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PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN EXPOCONSTRUCCIÓN

Bogotá, 22 may. (SNE).- Las siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez en la apertura de Expoconstrucción y Expodiseño en Bogotá.

“Quiero saludarlos muy afectuosamente a todos, felicitar inmensamente a Camacol, en cabeza de su presidenta, la doctora Beatriz Uribe Botero, a Prodiseño, a su presidente el doctor Harry Child Williamson, al director general de Corferias, al doctor Andrés López Valderrama, por este gran evento.

Las cifras que nos han dado son muy tonificantes. El aumento de los metros cuadrados, de la facturación, de la cartera hipotecaria y el posicionamiento de la Feria, dado el vertiginoso crecimiento de participantes.

La doctora Beatriz Uribe Botero nos ha dicho dos cosas: primero, que el sector va bien; y segundo, que se necesitan unos elementos, algunos de los cuales están incorporados ya en el Plan Nacional de Desarrollo.

Confío que ese diálogo permanente con el Ministerio, en cabeza del doctor Juan Lozano Ramírez, nos permitirá encontrar respuestas positivas a esos elementos que el gremio reclama.

¿Cuál es el interés del Gobierno? El interés del Gobierno no es de un brillo esporádico de la economía colombiana. El interés es que tengamos unas tasas sostenidas, vigorosas de crecimiento. Por eso el Gobierno vive pendiente de hacer el juste que toque para que esto no sea flor de un día, para que esto persevere, para que esto se proyecte en el tiempo.

La palabra clave que hemos buscado, apreciados compatriotas y distinguidos visitantes, es la palabra confianza.

Si a mí me preguntaran: ¿Defina en una palabra lo que el Gobierno que usted preside busca para Colombia? yo diría confianza. Que los colombianos tengan confianza para vivir en este país, los colombianos y la comunidad internacional confianza para invertir en Colombia, las nuevas generaciones, confianza para estudiar en Colombia, para hallar caminos de felicidad en Colombia.

Esa confianza obliga a hablar del papel que nosotros le asignamos al Estado y al sector privado, y de los objetivos de Gobierno.

En la actual coyuntura de América Latina se hace necesario volver a decir, por cada Gobierno, qué se piensa del papel del Estado.

América Latina estuvo en un momento, no hace muchos años, en la tendencia de desmantelar el Estado. Eran las exageraciones en la aplicación del Consenso de Washington.

El Estado parecía el estorbo. Nada se había resuelto con la apertura de mercados, nada se había resuelto con la apertura financiera y entonces era necesario desmontar el Estado, que al parecer de quienes hicieron el diagnóstico en ese momento, era la gran barrera.

Eso fracasó, pero Colombia no ha estado allí, porque Colombia no se ha dado a la tarea de desmantelar el Estado.

En nuestro Gobierno, hasta diciembre habíamos reestructurado 360 empresas del Estado, empezando por Telecom, siguiendo por 190 hospitales, pero sin desmantelar el Estado.

Una tarea es reestructurarlo para ponerlo al servicio del buen Gobierno, al servicio de la comunidad, no al servicio de los intereses politiqueros ni al servicio de los excesos sindicales.

Y por supuesto que nos falta mucho en la tarea de reformar el Estado. Apenas hemos reformado las clínicas del Seguro Social en Cartagena, en Santa Marta, y empezamos la reforma de las clínicas en Medellín. Queda faltando la reforma de las clínicas del Seguro Social en el resto de las ciudades colombianas.

Nuestra decisión será no desmontar el Estado, pero trabajar infatigablemente hasta el último día de Gobierno para reestructurar, reestructurar entidades del Estado hasta que nos alcance el tiempo.

Pero América Latina ha hecho un brusco viraje del desmantelamiento del Estado, a las nuevas tendencias estatistas. Aquí tampoco está Colombia, ni desmantelamiento del Estado ni estatismo.

Frente al sector privado la posición colombiana es muy clara: todas las garantías para invertir en Colombia, al capital nacional e internacional, con responsabilidad social. La presencia del Estado es para garantizar esa responsabilidad social.

Esa responsabilidad social hay que exigirla en tres expresiones: en las relaciones de los inversionistas de la comunidad privada con el Estado, en sus relaciones con las comunidades, y en sus relaciones laborales.

Stiglitz (Joseph) señala que uno de los problemas graves que ha habido en América Latina y que han creado gobiernos que podríamos llamar alternativos, se derivan de la circunstancia de que en América Latina se adjudicaron contratos, concesiones de recursos naturales, etcétera, de manera corrupta.

Que muchas relaciones de esas empresas con el Estado han sido relaciones sin transparencia. En Colombia buscamos todo lo contrario.

En Colombia buscamos que haya transparencia para adjudicar los contratos, las concesiones, para renovarlas; transparencia en la relación de los inversionistas con la tributación, primera expresión de la responsabilidad social. Cuando hay esa transparencia, hay confianza en la democracia.

Segunda expresión de la responsabilidad social: solidaridad con las comunidades del entorno.

No puede ser que un país que le da todas las garantías al capital internacional, el capital internacional no resuelva el problema de un casco urbano, cerca de la Jagua de Ibirico, por donde pasan 700 tractomulas cargadas de carbón al día, una carretera destapada que le causa cualquier clase de enfermedades respiratorias a los habitantes de ese poblado.

