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Noviembre 21

Palabras del presidente Uribe en la clausura del Curso de Altos Estudios Militares (CAEM), Curso Integral de Defensa Nacional (Cidenal) y Estado Mayor (CEM)

Bogotá, 21 nov (SP). “Es grato acudir hoy al Club Militar a esta ceremonia de graduación de la Escuela Superior de Guerra, en los cursos de Altos Estudios Militares, Curso Integral de Defensa Nacional y Curso de Estado Mayor.

Quiero agradecer inmensamente a la Escuela Superior por este continuado esfuerzo, tan útil para la Patria, y quiero felicitarlos a ustedes, dignos oficiales de nuestras Fuerzas, por su disciplina, por su capacidad de combinar la actividad en el campo de batalla con el mejoramiento académico continuo. Muchas gracias por este nuevo esfuerzo que consolida más su carrera y le da más confianza a la Patria.

Quiero felicitar a los ciudadanos de la comunidad civil por la participación en el Curso Integral de Defensa Nacional (Cidenal). Muchas gracias. Ellos, con inmensas ocupaciones en su vida profesional y laboral, pero dándole primer nivel de importancia a los compromisos con la Patria, han realizado el esfuerzo de este Curso. Muchas gracias y muchas felicitaciones.

Quiero destacar a quienes han ocupado el primer puesto en el Curso de Estado Mayor, que han recibido hoy la Medalla Francisco José de Caldas: El Mayor del Ejército Hernando Garzón Rey; el Mayor de la Armada, Oscar Darío Tascón Muñoz, y el Mayor de la Fuerza Aérea Eliot Gerardo Benavides González. Nuestras felicitaciones.

A las familias de los graduandos nuestra gratitud por el apoyo permanente que les han dado, para poder avanzar en esta tarea esforzada por la Patria.

Y Quiero felicitar al doctor Luís Carlos Restrepo Ramírez, alto Comisionado para la Paz, quien recibe hoy la medalla de la Escuela Superior de Guerra. Cinco años de esfuerzo infatigable por la paz en Colombia, con una característica: eficacia, desmovilización de 46 mil integrantes de grupos terroristas; dignidad y coordinación con las Fuerzas Militares y de Policía de la Patria.

La política de paz no se puede desvincular de la política de seguridad, como quiera que el fin último de la política de seguridad es la paz; sostenerla es la convivencia; acrecentarla.

Permítanme, ante un importantísimo grupo de graduandos, referirme hoy a algunos elementos del modelo colombiano sobre los cuales he venido insistiendo ante mis compatriotas y referirme a temas de coyuntura como los relacionados con el acuerdo humanitario.

Colombia no está en la vieja disputa entre izquierda y derecha; la consideramos obsoleta, polarizante, impráctica.

Obsoleta: Tenía alguna razón de ser cuando dictaduras latinoamericanas eran combatidas por argumentos, reivindicaciones de libertad, que luchadores políticos de América Latina habían incorporado en su acervo doctrinario de las luchas europeas contra las dictaduras de Hitler y Musolini.

Hoy, que América Latina gira alrededor de la regla democrática, esa edición es obsoleta, polarizante, como se quiere polarizar al Continente todos los días y, al mismo, tiempo impráctica.

Uno ve que algunos gobiernos que ascendieron con un discurso reivindicacionista de izquierda, después de ya muchos años en el Gobierno, en nada sustancial se diferencian de otros que han sido motejados como gobiernos de derecha. Basta detenerse en el Continente a mirar cada Gobierno. Y también se observa que muchos que se autoproclaman de izquierda proceden con prácticas que la izquierda le criticaba a la derecha.

Nosotros, en lugar de detenernos en ello, estamos trabajando por una Patria con una democracia moderna. Una democracia que combine la Seguridad Democrática, las libertades públicas, la cohesión social, la transparencia, la formación del Estado por instituciones independientes. Y estos elementos provienen de una u otra cantera, requieren armonizarse para tipificar una democracia moderna. Por ejemplo, la Seguridad Democrática como seguridad podría provenir tanto de la vieja izquierda como de la vieja derecha. La vieja derecha la imponía, la vieja izquierda la necesitaba para exponerse como alternativa.

Al ser democrática defiende el segundo elemento característico de nuestra democracia: el respeto a las libertades. El respeto a las libertades que los marxistas descalificaban diciendo que eran libertades formales, cuyo mantenimiento simplemente le producía condiciones de explotación; pero que también la misma izquierda demandaba para poder actuar como alternativa.

La cohesión social: La necesita cualquier democracia para consolidar cualquier sociedad, para obtener niveles de convivencia.

Sin transparencia, en ningún régimen hay confianza. Sin transparencia se rompe ese conducto que ata a cada ciudadano con el resto y al conjunto de ciudadanos con las formas representativas del Estado, que es la confianza. Sin confianza, las formas de Estado no son perdurables. Y por supuesto, la independencia de los poderes como factor de equilibrio; pero también, con la obligación de colaboración armónica para avanzar hacia los fines superiores del Estado.

Los tres objetivos de Gobierno

Nosotros hemos venido trabajando tres elementos: la consolidación de la seguridad, la consolidación de la confianza inversionista y el avance hacia la cohesión social. En seguridad, vamos ganando pero no hemos ganado todavía. Hay que hacer un esfuerzo renovado en cada nueva hora, reforzado en cada nuevo día, porque el tiempo todos los días es más corto y la expectativa de la Nación en cada momento más elevada, para que finalmente derrotemos el terrorismo.

