes se les nombrar discrecionalmente y la
recomendación política incluía mucho.
Hoy los profesores públicos se tienen que someter a pruebas
que evalúan su calidad.
Tenemos pruebas para los estudiantes que culminan bachillerato.
Y hemos introducido pruebas para los estudiantes que culminan
la universidad, para orientar a los estudiantes y a las familias.
A fin de que ellos conozcan mejor las posibilidades entre los
programas educativos que se ofrecen y las necesidades de la sociedad,
tenemos lo que se llama el observatorio laboral de los egresados
universitarios y de los egresados de tecnologías.
Les cuenta de estudiantes, a padres de familia y a comunidades
en general cómo va recibiendo la sociedad, cómo
va recibiendo la economía, los egresados de los diferentes
programas.
La Revolución Educativapara nosotros es fundamental,
a fin de construir una sociedad con movilidad, que es la esencia
de la democracia.
No me voy a referir a otros temas de nuestra política
social, porque les tomaría mucho tiempo.
Déjenme pasar al segundo punto: ¿En que tenemos
avances, retrocesos, todavía retrasos y posibilidades
en este revolucionario tema de las comunicaciones?
Hace cuatro años Colombia tenía cuatro millones
de teléfonos celulares. Hoy tiene casi 30 millones.
Hemos avanzado muchísimo para que los dos millones de
contribuyentes colombianos, que pagan impuestos directos y que
son retenedores de impuestos indirectos, hagan sus declaraciones
y sus pagos al Estado a través del procedimiento electrónico.
Confiamos que en poco tiempo, la totalidad de las declaraciones
y de los pagos de esos contribuyentes se den por vía electrónica.
Colombia tiene 400 mil contribuyentes a la seguridad social:
empleadores que tienen que pagar las contribuciones a la seguridad
social y tres parafiscalidades que cobra el país para
el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, para unas organizaciones
sociales dirigidas por empleadores y trabajadores que son las
cajas de compensación, y para el Servicio Nacional de
Aprendizaje (Sena), al cual ya me he referido.
Hemos tomado la decisión desde hace tres años
y se viene implementando, para que en lugar de que existan tantos
pagos cuantas instituciones beneficiarias de esos pagos, haya
una sola declaración y un pago electrónico.
En el mes de mayo lograremos que esos 400 mil contribuyentes
de la seguridad social ya estén haciendo solamente una
declaración, y esperamos meses más tarde lograr
que todos estén realizando el pago a través del
sistema electrónico.
Creemos que eso va a simplificar muchísimo el manejo
de los impuestos de nómina y que va a ayudar a evitar
la evasión.
Me preguntarán ustedes: ¿por qué tantos
impuestos de nómina en Colombia? Porque esas instituciones
son responsables de programas esenciales de nuestra política
social. Y en lugar de desmontar impuestos de nómina, hemos
preferido para estimular la inversión, crear estímulos
concretos a la inversión.
La nueva legislación tributaria de Colombia es altamente
estimulante de la inversión. Estímulos concretos,
específicos, por ejemplo a la industria hotelera, por
ejemplo a los software que tengan valor agregado nacional, por
ejemplo a los combustibles alternativos, biológicos, por
ejemplo al ecoturismo, por ejemplo a la sísmica en la
minería y en la búsqueda de hidrocarburos, y estímulos
generales.
Aquí no tenemos la tendencia de reducir tasas de impuesto
para permitir mayor apropiación de utilidades, sino la
tendencia de estimular la inversión, que es lo que finalmente
nos traerá empleos de buena calidad con afiliación
a la seguridad social y con remuneración digna.
Por eso en Colombia hoy toda inversión tiene una deducción
del 40 por ciento, y toda nueva empresa que se crea tiene una
deducción del 40 por ciento del capital inicialmente apropiado.
Eso equivale a un apoyo que da el Estado a las inversiones generadoras
de renta, un apoyo que da el Estado del 12,8 por ciento de nuevas
inversiones.
Vamos bien también en la conectividad de todas las oficinas
públicas. Un elemento fundamental en la búsqueda
de transparencia es la participación ciudadana.
Colombia, como todo Estado de Derecho, tiene controles judiciales,
tiene controles administrativos, tiene controles disciplinarios,
tiene controles fiscales, tiene controles políticos. Para
nosotros el más fundamental es el control de opinión.
Así como la participación de opinión es
la regla característica, diferencial, del Estado de Derecho,
el control de opinión es el instrumento más eficaz
para garantizar transparencia.
Y para facilitar ese control de opinión, se ha venido
avanzando muchísimo en la publicación de todas
las compras del Estado a través de Internet, en la publicación
de todos los contratos del Estado a través de Internet,
y estamos avanzando en la publicación de todos los beneficiarios
de los programas sociales del Estado a través de Internet.
Y hemos avanzado muchísimo también en algunos
aspectos de los programas de contratación. Por ejemplo:
antes de empezar a distribuir los pliegos de una licitación
pública hay una etapa de prepliegos, introducida en esta
administración en los programas de contratación,
que exige que la respectiva entidad pública publique el
prepliego, lo difunda ampliamente a través de Internet,
recoja los comentarios de la opinión y modifique, los
analice, para sacar un pliego de condiciones finalmente garante
de la transparencia.
Nosotros encontramos muchas disputas legales con inversionistas
particulares en Colombia: 21 pleitos, 21 litigios en la empresa
de comunicaciones, las concesiones viales en pleito, era muy
difícil resolver esos pleitos por dos razones: una tendencia
general de desconfianza en la opinión, y una tendencia
general de pánico en los funcionarios.
