Bucaramanga, 30 ago (SNE). Me alegra mucho este gran esfuerzo. Entré ahora a la sala donde ya hay un grupo muy grande de jóvenes santandereanos en frente de unas pantallas modernas, empezando a ejercer la actividad de la empresa. En pocos días serán 500; en un año, con la ayuda de Dios, 2 mil. Una empresa que en poco tiempo ha creado 6 mil empleos dignos, promisorios en Colombia.

Y me dio mucho gusto hablar con los compatriotas que están en esas salas. Todos jóvenes santandereanos. Con qué entusiasmo, con qué deseo de servir bien, manejando alguna cosa que hace años no podíamos soñar con ella. Pregunté que si tenían aquí el centro de repartos y me dijeron ‘no, desde Bogotá’. Cómo se ha transformado esto.

Hicimos un compromiso allá con todos esos muchachos, que tan talentosos y que han logrado esta vinculación de dignidad, de futuro, de posmodernidad, todos estudien…una, dos materias por semestre, pero que sigan estudiando.

Y mi gratitud a todos, a todos. Mi gratitud a usted, don Pedro Villar, por confiar en Colombia, por haberse lanzado a hacer esta empresa en Colombia. Muy, muy agradecidos con la confianza suya en Colombia; muy agradecido doctor Álvaro Pinzón. Muchas gracias Alfonso, a Telefónica, a Colombia Telecomunicaciones.

Estamos muy emocionados. Vale la pena estas reformas. Vale la pena el empeño del Ministerio de Comunicaciones, hasta hace un año dirigido por Martha Pinto de De Hart, en el último año por Maria del Rosario Guerra de La Espriella, de este esfuerzo por reformar el sector.

Qué tal que no hubiéramos reformado Telecom por miedo al sindicato o a la politiquería. Siquiera lo reformamos. No tenían con qué pagarles a los pensionados. ¿Ustedes se imaginan Telecom hoy pidiéndole 500, 600 mil millones al año al Ministro de Hacienda para pagar pensionados?

Estaba en total incertidumbre la nómina de trabajadores activos y no tenía un peso para inversión; y tenía 21 pleitos con asociados.

Alfonso usted me dijo que tenían 8 billones en caja para hacer inversión. En todas partes le he hecho propaganda, no me puede hacer quedar mal en eso. Usted me dijo que 8 billones y esa cifra me la grabé aquí; no necesito abrir la pantalla para repetirla, no me pueden hacer quedar mal.

Nosotros tenemos que insistir en algunas cositas en Colombia: confianza inversionista, seguridad democrática y la política social. Todo el mundo habla de política social, unos la cumplen, otros no. Casi nadie se atreve a comprometerse con la seguridad, casi nadie se atreve a comprometerse con la confianza inversionista.

Ahora le decía, allí abajo, al coronel de la Policía y a unos agentes de la Policía: ‘miren, vean esta sala tan bonita, este ambiente de trabajo, este oficio de posmodernidad de la Bucaramanga digital. ¿Por qué se ha logrado? En muy buena parte por el heroísmo de nuestros policías y de nuestros soldados’.

Por eso, en esta tierra de carácter yo no me puedo cansar de repetir: ‘pongamos mucho cuidado en no aflojar en materia de seguridad. A esos bandidos hay que acabarlos, para que permitan que esto prospere. ¿Qué prefieren ustedes? ¿Colombia haciéndole venias a don Manuel Marulanda y compañía o creando estas empresas? Ahí hay dos opciones para escoger.

Yo decía hoy en la Asamblea de Fenalco, en Cartagena, y lo repetía ahora al celebrar los 150 años de este gran departamento, que yo le presto mejor servicio al país impulsando nuevos liderazgos, sin intentar perpetuarme. Pero hay que vigilar cositas.

Cuando pensemos en el 2010, en el futuro de Colombia, seamos muy exigentes. Que se nos comprometan con la Seguridad Democrática y con la confianza inversionista. Que no nos vayan a estafar en esa materia. Que el país quiere es empleo y emprendimiento y progreso y prosperidad. No bandidos ni gobiernos débiles.

Y que se nos comprometan con la confianza inversionista. No es fácil atraerla, y más en esta América Latina donde hay tanta tentación estatista. Países de América Latina que le han venido cerrando el espacio al sector privado, aquí se la hemos abierto con la seguridad, exigiéndole responsabilidad social, sí, se la hemos abierto con la tributación. Toda inversión que hace hoy en Colombia una empresa tiene un 40 por ciento de deducción. Yo creo que ese es un aporte muy importante en un país que no creía en eso.

Ahora, la política social es de obras, obras son amores y no buenas razones. La política social es crear empleos, con afiliación a la seguridad social de calidad.

Lo social es lograr plena cobertura en educación en Bucaramanga, como me decía el alcalde Honorio Galvis. Me emociona mucho ver este esfuerzo.

¿Cuántos metros cuadrados tiene este edificio?

10 mil metros cuadrados.

¿Comparable con qué?

El Aeropuerto de Medellín tiene 14 mil metros cuadrados.

¿Y cuánta gente trabajaba aquí?

70 personas.

¿Y el año entrante cuántos vamos a tener? Usted me prometió y usted doctor Pinzón también. Dos mil. Dos mil.

Esa es la política social. Procurar sacar estas cosas. 14 mil millones para la adecuación.

Y qué buenas noticias Gobernador y Alcalde. Qué buenas noticias ese cubrimiento telefónico digital de Bucaramanga y de los municipios; esos indicadores tan importantes. Los felicito. Me alegro de todo corazón. Estas son las cositas que dicen ‘vale la pena gastarnos toda nuestra capacidad de amor para amar a Colombia’.

Qué buen regalo a Santander en estos 150 años que se celebran de haber fundado este gran departamento, cuando en el Gobierno de Mariano Ospina Rodríguez se creó el Estado Soberano de Santander, que se anticipó a la Constitución del 63. Un Santander pionero de la independencia; un movimiento comunero precursor de la participación comunitaria. La pedían en impuestos. Era la razón de su batalla histórica. Un departamento de mediana empresa, de gran capital social, de talento.

Muchas gracias doctor Pedro por darle este regalo de cumpleaños a Santander. Los felicito a todos. Me alegro de corazón.