La seguridad, la confianza inversionista son presupuestos para la cohesión social. Sin seguridad no hay confianza inversionista y sin confianza inversionista no fluyen los recursos que permitan construir cohesión social. A su vez, sin cohesión social no es posible legitimar la sostenibilidad, la perdurabilidad de políticas de seguridad y de políticas de confianza a la inversión.

Al ir todos estos tres objetivos de Estado de la mano, se soportan en dos proposiciones, también indisolublemente atadas, la prosperidad económica y la prosperidad social. No se pueden separar. En cada ocasión en que han sido separadas ha habido fracasos.

Durante mucho tiempo se habló en América Latina de prosperidad económica. En nombre de ella el desarrollismo brasilero produjo, a mediados del año pasado, años con crecimientos económicos muy importantes. Pero al mismo tiempo había más pobreza.

Posteriormente, en otras décadas, el discurso de América Latina se dedicó solamente a la prosperidad social y abandono la prosperidad económica. Y ese discurso generó ilusiones, fracasos y frustraciones.

El discurso social que desconozca la prosperidad económica es un discurso condenado al fracaso de sus resultados. Por eso, para nosotros es de gran importancia llevar de la mano la prosperidad social de la prosperidad económica. Por eso, para nosotros es fundamental construir la cohesión social sobre esos dos soportes que son la seguridad democrática y la confianza inversionista.

Y eso tiene que convertirse en políticas de Estado, que superen los periodos de los gobiernos; es lo que queremos cimentar en la conciencia política conceptual de los colombianos.

Un Estado que respete esos objetivos como valores, que los incorpore, no obstante los ajustes que se introduzcan para mejorar los logros. Un Estado que se reforme todos los días, un Estado que respete la creatividad individual, el emprendimiento, la iniciativa privada; que le exija responsabilidad social, pero que no incurra en el estatismo.

El Estado que estimula la iniciativa privada con responsabilidad social sin incurrir en el estatismo es el nuestro. Nosotros no estamos en las corrientes estatistas que en algunas partes de América Latina hoy se abren espacio y no podemos estar. ¿Qué tal que estuviéramos allí? ¿Que tuviéramos más petróleo? ¿Que por estar en el estatismo frenáramos la inversión privada y que en algún momento tuviéramos un colapso de hidrocarburos y que ese colapso, al mismo tiempo, nos encontrara con una baja tasa de inversión, con un sector privado también colapsado? Sería fatal para la democracia.

Nosotros estamos en un Estado que exige la responsabilidad social, pero que le da todas las garantías al emprendimiento privado.

Un Estado que entiende que la responsabilidad social se expresa en la transparencia entre los inversionistas y el Estado.

Transparencia en los contratos, transparencia en la solución de disputas, transparencia en la tributación. Que entiende que la responsabilidad social se expresa en la solidaridad de los inversionistas con las comunidades, especialmente en el respeto a las normas ambientales que todo inversionista tiene que tener, como prueba fundamental de consideración solidaria con la comunidad.

Una responsabilidad social manifiesta en las relaciones laborales que, a nuestro juicio, no pueden ser de odio de clases; relaciones laborales que a nuestro juicio tampoco pueden ser de capitalismo salvaje; relaciones laborales que a nuestro juicio tienen que ser de fraternidad cristiana. Y Ahí hemos venido avanzando.

Conocen ustedes los grandes logros en seguridad, que el país los aplaude al heroísmo de nuestros soldados y policías, a la tarea de ustedes. Pero también somos concientes de lo que falta.

El deber es conocer el pasado, para no fracasar en el presente y para poder anticipar hasta donde sea posible el futuro. Pero se cumple mal el deber cuando alguien se ancla en glorias del pasado, porque quien se dedica a contemplar las glorias de ayer es derrotado hoy y sepultado mañana, en el cercano futuro.

Hay que conocer lo que se logró ayer para ganar el presente; para anticipar hasta donde sea posible el futuro.

El heroísmo de los soldados y policías de la Patria ha contribuido a mejorar la confianza inversionista en Colombia. Hace 5 años, de cada 100 pesos que se producían en el país, se invertían 12-15 (pesos); hoy se invierten entre 26 y 28 (pesos).

No nos gana sino un país en América Latina. Pero allí la tasa de inversión está totalmente a cargo del Estado. En Colombia se expresa una gran confianza del sector privado. De esos 26 puntos de tasa de inversión, 19-21 corresponden al sector privado; eso hay que mantenerlo.

Nosotros nos debemos proponer un piso de tasa de inversión no inferior al 26 por ciento. Y me preguntan muchos compatriotas: ‘Presidente, ¿usted por qué le asigna más importancia a la tasa de inversión que al crecimiento?

Porque el crecimiento puede darse un día y al otro día no. La tasa de inversión garantiza crecimiento en el largo plazo. Puede haber crecimiento mientras se agota un pozo de petróleo; agotado, puede reducirse sustancialmente el crecimiento.

Puede haber crecimiento un día, por el aumento en el precio de un producto básico, pero al otro día desaparecer ese crecimiento, porque se normalizó el precio de ese producto básico.

Cuando hay una elevada tasa de inversión sostenida en el tiempo, se garantiza crecimiento permanente. Fue la gran visión de Deng Xiaoping (político chino, máximo líder de la República Popular China desde 1978 hasta los últimos años de su vida). Mao Tse Tung hablaba de la dialéctica. Probablemente, en teoría, Mao Tse Tung es el mejor alumno de Hegel (Friedrich), el gran maestro de la dialéctica. Pero en la práctica se necesitó que llegara otro, se necesitó que llegara Deng Xiaoping.

