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Año 2006 | 2007
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24 de julio
PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN GRADUACIÓN DE PERIODISTAS DEL DIPLOMADO SOBRE ECONOMÍA SOCIAL

Medellín, 24 jul (SNE). Las siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez durante el acto de graduación de periodistas del diplomado de economía social, organizado por el Club de la Prensa, patrocinado por Comfama e impartido por la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB).

“Me honra muchísimo acudir nuevamente a este compromiso. Es ya el tercero al cual asisto. Este enorme esfuerzo que ustedes realizan año tras año para avanzar en el conocimiento. El mundo de hoy exige estudiar todos los días. Cuando Mao Tse Tung tenía 84 años, estaba estudiando inglés. Dicen los chinos que el hombre empieza a morir el día que deja de estudiar. Para nosotros los seres humanos, el único nivel de ciencia posible es el relativo. Y a él solamente podemos acceder un poquito todos los días si hacemos el esfuerzo de estudiar todos los días.

Quiero felicitar muy de verdad a Humberto López López por esta tarea. Por la promoción de este esfuerzo y por su ejemplo personal. Nos honra a los antioqueños. Quiero felicitar a la doctora María Inés Restrepo de Arango por ese entusiasmo social en la conducción cotidiana de Comfama, confundida con Antioquia, con la compensación familiar en el país. Y a la Universidad Pontificia Bolivariana. A monseñor Luis Fernando Rodríguez por la vinculación a esta tarea. A ustedes, apreciados graduandos. A sus familias.

Cuando veo las posibilidades y las dificultades de Colombia, digo: sí, Colombia tiene mucha posibilidad, porque el 85 por ciento del territorio no se ha explorado para minería. Tiene apenas el 15 por ciento explorado. El 85 por ciento no se ha examinado.

Cuando digo: Colombia tiene mucha posibilidad porque tiene 44 millones de hectáreas de pastos y sabanas donde se puede hacer un gran desarrollo de biocombustibles, a lo cual ayudan las horas de sol, el clima, la localización geográfica, para contribuirle al empleo agrícola, para contribuirle como alternativa al agotamiento del petróleo, para contribuir en las estrategias contra el calentamiento global; cuando pienso que Colombia tiene todas las posibilidades en la industria cinematográfica, en la industria de los computadores; cuando vemos que Colombia en cuatro años pasó de 4 millones de celulares a 30 millones y que en estos cuatro años puede lograr un gran desatraso en conectividad y en fibra ancha, digo: sí, muy importantes las posibilidades de Colombia. Pero la más importante es su gente. La laboriosidad de su gente. La disciplina de su gente.

Y ustedes son un ejemplo de ello. Los admiro mucho: trabajar de sol a sol en su batalla periodística. Muchas veces con todas las incomprensiones, con todas las dificultades, con toda la sub-remuneración. En ocasiones luchando por la afiliación a la seguridad social, y madrugar con tenacidad los sábados a formarse, a cumplir con los deberes de este diplomado. Eso dice muy bien de todos ustedes y nos da un ejemplo para trabajar con toda la disciplina por la patria colombiana.

Las palabras que conforman el vocablo “economía social” son indisolubles, inseparables. La economía, ese manejo científico de todos los elementos que concurren a la producción, es un medio. El fin es el social, que es la superación de la pobreza, la construcción de equidad, la creación continua de bienestar.

Donde quiera que miremos los elementos que constituyen el modelo de un país, la economía social aparece como un imperativo. Miro, por ejemplo, el modelo que estamos impulsando en Colombia como concepción de Estado: ni desmontar el Estado ni estatismo. Reformar el Estado, sin desmontarlo. Ahí aparece la necesidad de la economía social. Toda reforma de empresas del Estado es una reforma que debe mejorar el producto económico y al mismo tiempo tener mejor impacto en el tejido social.

Nosotros reformamos a Telecom. Tiene que ser para mejorar el producto económico de las telecomunicaciones y para tener mejor impacto en el tejido social. La reformamos. Entonces tiene que producir más seguridad para pagarles a los pensionados, más seguridad para pagarles a los trabajadores. Tiene que producir un resultado económico de ahorro para las finanzas públicas. Tiene que producir una posibilidad social. Disponer de los recursos para conectar escuelas, para conectar hospitales, para conectar bibliotecas, etcétera. Si nosotros reformamos a Ecopetrol, tiene que producir semejantes resultados en su área.