Este es un caso típico de cómo tiene que haber responsabilidad social en las relaciones con la comunidad.

Entonces, ¿cómo hay que enfrentar esto? con transparencia. No puede haber un Gobierno incitando contra la empresa privada, ni tampoco puede haber un Gobierno cohonestando que la empresa privada maltrate a la comunidad.

¿Qué hay que hacer? creemos, estimular un diálogo permanente Gobierno - empresa privada - comunidad, y buscar de cara al sol, hablando en voz alta opciones para resolver este tipo de problemas.

Resolverlos le cuesta a la empresa privada, pero le genera un ambiente muy favorable en el conglomerado. Es mucho más caro perder la confianza de una comunidad, que hacer unas inversiones que reflejen la solidaridad con esa comunidad.

Y la tercera expresión que nosotros buscamos de responsabilidad social se da en las relaciones laborales. No puede, una sociedad democrática de inversión privada, tener unas relaciones laborales de capitalismo salvaje. Tampoco el otro extremo, el odio de clases.

Relaciones laborales fraternas, cristianas, es lo que buscamos que se de en toda empresa privada en Colombia.

Los tres objetivos de Gobierno: consolidar la Seguridad, consolidar la confianza inversionista y las metas sociales. Éstas últimas muy exigentes, definidas en el Plan de Desarrollo: plena cobertura en educación básica, lograr una cobertura del 35 por ciento en universidad, continuar la revolución del Sena.

Primer Gobierno: pasó de cinco millones de horas de enseñanza a 15 millones de horas de enseñanza, de un millón 100 mil estudiantes a cuatro millones. Segundo Gobierno: tiene que llegar a 250 mil cupos de técnicos y tecnólogos, coordinados con las universidades. Técnico que se gradúe en construcción en el Sena, que tenga la posibilidad de seguir en una universidad, para llegar a ser un gran ingeniero y por qué no, tener un asiento en la Junta de Camacol y así sucesivamente.

Otro objetivo para el Sena, segundo Gobierno: un millón 200 mil estudiantes en ambiente virtual. Punto de partida, cero. Otro objetivo para el Sena, y lo menciono muchísimo por su gran impacto a la industria de la construcción, el Sena tiene que convertirse en el gran capacitador y en el gran acompañante del microcrédito, en un pilar esencial de nuestro proyecto de Banca de Oportunidades.

Banca de Oportunidades

Buscamos con Banca de Oportunidades entregarle crédito a cinco millones de familias colombianas, parecería una cifra colosal. Microcrédito: en el primer Gobierno propusimos millón 800 mil, parecía imposible, lo logramos. Ahora hemos propuesto cinco millones, y lo tenemos que lograr. Eso no se logra fácil, hay que hacer grandes esfuerzos.

Consejo Comunitario tras Consejo Comunitario, reunión de Banca de Oportunidades tras reunión de Banca de Oportunidades, le digo a mis compatriotas concentrémonos en esto, que que conseguirle un crédito de 100 millones a una firma sólida es fácil, le mandan la plata por teléfono. Conseguirle 400 mil pesos de crédito a una mujer humilde, que tiene un ventorrillo en la calle, que tiene la plancha empeñada y que necesita 200 mil pesos para capital de trabajo, es muy difícil.

Pero no superar esa dificultad, es resignarnos a una gran expresión de exclusión. Una sociedad incluyente necesita superar esa barrera, y por eso estamos empeñados, por eso estamos empeñados en el tema de Banca de Oportunidades, que confiamos va a ayudar mucho en la construcción.

Este año aspiramos vincular no menos de 100 mil informales al Fondo Nacional del Ahorro, en la etapa experimental, después de aprobada la nueva Ley, para que el año entrante empiecen a recibir crédito, especialmente orientado a vivienda.

Banca de Oportunidades el SENA, engranados entre sí. El SENA como capacitador de microempresarios, acompañante de microempresarios para acceder al crédito, acompañante de microempresarios mientras ellos sean deudores. El SENA y Banca de Oportunidades se convierten en un gran apoyo a la industria de la construcción.

Las 78 mil compatriotas que son madres comunitarias de Bienestar Familiar, aspiramos que todas queden afiliadas este año al Fondo del Ahorro en la modalidad de Banca de Oportunidades, para que puedan ser al cabo de 12 meses de ahorro, beneficiarias de crédito.

Podríamos hablar de muchos de nuestros objetivos sociales, se los resumo en uno: cuando llegamos al Gobierno, la pobreza estaba en el 60 por ciento, está en el 45 (por ciento). A mi me dicen “pero Presidente cómo ha rebajado, uno ve la pobreza en las calles, allí en Altos de Cazuca”. Digo, y es que quién dijo que 45 es una buena cifra, 45 es muy alta. Lo que pasa es que eso venía en un crecimiento exponencial, por fortuna se paró y ha empezado a regresar.

Estamos haciendo todos los esfuerzos para que en el año 2010, al terminar el Gobierno, el país tenga una pobreza no por encima del 35 (por ciento), que facilite que aquellos que nos sucedan en el Gobierno, puedan entregarle al país en el año 2019, el cumplimiento de una meta, de una pobreza no superior al 15 por ciento.

