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Diciembre 18

Palabras del Presidente Uribe durante la celebración de los 50 años de Afidro

Bogotá, 18 dic (SP). “Quiero felicitar a Afidro por estos 50 años de tarea fructífera en nuestra Patria. A todos aquellos colombianos que han dirigido a la Asociación. Resaltar que ha tenido conductores tan importantes como el ex presidente Misael Pastrana Borrero, que por allá en 1959 decía que a pesar de las dificultades económicas de la Nación, Afidro daba el ejemplo de organizarse para poder enfrentarlas exitosamente. Quiero felicitar a sus actuales directivos y agradecer todos sus esfuerzos por Colombia.

Muy apreciados compatriotas: tres esfuerzos estamos adelantando: consolidar la Seguridad Democrática, consolidar la confianza inversionista y construir cohesión social.

Por ejemplo, una de las metas de cohesión social es la plena cobertura en salud de 43 – 44 millones de colombianos. Esa meta, como todas las otras, no se puede conseguir si no se dan dos presupuestos: Seguridad Democrática y confianza inversionista. Porque la prosperidad social es inseparable de la prosperidad económica. Cuando la prosperidad social se pretende obtener desconociendo la necesidad de la prosperidad económica, el discurso social, sí, genera atractivos electorales, pero después desarrolla profundas frustraciones colectivas. Sin seguridad y sin confianza es imposible la cohesión social. Y la cohesión social legitima los esfuerzos por la seguridad y la confianza.

En cada reunión con compatriotas debo repetir esto, que me nace del alma, porque me ha preocupado mucho en mi vida política ya larga, oír que siempre se habla de lo social pero se ignora o se desestima la seguridad como valor democrático, como fuente de recursos, y la confianza inversionista. En el propósito político colombiano del presente y del futuro, sugiero a mis compatriotas llevar esos tres esfuerzos de manera inseparable.

La confianza inversionista. Hemos avanzado. El país hace cinco años, de cada 100 pesos que producía, invertía 12 – 15. El año antepasado 23. El año pasado entre 24 y 25. Este año, de acuerdo con las cifras que examinan las diferentes entidades, entre 27 y 28.

Empezamos a tener unas tasas de inversión altas, sostenidas. Lo importante es ponerles un piso y hacer el esfuerzo para que no se caigan por debajo del 25 – 26 por ciento. Es lo que nos permite salir adelante. Mucho más importante que buscar tener crecimiento un año porque aparece un pozo de petróleo o al siguiente porque se aumenta el precio del café o al siguiente porque hay una bonanza de carbón, es lograr una tasa sostenida de inversión, que se genera con confianza.

¿Qué contribuye a la confianza? El modelo. Mientras en muchas partes de América Latina hoy los inversionistas están temerosos porque los gobiernos quieren sólo empresas estatales y desalojan al sector privado, nuestro modelo colombiano dice: aquí hay todo el espacio para el sector privado nacional e internacional, con responsabilidad social.

Responsabilidad social que vemos reflejada en tres áreas: transparencia en las relaciones entre los inversionistas y el Estado. Por eso aplaudo los esfuerzos de transparencia de ustedes. Lo que nos han notificado esta mañana, de que se proponen firmar con el señor Vicepresidente de la República, doctor Francisco Santos Calderón, el gran Acuerdo de Transparencia.

Cuando uno estudia la historia de América Latina, encuentra que la falta de transparencia en el tema de petróleo, en el tema de hidrocarburos en general, en el tema de grandes inversiones de transnacionales, ha causado fenómenos de malestar colectivo que han dado al traste con las democracias. La transparencia es fundamental.

Esa responsabilidad social también tiene que traducirse en solidaridad con las comunidades. La solidaridad con las comunidades va más allá que cumplir los mínimos legales. Por eso quiero agradecer a Afidro la tarea que viene adelantando con el ministro Diego Palacio y su equipo, para poder atender con medicamentos oportunamente las zonas de desastres naturales.

Quiero invitarlos a que lo sigan haciendo. Cuando llegan esos medicamentos allí, el sentimiento de esos colombianos es muy noble. Ese sentimiento es totalmente positivo. Ese sentimiento expresa gratitud del ciento por uno. El pueblo colombiano sufrido sabe agradecer el ciento por uno.