Cuando hablamos, por ejemplo, de que nos oponemos al estatismo, pero exigimos que las libertades que nuestro país da a la inversión tengan como reciprocidad la responsabilidad social, aparece la economía social. La razón de ser de la inversión es poder crecer la oferta de bienes y servicios, como medio para resolver problemas de superación de pobreza, de construcción de equidad.

Cuando hablamos que esa libertad de inversión que caracteriza el modelo colombiano, por oposición al estatismo de muchos países de América Latina, que tiene que estar sustentada en la responsabilidad social, hablamos de economía social.

Responsabilidad social reflejada, primero, en la transparencia de la relación entre las empresas y el Estado. Transparencia en la adjudicación de contratos, transparencia en la adjudicación de concesiones, transparencia en la solución de disputas, transparencia en la tributación.

Responsabilidad social reflejada en la solidaridad de las empresas con las comunidades vecinas. El ejemplo que he venido repitiendo: no puede ser que el crecimiento de la extracción de carbón contribuya a que pasen por una población del Cesar 700 volquetas al día, con un gran tonelaje de carbón, por la callecita del medio de ese poblado y que no se pavimente por los usuarios de esa mina. Y que entonces esos habitantes tengan que respirar el tierrero levantado por esas volquetas. Responsabilidad social: economía social.

Cuando hablamos de responsabilidad social, hablamos de las relaciones laborales. Economía social. En nuestro concepto no pueden ser relaciones de capitalismo clásico. Tampoco pueden ser de odio de clases. Deben ser de fraternidad cristiana.

Y empezamos a ver la discusión en América Latina: que izquierda o derecha. Discusión que veo revaluada por la historia. Que veo rezagada, obsoleta y polarizante. Que la hemos querido sustituir por un modelo de democracia en perfeccionamiento con cinco elementos: seguridad democrática, respeto a las libertades, construcción de cohesión social, transparencia, respeto a la independencia relativa de las ramas que conforman el Estado para evitar desbordamientos. Ahí aparece la economía social. En la construcción de cohesión social.

Y cuando hablamos, por ejemplo en el caso de nuestro Gobierno, de los tres objetivos principales de nuestro Gobierno: consolidación de la seguridad democrática, consolidación de la confianza inversionista y cumplimiento de las metas sociales, ahí necesariamente de nuevo ligamos la economía con el tema social. Son inseparables.

He pensado que hacen bien ustedes en este esfuerzo. Esta mañana, reunido con los comunicadores de los diferentes Ministerios, les decía: el comunicador es quien más tiene que estudiar. Si usted es comunicadora del Ministerio de Comunicaciones, usted es la que más tiene que estudiar cómo operan las empresas de comunicaciones, qué esta pasando en sistematización en el mundo. No puede hacer solamente reporterismo. Tiene que profundizar en el tema.

Si usted es comunicador del Ministerio de Educación, tiene que conocer a fondo la política educativa, sus objetivos, sus instrumentos, sus metas parciales. Si usted es comunicador del Ministerio de Obras Públicas tiene que conocer a fondo qué está haciendo el Gobierno en esa materia, dónde hay avances, dónde hay retrocesos, cuáles son los retos, cuáles son las barreras. Si usted es comunicador del Ministerio del Interior, Viceministerio de Justicia, tiene que conocer a cabalidad las leyes, tiene que conocer a cabalidad la Ley de Justicia y Paz y el proceso con los paramilitares, etcétera.

El mundo moderno ha rebasado el reporterismo. Exige que los comunicadores estudien profundamente para poder cumplirle bien a la función social de esa tarea en nuestra comunidad.

Y como veo que ustedes han hecho un esfuerzo en economía social y es el tema que todos los días se discute en el Gobierno, déjenme aprovechar algunos minutos para responder algunas preguntas de ustedes, inquietudes que les haya dejado este diplomado, que, al escuchar a Diana Marcela, veo que son muchísimas.

Al reiterarles toda mi felicitación, les ofrezco entonces la palabra. El doctor Humberto López nos ayuda para recoger algunas inquietudes de ustedes”.

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