Confianza Inversionista

Tres objetivos de Gobierno: el tema de las metas sociales, hay que cumplir las metas sociales del milenio antes de la fecha indicada por Naciones Unidas. El tema de la confianza inversionista, y el tema de la consolidación de la seguridad.

Me preguntan algunos compatriotas, Presidente ¿pero por qué usted no habla de crecimiento de la economía, sino de confianza inversionista? Y yo les contesto: me da pena entrar en ese debate, yo no soy economista, soy un metido en la economía, manejo economía de tendero, de papel y lápiz.

Pero creo, discutiendo con los economistas, que es mucho más importante para un país tener altas tasas de inversión derivadas de la confianza, que le garanticen altos crecimientos económicos sostenidos en el largo plazo, que tener crecimientos altos por factores coyunturales que no se sostengan en el largo plazo.

Nada ganamos con que en un año el descubrimiento o la explotación de un pozo de petróleo o una buena cosecha cafetera o un buen precio de café, nos produzcan un alto crecimiento de la economía, y que al año siguiente o dentro de poco, a los pocos años posteriores, eso se derrumba.

Lo que garantiza un crecimiento alto de la economía, es la confianza inversionista. Y esa confianza inversionista se ha venido dando, mi angustia es, ¿cómo la vamos a sostener y a proyectar en el tiempo?

Se ha venido dando, apreciados compatriotas, apreciados visitantes internacionales, la sienten ustedes en sus empresas. Lo que las cifras que ha traído la doctora Beatriz Uribe, su generosa manifestación de percepción del sector, muestra que se ha venido dado confianza inversionista.

Cuando empezamos, la inversión en Colombia, su flujo como porcentaje del PIB, era del 12 (por ciento), el año pasado casi del 26. La inversión privada era del seis y medio, el año pasado del 19. Pero hay que sostenerla.

Y entonces ¿en qué estamos empeñados?, primer factor para sostener esa inversión: el modelo. Un Estado que garantiza inversión, sin tentaciones estatistas, pero que exige responsabilidad social. Segundo, la Seguridad Democrática. Tercero, elementos importantes como la tributación. Cuarto, mercados. Quinto, proyectos. Sexto, salud fiscal, buena la economía.

En el tema tributario. Yo celebro la discusión que se dio con ustedes el año pasado sobre los incentivos, en buena hora. Por esto: cuando el Gobierno introdujo una serie de incentivos en el año 2003, yo recibía dos mensajes: un mensaje en voz baja de los sectores reales de la economía, que me decían bien Presidente, esos incentivos se necesitaban.

Pero enseguida lo que se leía y se oía en los medios de comunicación, era el regaño de la academia económica, que decía, estos incentivos le hacen daño a Colombia.

Lo que se propuso y se discutió el año pasado fue muy bueno. Yo no sé a cuántos foros asistimos, donde la gente decía, pero si los incentivos que están empezando, si los incentivos todavía son recientes, apenas están empezando a producir beneficios ¿por qué los van a quitar ya’

Y yo creo que ese debate se lo ganó el país real a la academia económica. Y fue bueno que se hubiera dado. Y además introdujimos otro incentivo importante, quedó en firme, ya sin limitación en el tiempo, la deducción del 40 por ciento a toda nueva inversión en Colombia.

Permitan hacer allí una diferencia con las políticas tributarias que se les asignan a los países que estimulan la concentración del ingreso. Nosotros, a diferencia de aquellos países, no estamos en el camino de rebajar las tasas de tributación, para que los sectores más pudientes apropien más utilidades y atesoren más. No, nosotros lo que hemos hecho es darle incentivos a la inversión.

Si usted gana mucho y no invierte nada, no tiene incentivos. Pero si usted invierte, tiene una deducción del 40 por ciento. Esa deducción se convierte en un apoyo a las nuevas inversiones del 12.8 por ciento. Eso empieza a ser la tributación colombiana muy competitiva. Empieza a hacer que la economía colombiana, desde el punto de la tributación, sea muy competitiva.

Yo le preguntaba ahora a la doctora Beatriz Uribe Botero ¿qué informe tiene la industria de la construcción de habitaciones hoteleras que se estén construyendo este año en nuestro país? Cotelco me ha dicho que cinco mil, pero vamos necesitar muchas más, para todos los eventos que se vienen en Colombia en los próximos años, y para el propósito de que sean dos millones los visitantes internacionales que le lleguen anualmente al país. Venimos de 530 mil, vamos a ver si este año rondamos el millón 300. Y vamos avanzando año tras año, para que en algún momento el país llegue a dos millones de visitantes internacionales.

Y uno ve que no solo la Seguridad Democrática, sino también esos incentivos tributarios, empiezan a ayudar mucho a vigorizar la construcción en uno de sus elementos tan importantes, como es la hotelería, como es el turismo.

Otro elemento muy importante, estabilidad – reglas de juego. El Congreso nos aprobó la ley que permite al Gobierno firmar los pactos de estabilidad con los inversionistas privados. Ya hoy se pueden firmar, ya se están firmando. Yo creo que eso les garantiza, les da tranquilidad a los inversionistas privados. Hacen una inversión bajo una norma tributaria, entonces el temor es: y si mañana nos la cambian. Esos pactos de estabilidad le aseguran a ese inversionista -como su nombre lo indica- que esa regla tributaria se le mantendrá estable, eso es bien importante.