Y quiero expresare a ustedes mi reconocimiento por la circunstancia de estar aportando a muchas comunidades colombianas medicamentos de calidad, medicamentos de aquellos que no se manejan en las boticas de los parques de los municipios, en el común y corriente de la vida cotidiana.

Ahora, tenemos que hacer esfuerzos adicionales. Le he pedido al ministro Diego Palacio que nos comprometamos a adelantar en 2008 40 mil cirugías oculares a sectores populares de la Patria.

Y vengo hoy a felicitarlos a ustedes, pero a ponerles otras carguitas para que nos ayuden a que cumplamos esas metas: 40 mil cirugías oculares a sectores populares de la Patria en 2008. Vamos a cumplirlo. Porque este país tiene que demostrar la firmeza para derrotar el terrorismo y la firmeza para construir cohesión social. Todo eso es responsabilidad social.

Y finalmente un tercer elemento de expresión de la responsabilidad social es en el manejo de las relaciones laborales. Relaciones laborales no de capitalismo salvaje. Relaciones laborales no de odio de clases, que tanto daño ha hecho. Relaciones laborales fraternas.

Nosotros por eso estamos avanzando en el Congreso de la Republica en otro tema de relaciones laborales.

Miren: muchas empresas en Colombia, estatales, han sufrido dos males: la politiquería y los excesos sindicales, que han acabado con mucha empresa estatal en Colombia. Por eso hemos reformado 415 empresas del Estado. La primera Telecom y la última Ecopetrol. Ahora vamos en la reforma de las clínicas del Seguro Social y hay que reformarlas todas.

Pero tampoco nos podemos permitir que los excesivos privilegios sindicales que afectan a las empresas, se pase a esa explotación que muchas cooperativas de trabajo asociado realizan sobre sus trabajadores.

Por eso hoy, ante una tan importante expresión del Congreso de la República que aquí nos acompaña y que tanto esfuerzo ha hecho por el tema de la salud de los colombianos, quiero reiterar el llamado para que en las sesiones extras que, con la ayuda de Dios, empezarán el primero de febrero, se apruebe el proyecto que le pone control al tema laboral de las cooperativas de trabajo asociado.

Colombia no puede permitir abusos. Si Colombia está eliminando los abusos de los excesos sindicales, no puede permitir los abusos del otro lado, que son los abusos de deprimir la remuneración de los trabajadores, de burlar la afiliación a la seguridad social, de evadir el pago de los parafiscales a través de un cooperativismo de trabajo asociado sin freno, sin límite, sin riendas.

Además, el cooperativismo, que tiene un origen cristiano, un origen fraterno, no puede utilizarse para desnaturalizarlo de es manera.

Y vamos a impulsar otros dos proyectos en el Congreso de la República. Uno sobre la calificación del ejercicio de la huelga, a través de la Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia, para ponernos al día con la OIT. Y otro sobre los plazos, que podrían ser más amplios, de los cuales deben disponer empleadores y trabajadores antes de que el Gobierno proceda a la convocatoria de los tribunales obligatorios.

Estamos vivamente interesados en que la Patria dé esos pasos y que el Congreso de la República le ayude a la Patria a mostrar, en esas materias, unas realidades, y de manera pronta.

No quisiera que en Colombia hubiera duda de que algunos congresistas tienen interés en que las cooperativas de trabajo asociado y que por eso no se permite avanzar en esa legislación.

A mis compañeros del Congreso, a mis compañeros de bancada, hago un llamado para que tomemos la bandera de esa reforma y se la entreguemos rápidamente al país.

Llevamos cinco años y medio de gobierno sin haberlo logrado. Primero expedimos un decreto. Creímos que un reglamento constitucional vertido en un decreto, era suficiente para la materia. Pero después de dos años largos el Consejo de Estado lo anuló.

Confianza inversionista con responsabilidad social, el modelo. La persistencia en la Seguridad Democrática da confianza inversionista. No hemos ganado todavía, pero vamos ganando. Hay que persistir, compatriotas.

Por eso esta mañana les explicaba a los compatriotas, a través de un medio de comunicación, que, frente al doloroso episodio de los secuestrados, a los colombianos esas fotos nos duelen, pero no nos sorprenden. Porque hemos vivido ese problema durante 50 años.

Los mayores que estamos en esta reunión, recordamos las fotos de José Raquel Mercado y de doña Gloria Lara de Echeverri. La secuestraron, la torturaron. Con la tortura la redujeron a 26 kilos, y la asesinaron. Nos duele mucho lo que está pasando, pero no nos sorprende.

