PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN FORO “AGUA
PARA LA VIDA”
Bogotá, 21 mar (SNE). Las siguientes
son las palabras del presidente de la República, Álvaro
Uribe Vélez, al intervenir en el foro “Agua para
la Vida”, en el cual se hizo el lanzamiento del programa
de agua para la capital del país.
“Mis felicitaciones a todos. Creo que este es un muy buen
paso para Colombia. Quiero agradecer inmensamente al Ministerio
(de Ambiente y Vivienda). Al doctor Juan Lozano (ministro de
Ambiente), su esfuerzo. A la doctora Leila (Rojas, viceministra
de Agua y Saneamiento Básico). A todos los compañeros
del Ministerio. A los gobernadores, a los alcaldes, a las empresas
de servicio, a la comunidad en general.
De manera muy breve porque ustedes han estado en un foro que
seguramente ha agotado el tema en la mañana: ¿por
qué este programa? Por muchas razones. El Congreso de
la República en diciembre aprobó la ley que le
permitirá al país llegar a plena cobertura en seguridad
social a más tardar, en salud subsidiada, en diciembre
de 2009.
Pero un país no puede pensar en salud si no desarrolla
toda la infraestructura preventiva. Y en la infraestructura preventiva
es fundamental este tema del agua y del saneamiento básico
que, con el suministro de energéticos, puede convertirse
en el gran obstáculo para el crecimiento sostenido de
la economía mundial.
¿Por qué este proyecto? Porque en nuestros primeros
años de gobierno nos enseñaron que era muy difícil
atender aspiraciones de los departamentos o de los municipios
aisladamente. Entonces el Gobierno entraba en dilemas que tenía
que resolver discrecionalmente, y muchas veces en la discrecionalidad
se es injusto y tenía que decir: a este se le ayuda, a
este no se le ayuda.
Este proyecto los va poniendo a todos en igualdad de condiciones
para acceder a los recursos nacionales.
¿Por qué este proyecto? Porque ha sido la manera
de avanzar para tener operadores de agua en todo el país.
Este proyecto además es un proyecto que garantiza transparencia
en aplicación de regalías, transparencia en aplicación
de los recursos de transferencias para saneamiento básico.
Este proyecto le da razón de ser a los departamentos
y a las gobernaciones. No es bueno para el país, con 1.098
municipios, que haya una relación entre los municipios
y la Nación que permite la instancia departamental.
Este proyecto ayuda a que la instancia departamental tenga toda
la importancia que tiene que tener como agente intermedio, como
agente principal de descentralización regional y como
agente de nivel intermedio entre los municipios y el Gobierno
Nacional.
Por eso quiero felicitar a los alcaldes y a los gobernadores
por estos acuerdos.
En los últimos Consejos Comunitarios, cuando se levanta
un alcalde y pide un proyecto de agua, un proyecto de alcantarillado,
le contamos: no podemos seguir atendiendo proyectos al detal,
caprichosamente. Lo que se necesita es que ustedes se pongan
de acuerdo con su gobernador para que, al hacer el acuerdo alcaldías – gobernaciones,
entonces se facilite el acuerdo Gobernaciones – Gobierno
Nacional. Y así podemos atender a todo el país
en términos equitativos.
En el país se llevan en este momento discusiones muy
importantes: el Plan de Desarrollo y las Transferencias.
Esta mañana en una reunión con algunas de las
bancadas parlamentarias les decía: miren la puja. Todo
el mundo pide más transferencias, pero también
todo mundo pide más recursos del Gobierno Nacional. Piden
más transferencias, pero también más aportes
del Gobierno Nacional a obras en las regiones que corresponden
al Plan Nacional de Desarrollo.
Pero creo que esa puja es buena, porque nos lleva al equilibrio,
a lo que tiene que ser un proyecto de transferencias que estimule
la descentralización, pero que no arruine a la Nación.
Esto es bien importante. Y a lo que tiene que ser el entendimiento
de cómo todos tenemos que contribuir al Plan Nacional
de Desarrollo.