El otro tema, el tema de mercados, estamos luchando por él. Nosotros estamos buscando mercados en todo el mundo. Esta tarde hablaba con el Embajador de Brunei, le decía: mire, ayúdenos para que rápidamente, Colombia pueda entrar en el G-4, que es un grupo de países del Pacífico, donde están Chile, Australia, Nueva Zelanda y Brunei.

¿Ustedes saben en qué estamos? en la búsqueda del mercado de los Estados Unidos. Hay una nueva reunión este mes, a ver si rápidamente empezamos ya en forma la negociación con la Unión Europea. Mañana nos reunimos en la Presidencia con el Vicecanciller de Canadá. Hace poco hablé con el Primer Ministro (Stephen) Harter, y hoy vemos en el Canadá, ánimo de llevar a cabo esa negociación con Colombia.

Estamos próximos a firmar con tres países centroamericanos. Hemos firmado con Chile, y hemos tomado la decisión con el Gobierno del Perú de hacer un acuerdo bilateral, que le permita a los dos países, sin violar la Comunidad Andina, ir más allá de la Comunidad Andina, tener una especie de normatividad ultra, extra, no en contra, sino extra Comunidad Andina, para que se desmonten las barreras inversionistas entre Colombia y Perú.

Aspiramos seguir, en la firma de nuestros acuerdos de protección de inversiones con países europeos, y hacerlo también con los asiáticos. Y esto necesita infraestructura, y necesita buena macroeconomía.

Infraestructura

Cuando se habla del gasto público, hay tres temas que para todos los colombianos, no solamente para el Gobierno deben ser muy sensibles.

Yo le decía al Gerente del Banco de la República, y él me comprendía esta mañana, le dije: ¿cómo paramos el gasto en seguridad? ¿cómo no iniciamos lo que está previsto en infraestructura? ¿cómo incumplimos la política social?. Es que no seguir este proceso de seguridad, es dejar por ahí las semillas de guerrillas, paramilitares, para que se vuelvan a crecer, vuelvan a germinar, y a desinstitucionalizar el país. Esa tarea de seguridad la tenemos que continuar.

La infraestructura colombiana es muy pobre. Cuando se aprecia desde un helicóptero las carreteras que comunican a Bogotá con el río Magdalena, yo me lleno de admiración por mis compatriotas, digo: pero cómo tienen esta ciudad tan bella y esta economía tan vigorosa, con estos hilitos de carretera. Ayer había 27 derrumbes en la carretera Medellín a Cartagena.

Y ese Valle de Aburrá nuestro, los paisas lo ponderamos enormemente, después del Valle de Aburrá no hay nada, pero ya cuando uno lo empieza a ver objetivamente, es chiquito y angostico. Digo, como ha prosperado esa civilización industrial allá, con esas carreteras tan malas para salir al mar, a 600 kilómetros del mar.

Este país ha tenido que hacer un esfuerzo muy grande. No tenemos infraestructura. Estamos buscando cómo empezamos un desarrollo grande.

Claro, el país pasó en los últimos 4 años de 32 kilómetros de Transmilenio en Bogotá a 84, el 70 por ciento lo financia el Gobierno Nacional. Estamos haciendo Transmilenios en Cali, en Pereira, en Medellín, en Bucaramanga, en Cartagena, en Barranquilla. Ahora vamos a empezar en otras nueve ciudades colombianas.

Y de los mil por Plan 2.500 yo creo que se han pavimentado ya unos 1.200 kilómetros. Y hemos superado, hemos superado los pleitos que se daban en todas las concesiones viales, pero, y estamos adjudicando las nuevas concesiones. Pero eso el país no lo va a creer sino cuando lo empiece a ver ya, lo empiece a ver ya prestando servicio. Esos gastos que empiezan a hacerse, no pueden paralizarse.

La reforma en Telecom y la confianza en el país nos permite un futuro muy promisorio en lo que falta de infraestructura de telecomunicaciones. El país hizo un gran desatraso en telefonía móvil, pero está muy atrasado en banda ancha y en Internet. La Telecom de hoy es muy distinta a la de hace cuatro años. La de hoy está al día en los pagos de los pensionados, está al día con los trabajadores y tiene 8 billones en Caja para invertir en los próximos años y hay una gran confianza de todas las empresas que están invirtiendo es ese ramo en el país.

Yo confío que el país va a dar un salto, años tras año, en banda ancha, en Internet, en conectividad en general. Esos esfuerzos no se pueden paralizar.

Ahora alguien me preguntaba allí, porque les pude hacer unas preguntas tranquilamente porque no llegué tarde, y entonces me decía alguien de ustedes: “no es que estamos exportando materiales a muchas partes pero tenemos problemas con el Puerto de Buenaventura”.

Sí, ahí estamos procurando tener renegociada la concesión para el 1 de julio, a ver cómo los concesionarios, el Gobierno les facilita extendiéndoles los plazos y ellos hacen unas inversiones grandes para poner ese puerto a la altura de las necesidades de Colombia.

