PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE AL INAUGURAR CLÍNICA
DE REHABILITACIÓN EN POPAYÁN
Popayán, 30 mar (SNE). Las siguientes
son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez
al inaugurar la clínica IPS Rehabilitar en la capital
del Cauca.
“Quiero dar un saludo muy afectuoso a
todos. Me es grato venir a esta tierra. He sentido una muy constructiva
energía patriótica, poniendo todos los empeños
con mis compañeros de Gobierno, con los congresistas,
con el Gobernador, con las Fuerzas Militares y de Policía,
para regresarle la paz. No hemos ganado pero vamos ganando. Y
con la ayuda de Dios, esa obra la consolidamos.
Y es grato venir a esta tierra en la víspera de Semana
Santa, a compartir con el carácter ejemplar de los caucanos
y a invitar a los colombianos a que vengan a compartir con ellos
la devoción de la Semana Santa en esta Ciudad Blanca de
Colombia, una de las más bellas del mundo.
Y cuál más grato hoy acompañar a un caucano
ejemplar, a Carlos Eduardo Cruz, en esta inauguración.
Muchos talentos se fugaron de esta y de muchas ciudades colombianas
porque no veían futuro. Él es uno de los que persistió.
Y persistió con entereza, estoicamente. Y persistió en
el magisterio sagrado de su profesión y en el ejercicio
de sus atributos de hombre cívico, de un estandarte del
capital social y solidario.
¡Qué buena esta obra que le entregan hoy a Popayán!
Pero la miraría en un conjunto más amplio. Esto
parece una manzana de la salud. Creo que hace siete años
cuando estábamos en el Congreso del 2000, hace ocho años
cuando la ciudad estaba sitiada, hace diez años cuando
la madre Alina y el doctor Víctor Mosquera Cháux
me acompañaron durante todo el día en una visita
a Popayán como Gobernador de Antioquia, las circunstancias
no daban para pensar que pudiéramos, y gracias a Dios
lo podemos, en este 2007 acudir a la inauguración y a
la bendición de una obra tan importante como ésta.
Felicito al doctor Carlos Eduardo y a todos los responsables
de esta obra. A todos los médicos asociados en el centro
de los consultorios, en la clínica contigua, a quienes
han propiciado con los recursos financieros, con la ingeniería,
con la arquitectura, con los procesos constructivos.
Felicito a las autoridades del Popayán y del Cauca, porque
esto demuestra vitalidad, signos de recuperación. Esta
es una clínica de rehabilitación, cuya construcción
es la demostración de que el Cauca, señor Gobernador,
se está rehabilitando. Sin el proceso de rehabilitación
del Cauca, al cual le falta pero que lo vamos ganando, esto sería
muy difícil.
Ese proceso tiene gentes de carácter: una gran Gobernación,
una gran Alcaldía, unos congresistas firmes. Ahora que
me encontré en el aeropuerto a la hermana del doctor José Darío
Salazar, la saludé con mucho cariño y le dije: “Vivo
muy agradecido con él, porque es de hierro, es de esos
que no se tuerce en esta lucha por recuperar la seguridad”.
Al Cauca lo ha salvado el carácter de sus gentes, sin
duda alguna.
Inauguramos esta gran obra en un proceso de recuperación
de la salud colombiana. Nosotros en el contexto latinoamericano
tenemos un proyecto de Estado, un proyecto de sociedad. Un proyecto
de Estado donde no se puede desmontar el Estado pero tampoco
llegar al estatismo, que se predica allende nuestras fronteras.
Aquí hay un Estado para garantizar la responsabilidad
social de la inversión privada, pero al mismo tiempo para
estimular la inversión privada y no para obstruirla. Eso
marca la diferencia entre el modelo nuestro, lo saca adelante,
lo reivindica en la discusión política latinoamericana.
Responsabilidad social de la iniciativa privada, responsabilidad
social en unas relaciones de transparencia con el Estado, en
unas relaciones de solidaridad con la comunidad, en unas relaciones
laborales de empleadores y trabajadores en las cuales no haya
capitalismo salvaje ni odio marxista de clases, sino fraternidad
cristiana, solidaridad democrática.
Un modelo de sociedad en permanente debate, alegre, pluralista,
pero debate fraterno sin antagonismos insuperables. Una sociedad
sin exclusiones y sin odio de clases.
Un modelo de Gobierno con tres propósitos: consolidar
la Seguridad Democrática, consolidar altas de inversión
en Colombia y cumplir unos propósitos sociales rigurosos.
Hace cuatro años la inversión como porcentaje
del PIB era el 12 por ciento en nuestro país, hoy el 26.
La inversión privada era el 6 y medio, hoy el 19. Si este
país logra consolidar la confianza inversionista que va
apareciendo como un embrión vigoroso, este país
cambia.