Por eso para que este país no se desoriente en Seguridad Democrática, el Gobierno invita a los colombianos a persistir en ese camino. Hemos ganado, compatriotas. Hemos ganado bastante, a pesar de no haber ganado del todo.

Hace cinco años conversaba con muchos compatriotas y querían voltear la cabeza. Algunos meterla entre la arena. Había mucha desconfianza en el Estado. Cada quien quería o desaparecerse o irse o hacer su propio Estado.

Hemos logrado un intangible bien importante, porque hoy se ha recuperado un alto grado de confianza de los compatriotas en el Estado. Para ese colectivo, que bellamente se llama la Nación, eso es fundamental.

Y cuando pienso en el acuerdo humanitario, pienso que hay que cumplir varios deberes humanitarios. Un deber humanitario con los secuestrados. Por eso un Gobierno que siempre dijo al inicio que no haría acuerdo humanitario a no ser que empezara un proceso de paz con un cese de hostilidades, aceptó cambiar esa posición y ha hecho innumerables esfuerzos por el acuerdo humanitario.

La liberación de Rodrigo Granda, la liberación de otros 177 integrantes de las Farc. Facilitadores colombianos e internacionales, de Naciones Unidas, de países europeos. Muchos facilitadotes colombianos. Facilitación de gobiernos de países hermanos, con altísimos riesgos en las relaciones políticas. Etcétera.

Ahora hemos aceptado la zona de encuentro propuesta por la Iglesia Católica. Y hemos ofrecido el fondo de recompensas de 100 millones de dólares, con el cual estamos haciendo un llamado a los guerrilleros, a aquellos que tienen a los secuestrados, que los torturan, a fin de que esos guerrilleros se desprendan de las órdenes de sus comandantes terroristas, liberen a los secuestrados y obtengan la libertad para los secuestrados y para ellos.

El Gobierno ha dicho: guerrilleros que cuidan, léase ‘torturan a los secuestrados’, si los liberan, van a quedar libres ambos. Porque está tan secuestrado el secuestrado, como el secuestrador.

¿Cómo va decir un guerrillero que está en la selva, torturando a los secuestrados, que él está libre? Él es un esclavo del secuestro de su secuestrado. Y él es un esclavo de las órdenes de los jefes terroristas.

Hemos ofrecido que si esos guerrilleros se desmovilizan, desmovilizan sus cuadrillas, si esos guerrilleros traen consigo a los secuestrados, a la doctora Ingrid Betancourt, a los otros compatriotas, esos guerrilleros van a gozar la libertad, como la va a gozar su secuestrado, porque vamos a buscar los beneficios jurídicos para que esos guerrilleros de base que se desmovilicen y que traigan consigo a los secuestrados, puedan estar libres. Pero además una recompensa pecuniaria, con cargo a un fondo de 100 millones de dólares.

Estamos haciendo todos estos esfuerzos. Sin embargo tenemos otro deber humanitario: el de evitar que se recrudezca el secuestro en Colombia.

Por eso hemos tenido que decir no a aquella zona de despeje que se ha propuesto para Pradera y Florida, que equivaldría a crear una zona de despeje aquí entre Cajicá y Zipaquirá.

Además, de estos secuestrados, solamente tres han sido secuestrados durante este Gobierno: los tres norteamericanos. Y en las primeras semanas de Gobierno, cuando apenas empezábamos la implementación de la política de Seguridad Democrática. Todos los otros fueron secuestrados antes.

De ellos, las Farc, a pesar de todos nuestros esfuerzos, ha asesinado a 22. Si murió uno, dicen tener 47, ha entregado pruebas de 16 y no ha entregado pruebas de 31. Entre los 31, de quienes no tenemos pruebas de supervivencia, está Emmanuel, el niñito concebido en el vientre de su mamá secuestrada. El niñito nacido secuestrado, el niñito que crece secuestrado.

Las sociedades esclavistas en algún momento dijeron: bueno, vamos a ordenar la libertad de los vientres de las esclavas. En este caso ni siquiera se ha permitido la libertad del vientre de la compatriota secuestrada.

Pues bien, en esa zona de despeje del Caguán muchos de los familiares de los secuestrados fueron a hablar con los jefes de la guerrilla. Los jefes de la guerrilla dijeron: a nosotros no nos importa el despeje ni la paz, nos importa es la toma del poder.