Y estamos empeñados en la construcción de la doble calzada Buga-Buenaventura. Si podemos avanzar en la doble calzada Bogotá-Girardot, esa va bien, hay unos tramos que no se ven porque desde la carretera actual no ve la construcción de la variante de Fusagasuga o la del túnel, enseguida extenderla hasta Ibagué.

Los viaductos a la Línea, el túnel de la Línea que ojalá lo llamáramos Túnel del Segundo Centenario, y la doble calzada del Valle del Cauca y la de Buga–Buenaventura, eso le daría un gran alivio a la competitividad del país, como la doble calzada Bogotá – Santa Marta.

En todo eso estamos empeñados, pero hoy no lo tenemos. Hay que acelerar la marcha a ver si lo tenemos.

No funciona bien la economía. Para que la confianza inversionista se consolide y se proyecte, siempre tiene que haber buena macroeconomía, salud fiscal.

Hoy tenemos dos problemas: un rebrote inflacionario y este tema de la tasa de cambio.

El rebrote inflacionario en mi concepto y lo que le he escuchado a los economistas, tiene varias causas: primero, aquí ha crecido el consumo y mucho, y en artículos populares.

Nosotros vimos una cantidad de años en Colombia cuando no creció el consumo de alimentos, ahora está creciendo por fortuna y eso indica que los sectores populares han mejorado capacidad adquisitiva.

A mí me dicen: “Hombre, pero es que Colombia vendía 80 mil carros y pasó a vender 180, 200 mil. Vendía 60 mil motos al año y pasó a vender 300 mil”.

Yo le digo, bueno, búsqueme con consumos populares. Dígame electrodomésticos populares y dígame comida, y allí hay un gran crecimiento.

Y el mayor consumo de alimentos no se le debe a los sectores más pudientes, viven a dieta, se le debe a los sectores populares, eso hay que tenerlo en cuenta.

Ustedes observan la Sabana de Bogotá, hasta hace un mes estaba seca, tenía más verde este piso. Hoy es una esmeralda, ese verano nos produjo en todo el país un estancamiento en la producción de alimentos y ahí mismo se reflejó en precios.

Ojalá las lluvias sigan siendo moderadas, no vamos a tener una temporada de invierno que nos haga daño porque todo indicaría que con lluvias moderadas puede haber unas cosechas que nos ayuden a superar estos temores inflacionarios.

Los países vecinos jalonan de aquí. Yo no le puedo decir al Gobierno de Venezuela que no le ayudamos a superar un desabastecimiento de carne. Esos temas hay que manejarlos con hermandad, hoy por ti mañana por mí, entonces los países vecinos jalonan, especialmente Venezuela.

Tenemos otro factor, el petróleo, la búsqueda de combustibles alternativos. La agricultura generadora de energía empieza a tener como precio de referencia el petróleo, la gente ya no piensa en el maíz solamente para producir concentrados o como alimento humano directo sino como una fuente de generación de etanol y ha pasado de valer 120 dólares la tonelada a vales 180, 200.

Lo mismo algunos aceites, todo lo que sea producto agrícola con posibilidad de generar energía, es hoy objeto de una inflación mundial de alimentos.

Por supuesto, las inversiones apenas van llegando, entonces hay sectores de la economía donde empieza a estar la demanda muy cerquita de la oferta y se desatan presiones inflacionarias, pero yo confío que las medidas tomadas van a ser útiles.

Me parece que en materia de tasa de interés el país no puede llegar a extremos. No puede llegar al extremo de tener unas tasas de interés prohibitivas que no permitan que la gente compre vivienda, que no permitan que la gente crezca la economía con moderados niveles de endeudamiento, pero tampoco podemos negar unos ajustes a tiempos.

Unos ajustes a tiempo como los que ha introducido el Banco Central pueden ayudar a dar unas señales muy sólidas contra la inflación y a evitar unos procesos inflacionarios más preocupantes que obliguen a medidas de choque que generen colapsos.

Por eso, yo diría que hay que dar tranquilidad que lo que se ha hecho en materia de tasas de interés, tan sensible para la construcción, es prudente y es para evitar que sobrevengan catástrofes como en el pasado.

El tema de Tasa de Cambio. Se han tomado unas medidas pero faltan otras. Se han tomado básicamente dos medidas: la medida de exigirle a los créditos unos depósitos, eso encarece los créditos en moneda extranjera de corto plazo. En los de largo plazo, el depósito que es igual para todos se diluye más, entonces al diluirse más no se siente su impacto en la tasa de Interés como sí se siente ese depósito en la tasa de Interés de los créditos a corto plazo.

Se ha tomado una segunda medida: que es exigirle a los actores del sistema financiero unas relaciones diferentes entre sus patrimonios y las operaciones que hacen en derivados, pero se pregunta el país con asombro: “Y se toman esas mediadas y sigue cayendo la tasa de cambio”.

Yo comparto esa preocupación. Yo repito esta noche lo que he hablado durante todo el día con el presidente del Banco Central y con el Ministro de Hacienda (Oscar Iván Zuluaga) y el equipo económico: nos falta una medida.

Nosotros tenemos que establecer la diferencia entre la inversión extranjera directa que llega al país y los capitales de corto plazo, antes les decían capitales golondrina, hoy muy sofisticadamente los llaman capitales de portafolio.