Y fue Deng Xiaoping el que dijo: ‘Tenemos que movilizarnos hacia delante, superar nuevas contradicciones’. Y ahora tenemos que superar la contradicción entre la economía centralmente planificada y la economía social de mercado. Hay que integrarlas’. Que parecían hasta ese momento totalmente excluyentes.

Y fue procediendo con un gran sentido práctico, que no carecía, como algunos piensan, de sustento ideológico, filosófico. ¡Claro que lo tenía! Claro que lo tenía en la propia tesis del movimiento dialéctico ininterrumpido.

Y cuando abre China la inversión dice: ‘Nosotros no podemos condenar al socialismo chino a ser un socialismo de pobres. La inversión la necesitamos para que el socialismo chino pueda aspirar al bienestar, al cual se aspira en las economías de mercado de Europa Occidental y de los Estados Unidos. Y, entonces, todo lo sustentó en aquel adagio que el mundo le aplaudió en su momento: Lo que importa no es que el gato sea pardo o negro, lo que importa es que cace ratones.

¿Qué ha pasado en China desde entonces? Tasas de inversión anuales de 67 mil millones de dólares, inversión extranjera. De los mil 200 millones de chinos, han reivindicado la pobreza 400 millones.

Nosotros empezamos a tener tasas buenas. Este es el tercer año consecutivo con una inversión extranjera directa alta. De acuerdo con lo que se dio en el primer semestre, este segundo semestre puede ser, podemos completar un año de 8 mil millones de dólares. Pero que van llegando a todos los sectores de la economía.

Ya no vemos inversión solamente para buscar petróleo o para extraer más carbón. Vemos inversión extranjera en siembra de árboles. Vemos inversión extranjera en actividades de los comercios de grandes superficies.

La vemos en la agricultura, la vemos en la pequeña empresa. Esto es una gran muestra de confianza en el país. Y eso se va sustentando en algo bien importante: Ha mejorado la tasa de ahorro. La hemos mejorado, también, en el mismo número de puntos, en que ha crecido la inversión en Colombia.

Una gran expresión, que es lo que pasó este año con Ecopetrol. Esos más de 6 billones (de pesos) que invirtieron los colombianos en Ecopetrol muestran confianza en el país y tipifican crecimiento a la tasa de ahorro.

Y celebré mucho eso. ¿Por qué? Porque cuando los países empiezan a reconstruir confianza, generalmente la reconstruyen primero afuera y finalmente adentro.

Donde hay más suspicacia, más barrera para superar y construir confianza es al interior del país que se ha propuesto esa meta.

Aquí pasó algo afortunado: La concurrencia de 520 mil colombianos, solamente colombianos, a comprar acciones de Ecopetrol muestra que hay una gran confianza en el país; en el esfuerzo de seguridad que vienen haciendo los soldados y policías de la patria; en la transformación del Estado; en la derrota de los radicales, el radicalismo.

Si por el radicalismo fuera, no habríamos podido introducir la reforma laboral de Ecopetrol; si por el radicalismo fuera, no habríamos podido introducir la reforma pensional de Ecopetrol.

Entonces ellos hablaban de mantenerla intacta, inmodificada. Habría sido condenada la empresa a desaparecer. Ahí hay un gran punto en este Gobierno: Las entidades del Estado, cuando no se reforman, primero dejan de servirle a la comunidad, después se convierten en una gran carga para el Estado y finalmente mueren.

Es el camino que le hemos evitado a 415 entidades del Estado reformadas. Es la razón de seguir con la aspiración de llegar hasta el último día de Gobierno en este proceso reformista.

Primero introdujimos la reforma laboral, después la pensional en Ecopetrol, y ahora, también, derrotando los radicalismos, la capitalización de Ecopetrol.

Hace 5 años no había con qué financiar la actualización de la Refinería de Cartagena, que se estimaba costaba 500 millones de dólares. Ahora estamos en plena ejecución de una inversión de 2 mil millones de dólares en esa refinería, entre la compañía suiza Glencor y Ecopetrol.

Hace 5 años Ecopetrol invertía 500 mil millones al año. El año entrante, en búsqueda de petróleo, en mejoramiento de instalaciones, en la promoción de los combustibles biológicos, Ecopetrol va a invertir 4 billones.

El país está más tranquilo en esta área. Y eso es expresión de que hay confianza, confianza en esta Patria colombiana. Y, por supuesto, a esa confianza contribuye el modelo de Estado; la determinación de la política de Seguridad Democrática; trabajar por el saneamiento fiscal y financiero de la Nación; trabajar con la legislación tributaria para introducir estímulos como los que hemos incorporado para fomentar la inversión. A esa confianza contribuyen las nuevas zonas francas industriales, agrícolas, agroindustriales, comerciales. A esa confianza contribuyen las normas que permiten los pactos de estabilidad en reglas de juego con el sector privado. Y todo esto tiene que ayudar a construir cohesión social.

Metas sociales

Tenemos todavía un desempleo muy alto. Ojalá al final del Gobierno podamos haberlo reducido al 8, ojalá no más del 7 en ese momento. Pero. ¿dónde estábamos? Entre 1994 y el año 2000, el país saltó de un desempleo del 8 a un desempleo casi del 20. En nuestro Gobierno el Dane cambió la encuesta, con la tesis de que la anterior encuesta no reflejaba la cantidad de desempleo, que escondía desempleo.

