Diciembre 20

Palabras del Presidente Uribe en la entrega de los premios 'La Noche de los Mejores, Canal RCN'

Bogotá, 20 dic (SP). “Quiero felicitar a RCN por este acto que tanto estimula a Colombia, esta promoción de quienes lo han hecho bien.

Es un acto que refleja el pluralismo de la Patria, también el carácter polifacético de los colombianos, las posibilidades de la Patria y también sus dificultades, como el secuestro, que vamos derrotando, pero que aun no hemos podido derrotar plenamente.

Quiero felicitar a todos los compatriotas que han merecido esta distinción. Primero, al joven representante David Luna, un ejemplo de servicio público, para que las nuevas generaciones de colombianos lo tengan como referencia de consagración, de disciplina, de manejo de los temas con argumentos y con estudio.

Y una buena visión, la visión ambiental, que en un país con 578 mil kilómetros de selva, haciendo un esfuerzo por preservarla, a pesar de las presiones del narcotráfico, con un programa que el mundo aplaude, como Familias Guardabosques, y con un gran potencial para producir combustibles biológicos, sin afectar esa selva, hacen del medio ambiente, de su cuidado, del ajuste de la economía a su preservación, una gran posibilidad para la Patria que en buena hora ha avizorado David Luna.

Muchas felicitaciones.

Quiero felicitar al Senador Héctor Elí Rojas. Vehemente, fogoso, inspirado, se informa, jurista consumado, profesor universitario. Siempre genera emociones, positivas para quienes están de su lado, y también negativas, para quienes están del otro lado.

A mí me gusta mucho la oposición dentro de la institucionalidad. La oposición por más democracia, la oposición por más institucionalidad es conveniente, porque eso produce un debate de todos los días que estimula la creatividad, y como aquella verdad, la única que está al alcance de los seres humanos es la verdad relativa, que se va construyendo palmo a palmo en el debate, en la contradicción creadora. Eso es bueno que se de.

Y eso no es incompatible con tres principios que creemos fundamentales para Colombia: la Seguridad Democrática, la confianza inversionista con responsabilidad social y la cohesión social.

Las instituciones no son creaciones constitucionales amorfas, las instituciones necesitan también a los seres humanos. Finalmente quienes las mueven, quienes les inyectan las ideas, la energía, las pasiones, también la razón. Por eso son inseparables las instituciones de las personas que accidentalmente las rigen o les dan contenido.

Justamente, el respeto a las instituciones es uno de los cinco elementos con los cuales nosotros hemos venido caracterizando nuestra democracia, para diferenciarla del viejo debate latinoamericano que se quiere perpetuar entre izquierda y derecho, ya obsoleto.

Esos cinco elementos son: Seguridad Democrática, libertades, construcción de cohesión social, transparencia como factor que aglutine a la ciudadanía alrededor de la confianza, y respeto a la institucionalidad.

El respeto a las instituciones no puede evadir la crítica y no puede evadir el debate.

Si algo importante hemos aprendido en los últimos años en Colombia, es que puede haber discrepancias entre las instituciones, entre los titulares de las diferentes instituciones, sin que ello afecte la independencia entre las instituciones.

No creo que por respetar la independencia entre las instituciones sea conveniente ocultar los desacuerdos. Hay que aprender a tramitar los desacuerdos entre las instituciones, respetando esas instituciones.

Y también hay que recordarle a las instituciones que están obligadas, no solamente a que cada una respete la independencia de las otras, sino a colaborar armónicamente por los fines del Estado y por los fines superiores de la sociedad.

Cuando nos invitaban a este gran acto de la Patria, de RCN, algún comentarista travieso me decía: “¿Y usted va al Premio del Senador Héctor Elí, con todo lo que ataca y combate al Gobierno?” Y yo le contesté: “Qué bueno el combate de las ideas, qué bueno la dialéctica de la democracia, la lucha por la libertad”.

Y también le anoté, ante su insistencia: “Bueno, lo que pasa es que yo generalmente no le apunto los discursos de oposición, sino que le mantengo gratitud por aquellas pocas ocasiones en que nos ha apoyado”.

Al distinguir a estos dos congresistas destacados, y consagrarlos como los mejores del año, también nos llama la atención la necesidad de insistir ante los colombianos por un Congreso de calidad.

La reforma constitucional que se está tramitando a mi juicio tiene que ser adicionada. Allí hay temas discutibles, como el nivel del umbral. Tanto umbral como se necesite para que haya partidos sólidos, pero también evitar que ese umbral tan alto evite las libertades democráticas.