Yo diría que el Gobierno no puede pretender afectar la inversión extranjera directa, pero el Gobierno sí tiene que defender el ingreso de los exportadores colombianos tomando todas las medidas necesarias para evitar que los capitales golondrinas sigan contribuyendo a erosionar de esta manera la tasa de cambio.

Desde el primero de mayo estamos reclamando esa medida. Ojalá se de. Yo esta misma noche voy a seguir trabajando con el equipo del Ministerio de Hacienda en ello.

Entonces hay una preocupación, una preocupación por el valor de los TES y por la demanda de TES. Una medida que frene capitales especulativos tiene que ir complementada de decisiones que protejan los TES porque los TES son un elemento muy importante del patrimonio de los colombianos, de los Fondos de Pensiones y también son un elemento muy importante de la confianza en el Gobierno.

Y allí puede haber dos medidas de TES, una que la liquidación de los balances contables de los tenedores de TES no la tengan que hacer cada cierto periodo sino cuando lo liquiden, no lo obligue a hacer la liquidación sino cuando lo liquide, cuando lo redime.

Una segunda, que todo el ahorro fiscal del Gobierno que no es poquito, esté a disposición de proteger los TES. Hoy tiene el Gobierno nueve billones en el Banco Central, habrá momentos en que eso se baja mucho, a cuatro porque hay que hacer pagos, el Gobierno ha venido haciendo un gran esfuerzo.

Nosotros hemos ofrecido y tendríamos que tener esos ahorros fiscales disponibles para proteger los TES, yo pienso que nos faltan esas medidas, dos medidas: El control a portafolio que llaman, no control a la inversión extranjera directa, el que venga a invertir bienvenido, a ese déle todas las facilidades, pero al que venga a hacer una ganancia a corto plazo, control de estos capitales. Y acompañar eso de medidas para proteger el valor de los TES, que pueden ser las dos a las cuales me referí.

Entonces se le ha reclamado al Gobierno que tiene que hacer mayor ahorro en gasto, no ha sido poquito apreciados compatriotas.

Cuando el Gobierno empezó, el déficit consolidado en ese mes de agosto (2002) era del 4,2 ahora está entre el medio y el uno por ciento. El déficit del Gobierno Nacional central era del 6,2, a eso le hemos sumado 1,4 que le tenemos que pagar al seguro. En este Gobierno se agotaron las reservas del Seguro. Este año el Gobierno Nacional de sus ingresos, le tiene que girar al los Seguros Sociales, cinco billones 100 mil millones, para que el Seguro Social le pueda pagar a tiempo a los pensionados.

A pesar de eso, un déficit del Gobierno Nacional central, que podría ser 6,2 más 1,4, ahí da 7,6, este año puede situarse entre el tres y medio y el cuatro. Más para el tres y medio. Todavía muy alto, pero ahí lo vamos reduciendo. El endeudamiento estaba en el 50 del PIB, hoy debe estar alrededor del 28,5 o 29, una gran reducción. Entonces el Gobierno ha hecho un gran esfuerzo pero va a seguir haciendo esfuerzo.

Estamos implementando el mecanismo jurídico, para ayudarle a los sectores de la producción y de las exportaciones, afectadas por la tasa de cambio, ayudarles con el mecanismo de entregarles recursos para que puedan pagar total o parcialmente durante un tiempo, contribuciones parafiscales al Sena, a Bienestar y a Cajas de Compensación. Vamos a seguir haciendo estos esfuerzos.

Colombia supera fenómenos delincuenciales que martirizaron

El tema de Seguridad Democrática hay que consolidarlo. El tema de la parapolítica, entendámoslo de esta manera: el país está superando fenómenos delincuenciales que lo martirizaron. ¿Lo que estamos viendo de dónde viene? Las guerrillas marxistas estuvieron muchos años dominando regiones colombianas, no se les hizo frente. El Estado dejó a los ciudadanos de esas regiones desprotegidos, entonces ese Estado de cosas produjo el paramilitarismo, y terminó el paramilitarismo con la misma crueldad y la misma práctica de las guerrillas.

Hay que mirar en todas las regiones colombianas el fenómeno y las revelaciones que hoy se hacen, lo que pasa es que a la guerrilla no se les exigieron. Pero quien enseñó en Colombia la combinación de las formas de lucha fue la guerrilla, yo no lo digo porque lo leí, yo no lo digo porque me lo contaron, lo digo porque lo viví en la universidad pública.

La guerrilla asesinaba y penetraba la política. Asesinaba y penetraba el movimiento sindical, asesinaba y penetraba el movimiento sindical. Asesinaba y penetraba la universidad, y le enseñaron eso a los paramilitares, y los paramilitares lo aprendieron bien, que es lo que hoy se está aclarando en Colombia, al menos en el caso de los paramilitares.

El proceso hay que seguirlo y hay que seguirlo tranquilamente. La Comisión de Conciliación me propuso hace dos semanas Presidente, que se divida la comisión en dos, que se confiesen los crímenes ante los fiscales, pero que las vinculaciones o las confesiones sobre personas involucradas se lleven a la confesión sacramental ante la Iglesia Católica.