Y algún día el país sabrá la propuesta que hicieron algunos de los hijos de los secuestrados. Les dijeron: “Le libero a su papá, si me ayuda a secuestrar a tal líder político en Bogotá”. Y con nombre propio”.

El dolor no nos puede llevar a claudicar. El dolor nos tiene que llevar a buscar alternativas, a buscar opciones, pero no a entregarle este país al terrorismo, porque se lo tenemos que arrebatar de las manos con serena fortaleza. Aquí no podemos perder la serenidad y nunca podemos perder la fortaleza para liberar a Colombia de este dolor de 50 años.

Esta mañana le decía a una emisora francesa: tengan en cuenta ustedes que hay 750 secuestrados por las Farc, de los últimos 10 años, que están desaparecidos. ¿Y entonces cuál es nuestra solidaridad con esos papás, con esas mamás, con esos hijos, con esas esposas, con esos hermanos que no han podido saber si quiera dónde está la tumba de su pariente secuestrado, presuntamente muerto?

Hay que tener fortaleza y evitar decisiones que permitan que se recrudezca el secuestro en Colombia. Avanzar en la Seguridad Democrática da confianza inversionista en Colombia.

Y para esa confianza inversionista hemos creado una serie de estímulos. Por ejemplo, quien invierte hoy en Colombia puede deducir de su inversión un 40 por ciento. Alguno de ustedes tiene una renta gravable de 100 pesos para un año. Invirtió 100 ese año. Puede deducir 40. Entonces la renta gravable que era de 100, ya no va a ser de 100 sino de 60. Ya no va a pagar impuesto sobre 100, sino sobre 60.

El Congreso de la República, sabiamente, nos ha ayudado a orientar este país por un camino parecido al de Irlanda del Sur: con atractivos de inversión.

Hoy hay grandes estímulos en Colombia, no para todos los contribuyentes, para los contribuyentes que invierten. Porque aquí lo que no podemos hacer es darle el mismo tratamiento al que invierte, del tratamiento que se le da al que no invierte. ¿Por qué? Cuando nosotros tenemos tanta pobreza, tanta dificultad, tenemos que impulsar es al que invierte.

Y allí hay una serie de sectores bastante estimulados. Cuando pienso en el sector de ustedes, veo que ese 40 por ciento les ayuda mucho. Y ese incentivo se suma para aquellas inversiones que tengan que hacer en investigación.

Y hay otro de gran importancia, que es el de las Zonas Francas Especiales. Ustedes pueden, con una inversión de 150 millones de dólares, convertirse en Zona Franca Especial. O pueden empezar una nueva empresa que, con inversión mucho menor, puede ser Zona Franca Especial.

Hay unos requisitos de empleo y unos requisitos de inversión. ¿Qué requisitos de empleo? Hay unos requisitos en número de empleo y que los empleos sean directos, sin intermediarios, de tiempo completo, formales, con afiliación a la seguridad social. Empleo de buena calidad.

Y un requisito de inversión. ¿Qué beneficios tiene? Por la maquinaria y por los equipos no tienen que pagar IVA ni tarifa de arancel. Y enseguida, por la renta, independientemente de que el producto final se venda en el país o se exporte, no tienen que pagar sino el 15 por ciento. Ya no la tarifa de renta del 33 – 34, que transitoriamente en este Gobierno nuestro estuvo en el 38,5.

Pienso que allí hay un gran estímulo. Vengo a invitarlos a eso. Vengo a invitarlos a que aprovechen esos estímulos para crecer.

Y les quiero decir una cosa: no piensen solamente en Colombia, en el vecindario. Piensen que con esos estímulos y con esas condiciones, ustedes pueden realizar inversión en Colombia, para alimentar desde allí a muchos países del mundo. El país empieza a ser hoy un país altamente competitivo en materia de atracción de inversión.

Y me preguntan: ¿Y hasta cuándo dura eso? El Congreso también nos aprobó la ley que nos permite firmar los pactos de estabilidad a 20 años. Por ejemplo, ayer en la mañana fui a Medellín a firmar el pacto de estabilidad, a 20 años, con el Presidente Mundial de Renault, que vino a Colombia, y que están haciendo unas inversiones bien importantes.

Laboratorio de ustedes que haga esas inversiones, atraído por estas posibilidades, puede firmar el pacto de estabilidad a 20 años. Yo miro con mucho entusiasmo eso. Todo como factor generador de confianza inversionistas.

