Bogotá, 30 mar (SNE). Un año de vigencia tendrá el
nuevo tope máximo en la tasa de interés que los
intermediarios financieros podrán cobrar por los préstamos
que concedan a los pequeños y medianos empresarios.
La Superintendencia Financiera fijó en 33,93 por ciento
el tope de la tasa de usura al que pueden llegar las tasas
de interés que se cobrarán en los microcréditos
a partir del próximo 1° de abril de 2007 y hasta
el 31 de marzo de 2008.
Anteriormente la tasa de los microcréditos se fijaba
cada tres meses y la última estaba en el 32,09 por ciento.
Con esta medida de establecer los topes a un año en
el caso de los microcréditos, se da más estabilidad
a los pequeños empresarios y se les permite planear
mejor sus negocios y sus operaciones.
El superintendente financiero, Augusto Acosta Torres, explicó que
la tasa de interés básica que estaba vigente
para los microcréditos era del 21,39 por ciento y a
partir del próximo 1° de abril subirá al
22,62 por ciento.
“Creemos que al certificar esta tasa de interés
por un año nos da estabilidad para todos, tanto para
los microempresarios como para los banqueros, que van a poder
trabajar sin tener la expectativa de que esa tasa de interés
pueda subir o pueda bajar. Porque recuerden que el año
pasado y en los dos últimos años, la preocupación
no era que la certificación subiera sino que la certificación
estaba bajando. Esto también comenzaba a producir desestímulo
en los agentes del mercado en materia de poder colocar volúmenes
mayores y de poder facilitar el acceso a sectores de la población
que hasta el momento no lo habían venido teniendo”,
explicó.
CRÉDITOS DE CONSUMO
Con base en el decreto 519 del pasado 26 de febrero, la Superintendencia
Financiera fijó los topes de las tasas de interés
para dos tipos de créditos: uno el microcrédito,
y otro el de consumo y ordinario.
Antes las modalidades de crédito eran el de microempresario
y el de consumo y comercial, pero con el decreto 519 se modificaron
las definiciones.
En el caso del tope de usura que se podrá cobrar entre
el 1° de abril y el 30 de junio del año en curso
para el crédito de consumo y ordinario, la Resolución
428 de la Superfinanciera lo fijó en 25,12 por ciento.
Este nivel representa un aumento con respecto al 20,75 por
ciento que estaba vigente.
Acosta Torres aclaró que la tasa de interés
básica para los créditos de consumo y ordinario
estaba en 13,83 por ciento y para el segundo trimestre del
presente año se eleva al 16,75 por ciento.
INTERESES NO SON TAN ALTOS
El Superintendente Financiero destacó que pese a que
se fijan los topes máximos o de usura en las tasas de
interés para créditos ordinarios y de consumo
y para los microcréditos, los préstamos que se
han aprobado siempre han sido a tasas inferiores a esos topes.
Por ejemplo, en el caso del miocrocrédito el tope de
usura era el 32 por ciento, pero el promedio al cual hicieron
las colocaciones para este tipo de préstamo, fue del
26 por ciento.
“En otras palabras, en promedio los bancos o las compañías
de financiamiento comercial no subieron al tope máximo
permitido”, precisó.
En el caso del crédito de consumo ordinario que estaba
en el 20,75, se vio que para el crédito de consumo el
promedio de colocación fue del 18,6 por ciento, es decir
que tampoco llegó al tope establecido.
Donde si se cobran los intereses máximos permitidos
por la Superintendencia es en las tarjetas de crédito,
de ahí el llamado del Superintendente para reducir este
tipo de consumo.
Indicó que para el primer trimestre del año
la tasa de interés de los consumos con las tarjetas
de créditos promedió el 20,48 por ciento, lo
que quiere decir que todas las entidades sí están
pagadas a los techos permitidos.
“Creo que en este tema de las tarjetas es posible esperar
incrementos en la tasa, ningún banco está obligado
a subir al tope, sencillamente se les abre el espacio para
que puedan subir la tasa de interés de las tarjetas
de crédito.
“En esto es importante que todas las familias colombianas
hagan sus cuentas bien hechas. No solamente por el hecho de
que la tasa de interés puede ser un poco más
alta, sino por el hecho de que también a veces como
pasa en los bufetes, le cabe a uno más con el ojo que
con el estómago, y puede pasar lo mismo con los cupos
de las tarjetas de crédito, que de pronto uno comience
a consumir más y a endeudarse más de lo que puede
racionalmente, y me parece que es una oportunidad para invitar
a todos los usuarios de tarjetas de crédito para que
midan bien su capacidad de endeudamiento y no vayamos después
a tener problemas de incumplimientos que causan perjuicios
no solamente a los bancos sino también a los grupos
familiares”, señaló.