Medellín, 9 ago (SNE). El presidente Álvaro Uribe Vélez agradeció este jueves el apoyo irrestricto que siempre ha recibido Colombia de los países centroamericanos al rechazar las acciones terroristas y apoyar la búsqueda de la paz.

“Quiero agradecer inmensamente a ustedes la solidaridad sin cálculo en la lucha de Colombia por recuperar la seguridad”, dijo el Jefe de Estado colombiano al referirse a los presidentes de El Salvador, Elías Antonio Saca; de Guatemala, Óscar Berger; y de Honduras, Manuel Zelaya, reunidos todos en Medellín -segunda ciudad de mayor importancia de Colombia-, donde firmaron el Tratado de Libre Comercio con Colombia.

Uribe Vélez recordó que en el atentado terrorista que las Farc perpetraron contra el Club El Nogal, los Presidentes de esas naciones fueron los primeros en firmar una declaración de rechazo y luego impulsaron un documento igual en el seno de la Organización de Estados Americanos.

“Jamás podré olvidar que mientras mis compatriotas de Bogotá lloraban sin rendirse por el carro bomba de las Farc contra el Club de El Nogal, los presidentes centroamericanos acudieron solícitos a Panamá a firmar una declaración de rechazo al terrorismo, de apoyo al pueblo y al Gobierno de Colombia en la lucha contra el terrorismo. Y fueron líderes en la Organización de Estados Americanos, para que allí se produjera también idéntica condena”, recordó Uribe Vélez.

Expresó que esos países conocen qué es el terrorismo y qué es la democracia, por lo que ha sido fácil encontrar su apoyo irrestricto.

El Mandatario recordó la época de la guerrilla salvadoreña, las dificultades de Guatemala y cómo Honduras tenía que vivir los estragos derivados de las conflagraciones del vecindario. Problemas que hoy han sido superados por los respectivos países, convirtiéndose en democracias sólidas y prósperas.

“Qué ejemplo tan importante nos han dado. Ustedes han preferido la prosperidad y la equidad, que el estancamiento en el trasnochado debate ideológico”, dijo.

Asimismo, dijo que Colombia tiene el compromiso de trabajar para derrotar las drogas ilícitas, que también pretenden hacer daño en los países centroamericanos.