Hay temas bien importantes, como el tema de que aquellas personas que se reinserten, que pasen de la violencia a la vida constitucional, tengan que respetar un tiempo sin participar en la política, sin postularse como candidatos.

Pero hay que agregar otros aspectos. Hay que agregar, a mi juicio, un punto que aquellas personas que hayan sido condenadas estando en el Congreso de la República, sus parientes más cercanos, por lo menos en las siguientes elecciones, no puedan aspirar a reemplazarlos en esa curul.

Deberíamos legislar calidades que se exijan para ser Senador de la República.

Es un año en el cual hay que conectar congreso con la opinión ciudadana. Tenemos que tener un Congreso de opinión.

Y me parece muy importante corregir un horror clientelista que se ha cometido en el Congreso, al haber aprobado una reforma constitucional con la cual no estuve de acuerdo, que permite que la moción de censura sea decidida por una sola cámara; extiende la moción de censura a las Asambleas y a los Concejos; va a crear enormes dificultades de presiones clientelistas en los municipios y en los departamentos, y además, en el nivel nacional , la moción de censura, que es un instrumento de control político, la amplían en esa reforma constitucional al nivel técnico de la administración.

En el 2002 se le propuso al país un Congreso unicameral que no se aceptó. Se mantuvo la estructura bicameral.

De la esencia del bicameralismo es que las decisiones del Congreso, aquellas esenciales, sean tomadas en igual sentido por ambas cámaras.

Decisión esencial del Congreso es la moción de censura, cuya derivación es la separación del cargo del ministro censurado. Pues bien, lo correcto es que opere como venía operando antes de esta nueva reforma. Que la competencia se tuviera que ejercer con votación en ambas cámaras.

Me parece que se desequilibra el balance entre el ejecutivo y el legislativo, me parece que se afecta la esencia del bicameralismo, y me parece que se puede perder la independencia del control político, por allá sometida a los afanes y a los pugilatos clientelistas, para evitar una fácil censura.

Deshacer ese error, es una invitación que propongo esta noche al Congreso de la República.

Ya han exaltado ustedes al ministro (de Minas y Energía) Hernán Martínez, como el Ministro del año. Mis compañeros de Gobierno y yo queremos sumarnos a ese homenaje.

El ministro Hernán Martínez representa grandes valores colombianos: una extraordinaria vida empresarial y un formidable sentido patriótico.

Él no combina los negocios del Estado con los particulares, pero sí entiende que todo ciudadano desde el sector privado, tiene un profundo, un profundo deber con los intereses colectivos de la nación.

Entiende los tres elementos que guían este Gobierno: la Seguridad Democrática. En su actividad, en el área del Ministerio de Minas, sí que se siente la necesidad de la Seguridad Democrática.

Entiende que se requiere la confianza inversionista como presupuesto de prosperidad económica, para lograr la cohesión social.

Comparte con nosotros que el discurso político de Colombia ha sido muy rico en materia social, muy pobre en resultados, porque ha ignorado los dos presupuestos para la cohesión social, que son la Seguridad Democrática y la confianza inversionista con responsabilidad social.

El ministro Hernán Martínez, de manera tranquila, enfrenta los más grandes desafíos: el radicalismo ideológico -que por fortuna hemos venido superando con un gran tesón- habría impedido la capitalización de Ecopetrol. Él la ha liderado con gran éxito.

Y mientras en muchos países de América Latina hoy sólo se aceptan monopolios estatales para manejar esta actividad, aquí, 500 mil colombianos, individualmente, más seis millones de trabajadores afiliados a los Fondos de Pensiones, expresaron su confianza en el país, convirtiéndose en accionistas de la empresa, que le permitirá pasar de una capacidad de inversión de 500 millones de dólares al año, a capacidades de inversión superiores a 4 mil millones de dólares al año.

El ministro Hernán Martínez ha venido fomentando esa confianza en el país.

Esta mañana cometieron el error de darme la noticia a mí, pedirme el secreto hasta febrero, y yo poco se de secretos. Les dije yo: “¿cómo me voy a aguantar un secreto de ese tamaño hasta febrero?”.

Esta mañana me visitó (el Ministro de Minas), con empresarios nacionales e internacionales, a decirme: “hemos confirmado unos depósitos de oro, que van a exigir inversiones superiores a los dos mil millones de dólares para empezar a explotarlos, y que desde el año 2011, estarán duplicando la producción de oro de Colombia”.

Oficialmente se le dará esta noticia con todos los detalles al país en febrero, pero la podemos anticipar porque se ha comprobado.