En el país ha habido muchas quejas sobre el mal uso de
las transferencias dedicadas a saneamiento básico y agua
potable. Recuerdo en los primeros años de nuestra administración,
en los Consejos Comunitarios el doctor Santiago Montenegro, entonces
Director Nacional de Planeación, mostraba unas gráficas
y en ellas se veía un crecimiento a las transferencias
para agua potable y saneamiento básico, pero no se veía
un crecimiento de las coberturas ni un crecimiento del mejoramiento
de los servicios.
El tema no es para ponerlo en blanco o en negro, no es para
decir: es que todo se iba a la corrupción. Pero tampoco
para irse al otro extremo de decir que eran tantas las necesidades
insatisfechas que no se alcanzaba a avanzar. Había de
todo: insuficiencia de recursos, malos manejos, burocratismos,
corrupción, falta de asociaciones, ineficiencia, etcétera.
Creo que hemos estado en un proceso paulatino donde, con la
contribución de todos, vamos a ir superando estos problemas.
Nosotros nos hemos propuesto unas metas muy exigentes para esta
administración: la plena cobertura en educación
básica, los avances en cobertura universitaria, las exigencias
en crédito universitario al Icetex y las exigencias al
Sena: mantener un mínimo de cuatro millones de colombianos
por año formados en el Sena, pero pasar de 30 mil que
encontramos hace cuatro años en formación técnica
y tecnológica, a 130 mil que tenemos ahora y tenemos que
dejar en el 2010 a 250 mil. Teníamos cero en ambiente
virtual en el Sena y tenemos que llegar a millón 200 mil
en ambiente virtual.
Unas exigencias muy grandes en crédito educativo, unas
exigencias muy grandes en salud, como la plena cobertura. Unas
exigencias muy grandes en Familias en Acción: millón
y medio en Familias en Acción. Unas exigencias muy grandes
en Bienestar Familiar, en cajas de compensación.
Por ejemplo, Bienestar Familiar que lo encontramos con dos millones
200 mil estudiantes en restaurantes escolares, los tendremos
que dejar con cuatro millones. Pero ya no con 122 días
de asistencia al año sino con 180.
Y además millón 300 mil niñitos menores
de cinco años atendidos por Bienestar Familiar en nutrición.
Pero además el inicio de todo lo que es la cobertura escolar
en el pre-kinder para los menores de cinco años, etcétera.
¿Vamos a lograr para 2010 plenas coberturas en saneamiento
básico y agua potable? No. Pero el país tiene que
hacer un gran esfuerzo para tenerlas en el 2019.
Y lo que hagamos en este período nuestro, que termina
en el 2010, es fundamental para que aquellos que nos sucedan
puedan entregarle al país la plena cobertura el 7 de agosto
de 2019, fecha de nuestra visión de largo plazo, cuando
se cumplirán los 200 años de la Batalla de Boyacá.
Había una gran queja sobre el manejo de las regalías
y una gran queja sobre la descoordinación de los recursos.
Creo que ahora que esto nos permite coordinación, y la
coordinación es eficiencia. Y nos permite orientar recursos
de manera transparente a las prioridades. Y coordinación
entre alcaldías y gobernaciones, y gobernaciones y Gobierno
Nacional.
Y buen uso de las transferencias, que se van a aumentar, no
en la proporción de la Constitución del 91, porque
se nos vuelven impagables. Lo que les he dicho a las regiones.
Ayer en un diálogo, a través de la emisora Ondas
de Ibagué, con el señor Gobernador del Tolima,
decía yo: sí, el aumento que se está estudiando,
hay aumento, no hay recorte. Pero no es un aumento tan grande
cómo en la Constitución del 91. ¿Por qué?
Porque era impagable.
Porque el país ya vivió esa experiencia, que nos
condujo a un colapso en el año 1999 – 2000. Fue
una de las concausas, no la única, pero fue una de las
concausas de la crisis financiera. Y de ahí se deriva
todo el problema de las altas tasas de interés, etcétera.
