Ante una audiencia internacional, el vicepresidente Santos destacó que la Ley de Justicia y Paz, en sus dos años, ha demostrado que en Colombia hay con quién hacer la paz si los grupos armados lo desean. Paz con garantías, pero con respeto al Estado de Derecho y a las víctimas.

Madrid, 14 nov (SP). El vicepresidente Francisco Santos Calderón calificó la aplicación de Ley de Justicia y Paz como uno de los factores determinantes de la paz en Colombia, en la medida en que ha desactivado uno de los factores de violencia “cuya existencia ha sido argumentada como pretexto por otros grupos armados para no avanzar en el proceso de desarme y desmovilización”.

Durante su intervención en el ‘Seminario Internacional: balance de dos años de aplicación de la Ley de Justicia y Paz’, en Madrid (España), Santos afirmó que el actual proceso de paz con las autodefensas ha demostrado que el Gobierno colombiano es tan firme para combatir el terrorismo y el narcotráfico, como flexible para avanzar en los acuerdos de desmovilización y desarme, sin olvidar los intereses de las víctimas y el Estado de Derecho.

“Hoy, nadie duda de lo correcto de sus objetivos (de la Ley de Justicia y Paz); del esfuerzo por responder simultáneamente a la justicia y a la paz; de lo respetuosa de la independencia de poderes; de la primacía de los derechos de las víctimas en su concepción; de la importancia de la verdad, de la memoria histórica, de la justicia y la reparación en su diseño”, aseguró Santos ante un amplio auditorio internacional.

El funcionario destacó que en Colombia están en pleno desarrollo los procesos de reparación a víctimas, la búsqueda de personas desaparecidas, el juzgamiento de crímenes y el esclarecimiento de la verdad, gracias al fortalecimiento institucional que ha otorgado la Ley de Justicia y Paz. “Estén seguros de que estamos trabajando con todo nuestro empeño y al límite de nuestras capacidades”, expresó el Vicepresidente.

Santos agregó que los resultados de este proceso han demostrado que no hay ninguna razón para mantener la violencia en Colombia y que quienes se mantienen en este camino lo hacen por falta de voluntad para la confrontación abierta de sus ideas.

En ese sentido, el Vicepresidente pidió enérgicamente la condena, por parte de la comunidad internacional, del accionar violento de estos grupos contra la población colombiana, la contundencia en la condena de crímenes como el secuestro de civiles, el homicidio de campesinos y líderes locales y el uso de minas antipersona.

Respecto de quienes insisten en ignorar los logros en la situación de derechos humanos reconocidos por la población colombiana y por analistas objetivos, Santos insistió en que el Estado avanza en el proceso de paz de cara a la comunidad internacional, permitiendo la discusión abierta de sus problemas porque se está actuando con total honestidad y transparencia.

“En las pasadas elecciones fuimos testigos de quienes presagiaban el desastre, la falta de garantías en tres cuartas partes del país, de la consolidación de la parapolítica; el resultado: las elecciones menos violentas en 10 años; garantías para electores y candidatos y un 30 por ciento más de participación que en el 2003. Pero a muchos les cuesta reconocer esta realidad”.