En la Siderúrgica Nacional (Sidenal), en Sogamoso (Boyacá), fueron destruidas este viernes armas entregadas por 31.671 integrantes de las Autodefensas que se desmovilizaron. “Hoy sembramos nosotros, con estas armas que se sepultan de manera definitiva, un camino de reconciliación”, señaló el alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, quien encabezó el acto de fundición acompañado del secretario General de la OEA, José Miguel Insulza.
Sogamoso, Boyacá, 14 dic (SP). “Hoy quedan definitivamente sepultadas 18.051 armas que otrora sembraban terror y derramaban sangre en el territorio colombiano”.
Con estas palabras, pronunciadas por el alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, más de 18 mil armas -entre largas, cortas y de apoyo- que entregaron los grupos de Autodefensas durante el proceso de paz adelantado con el Gobierno Nacional, fueron fundidas este viernes en la Siderúrgica Nacional (Sidenal), en Sogamoso (Boyacá).
El acto de fundición contó, además, con la presencia del secretario General de la OEA, José Miguel Insulza; el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos; el presidente de la Comisión Nacional para la Reparación y Reconciliación (Cnrr), Eduardo Pizarro Leongómez; el jefe de la misión de apoyo al proceso de paz de la OEA, Sergio Caramagna, y el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Augusto Castro, entre otras personalidades nacionales e internacionales.
Las armas, entregadas por 31.671 integrantes de las Autodefensas que se desmovilizaron, fueron depositadas en una inmensa caldera de la Siderúrgica por 34 víctimas de estos grupos ilegales y 46 desmovilizados.
Con el metal obtenido se elaborarán piezas de arte (esculturas) que luego serán subastadas en Colombia y en exterior. Los recursos producto de la venta de estas obras se destinarán al Fondo de Reparación a las Víctimas.
Seguridad Democrática y paz
Durante su intervención, el Alto Comisionado para la Paz expresó que “hoy asistimos a un acto que muestra claramente el camino de la seguridad ilegal. El camino de las autodefensas ilegales es asunto del pasado”.
El funcionario destacó, así mismo, la política de Seguridad Democrática adelantada por el presidente Álvaro Uribe y dijo que este Gobierno ha combinado, de manera precisa y puntual, una política de Seguridad Democrática con una generosa política de paz.
“Este largo camino, que culmina con la fundición de estas armas, muestra, de manera fehaciente, lo que es el camino de la seguridad y el camino de la paz”, dijo el Alto Comisionado.
Así mismo, agradeció a todas las personas y entidades que han hecho parte del proceso de paz con las Autodefensas y señaló, en primer lugar, a la Iglesia Católica Colombiana, en cabeza de monseñor Luis Augusto Castro.
También recordó los esfuerzos de monseñor Germán García (q.e.p.d) y de monseñor Julio César Vidal, a quienes calificó como “dos apóstoles de la paz”. “Ellos nos acompañaron día a día y paso a paso en este proceso”, dijo el Alto Comisionado.
Agregó que “la actitud de la Iglesia Católica, muchas veces incomprendida, fue fundamental para que este proceso de paz pudiera consolidarse”.
También expresó su gratitud a la comisión exploratoria, a los equipos del Ministerio de Defensa y de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, a la misión de apoyo al proceso de paz de la OEA, a Sergio Caramagna y a su equipo, a los embajadores y a los soldados y policías.
Igualmente, a los 31 mil 671 hombres y mujeres de las autodefensas que le apostaron a este proceso, a quienes llamó “sembradores de paz”.
“Jamás deberá repetirse esta locura histórica que vivimos durante tantos años. Hoy sembramos nosotros, con estas armas que se sepultan de manera definitiva, un camino de reconciliación”, señaló el Alto Comisionado. |