Si la anterior encuesta se hubiera aplicado en el periodo 1994 – 2000, el desempleo no habría tocado el 20 por ciento, sino que habría mostrado un nivel superior. A pesar de ello, en el último mes el registro de desempleo estuvo en el 10.6. Todavía muy alto. Pero si persistimos en todos estos esfuerzos tenemos que cumplir la meta de que no quede por encima del 7, 8 por ciento por allá en el 2010.

Para eso es fundamental la tarea de ustedes. La Fuerza Pública de la Patria es hoy actora de la Seguridad Democrática, causante de la confianza inversionista, con causa fundamental de la política de construcción de cohesión social.

Y hemos aumentado la afiliación a la seguridad social en un 42 por ciento; hemos aumentado el número de horas que trabajan sectores laborales que se quejaban de que no podían trabajar sino tiempo parcial.

Vamos a lograr, en el 2010, una cobertura completa en salud, que no será todo porque los gobiernos que nos sucedan tendrán que hacer esfuerzos para mejorar sustancialmente la calidad y para equiparar el Plan Obligatorio del Régimen Subsidiado de Salud con el Plan Obligatorio del Régimen Contributivo.

Vamos a lograr, en el 2010, con la ayuda de Dios, la plena cobertura en educación básica. Cuando empezó nuestro Gobierno estaba en el 78; ahora en el 94.

Meta de cohesión social 2010: educación básica, cobertura ciento por ciento. Estamos empezando la cobertura en primera infancia, de educación para niños menores de 5 años; incorporaremos 400 mil. Lo que es poco frente a lo que necesitamos. Pero exige un gran esfuerzo presupuestal. Y allí empieza la verdadera igualdad.

Cuando se encuentran los niños a esa edad, ya en un pensum de estudio, empiezan a abrir sus ojitos mirándose el uno al otro, sintiéndose iguales, recibiendo igual tratamiento, siendo objeto de igual exigencia, de semejante orientación. Ahí empieza la construcción de una verdadera sociedad igualitaria.

Empezamos con 220 mil Familias en Acción, que venían de un experimento del anterior Gobierno. Era un proceso que apenas se iniciaba cuando nosotros llegamos, experimental. Hoy hay millón y medio de Familias en Acción que reciben un subsidio del Estado, para garantizar la educación, la nutrición; para garantizar la salud de sus hijos.

Ha sido fundamental en el proceso de acción integral, mediante el cual esta política social la acompaña la tarea de la Fuerza Pública. Familias en Acción prefiere estrato 1 y desplazados; estamos haciendo un gran esfuerzo para que a la economía le vaya bien y poder lograr, en el año 2009, 3 millones de Familias en Acción, para avanzar más velozmente en la construcción de cohesión social.

Hacemos un esfuerzo todos los días en el crédito a los sectores populares, en Banca de Oportunidades; un esfuerzo que empiezan a mirarle desde afuera a Colombia con muy buen ánimo.

En el primer Gobierno nos propusimos un millón 800 mil créditos populares. Parecía inalcanzable la meta; la logramos. En este segundo Gobierno hemos elevado el desafío a 5 millones de créditos populares; lo tenemos que lograr.

Eso necesita, distinguidos comandantes y altos oficiales, un esfuerzo de todos los días. El Gobierno parece en eso repetitivo, que abusa de la paciencia. Pero es la única manera. Porque conseguirle un crédito a un riquito es muy fácil: basta una llamada por teléfono, se lo abonan en cuenta y lo notifican por Internet. Conseguirle un crédito de 500 mil pesos a una señora que trabaja en una venta callejera, que tiene empeñado su anillito y que necesita capital de trabajo, es muy difícil. Pero hemos avanzado.

Hace 5 años, la cartera de los pequeños empresarios de Colombia, de la microempresa, representaba el uno y medio de la cartera total del país. Hoy representa casi el 6 por ciento.

Tenemos que ver siempre el vaso en la parte medio llena y en la parte medio vacía, para poder seguir, con actitud crítica y con gran entusiasmo, avanzando hacia todo lo que falta.

Seguridad Democrática, confianza inversionista, cohesión social. He ahí una triada que necesita Colombia, de la cual ustedes son parte sustancial.

Acuerdo humanitario

El acuerdo humanitario. Hemos hecho todos los esfuerzos, apreciados comandantes, altos oficiales. Tengo que recordar esos esfuerzos.

Aquí estuvo un delegado del Secretario de las Naciones Unidas durante más de 2 años y medio: el señor James Lemoine. Se le dio todo el espacio. Nosotros aceptamos que fueran facilitadores, en su momento, el ex presidente Alfonso López Michelsen, recientemente fallecido; el ex presidente Ernesto Samper. Hemos tenido toda la colaboración de la Iglesia Católica como facilitadota. Ningún resultado positivo.

Antes de hacer efectiva la extradición de ‘Simón Trinidad’ y de la señora ‘Sonia’, ofrecí que si se liberaba a los secuestrados se cancelaba esa extradición. No hubo respuesta positiva.

Hemos hecho todos los esfuerzos. ¿Qué nos han respondido? El asesinato del ex ministro de Defensa Gilberto Echeverri, el asesinato del gobernador de Antioquia Guillermo Gaviria, el asesinato de los suboficiales que estaban con ellos, el asesinato de los diputados vallecaucanos. ¿Y en qué condiciones? Hay que repetirlo para que no se distorsione la historia.

