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Acompaño, con el corazón afligido, a José Jaime Nicholls Sánchez-Carnerera, en la solemne ceremonia exequial en la que Antioquia, toda, despide a uno de sus mejores dirigentes.

Se ha ido un grande de Medellín y de Antioquia, el amigo leal, el dirigente público impoluto, el empresario con visión social del desarrollo, el académico que daba todo de sí a la formación de los jóvenes ingenieros de Colombia, el hijo, esposo y padre ejemplar.

Medellín debe mucho de lo que es hoy a José Jaime Nicholls, a sus ideas y realizaciones como planeador y burgomaestre. Fue un consejero inteligente y perspicaz de muchas administraciones departamentales y municipales. Como Representante, Senador y diplomático, pensó siempre en los altos intereses de la Patria, a la que puso por encima de cualquiera consideración personal.

La estirpe de empresarios cejeños estuvo bien representada por el doctor José Jaime, quien siempre personificó una virtud antioqueña: la combinación del líder creador de empresas con sentido social y del dirigente público con sentido ético

Despidamos con gratitud a ese colombiano sobresaliente que fue el doctor José Jaime Nicholls, al hombre de firmes convicciones en el debate y superior grandeza en la conciliación, al servidor público intachable, al noble amigo y al extraordinario miembro de familia, para quien la decencia era la insignia de su vida y de su acción pública.

Nos deja un bellísimo ejemplo a todos sus compatriotas y el más grato recuerdo a su familia y amigos. A su madre doña Marilú Sánchez-Carnerera; a su señora Lina, a sus hijos Manuel, Luisa, Antonio y Martín, al doctor Ignacio Vélez Escobar y a doña Luz Londoño, a sus hermanos, Calixto y Marilú, a todos sus compañeros de la Universidad Escuela de Ingeniería y a los militantes de la causa conservadora de la cual fue siempre un disciplinado luchador.

Paz en su tumba.

ÁLVARO URIBE VÉLEZ
Presidente de la República”.

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