Yo le contesté a la Comisión de Conciliación que eso no lo podíamos aceptar, es decir, ¿por qué me proponen eso?, porque los recluidos en la cárcel de Itaguí, los paramilitares dicen que sus confesiones van a ser desestabilizantes. Yo contesté no, conocer la verdad no desestabiliza, ayuda a hacer el diagnóstico para curar la enfermedad, y evitar que el paciente que ha sido la sociedad colombiana recaiga. Y yo no puedo aceptar eso porque el Presidente de la República ha jurado dos veces, cumplir la Constitución y la ley.

Entonces hay que impulsar la verdad y hay que superar estos fenómenos. Yo creo que la verdad le ayuda a Colombia a hacer una reflexión: primero conocer la tragedia que hemos vivido. Es muy duro vivir lustros en esas regiones, una noche esperando que llegue la guerrilla a un secuestro y al otro día esperando que lleguen los paramilitares a una extorsión. Es muy duro, la tragedia que ha vivido Colombia es muy dura yo tengo fe que la superemos, la mayoría de los hechos que hoy se investigan fueron cometidos antes de este Gobierno.

Hemos avanzado, hoy hay debate paramilitar, pero hay paz paramilitar. Que algunos de los desmovilizados se han tratado de rearmar, eso no lo vamos a permitir, con Seguridad Democrática, con todo el vigor, no pelechan los que se quieran rearmar. De los que se han tratado de rearmar 400 han sido dado de baja y más de 800 han sido puestos presos y la decisión del Gobierno es perseguir por igual todas las expresiones de la delincuencia.

Yo tengo fe que esto lo superemos, y que el país recobre el camino institucional, porque era un Estado derrotado. Yo recuerdo, llegué al amanecer del 8 de agosto de 2002 a Valledupar, todavía no había salido el sol allí, y el Estado estaba derrotado, eso estaba controlado por guerrilla y paras y desde ese día empezamos la derrota de ambos y la recuperación de la vigencia de las instituciones.

Y en ese estado de cosas, la gente fue muy sometida y obliga a hacer aclaraciones. Por ejemplo yo le he dicho a la Comunidad Internacional: yo no creo que en Colombia los empresarios hayan asesinado trabajadores, los trabajadores han sido asesinados por guerrilleros y paramilitares, no por empresarios.

¿Y cuáles han sido las circunstancias? Por supuesto si hay un fallo de la justicia que dice: el empresario tal es culpable de este asesinato, el primero que tiene que respetar ese fallo y condenar ese hecho es el Presidente de la República, entonces aclarando todo mi compromiso con la justicia, permítanme como observador de la vida colombiana decir, que yo creo que los asesinatos contra trabajadores no han sido asesinatos de empresarios, han sido asesinatos de paramilitares, de guerrillas.

¿Y de donde se derivan? Miren, de la combinación de las formas de lucha. ¿Qué pasó? La guerrilla involucró gentes del movimiento sindical en sus actividades y llegaron los paras a decir; asesinen a aquél que es colaborador de la guerrilla. Y los paras hicieron lo mismo, involucraron gente del movimiento sindical en sus actividades y llega la guerrilla y dice: asesinen a aquél que es colaborador de los paramilitares.

Y en el último año, el enfrentamiento que no esperábamos, entre FARC y ELN, ha hecho que la FARC asesine profesores o sindicalistas porque supuestamente tiene vinculaciones con el ELN y viceversa.

Aumentó la protección a sindicalistas

Ese problema del asesinato de trabajadores es hoy un gran obstáculo, un gran obstáculo para el TLC. ¿Por qué le he dicho a los Estados Unidos que nosotros reconocemos lo que falta, pero que ellos nos tienen que reconocer lo que hemos hecho? Por lo siguiente: antes de llegar yo a la Presidencia aquí en un año asesinaban, hay años de 256 personas entre sindicalistas y profesores, el año antepasado fueron 25, el año pasado hubo un recrudecimiento, subió a 60. Este año van dos sindicalistas y nueve profesores. El sábado asesinaron el Cauca en una vereda a una profesora, salió para una fiesta, nosotros estamos siguiendo caso a caso, caso a caso.

Un gran intangible que ha ganado el país, es que recuperamos la capacidad de asombro, antes había un secuestro, un asesinato, era una noticia más, en lugar de condenarlo o preguntaba ¿por qué?

Y han asesinado dos sindicalistas, uno del INPEC y otro en Sucre, y miren lo de Sucre. El de Sucre, apareció dado de baja por la fuerza pública en un enfrentamiento de la fuerza pública con la guerrilla, apareció armado, del lado de la guerrilla enfrentando con armas a la fuerza pública.

El levantamiento del cadáver lo hizo el CTI, nosotros hemos dicho: cada caso hay que comunicarlo, si mañana o pasado mañana hay una prueba que diga, es mentiras esa hipótesis, fue la Armada la que lo mató, el primero en aceptar eso es el Gobierno, pero le hemos puesto cuidado riguroso, cuidado a cada caso.

Y entonces dicen los críticos nuestros: “Ah, pero es que hay impunidad”. Había. Nosotros hemos hecho varios esfuerzos, primero: hoy protegemos en Colombia a seis mil personas, de ellos son mil quinientos sindicalistas. ¿Saben cuánto le vale al presupuesto este año? Le vale 76 mil millones de pesos.