¿Ustedes han venido creciendo a qué niveles? ¿Al 11? ¿Y en los últimos diez años cuáles han sido los indicadores de crecimiento año tras año, más o menos? (han estado rozando una cifra entre el 8 y el 16). Eso es muy grande.

Me decía el Ministro que la facturación de medicamentos este año en Colombia puede costar 2 billones de dólares. Y que los aquí reunidos suman el 60 por ciento de esa facturación. Y a eso tiene que contribuir una circunstancia: este país hace cinco años tenía 10 millones 800 mil personas en el régimen subsidiado. Este año tenemos más de 20.

Tenía 13,5 millones de beneficiarios en el régimen contributivo. Ahora tenemos 16,5. O sea que hay 36,5 millones de colombianos ya asegurados. Pero la meta es llegar al ciento por ciento de cobertura, ojalá al finales del 2009. Y avanzar en calidad. Y dejar las condiciones para que los próximos gobiernos que nos sucedan, puedan hacer el otro ajuste, que es nivelar el POS de régimen subsidiado con el POS de régimen contributivo.

Creo que ustedes tienen un presente brillante en Colombia y un porvenir brillante en Colombia. Vengo a invitarlos a que hagan todos los esfuerzos posibles de inversión. Es el momento. El país está de moda. La gente quiere invertir en el país. Recuerdo que hace cinco años yo tenía que salir con ponchera a los mercados internacionales, a rogarles a los mercados financieros que creyeran en Colombia y que nos prestaran dinero y que invirtieran en Colombia.

Hoy va uno a uno a una reunión financiera en Nueva York y hay que espantar la plata, como lo dijera algún exagerado coterráneo mío. El país esta de moda. Ustedes no se pueden quedar atrás. Porque a mí me parece muy bien que el crecimiento de ustedes en el mercado colombiano. Pero nosotros necesitamos ver que ese crecimiento esté acompañado de unas inversiones muy grandes y pensando no solamente en nuestros compatriotas sino pensando en toda la comunidad internacional.

Porque hay que pensar en la buena oferta de medicamentos y en la buena generación de empleo. Y ustedes generan empleo de muy alta calidad, de aquel empleo que necesita Colombia para competir.

El Ministro ha logrado algo muy importante para el sector salud, que esas zonas francas se apliquen al sector salud. Hace pocos días, en un aniversario de la Fundación Santa Fe (y aquí esta el doctor Juan Pablo), hablábamos de que las clínicas colombianas hoy se pueden favorecer del esquema de zonas francas. Y eso cuánto va a ayudar para atraer turismo médico internacional.

Estoy muy entusiasmado con las reformas. Esa reforma de las clínicas del Seguro Social, que parecía imposible por radicalismos ideológicos, ahí la vamos sacando adelante.

Porque uno tienen que pensar: ¿el Seguro Social para qué es? ¿Para mantener unas clientelas políticas? ¿Un desgreño administrativo? No. Por eso la transformación. Irnos a la nueva EPS, que garantice eficiencia social, a través de una sociedad entre el Estado y las cajas de compensación. Y por eso las reformas de las clínicas. En la medida en que haya mejores y mejores servicios y plena cobertura, a todo el mundo le tiene que ir bien.

Escuché muy bien la preocupación de ustedes sobre el tema de precios. El Gobierno no se asusta, mientras no pongan nervioso al pueblo colombiano. Tranquilito todo el mundo. Que la gente no tenga que dolerse del valor de los medicamentos. Y así no se asusta el Gobierno.

Es decir: si la gente se asusta, puede que este Gobierno no haga una intervención brusca en medicamentos. Pero llega otro con esa banderita, que es muy electoral. Depende de ustedes impedir que banderas electorales atractivas de intervenciones bruscas en precios de productos, como los medicamentos, que son productos esenciales, depende de ustedes impedir que esas banderas crezcan. ¿Cómo se impide que esas banderas crezcan? Tratando bien al pueblo colombiano.

Ahora, hemos trabajado con ustedes muy armónicamente, muy sinceramente, en todos estos temas, en el tema de los tratados internacionales. Aquí veo a la señora Presidenta del Senado que tan celosa, juiciosamente, le hizo seguimiento a la negociación del Tratado con los Estados Unidos. Veo a la señora ex Presidenta del Senado, quien se convirtió en el Congreso de la República en el alma, en el hada protectora, de la nueva ley reformatoria de la Ley 100. Y vamos a seguir en ese camino: trabajando con ustedes.