Cómo me gusta esta noche hacerle llegar a los televidentes del Tolima, un mensaje que acompaña esta noticia: el yacimiento mayor se encuentra en el Tolima. Un departamento con muchas dificultades presupuestales, y que tendrá una gran fuente de recursos en las regalías, que eso habrá de producirle. El yacimiento menor en el departamento de Antioquia.

Y hemos visto en la parte final un gesto democrático de RCN, al mostrar un país pluralista, al presentar allí un listado de colombianos que han hecho noticia en 2007, procedentes de diferentes canteras ideológicas.

Por supuesto la nota triste es la nota de los secuestrados.

Esta tarde, en una graduación del Sena en Nemocón, me preguntaba un estudiante: “Presidente, explíquenos por qué no la zona de despeje”. Y le dije: “Colombia ha reclamado que en lugar de que su territorio sea dominado por el terrorismo guerrillero o paramilitar, esté la Fuerza Pública, de la mano de la Constitución, protegiendo a los ciudadanos”.

Eso que se viene recuperando no lo podemos echar para atrás

Le agregué: “Sitúese usted en Pradera y Florida. Piense que son equivalentes a Nemocón, a Zipaquirá y a Cajicá, donde usted vive, ¿quisiera aquí la zona de despeje?”. Y los compañeros dijeron: “de ninguna manera, ¿cómo van a sacar de aquí los representantes de las instituciones, para dejarnos en poder del terrorismo?”.

Y le conté: “Usted está muy joven, de pronto no ha pensado lo siguiente: la mayoría de estos secuestrados fueron secuestrados antes de este Gobierno. Solamente tres de ellos, los tres norteamericanos, fueron secuestrados en este Gobierno. Estábamos en los primeros meses, cuando nos encontrábamos en la implementación de la Política de Seguridad Democrática. Y no sirvió el despeje del Caguán para que los liberaran”.

Al Caguán alcanzaron a ir familiares de quienes hoy siguen secuestrados, a pedirles a los jefes del terrorismo de las Farc que los liberaran. ¿Qué respuesta obtuvieron?: “Nosotros no estamos interesados en el despeje ni en la paz, sino en la toma violenta del poder. Le liberamos a su papá si nos ayuda a secuestrar en Bogotá a fulano de tal, líder político de alta connotación”.

Se ha dicho: “El Caguán permitió la liberación de 400 policías”. El terrorismo sabe engañar, dos pasos adelante uno atrás. Con la liberación de los 400 policías dieron un paso atrás y enseguida, con el secuestro de 3 mil colombianos, dieron dos pasos adelante. Eso es lo que no podemos permitir.

Nosotros tenemos dos deberes humanitarios: un deber humanitario para contribuir al rescate de los secuestrados, y un segundo deber humanitario para evitar que se recrudezca el secuestro en Colombia.

Este país ha pasado de tener más de 3 mil secuestros por año, ahora a algo más de 200. Todavía es mucho, pero la tendencia es muy importante.

Los colombianos, que vivían en un secuestro colectivo, hoy por lo menos han recobrado la fe en su libertad, que la protege la política de Seguridad Democrática.

Nos conmueven las fotos, nos conmueven los videos, nos dan dolor, pero no nos asombran, es lo que ha vivido este país durante 50 años.

Los mayores en este auditorio, al ver estas fotos también recordamos las fotos de Gloria Lara de Echeverri, de José Raquel Mercado, el líder sindical.

Gloria Lara, secuestrada por el terrorismo guerrillero; también José Raquel Mercado, torturados. Cuando asesinaron a Gloria Lara, Gloria Lara ya no pesaba sino 26 kilos.

Por eso Colombia tiene que tener algo muy claro: hay que buscar la liberación de los secuestrados, sin claudicar ante el terrorismo, porque tenemos que derrotar el terrorismo.

Las Farc han dicho que tienen 47 secuestrados canjeables, han entregado pruebas de supervivencia de 16, ¿dónde están los otros 31? Porque además había otros 22 que asesinaron.

Asesinaron y mintieron. Cuando asesinaron a los diputados vallecaucanos, armaron una comedia para despertar a Europa con el cuento de que habían muerto en un combate entre el gobierno y las Farc.

Falso, la justicia acaba de darle la razón a un Gobierno que jamás ha mentido, a un Gobierno que polemiza y que se equivoca como toda obra humana, pero un Gobierno diáfano. La justicia acaba de decir que no hubo combate, que los asesinaron estando en el suelo, que les dispararon a corta distancia, aquello que se conoce como disparos a quemarropa.

Hemos hecho innumerables esfuerzos.

A mí me eligieron los colombianos con un conjunto de propuestas, una de ellas decía: no adelantaremos un intercambio humanitario, a no ser que empiece un proceso de paz con cese de hostilidades, pero la cedimos cuando hablamos con los familiares y con la Iglesia Católica, y con la comunidad nacional.