En la selvas del Murrí, entre Antioquia y Chocó, cuando se detectó el sitio de cautiverio de los doctores Gilberto Echeverri y Guillermo Gaviria y los compatriotas que estaban allí con ellos, sufriendo ese secuestro, ¿qué nos dijeron los hechos? Porque allá en el sitio estuvimos con la entonces ministra (de Defensa) Martha Lucia Ramírez; estuvimos con los altos comandantes.

Llegaron los helicópteros a la selva, estaban volando la selva y, tan pronto los oyeron, allá, en el lugar de cautiverio los secuestrados, los guerrilleros se fueron. Pasaron unos minutos y como no llegaban los soldados, regresaron los guerrilleros y a órdenes de uno de esos matones empezaron a disparar contra los secuestrados, en el suelo. Los mataron con todos los agravantes.

¿Por qué lo sabemos? Porque esa misma noche, en un hospital de Medellín, nos lo contaron los suboficiales sobrevivientes. Y narraron esto, que es bueno que el mundo lo conozca, narraron esto: Que durante el cautiverio, el ex ministro Gilberto Echeverri y el ex gobernador Guillermo Gaviria le dijeron al terrorista mayor de ese grupo: ‘¿Por qué nos secuestran a nosotros, si nosotros hemos sido amigos del diálogo, somos los amigos de ustedes, estamos con ustedes buscando la paz’. ¿Qué les contestaban?: ‘Ustedes son nuestros idiotas útiles’.

El terrorismo sabe convertir en idiota útil a aquel que le da mano. Recuerdo lo que repetía uno de mis profesores de negociación: ‘Cuidado con darle la mano al terrorismo, que lo convierte a usted en idiota útil. Eso es como pretender domesticar con verduras un carnívoro: se come una verdurita, la segunda. Pero después, cuando le viene la rabia y lo posee porque no tiene carne, le arranca la mano a quien se le acerca a ofrecerle una verdura.

Es la lección que nos ha dejado todo este proceso. Además de matones, bufones y mentirosos, todo ese show que hicieron para anunciar la muerte de los diputados. Que habían muerto en un enfrentamiento con el Ejército. Falso, falso de toda falsedad. Los mataron ellos mismos.

¿Por qué no han sido capaces de sustentar probatoriamente esa afirmación que hicieron para mentirle al mundo? Porque no son capaces. Porque lo que afirmaron es contra evidente frente a los hechos, porque ellos mismos asesinaron a los diputados.

Esto es lo que hemos obtenido en este proceso. Nosotros no hemos ahorrado esfuerzos. Muchos colombianos me preguntan: ‘Presidente, ¿por qué se autorizó al presidente Hugo Chávez, de Venezuela; por qué el Gobierno aceptó que él hiciera esa tarea facilitadora?’. Y ahora me preguntan: ‘¿Y por qué se ha puesto un plazo para diciembre?’.

A raíz de haber autorizado la facilitación de la senadora Piedad Córdoba, el Presidente Chávez ofreció todos sus buenos oficios, de manera generosa. Nosotros los aceptamos.

Y yo me hice esta reflexión: Aquí hay una voluntad generosa del Presidente Chávez y estos bandidos de las Farc hablan bien de él. Me hice la ilusión de que a él le entregaran los secuestrados.

Y me hice esta reflexión: No se los entregan a la Iglesia, no se los entregan a Naciones Unidas, no se los entregan a Francia, no se los entregan a los ex presidentes, esperemos que sí se los entreguen al Presidente Chávez, de quien hablan bien.

Veía yo una serie de razones, también políticas, para pensar que le iban a entregar los secuestrados al Presidente Chávez. Me hice esta reflexión: Si estos bandidos de las Farc todavía tienen aspiraciones políticas, al hablar bien del Presidente Chávez, tiene que ser que tienen unas identificaciones políticas con las ideas del Gobierno de la hermana República Bolivariana de Venezuela. Y eso puede ayudar a que estos bandidos, que no se han sentido obligados con ningún facilitador anterior, ahora sí se sientan obligados, para no frustrar un proyecto político de referencia con el cual dicen tener identificación.

Yo, por muchas razones que algún día se escribirán en detalle, que las tengo guardadas en mi mente, pensé que es el Presidente Chávez el único ser, hoy, en el mundo, a quien las Farc deberían respetar y entregarle los secuestrados.

Todo eso me llevó a aceptar la oferta generosa del Presidente Chávez, con confianza, como se las reiteré en todas las reuniones, se las reitero cada vez que hablo con él en privado, cada vez que me refiero al tema en público.

Muchos colombianos me dicen, y en la comunidad internacional: ‘Presidente, un riesgo político, un riesgo político. Se los van a entregar y entonces eso va a permitir el triunfo del Polo Democrático en el 2010 en Colombia’.

Y yo he dicho: De por medio hay un tema humanitario, un problema de inmensa gravedad que es la permanencia de los secuestrados en el cautiverio. Y uno tiene que escoger qué prefiere: el cálculo político para evitar riesgos políticos o la buena fe en busca del acuerdo humanitario. Yo he dicho: Preferimos la buena fe en busca del acuerdo humanitario. Y por eso no hacemos cálculo político.