De todas maneras hay aumento, y bien importante, en las transferencias.
Y una tendencia de aumento, porque está previsto que en
el año 2016 ya las transferencias se definirán
de acuerdo con el aumento de los ingresos corrientes de la Nación,
promedio, en los últimos cuatro años.
Y se necesita el mejor uso. La circunstancia de que los departamentos,
los municipios, acepten pignorarlas para estos planes de agua,
se constituye en una garantía de eficiencia. Y además
la manera cómo se van a ejecutar estos planes se constituye
en una garantía de transparencia.
Creo que esto ayuda también a superar el tema de la crítica
a la inversión de las regalías.
Quiero destacar el ejemplo de los departamentos aquí presentes.
Por ejemplo, el esfuerzo del Atlántico es encomiable,
porque el departamento del Atlántico no tiene regalías,
es pobrísimo en regalías.
El Tolima tiene muy poquitas. ¿Cuántas, Gobernador?
Bueno, estaba poquito hace cuatro años. Ahora está grande.
Ayer le descubrí unas cosas en ese debate en radio. Tuvo
que confesar lo que han crecido los ingresos del Tolima. Y gocé mucho
porque se ha recuperado mucho estas finanzas de los departamentos
y de los municipios.
Hay casos cómo el Atlántico, sin regalías,
haciendo un gran esfuerzo administrativo y un gran esfuerzo de
aplicación de otros recursos.
Casos como los departamentos que tienen regalías, que
el país tiene que aplaudir, que en lugar de botar esas
regalías, de distribuirlas con escopeta de regadera, están
pignorando buena parte de las regalías para financiar
estos proyectos: La Guajira, Córdoba. ¿Quién
vino del Magdalena? ¿La Gobernadora encargada no vino?
El tema del Cesar también es muy importante. El tema del
Tolima, de Bolívar.
Por ejemplo, el Magdalena. El Magdalena no tenía regalías
y estaba con una crítica: bueno, es que el Magdalena ve
pasar todo el carbón que sale del Cesar y ve la contaminación
de sus playas por el embarque ese carbón y no percibe
regalías.
El Gobierno produjo los decretos para el escalonamiento de regalías.
El Magdalena este año debe recibir 12 – 14 mil millones
de regalías. Allí hay un pasó.
¿Cuál fue el otro? Aceptaron no gastarse un peso,
sino aportarlo todo para el proyecto del agua.
La Guajira, que tiene la ventura, como el Cesar, de esas regalías
de carbón, que parecen mucho más durables en el
tiempo que las regalías que tienen los departamentos del
oriente colombiano derivadas del petróleo.
La Guajira y el Cesar también se constituyeron en ejemplo
para pignorar buena parte de esas regalías futuras y aplicarlas
a este plan de agua. Y allí intervinieron alcaldes y gobernadores
y diputados, que finalmente dieron esas autorizaciones.
Y un trabajo de hormiguita del Ministerio y de Leila.
Muy penoso preguntarles a las mujeres cuántos años
tienen, pero esta es una Viceministra muy joven. Muy joven y
la admiro, porque la veo por todo el país trabajando como
una hormiguita laboriosa. Y no es fácil. Convencer a los
diputados que les den esas autorizaciones a los gobernadores
para pignorar las regalías, a fin de garantizar el plan
de agua, no es fácil.
Y me parece que Juan, que es un colombiano ejemplar, ha venido
creando un gran equipo en ese Ministerio, y con relaciones humanas.
Ayer lo veíamos en un gran evento en Cali, no echando
carreta sino entregando 1.756 casas. Y creo que lo de hoy es
algo muy importante para el país.
Esto es coordinación, eficiencia, garantía de
que no se van a desperdiciar recursos, garantía de buen
manejo de regalías, garantía de buen manejo de
transferencias, recuperación de la razón de ser
de los departamentos.
Creo, gobernadores, que este proyecto reivindica mucho ante
los colombianos la necesidad del nivel intermedio del Gobierno.
En buen momento se dan estos proyectos, cuando se discuten las
transferencias y el Plan Nacional de Desarrollo.