China encontró en la revolución de Deng Xiao Ping
que el único camino para reivindicar a 1.200 millones
de habitantes de la pobreza, era mantener tasas sostenidas de
inversión. Por eso llevan 17 años captando durante
cada año entre 55 mil y 67 mil millones de dólares
de inversión. Y ya han reivindicado la pobreza 400 millones
de ciudadanos.
Confío plenamente en que estimulemos la inversión
en nuestra patria, en que lo sigamos haciendo. Porque nosotros
para construir equidad, para superar la pobreza, necesitamos
inversión.
Uno tiene que escoger: o se reparte miseria en aras de la equidad
o se construye prosperidad para poder repartir prosperidad y
hacer equidad con bienestar. Este es el camino que hemos venido
escogiendo en este modelo para Colombia.
Y ha contribuido mucho el Congreso. La reforma tributaria que
se acaba de aprobar es una gran reforma tributaria, de estímulo
a la inversión.
Colombia era un país muy renuente, reacio a estimular
la inversión, le teníamos miedo. Un discurso social
muy profundo y unos resultados sociales muy pobres, porque le
temíamos a la inversión.
Nada nos ganábamos con pronunciar discursos sociales
si no había inversión. Ahora empieza a haberla
en lo que llamo un principio de confianza en nuestro país,
una bonanza de confianza en nuestro país, ese embrión
maravilloso que tenemos que cuidar.
Con las deducciones del 40 por ciento a las nuevas inversiones.
Con los sectores exentos -cultivos de tardío rendimiento,
combustibles biológicos, el turismo-, el Congreso de la
República nos ha ayudado mucho a consolidar las condiciones
macroeconómicas para el fomento de la inversión.
Quiero agradecer a los congresistas del Cauca aquí presentes.
Y vamos a cumplir metas sociales muy exigentes, porque la seguridad
se justifica en la medida en que haya inversión y la inversión
es un medio para cumplir metas sociales. Y cuando se dan las
metas sociales la gente dice: se ha justificado la seguridad.
Y cuando se dan las metas sociales la gente dice: se ha justificado
el estímulo a la inversión.
La seguridad propicia la inversión, la inversión
propicia las metas sociales y las metas sociales legitiman la
seguridad y dan la razón a las tendencias de inversión.
Una de las metas sociales es la plena cobertura de salud en
Colombia, de buena calidad. En diciembre aprobamos una reforma
a la Ley 100, que nos va a ayudar bastante. Ya está en
plena aplicación.
Confiamos que esa Ley nos contribuya para que en el año
2009, a finales, a principios de 2010, nuestro país haya
logrado plena cobertura en régimen subsidiado de salud.
Vamos a introducir ahora en desarrollo de esa ley algunas reformas.
Por ejemplo, ayer anunciamos en el Chocó el decreto para
universalizar en el país giros a los finales destinatarios
de los fondos del Fosyga y de las transferencias, evitando intermediarios.
Por ejemplo, hoy el dinero del Fosyga y de las transferencias
de salud se les gira directamente al municipio. A Titiribí en
Antioquia. El municipio puede demorarse o pagarles al día
a las ARS, que a su vez se pueden demorar o pagar al día
a los hospitales. Y como lo veíamos ayer en el Chocó,
en muchas partes del país todavía los unos descargan
las responsabilidades en los otros: que el municipio no me ha
pagado, que la ARS no me ha pagado, que sus servicios son malos,
que la gente se queja.
Es la época de los computadores, de la conectividad,
que facilita que desde el Fosyga, desde la Tesorería de
la Nación, se diga: señor Alcalde de Popayán,
usted nos manda la relación de las ARS a las que debemos
pagarles y nos dice cuánto. Y eso son trámites
simples, a través de Internet.
Y entonces desde allá se le gira el dinero que corresponda
al municipio, pero también el que el municipio le vaya
a transferir a la ARS y también el que la ARS les deba
a pagar a las IPS.
Estamos en la víspera de expedir ese decreto. Es muy
grato expresarlo ante un cuerpo médico tan importante
como el que hoy se reúne, y creo que va a agilizar muchos
pagos, a simplificar, a evitar intermediarios.
Y estamos en el proceso de la reestructuración hospitalaria:
ni eliminar los hospitales públicos, ni permitir que los
hospitales públicos estén al servicio de excesos
sindicales. Uno tiene que escoger para quién es lo público: ¿para
la comunidad? ¿O lo público es para que de él
se apropien feudos politiqueros y excesos sindicales?
La razón de ser de lo público es la comunidad.
Por eso nuestro modelo de Estado lo hemos denominado Estado Comunitario.
Por eso hasta la fecha hemos reformado 340 empresas estatales.