Y me decía algún agudo interlocutor: ‘Presidente, pero es que su Gobierno no tiene que demostrar buena fe, la ha demostrado con sobra’. Yo le decía: No sobra demostrarla en cada nueva oportunidad, en cada nueva hora.

Estas son algunas de las razones para haber aceptado la oferta generosa del Presidente Chávez.

Y el doctor Luis Carlos Restrepo ha estado explicando, en las últimas 48 horas, los temas a los cuales se refirió públicamente el Presidente Chávez en París. Y eso me permite hacer la siguiente aseveración: Nosotros tenemos una contradicción profunda con el terrorismo, que lo vamos a derrotar; pero tenemos respeto y gratitud por la gestión humanitaria del Presidente Chávez. Y eso hay que repetirlo hoy y mañana; en Colombia y en el extranjero; en privado y en público.

Yo le dije al Presidente Chávez: ‘Presidente, no me queda bien facilitar una reunión del Presidente Chávez o de un Jefe de Estado en el Caguán o en cualquier sitio de Colombia con el terrorista ‘Manuel Marulanda’, porque eso me obliga a una zona de despeje en un país que se está recuperando de 40 años de despeje’.

Pero cuando uno tiene voluntad de buscar un acuerdo humanitario, tiene que tener imaginación para crear opciones. Por eso se creó la opción a la cual se refirió el doctor Luis Carlos Restrepo: si liberan unos secuestrados con el compromiso de liberarlos a todos, y se empieza un proceso de paz, se puede crear un sitio de encuentro, allá mismo en el Caguán, para que el Presidente Chávez instale un proceso de paz exitoso con el terrorista ‘Manuel Marulanda’. Y el presidente de Colombia no se negaría, en esas condiciones, a asistir, podría ser, a una reunión posterior.

La idea es negar lo que causa problema, pero abrir opciones creativas para soluciones humanitarias.

¿En cuanto al tema de quiénes se liberarían de las Farc? Yo creo que el Comisionado, los altos mandos, la Fiscalía, tienen que tener una lista muy clara para saber, en el eventual acuerdo humanitario, quienes serían liberados.

Para nosotros, jurídicamente, no es fácil. Ya hay sentencias que nos han revocado 4, 6 indultos.

Es que ahora que hacía yo la relación de todas las decisiones que el Gobierno ha tomado en favor del acuerdo humanitario: Nosotros primero liberamos unilateralmente 27 personas de las Farc, después se tomó la decisión de liberar otros 150. No es fácil, jurídicamente. De estos últimos nos han revocado 4, 6 resoluciones de indulto. Tema difícil.

Ahí tenemos unas restricciones jurídicas. Tenemos que estar preparados nosotros con la lista de aquellos que legalmente podríamos liberar y, adicionalmente, con el otro tema: El Gobierno no puede permitir que salgan de la cárcel para reincorporarse a las Farc porque ¿un país que está derrotando el terrorismo, los va a alimentar?

Ustedes tienen a muchos de sus compañeros allí cerca, en los pabellones de Sanidad de los hospitales, con mutilaciones, con lesiones irreparables, con pérdidas lamentables de su capacidad física y laboral. Ellos, desde allá, de su lecho de enfermos, de su silla de terapia, entienden que salgan unos guerrilleros de la cárcel para hacer un acuerdo humanitario, lo que no van a entender es que vuelvan a la guerrilla. ¿A la misma guerrilla que puso las minas antipersona? ¿Por qué? ¿Las minas antipersonas con que los mutilaron?

Por eso he dicho, los guerrilleros que salgan de la cárcel no pueden volver a delinquir.

Engaños de las Farc

Y hemos vivido engaño tras engaño de las Farc. Les voy a contar tres engaños de las Farc: Era yo estudiante universitario, estaba en la universidad pública, en esa época en que las guerrillas practicaban la combinación de todas las formas de lucha. De todas las formas de lucha.

Estaba yo en la universidad y las guerrillas, en aras de combinar las formas de lucha, mataban y penetraban el movimiento obrero, sectores de la política, del periodismo. Y crecía y el Estado no las derrotaba.

En Colombia había mucho diálogo con el terrorismo y poco diálogo con el pueblo. Es lo que ha tratado de invertir este Gobierno, el Gobierno Comunitario, el Gobierno de los consejos comunitarios.

Y estos bandidos crearon la reacción paramilitar con la misma crueldad. Entonces, los paramilitares empezaron a asesinar líderes sindicales acusándolos de ser colaboradores de la guerrilla. Y la guerrilla, en venganza, a asesinar también líderes sindicales, acusándolos de ser cómplices de los paramilitares.

Esa tragedia que hemos vivido, y ahora que la estamos resolviendo es cuando nos la vienen a cobrar en la comunidad internacional; ahora que la estamos resolviendo.

En aquella época la guerrilla escribía a la universidad lo siguiente, yo leí esos manifiestos: Si Colombia acepta la elección popular de alcaldes y gobernadores, la guerrilla se desmoviliza. Nos engañó.

Después de más de un siglo de debate, que no es del caso hoy entrar a hacer referencias a eso bello proceso histórico, tan difícil, que no se logró ni con la Convención de Rionegro, la más federalista y libertaria en la historia de la República, ni con el manifiesto ideológico del liberalismo en Ibagué en 1923, encabezado por el General (Benjamín) Herrera.

Que requirió el acto legislativo propuesto por el entonces senador Álvaro Gómez Hurtado, en el Gobierno del Presidente (Belisario) Betancourt, para incorporar la elección popular de alcaldes. Álvaro Gómez Hurtado, también víctima de esos terroristas.