Para vender ambas, nos propusimos crear mecanismos de participación
de opinión a través de Internet. Antes de perfeccionar
una transacción que le ponga fin a una disputa legal entre
el Estado y un particular en Colombia, los términos de
esa transacción se deben publicar en Internet, mantener
esa publicación un tiempo para permitir el análisis
público. Eso ha ayudado mucho a crear confianza en la
opinión y a crear confianza en los funcionarios.
Pero nos falta mucho en el camino de que todas las compras públicas
y todos los contratos públicos, los podamos lograr a través
de la revolución de las comunicaciones.
Uno de los elementos más importantes de nuestra política
social es el que llamamos Banca de Oportunidades. En nuestro
primer Gobierno, asociados todos, sector privado, ONG’s,
cajas de compensación, fondos de garantías, Estado,
logramos entregar un millón 800 mil microcreditos. La
meta del nuevo Gobierno es entregar cinco millones de microcréditos,
con mucho énfasis en personas que nunca han accedido a
la economía formal.
Pues bien, en el compromiso con todos los bancos está la
necesidad de cubrimiento de toda la geografía nacional,
de cubrir todas las áreas pobres de las grandes ciudades
y cubrir todas las comunidades rurales.
Para eso se ha adoptado el sistema de corresponsales no bancarios.
Pequeñas sedes bancarias que funcionan al interior de
cualquier establecimiento de comercio, con una infraestructura
modesta pero con un gran soporte en telecomunicaciones.
El Citi Group vino a Colombia hace tres semanas. Me dijeron:
es la primera vez que el presidente mundial del Citi Group visita
a Colombia después de que la entidad ha estado 79 años
en el país. Me empezó a hablar de todas las inversiones
que se proponían hacer en Colombia y le dije: a mí me
parece muy bien. Pero para que Stiglitz no pueda decir de Colombia
que la banca internacional viene aquí y abandona a los
criollos y sólo les da crédito a las transnacionales,
usted me tiene que ayudar con la Banca de Oportunidades para
cumplir la meta de llegarles a cinco millones de familias pobres.
Antes de salir de mi oficina se comprometió a abrir mil
corresponsales no bancarios con todo el soporte de telecomunicaciones.
Sí ustedes me dijeran: qué ha encontrado un político
que es Presidente de Colombia, que le fascine, en el mundo de
las telecomunicaciones, para hacer política social: la
posibilidad de inundar este país de corresponsales no
bancarios para poder lograr la revolución del crédito.
El acceso de las grandes mayorías excluidas al crédito.
En la institucionalidad de este país hay elementos bien
importantes. Por ejemplo, todos los servicios de telecomunicaciones
tienen una tarifa que va a un fondo especial que se llama el
Fondo Social de Telecomunicación, que en estos cuatro
años debe invertir no menos de 600 millones de dólares.
Ese Fondo ha logrado instalar unos centros con muy buen soporte
tecnológico en muchísimos sitios del país.
Bueno. Nos faltan muchas cosas. Hemos tenido muy baja penetración
de la banda ancha, pero estamos contentos porque encontramos
grandes prospectos en el sector privado y en la empresa mixta.
Del Estado colombiano y de Telefónica, reestructurada
en este gobierno, que es Colombia Telecomunicaciones. Solamente
esa empresa va a invertir 3 billones de dólares en los
años que vienen.
Y vemos mucha confianza inversionista en el sector privado.
Hemos tenido mucho atraso en la penetración de Internet.
Pero tenemos muy buenos prospectos sobre las mismas bases. Hemos
tenido mucho atraso en la relación habitantes-computadores.
El Congreso de la República acaba de aprobar en una Ley
la eliminación al impuesto al valor agregado (IVA), que
en Colombia es del 16 por ciento, para los computadores con valor
inferior a 770 dólares. Además dentro del sistema
de Banca de Oportunidades, en las próximas semanas lanzaremos
la línea de crédito para financiarles en muy buenas
condiciones la adquisición de computadores a estudiantes
y profesores.
Si ustedes me preguntaran qué le preocupa o dónde
nota grandes ausencias de la revolución de las telecomunicaciones
en Colombia, en lo cual todavía no tienen buenos prospectos,
yo les diría que en salud y en el manejo de la infraestructura
de carreteras en Colombia.
En salud. Nosotros proponemos que Colombia tenga plena cobertura
para el año 2009. Ha avanzado muchísimo la telemedicina. ¿Pero
de qué me quejo? Todavía no hemos desarrollado
a través de la conectividad la integración entre
los afiliados, usuarios o pacientes, los hospitales y los aseguradores.
Cuando se leen los casos que trae Prahalat, se encuentra que
allí hay un gran camino para garantizar atención
a tiempo y de muy buena calidad. Es uno de los desafíos
que tenemos en frente.
El otro. Colombia todavía tiene un gran atraso en infraestructura,
en todo. Aquí lo que tenemos es una gente muy buena con
mucha gana de salir adelante. Y cualquier cosa que les diga de
cifras sociales es pequeña frente a las necesidades del
país. Pero ahí vamos. Ahí vamos con todo
el entusiasmo. Todavía tenemos una gran falta de utilización
de las telecomunicaciones para poder avanzar más en la
construcción de infraestructura, como la infraestructura
de carreteras, que tanto necesita el país.
Agradezco inmensamente la presencia de todos ustedes en Colombia.
Y ya que se atrevieron a hacer este foro en Cartagena, y que
creo que no se van a ir aburridos con los éxitos de este
Foro, de una vez permítanme pedirles que el del año
entrante lo hagan en la ciudad de Medellín. Acá está el
Alcalde.
Bill, muchas gracias por su presencia en Colombia, la primera.
Y me ha prometido que volverá rápidamente. Lo están
esperando las escuelas, las librerías, las oficinas públicas,
donde queremos llevar toda esa revolución de las comunicaciones
y usted nos da muchas luces y muchas energías.
A todos, muchas gracias”.