Y le agradezco al Congreso su permanente apoyo en la Comisión
de Crédito Público, su permanente apoyo en las
Comisiones de Presupuesto y de Economía. Aquí están
sus presidentes.
Y le agradezco al Congreso la buena voluntad para que en la
aprobación de este Plan Nacional de Desarrollo, los recursos
adicionales que incorpore el Congreso vayan solamente a dos rubros:
al rubro de agua potable y saneamiento básico y al rubro
de vías de competitividad vinculadas al comercio exterior.
Eso va a ayudar muchísimo.
Además es un Congreso donde no hay auxilios parlamentarios.
Es un Congreso que se ha tenido que someter a las nuevas reglas
de la carrera administrativa, de la meritocracia, lo cual sanea
mucho las costumbres políticas de Colombia.
Y un Congreso que en lugar de estar manejando auxilios, llevando
una platica allí y otra allí, muchas veces con
desorden, sin que hubieran faltado casos de corrupción,
ha entendido que al país le ha llegado una hora de confianza,
pero que esa hora de confianza se tiene que estimular con el
buen aporte de todos. Y por eso considero muy valioso el aporte
del Congreso de dar su voluntad para que los recursos adicionales
del Plan de Desarrollo vayan al Plan de Aguas y a las vías
de competitividad en función del comercio exterior.
En el Conpes nos aparecía un problema: esto necesita
recursos de crédito. Los departamentos tienen que contraer
créditos directa o indirectamente: o el departamento directamente
o a través de una empresa que se constituya. Entonces
en algunos casos se observa que no hay capacidad, ni aun después
de superar los planes de desempeño, para que los departamentos
accedan a dos créditos: el crédito de agua potable
y el crédito de vías departamentales.
El Conpes definió que en esos casos, que ojalá sean
excepcionales, se debe preferir el crédito de agua potable. ¿Por
qué? Porque si hacemos las vías de competitividad,
si completamos el Plan 2.500 (la semana entrante se completara
la pavimentación del kilómetro 1.000 del Plan 2.500),
si seguimos con el aporte de las vías municipales (que
este año es de más de 200 mil millones), creo que
en aquellos departamentos donde no tengan cupo crédito
para contratar empréstitos para agua potable y además
para vías departamentales, bajo los supuestos dichos,
las vías departamentales adiciones pueden esperar.
Por eso la prioridad que se definió en ese Conpes es
que en esos departamentos se les dé prioridad al crédito
para agua potable y saneamiento básico.
Celebro la presencia de transparencia. Creo que en este Estado
Comunitario se ha visto lo que es la creciente participación
de la ciudadanía, que es garantía de transparencia.
Me parece que el concepto de este programa con los gerentes y
operadores, la manera como abran de escogerse, etcétera,
es un concepto que garantiza transparencia.
Yo miro este programa con mucho entusiasmo, los felicito a todos
y espero que dos apoyos: el Plan Nacional de Desarrollo y el
proyecto constitucional de transferencias, salgan bien, con buena
aprobación, con equilibrio, del Congreso de la República,
para que el país pueda garantizar esta ejecución.
Uno de los problemas que tuvimos en nuestra primera administración
es que había mucha idea para construir acueductos y alcantarillados,
pero no había proyectos. Me da la impresión, viceministra
Leila, que ya hay mejor inventario de proyectos. Entonces se
nos demoraba mucho y no veíamos la ejecución, porque
se nos demoraba mucho la preinversión
Viceministra de Agua Potable y Saneamiento Básico, Leila
Rojas: Sí, Presidente, ya hay un mejor inventario, precisamente
porque ya se están desarrollando los diagnósticos
de todo el país a través de una contratación
que hizo el Ministerio de Ambiente con los departamentos
Presidente de la República: ¿Pero tú crees
que vamos a tener más rapidez en la ejecución?