Segundo: incorporamos a la Constitución el sistema penal acusatorio, la modalidad oral, se modificaron los códigos. El año pasado para aplicar el sistema penal acusatorio, el país tuvo que invertir 70 millones de dólares adicionales. Ya este año se han producido las primeras 37 sentencias que han condenado 59 personas como culpables de asesinatos contra líderes sindicales. O sea que estamos trabajando con todo rigor para superar la impunidad.

Y hoy necesitamos decirle esto, repetir esto en todas partes a la Comunidad Internacional, porque nosotros no podemos dejar que la falta de información lleve a que nos den un tratamiento de país paria, sobre todo cuando aquí se está haciuendo este enorme esfuerzo.

Veo a sectores de la opinión colombiana muy preocupados. ¿Qué va a pasar con este proceso paramilitar? Hay que seguirlo para adelante. Y creo que lo que más le conviene al país, es que se diga la verdad.

Lo que más le conviene al país es que se diga la verdad

Algunos están pidiendo beneficios jurídicos, beneficios jurídicos va a pedir el ELN y la FARC, preparémonos para eso. A los paramilitares no les hemos dado animista ni indulto por delitos atroces, la FARC y el ELN lo van a exigir y eso va a dificultar los procesos con ellos, porque a la misma razón la misma disposición: si por razones constitucionales de derecho internacional a los delitos atroces de los paramilitares no se les puede dar animista ni indulto, tampoco se le podrá dar este beneficio a las guerrillas.

Yo me propongo en los próximos días excarcelar unos guerrilleros de las FARC, con unas condiciones, y vamos a cumplir esa oferta para que a estos bandidos de las FARC no le queden disculpas con las cuales tratan de justificar la no liberación de los compatriotas secuestrados.

El ELN, ya dijo alguien de ellos que si, que esperaban en un acuerdo con el Gobierno a la excarcelación de los del ELN y a la liberación de los secuestrados.

Las decisiones que se vienen en todo eso son difíciles, bien difíciles. El tema ¿por qué están los paras en la cárcel? Por delitos atroces, porque el Gobierno tuvo que tomar esas decisiones, por circunstancias que se conocieron de La Ceja, etcétera. También le he dicho al Ministro del Interior y al Comisionado: díganles, que si se cumple con el proceso de paz, si hay sentencias, si las cumplen bien, se puede pensar en tener otras alternativas como colonias agrícolas.

En esa materia carcelaria con paras, con guerrillas, ELN, FARC, el país se tiene que preparar para decisiones que tenemos que tomar.

Y esto no es para estarlo hablando el Presidente por allá en cuchicheo, dentro de cuatro paredes, sino hablarlo con ustedes, con todos los colombianos. Que les voy a hablar yo esta noche de diseños o de construcción si ustedes son los que saben de eso y eso va bien, les tengo que hablar de este lío apreciados compatriotas.

Ahora, que creo yo: primero, nada puede obstaculizar el proceso, segundo, nada puede obstaculizar la verdad, tercero habrá que buscar beneficios carcelarios.

Este fin de semana me llamaba un compatriota y me decía: “mire Presidente, al gente estaba sometida en las regiones, hay que amnistiarlos”. Yo no creo, yo no creo que si hay alguien comprometidos en un delito cruel, se pueda amnistiar.

Lo que si creo es que sin amnistiar y sin indultar, en caso de delitos atroces, nos tenemos que preparar para darle el beneficio de la excarcelación a quienes confiesen la verdad, a quienes confiesen la verdad y esa confesión sea aceptada por los jueces de la República. Yo creo que tenemos que abrir una sana discusión nacional en esa materia y por eso quería plantearlo esta noche aquí.

Lo único que se debe excepcionar de una excarcelación es al Presidente de la república. Si al Presidente de la República lo tienen que meter a una cárcel que lo metan, que lo metan a la cárcel y lo dejen podrir allá, pero es el Presidente para proponer un tema de agitación nacional tan importante como este el que tiene que decir si vamos a hablar de beneficios de excarcelación para compensar la verdad, que de esos beneficios de excarcelación se excluya claramente al Presidente de la República, para que sea el Presidente de la República el que pueda tener autoridad moral para conducir estos procesos y parta hablar con toda franqueza de estas dificultades, mirando a sus compatriotas a los ojos.

¿Y por qué premiar la verdad? Yo creo que es más importante premiar la verdad que purgar una pena, porque muchas veces se purga la pena pero no se supera la enfermedad. ¿Y qué es lo que queremos? Lo que queremos no es tener más gente en la cárcel para que el país tenga más guerrilla y más paras y más narcotráfico, lo que queremos es que el país nos acompañe en el proceso de recuperar plenamente las instituciones. Un país sin guerrilla, sin narcotráfico, sin paramilitares, sin corrupción y yo creo que a eso contribuye la verdad.

Mi invitación sería a que creemos una discusión nacional constructiva, en la dirección de premiar la verdad, a ver como podemos recuperar el camino institucional.

En otro momento, después de que ustedes hayan pasado esta feria que va a ser muy exitosa, nos sentamos con la doctora Beatriz Uribe, con sus directivos, con Juan Lozano y miramos esos puntitos que faltaron en el Plan de Desarrollo.

A todos muchas gracias y muchos éxitos.

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