Aquí no eliminamos a Telecom pero la reformamos. Aquí no
hemos eliminado los hospitales públicos pero hemos reestructurado
190. Aquí no cerramos a Paz del Río, pero sí llegamos
a un acuerdo para que se desmotaran prestaciones excesivas, se
sustituyera el viejo sindicalismo de reivindicación por
un sindicalismo moderno, empresarial y de participación.
Se valorizó la empresa y ahora los trabajadores y pensionados
van a recibir 700 mil millones, con lo que no se soñaba
porque hace cuatro años era una empresa con valor negativo.
Por eso aquí estamos, en la tarea de ayudar para que
el Gobernador del Cauca pueda reformar toda la red pública
hospitalaria del Cauca. Y sé que finalmente habrá comprensión
comunitaria. Todo el mundo será bien indemnizado. Esos
hospitales debidamente reestructurados para que sean sostenibles.
Nada ganamos simplemente con mandar unos recursos para desatrasar
unas deudas y esperar que a los seis meses hayan recaído
esas entidades en la enfermedad.
Hay que reestructurarlas para que sean eficientes, para que
sean sostenibles, y en esa tarea estamos empeñados en
el Cauca. Como lo hicimos en el Hospital San Jorge, que creo
que bastante sirvió esa reestructuración y que
la gente está contenta de cómo ha venido evolucionado.
Ahí está la tarea de lo público. Lo público
hoy tiene que ser tan eficiente como lo mejor de lo privado.
Y eso nos toca a los administradores del Estado.
Y estamos en la tarea de la reforma del Seguro Social y de las
clínicas. Vamos a tener esa EPS social entre las cajas
de compensación y el Estado.
Qué bueno. Y ojalá encontremos un modelo parecido
para el manejo de pensiones y el manejo de riesgos profesionales.
Y la reforma de las clínicas. De la ciudad que me atrevo
a hablar por tenerle toda la confianza, la mía, la ciudad
de Medellín me ha servido para decir lo siguiente: allá tenemos
dos tipos de clínicas, unas clínicas de excelencia
y las del Seguro Social.
Las del Seguro Social en Medellín eran una vergüenza,
los pacientes arrumados en los pasillos, y simplemente unas consignas
ideológicas del viejo estatismo marxista sosteniendo unos
altísimos costos laborales y prestacionales, y al mismo
tiempo unos pésimos servicios al ciudadano.
Las liquidamos. Las hemos entregado a una sociedad de Gobernación,
Universidad de Antioquia, cajas de compensación. Llevan
tres semanas en el nuevo modelo y hay alivio ciudadano.
Hay que reformarlas en todo el país. Da gusto ver el
resultado de haber reformado la clínica del Seguro Social
en Cartagena, ya no administrada por la estructura vieja del
Seguro Social sino por una comunidad sin ánimo de lucro
de los hermanos de San Juan de Dios.
O la clínica del Seguro Social en Santa Marta, administrada
ahora por la Fundación Cardiovascular de Bucaramanga.
Hay que reformar el Estado para que en este campo los colombianos
tengan plena cobertura de salud y buena salud.
Por eso a mis compañeros de coalición les he pedido
que no desmayemos un momento en la tarea de reformar el Estado.
Y hay que hacerlo en todo.
Algún día llegamos con el Gobernador, con el senador
José Darío Salazar a Guapi: una tragedia la electrificadora.
Debimos intervenirla, se hizo, se ha reformado, hoy es una cosa
distinta.
La reforma del Estado es un imperativo: llevamos 340 entidades
pero hay que reformarlas todas, apreciados caucanos, payaneses.
Por eso en buena hora la reestructuración de la salud
pública, de los hospitales del departamento del Cauca.
Trabajando con ahínco, pidiendo la ayuda de Dios y de
la Virgen María, venciendo dificultades con amor por Colombia,
es posible convertir sueños en realidades: el sueño
de una Colombia con plena cobertura en salud, con salud de buena
calidad, con aseguradores públicos, privados y mixtos,
con cooperativas y cajas de compensación, además
con instituciones prestadoras de asociaciones médicas,
de médicos también del sector público, también
del sector cooperativo, con una mezcla de actores cuyo propósito
común sea una gran cobertura de salud de la mejor calidad
para el pueblo colombiano.
Confío que no pase mucho tiempo para poder decir que
hemos logrado la plena cobertura en el Cauca.
Es una gran meta en la que estamos empeñados aquí,
como en todo el país.
Muchas felicitaciones, doctor Carlos Eduardo. Hace cinco, siete
años, en aquel Congreso, si usted me hubiera dicho que
ya se iba a hacer esto, quién sabe si habríamos
creído.
Pero qué bueno que las iniciativas como las suyas, los
esfuerzos heroicos de las Fuerzas Militares y de Policía,
estén posibilitando un país distinto, que lo queremos
con rectitud, con prosperidad, seguro, equitativo, en trance
de superar la pobreza.
Muchas, muchas, muchas felicitaciones”.