Confío en el acuerdo que se ha hecho con Chile, en el nuevo acuerdo con Perú, en el acuerdo con Centroamérica. Vamos a proponerle el 14 de enero un acuerdo a Costa Rica. Confío que podamos sacar adelante la negociación con la Unión Europea, la negociación con Canadá, avanzar en todo eso.

Saben ustedes cómo es de difícil el tema de propiedad intelectual. Lo vivieron. Estuvimos juntos en ese tema. Creo que logramos un buen equilibrio en el TLC.

Y ustedes son nuestros voceros ante la bancada demócrata en Estados Unidos. Díganles. Es que se dice: no, es que a Colombia no le podemos aprobar eso porque Colombia es paramilitar. Este es el Gobierno que ha desmontado el paramilitarismo. Aquí se ha recuperado el monopolio del Estado para combatir a los grupos violentos. A los gbiernos hay que juzgarlos por los resultados.

Entonces dice la oposición: es que Uribe paramilitar, es que Uribe mafioso, es que Uribe militarista, es que Uribe derecha. Y los paramilitares en la cárcel. Y desde el primer día de esta administración. A los gobiernos hay que juzgarlos es por los hechos y no por las tergiversaciones.

Que la violencia contra los sindicalistas en Colombia. Este es el Gobierno que la ha enfrentado. Aquí hubo ministros de Trabajo de origen sindical, a quienes les tocó trabajar con gobiernos donde no había la política de Seguridad Democrática, y les toco ser ministros de mientras asesinaban en Colombia a centenares de dirigentes sindicales en un año.

Nosotros desde la hora cero de nuestro Gobierno, por el concepto democrático de seguridad, que es para todos los colombianos, empezamos la protección de los líderes sindicales. No hemos logrado lo mejor, que sería cero. Pero sí hay una sustancial reducción. Hubo años en que asesinaban a 256. Este año han acecinado a 8 líderes sindicales. Hasta ahora no ha dicho la justicia que haya causas relacionadas con su actividad. Y un número de maestros, 17 maestros en diferentes localidades del país.

Pero es que en este Gobierno asesinaban a 35 mil ciudadanos al año. Este año estamos haciendo fuerza para que la cifra quede, pidiéndole a mi Dios que en lo que falta de diciembre la cifra no se monte a 17 mil. O sea que todavía nos falta mucho, pero hay una reducción bien grande de la cifras.

Ustedes son nuestro apoyo. Uno de nuestros más importantes apoyos en Estados Unidos para conseguir la aprobación del TLC, que lo necesitamos no por consideraciones ideológicas, sino para que venga más inversión a Colombia y darles mejores posibilidades de empleo de alta calidad a nuestros compatriotas.

Yo tengo una obsesión: veo el TLC como un camino para un medio. Un camino para la inversión, que es un medio para un fin, que es el empleo de buena calidad y con afiliación a la seguridad social.

Les queda entonces una felicitación grande, pero que a la hora de compararla con los pedidos, es chiquita. Porque les quedan muchos pedidos. Un primer pedido, inviertan en Colombia, que están dadas las condiciones. Un segundo pedido: traten a los colombianos suavecito en materia de precios. Un tercer pedido: ayúdennos con el TLC. Un cuarto pedido: sígannos ayudando en las zonas de desastres naturales. Un quinto pedido, y ahí les estoy agotando el equipaje a los Reyes Magos: ayúdennos con lo que han empezado a hacer, que es suministrando medicamentos de calidad, aquellos que no se consiguen a precio asequible en las farmacias de los pueblos, a mucha comunidad colombiana. Otro pedido: ayúdennos a lograr 40 mil cirugías oculares en 2008.

No hay cosa más emocionante que construir Patria. Vean: les aseguro que si ustedes ponen en la balanza dos emociones, hay una mayor. En un año miran el laboratorio y dicen: ¡creció el 16, creció el 16! Emociona. Pero si van a una localidad pobre de la Patria y ven que ese día se operó a 50 personas de un problema ocular gratuitamente, ustedes sienten una emoción mayor. La gran emoción de la vida es la emoción de construir Patria.

Muchas felicitaciones. Feliz Navidad a todos y Feliz 2008”.