Viceministra de Agua Potable y Saneamiento Básico: Muchísima
más. Lo que usted decía: el período anterior
fue un proceso de aprendizaje, con la ventanilla única
y ya tenemos ISO 9001 en el proceso y procedimientos. Y ya tenemos
los estudios de preinversión bastante adelantados en alrededor
de 15 departamentos del país.
Presidente de la República: Quiero referirme a dos temas
finales: los créditos con tasa compensada.
El Gobierno Nacional se dio cuenta hace casi tres años
que es imposible por transferencias o por aportes directos del
presupuesto, financiar todas las necesidades. Entonces por eso
se ha tomado la decisión de vincular más sector
privado, más empresas, y una modalidad de crédito.
Creo que esta modalidad de crédito ayuda mucho y crea
un gran multiplicador, porque es darles créditos a las
entidades territoriales a 15 años, a la DTF, para estos
proyectos, a través de Findeter.
Y me ha preguntado: ¿cómo se garantiza que no
se quiebre a Findeter? El presupuesto nacional tiene la partida,
año tras año, para subsidiar esas tasas de interés
de Findeter. Es algo muy bueno.
Y lo otro muy bueno es el marco tributario de Colombia.
Yo tengo la esperanza de que Colombia es un país que
esta empezando a estar de moda, que a Colombia le está llegando
una bonanza de confianza. La verdad es que ve uno tanto interés
en Colombia.
La última reunión en la Presidencia antes de venirme
acá, fue con un grupo de médicos que van a hacer
una cosa hospitalaria enorme en Bogotá, con un entusiasmo
desbordado. Si todos los que van a la Presidencia de la República
a ofrecer inversiones, van a cumplir, aquí no va a caber
la plata. Tengo entusiasmo con eso.
Tengo entusiasmo que esa ola de inversión, en un país
que empieza a estar de moda, va a ser muy importante.
Una bonanza de confianza que todos tenemos que contribuir a
que se dé. Que nos trae problemas, como el problema que
nos está trayendo con el dólar. Que nos trae beneficios,
como lo que vivimos el viernes, que creo que tiene muy contento
al doctor Plinio con Boyacá. Hace cuatro años estábamos
en esa lucha de revivir a Paz del Río y hoy es un Lázaro
iluminado, resucitado y con futuro, no para una corta vida.
El país tuvo muchas bonanzas. La primera del siglo pasado
se dio cuando el gobierno del General Pedro Nel Ospina recibió la
indemnización por la pérdida de Panamá:
25 millones de dólares bien invertidos.
La segunda, con el proceso de sustitución de importación.
Las guerras europeas nos forzaron a sustituir importación.
Vienen después bonanzas cafeteras en el gobierno del
presidente Rojas Pinilla, en el gobierno del presidente Alfonso
López Michelsen, en el gobierno del presidente Belisario
Betancur.
Después aparecen Caño Limón, Cupiagua,
Cusiana: bonanzas.
Después se abre con la telefonía en Colombia la
posibilidad de la inversión de los particulares en telefonía
móvil: llega inversión.
Después Colombia abre la televisión: inversión
para los canales privados.
¿Qué vemos ahora? Ya no es una bonanza específica,
cafetera o de televisión o de sustitución de importaciones.
Es una bonanza de confianza. La gente está confiando mucho.
A mí me decía el Presidente de un país
del continente que él estaba ofuscado y creía que
las cifras no eran ciertas, porque tradicionalmente su país
había superado en captación de inversión
extranjera a Colombia, y que cómo era que Colombia lo
estaba superando ahora.
En efecto, llevamos dos años durante los cuales en inversión
extranjera neta Colombia se ha convertido en el segundo en inversión
extranjera neta per cápita en el continente. Y eso nos
tiene que ayudar en todos estos proyectos.
Y todos estos proyectos crean oportunidades. Y esa confianza
le da oportunidades de desarrollo a estos proyectos. Yo veo eso
con mucho entusiasmo.
Y el esquema tributario ayuda. Hay que difundir en toda parte
el esquema tributario, que aprobó en Congreso de la Republica
en diciembre. El esquema tributario nos vuelve muy competitivos.