Y hemos hecho innumerables esfuerzos: facilitadores, delegados del Secretario de Naciones Unidas, delegados europeos, propuestas de zonas de encuentro.

Cuando nos proponíamos extraditar a Simón Trinidad y a Sonia, propusimos evitar esa extradición si las Farc liberaban a los secuestrados. Y no lo hicieron las Farc.

Toda la respuesta que hemos tenido a todos nuestros gestos humanitarios ha sido el asesinato de 22 de los secuestrados.

Primero, unilateralmente liberamos 27 integrantes de las Farc, después permitimos la liberación de otros 150, se hizo efectiva en 125 casos, la Corte Suprema, en fallo que respetamos, dijo que no procedía en otros 25 casos. A petición del Presidente (Nicolás) Sarkozy de Francia, liberamos de la cárcel a Rodrigo Granda, corriendo grandes riesgos jurídicos el Presidente de la República.

Lo hicimos con la ilusión de que al pedirlo el Presidente Sarkozy, era porque venía en camino la liberación de nuestros secuestrados. La respuesta de las Farc: chantaje, asesinato, mentira.

Después de la liberación de Granda vino el asesinato de los diputados vallecaucanos. El país debe recordar eso.

Por eso en este momento de dolor no podemos claudicar.

Hemos aceptado la propuesta de la Iglesia Católica de una zona de encuentro, y hemos dicho que sea rural, en zona despoblada -la pesadilla del despeje no se le puede llevar a ningún grupo poblacional- hemos dicho que no haya cuarteles de policía ni de ejército que remover.

Un país que necesita recuperar institucionalidad, no puede dar el paso atrás en la recuperación de la ley y el orden, cediéndoles los espacios a los terroristas.
Hemos dicho: puede ser de 150 kilómetros.

Confiamos que la Iglesia Católica avance en esa gestión.

Me preguntaba un periodista de Radio Francia: “¿Es posible una zona de encuentro que reúna esas condiciones?”. Y le dije: “totalmente posible. Colombia es un país con 578 mil kilómetros de selva”.

Pero también quiero esta noche de la premiación de RCN a los colombianos destacados, hacer llegar a los guerrilleros que cuidan, oígase torturan, a los secuestrados un mensaje: allí están con su libertad cancelada los secuestrados y los secuestradores, ambos han perdido la libertad por orden de los terroristas Manuel Marulanda, Jorge Briceño “el Mono Jojoy” y compañía.

Tan secuestrado está el compatriota a quien llaman ‘canjeable’, como el guerrillero de base que lo cuida y lo tortura.

A esos guerrilleros de base un llamado: abandonen la guerrilla, desmovilícense, permitan que sus secuestrados recobren la libertad, y también guerrilleros ustedes la recobrarán, porque hoy ambos están secuestrados.

Estamos dispuestos a que los guerrilleros que procedan así, reciban unos beneficios jurídicos para que también puedan tener libertad.

Y hemos ofrecido un fondo de recompensa de 100 millones de dólares, 200 mil millones de pesos, para estimular a los guerrilleros que procedan de esa manera.

Necesitamos la liberación de nuestros secuestrados, pero no podemos claudicar para permitir que se recrudezca el secuestro terrorista en Colombia.

Recuerdo aquel puente de octubre del año 2002, cuando empezó la Seguridad Democrática y volcamos la Fuerza Publica de la Patria, su heroísmo a las carreteras. Los colombianos salían a las carreteras con una euforia, que parecía el hallazgo de libertad de un secuestro colectivo.

Al secuestro colectivo de Colombia no podemos regresar. En esta hora de dolor, firmeza compatriotas.

Muchas felicitaciones doctor Héctor Elí. Muchas felicitaciones doctor David Luna. Muchas felicitaciones doctor Hernán Martínez.

Esta es una Patria de pluralismo, esta es una Patria de libertades, esta es una Seguridad Democrática desde la democracia, desde la libertad, por eso se distingue para honor de los colombianos, para honra de nuestra nación, de los proyectos de terrorismo de Estado que se incubaron, se propusieron, se practicaron, en nuestro mismo continente, para combatir la violencia.

Muchas felicitaciones a RCN, a usted doctor Carlos Ardila, por este acto de premiación de los mejores, que nos llena de orgullo a todos los colombianos.

A todos ustedes feliz Navidad, feliz 2008, y empujemos con amor a Colombia y con firmeza.

Si todos los días amanecemos con más amor a Colombia, este país sale adelante. Muchas gracias”.

 

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