Y después se requirió la Constitución del 91 del Presidente (César) Gaviria para la elección popular de gobernadores.

¿Cuál fue la respuesta? Aquellos terroristas que en la víspera pedían la elección de alcaldes y de gobernadores, como condición de ampliación democrática para desmovilizarse, adoptadas esas decisiones de ampliación democrática, actuaron como los sicarios de los alcaldes y gobernadores. Un engaño al país.

Después dijeron: Si en Colombia se dan garantías efectivas de los partidos de oposición, nos desmovilizamos. Hoy están dadas, no se desmovilizan. Otro engaño.

Dijeron: Si Colombia desmonta el paramilitarismo, nos desmovilizamos. Esta desmotando el paramilitarismo y nos siguen engañando.

Veamos el tema de la oposición. ¿Qué pasó con la Unión Patriótica? A mi juicio, en el caso de la Unión Patriótica concurren dos elementos: primero, muchos militantes de la Unión Patriótica mantuvieron su conexión con la guerrilla, en desarrollo de la combinación de las diferentes formas de lucha. La mantuvieron. Y eso los mantuvo en el escenario de la violencia. Eso fue una causa muy eficiente para todo este derrame de sangre.

Y esto hay que repetirlo hasta la saciedad, ahora que el Gobierno ha ofrecido la buena voluntad de buscar una conciliación con el reclamo de la Unión Patriótica, nacional e internacionalmente. Y también faltó seguridad de parte del Estado. Yo creo que fueron dos errores concurrentes.

Hoy, gracias al heroísmo de los soldados y policías de la Patria, hay una Seguridad Democrática más eficaz. ¿Qué pasó en este proceso electoral? Se votó en todo el país. El número de votantes aumentó en 2 millones y medio. Un salto enorme.

En el año 2000, para elecciones regionales tuvimos 45 mil candidatos; en el 2003, 75 mil; ahora, 87 mil. Para proveer 18.332 cargos de elección popular. Nos mataron todavía veinte candidatos. Hasta hoy hay probados 12 casos cuyos asesinos han sido estos individuos de la Farc. De los veinte candidatos, 18 amigos del Gobierno. Los otros 2 no eran caracterizados de la oposición.

Aquí la realidad muestra que los sectores de oposición radical son beneficiarios hoy de la Seguridad Democrática.

Muchos de los que me gritaban a mi ¡paramilitar! ¡fascista! ¡mafioso!, lo decían desde el extranjero. Hoy, gracias a la Seguridad Democrática, viven felices en Colombia.

Y mientras mis compañeros y yo pasamos los fines de semana trabajando con las comunidades pobres del país, ellos pasan por ahí en las tertulias tomando whiskisito, hablando de izquierda y hablando mal del Gobierno. Pero aquí en Colombia, protegidos por la Seguridad Democrática.

La guerrilla dijo: El día que haya garantías eficaces para la oposición en Colombia, nos desmovilizamos. Nos engañaron, nos engañaron.

Las garantías de seguridad que ha tenido hoy la oposición en Colombia. Aquí tienen hoy garantías hasta para calumniar.

Nos engañó la guerrilla.

Hay que tener en cuenta cómo les decían a Gilberto Echeverri y a Guillermo Gaviria que ellos eran idiotas útiles. Cuando Guillermo Gaviria y Gilberto Echeverri les reclamaban: ‘¿Pero porque nos secuestran a nosotros, si nosotros hemos sido sus amigos, los que hemos buscado el diálogo?’.

Hay que tener en cuenta los engaños sucesivos al país para que nada nos sorprenda, para que nada nos sorprenda.

Cómo nos han engañado.

Lo del paramilitarismo. Que se desmovilizaban si el paramilitarismo se desmontaba. Está desmontado.

¿De dónde surge la palabra paramilitar? Surge para señalar, para darle el nombre a unas organizaciones privadas criminales de reacción contra la guerrilla, cuyo objetivo era combatir a la guerrilla.

Hoy en el país uno ve guerrilla y narcotráfico. Las tales bandas esas emergentes. Pero hoy no hay organizaciones privadas criminales, cuyo objeto sea combatir otros criminales.

Hemos recuperado el monopolio que nunca debimos perder, el monopolio para el Estado de combatir a cualquier organización criminal. Eso está recuperado hoy en Colombia. Y por eso tenemos que ser muy cuidadosos todos los días para que esta escala que hemos ganado la consolidemos. Que nadie pueda decir en Colombia, nadie pueda decir en Colombia, que hay colusión de la Fuerza Pública con bandidos.

Hemos desmontado el paramilitarismo. ¿Y cuál ha sido la reacción de la guerrilla?: Más terrorismo.

¿Por qué tuve yo algunas reacciones en la campaña que acaba de pasar?

Porque es que este Gobierno tiene la autoridad moral de haber impulsado y apoyado la Seguridad Democrática para que la Fuerza Pública de la Patria debilitara la guerrilla y desmontara el paramilitarismo, como ha sucedido.

Por eso nosotros no podemos permitir la combinación de las formas de lucha. Me parece que hay una desproporción. Que mucha gente que se expresa, se expresa desequilibradamente. Porque se expresan con la dureza que se requiere cuando hay colusión de políticos con paramilitares. Pero no se expresan, o lo hacen tibiamente, cuando hay colusión de políticos con guerrilla.