Yo les decía a esos inversionistas esta mañana:
Hombre, aquí llegaban al país economistas colombianos
que habían estudiado en el Japón y les decía
uno: bueno, ya hablaron del Japón. ¿Y cuándo
le va a llegar la hora a Colombia?
A los que estudiaron en Corea: ¿Y cuándo le va
a llegar la hora a Colombia?
Que el caso de Irlanda: ¿Y cuándo le va a llegar
la hora va Colombia?
Ojalá le esté llegando la hora a Colombia. Y lo
de ustedes ayuda muchísimo.
Yo creo que la reforma tributaria ayuda muchísimo. Y
la ley de estabilidad en las reglas de juego, que le permite
al Gobierno firmar pactos de estabilidad con los inversionistas.
La reforma tributaria se atrevió a algo que no se había
atrevido este país: a estimular la inversión. Y
hay que tener en cuenta: este Gobierno no quiere que el país
crezca basado en empleo de baja remuneración. Este Gobierno
quiere que el país crezca con productividad, con empleo
de buenos ingresos, con afiliación a la seguridad social.
Esa razón la apoyamos en las siguientes decisiones: en
lugar de haber quitado las contribuciones al Sena, Bienestar
y a las cajas de compensación, que hoy se están
mejorando enormemente, lo que hicimos fue darle estímulos
a la inversión: esa deducción del 40 por ciento,
el gran estímulo tributario que tienen las empresas de
acueducto para irse a las regiones.
Y eso produce un camino. Un país que quiera hoy empleos
bien remunerados y afiliados a la seguridad social, tiene que
construir empleos de alta productividad. No puede darse a la
tarea de construir empleo imponiendo que en cada ascensor haya
un ascensorista o pretendiendo construir carreteras a pico y
pala.
Hay que hacer un gran esfuerzo para que los empleos sean de
alta productividad. Y lo que ustedes están haciendo contribuye
enormemente a ello.
Y esos empleos de alta productividad sólo surgen en los
países que durante años sostienen altas tasas de
inversión.
Nosotros hemos querido construir confianza en Colombia y tener
altas tasas de inversión. Y lo estamos logrando. Ahora
lo importante es sostenerlo.
Hace cuatro años la tasa de inversión en Colombia
era del 12 por ciento del PIB. El año pasado del 26.
Hace cuatro años la tasa de inversión del sector
privado era del 6,5 del PIB. El año pasado del 19. Si
nosotros logramos en este país sostener tasas de inversión
por encima del 25, este país se transforma.
Y ustedes constituyen un sector para atraer inversión
y un sector para facilitar inversión. Producen los dos
efectos: buenos servicios de agua potable y saneamiento básico,
su instalación-operación atrae inversión,
y al mismo tiempo eliminan cuellos de botella para que se dé la
inversión.
Y miren lo que hemos hecho en la parte tributaria. En lugar
de decir: bajen las tarifas para que la gente apropie más
utilidades, lo que definió el Congreso fue estimular la
inversión.
Eso nos marca una diferencia con la tributación de los
Estados Unidos, tan criticada en los últimos años,
que simplemente rebaja las tarifas. Porque muchos economistas
critican, y con razón: bueno, cuando se rebajan las tarifas
lo único que se asegura es que haya más utilidades
que se reparten, pero no se asegura que haya más inversión.
En cambio lo que hemos hecho nosotros es dar unos estímulos
pero a quienes inviertan. Creo que nos va a ayudar mucho.
Y esos estímulos en el sector de ustedes son muy importantes.
Y ustedes saben que después de la Ley 142 son igualmente
contribuyentes los inversionistas privados en agua potable, que
los inversionistas públicos.
Entonces ese estímulo les cae muy bien a ambos. Todo
lo que haga el Acueducto de Bogotá, público; Empresas
Públicas de Medellín, público; Aguas de
Manizales, público; inversiones en otras regiones, para
distintas a su área de operación, tienen ese estímulo.
Ojalá, pues, esto nos ayude mucho. Aquí hay contribución
de todo el mundo. Los felicito”.