Eso es un desequilibrio que le hace daño a Colombia.

Yo decía por allá lo siguiente: Cuando tengo que saltar con tanto celo a pedir que se rechacen apoyos políticos del terrorismo guerrillero, así sea a través de Internet, es porque hemos desmontado el paramilitarismo.

Y antes de elecciones, reunido con candidatos en la Costa Atlántica, les decía: ‘Pongan mucho cuidado porque, de pronto, en otras partes del país todavía se tolera que haya apoyo de la guerrilla a candidatos. Pero aquí, en la Costa Atlántica, si un paramilitar los apoya a ustedes, los deslegitiman totalmente y se van a cárcel.

Les hice esa advertencia: que no es bueno tener ese desequilibrio entre regiones para sancionar, para la sanción de opinión.

Uno no puede ser inquisidor con unas regiones de la Patria e indulgente con otras. Hay que ser muy equilibrado en esa materia.

Llegué a decirles a unos candidatos: ‘Pongan cuidado: si un paramilitar les dice a ustedes: ‘no, es que yo simplemente los voy a apoyar rezando un Padre Nuestro para que usted gane’, díganle: ‘Por favor, no lo rece, que me hace meter a la cárcel’.

Un Gobierno que ha procedido de esa manera tiene que ser muy cuidadoso para que en el país no siga la combinación de las formas de lucha.

El plazo de diciembre

Y es que estos bandidos de las Farc quieren aprovechar el acuerdo humanitario para hacer política mientras asesinan. Y repetir la combinación de las formas de lucha. No señores, nosotros no podemos permitir que ellos utilicen el acuerdo humanitario para posar otra vez de personajes de la política ante la comunidad nacional e internacional, mientras aquí están asesinando.

Es que ayer el país ignoró un hecho, o las noticias del extranjero: Mientras estos bandidos quieren todo el protagonismo político para posicionarse nuevamente como personajes, estaban haciendo un atentado contra el Gobernador del Cauca.

Las mismas manos que agitaban el acuerdo humanitario, estaban colocando las pipetas de explosivos en la calle de entrada a la casa del Gobernador del Cauca para asesinarlo. Y allá nos asesinaron a un soldado y nos hirieron a varios integrantes de la Fuerza Pública. Eso no lo podemos permitir. Por eso, el plazo de diciembre.

Porque no podemos aceptar que estos bandidos abusen del acuerdo humanitario, de los buenos oficios de los facilitadores como el Presidente (Hugo) Chávez, simplemente para hacer política mientras hacen terrorismo; para combinar las formas de lucha: matan y hacen política.

Ponen unas pipetas cargadas de explosivos contra el Gobernador del Cauca y salen a la comunidad internacional a hablar como políticos. Eso no lo podemos permitir.

Hemos hecho todos los esfuerzos por el acuerdo humanitario. No hemos tenido sino respuestas terroristas. Nosotros tenemos que seguir en la búsqueda de los secuestrados. Señores Comandantes, hagamos todos los esfuerzos habidos y por haber para encontrarlos.

Hemos preferido el acuerdo humanitario a lo que nos recomendaban de no correr riesgos políticos. En palabras de muchos, hemos corrido riesgos políticos en aras del acuerdo humanitario. Está bien correr riesgos políticos en aras del acuerdo humanitario. Pero el riesgo que no podemos correr es el de introducirle incertidumbre a la política de Seguridad Democrática, incertidumbre que le crearíamos a la política de Seguridad Democrática de permitir que las Farc, abusando de los buenos oficios de los facilitadores como el Presidente Chávez, abusando del dolor de los familiares y del pueblo colombiano por los secuestrados, siguieran prolongando esta situación, combinando el terrorismo con la política, para crearle incertidumbre a la política de Seguridad Democrática.

El secuestro lo vamos a derrotar, finalmente, no con acuerdos humanitarios, sino con Seguridad Democrática.

Por eso, no podemos permitir que las Farc, abusando del acuerdo humanitario, afecten lo que finalmente va a derrotar el secuestro, que es la Seguridad Democrática.

Por eso, yo le tengo que pedir a la comunidad internacional, al Presidente Chávez, a quienes generosamente han obrado como facilitadores, y a todos mis compatriotas, la comprensión a la decisión del Gobierno Nacional de ir hasta el 31 de diciembre con esta mediación. Más allá no. Porque nos empiezan estos terroristas a confundir la Seguridad Democrática. Y si algo no podemos confundir, es aquello que le ha servido al país, que es el heroísmo de los soldados y policías de la Patria, expresado a través de la Seguridad Democrática.

Sabía que yo no podía venir a esta graduación a hablarles a ustedes de Navidad ni de Papá Noel. Sabía que les tenía que hablar de estos temas. Ahí los iremos hablando y profundizando, no obstante que ustedes, distinguidos graduandos, fueron acompañados por aquellos testigos: los colombianos de la prensa.

Muchachos de la prensa: ¿Se los dije suavecito o con cólera? Voy a aprender a hablar en escarpines, a ver si no se confunde el carácter con la explosión temperamental.

Los felicito, oficiales de mi Patria, por este gran esfuerzo académico. Y a los conciudadanos civiles por haberle dedicado tiempo de su labor cotidiana a este gran esfuerzo académico.

La felicidad de las nuevas generaciones de colombianos depende de la Seguridad Democrática, que tiene como cuerpo el sacrifico de los soldados y policías de la Patria.

A todos, muchas gracias”.