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Noviembre 30

Palabras del Presidente Uribe en la Tercera Conferencia Internacional sobre Colombia

Bogotá, 30 nov (SP). “En nombre de los colombianos, quiero agradecer profundamente a ustedes este esfuerzo sostenido en favor de nuestra Patria. Han procedido ustedes con dedicación, con generosidad.

Una tarea que empezaron en Londres, que se continuó en Cartagena, y que hoy tiene un nuevo desarrollo aquí en Bogotá. Muchas gracias.

Un grupo que se ha llamado el G24, pero que integra ya a 34 países, en esta lucha por ayudar a Colombia.

Muchas gracias señor general (Martín Antonio) Balza, embajador de Argentina, por sus palabras, por su afecto a Colombia, por la manera como ha presidido esta tarea esforzada por nuestra Patria.

Me ha pedido el señor Vicepresidente (de la República, Francisco Santos) y el doctor Luis Alfonso Hoyos, director de la Agencia de Cooperación, que tome unos minutos para contar a ustedes algunas apreciaciones del Gobierno sobre Colombia, y después abrir un espacio para escuchar preguntas, preocupaciones, comentarios que ustedes quieran formular.

Hemos venido avanzando, pero falta un largo trecho. Podría hacer un resumen.

No hemos querido involucrarnos en ese debate en América Latina entre izquierda y derecha. Lo consideramos obsoleto.

Estamos trabajando cinco elementos que consideramos fundamentales en una democracia moderna: la Seguridad Democrática para todos los colombianos, el respeto a las libertades, la búsqueda de la cohesión social, la construcción de confianza y el respeto a unas instituciones independientes que conforman el Estado, y que deben cooperar armónicamente para los fines superiores de la comunidad y del Estado.

En cuanto a este último punto, es bien importante señalar que una gran manifestación de la fortaleza de la democracia colombiana, es que aquí hay discrepancias entre instituciones, pero no riesgos institucionales. Aquí, el Gobierno puede discrepar de una sentencia, pero jamás se afecta la independencia del órgano que la produce. Yo creo que es algo bien importante en la dinámica democrática de Colombia.

La seguridad ha venido avanzando, creo que una gran muestra es la elección que acabamos de tener para alcaldes, para gobernadores, para diputados, para concejales.

Se crearon condiciones para poder votar en todo el país. Hubo 87 mil candidatos para proveer 18 mil 332 cargos; 4 años antes habíamos tenido 75 mil candidatos y siete años antes 45 mil candidatos.

Todavía no fue posible evitar que asesinaran candidatos. Tenemos que aceptar con tristeza, que fueron asesinados 20 candidatos, 18 de ellos amigos del Gobierno, los otros dos, no eran de lo que podríamos llamar la oposición radical al Gobierno.

Hasta el momento la administración de justicia nos ha expresado que en 12 casos, de esos 20 asesinatos, está probada la autoría de las Farc.

Colombia desmontó el paramilitarismo

Pudimos llegar a estas elecciones sin paramilitarismo. Algo bien importante, apreciados integrantes del G24: Colombia ha desmontado el paramilitarismo. Parecía imposible hace cinco años, al observar ese poder tan grande, arrogante, de un paramilitarismo financiado por el narcotráfico, que había logrado ese tamaño, como parecía imposible debilitar a la guerrilla.

Ustedes recorren hoy el país y encuentran que hay guerrillas y que hay narcotráfico, actúan juntos o con independencia, pero no hay organizaciones criminales dedicadas a combatir otras organizaciones criminales.

Ese es un gran avance de Colombia, por eso decimos que se ha desmantelado el paramilitarismo.

Hemos recuperado el monopolio para combatir los grupos irregulares, monopolio que nunca debió perder el Estado. Y hay que mantener este proceso, siempre en permanente mejoramiento.

Ustedes saben que la mayoría de los jefes paramilitares están en la cárcel, que aquellos que no se han sometido a la justicia están siendo objeto de una persecución implacable por nuestra Fuerza Pública.

Que hay un número de 46 mil desmovilizados en Colombia: más de 10 mil de la guerrilla, los otros de los paramilitares, que eso no tiene precedentes.

En la década de los 90 se desmovilizaron en Colombia 4 mil personas integrantes de las guerrillas. Solamente en el Gobierno nuestro más de 10 mil guerrilleros.

Aquellos paramilitares que han tratado de reincidir, pierden los beneficios jurídicos, están siendo objeto de una persecución implacable, reinciden como delincuentes que simplemente asesinan o están en el narcotráfico, pero no hay reincidencia como paramilitares, porque no se han reintegrado a organizaciones cuyo objeto sea combatir otras organizaciones criminales.

Insisto: hemos recuperado para el Estado el monopolio de combatir a los violentos, monopolio que jamás debimos perder.

Respeto a las libertades

Cuando hablamos de libertades dentro de estos cinco elementos, quisiera proponer a ustedes dos reflexiones muy simples: América Latina vivió unos años en los cuales algunos países sufrieron guerrilla. La inseguridad consolidó dictaduras, se cercenaron derechos humanos, se expatrió el disenso, se eliminó el pluralismo.

Algo bien importante en Colombia, es que enfrentando el desafío terrorista más grande que haya podido enfrentar cualquier país latinoamericano, al mismo tiempo hemos profundizado el respeto a las libertades.

Hace cinco años, en un salón como este, en Bogotá, era posible no percibir la pérdida de libertades, pero muy cerca de este salón, en la misma ladera cundinamarquesa, en sectores de la Sabana de Bogotá y en otros sitios de Colombia, los ciudadanos habían perdido la libertad, no por acción del Estado, sino por el imperio de los grupos terroristas.

Hoy, gracias a la política de Seguridad Democrática, los colombianos en casi todo el país han recuperado la libertad, como el Estado ha recuperado el principio de la ley y del orden. Estábamos, no disueltos como nación, pero sí derrotados como Estado de Leyes.

Hace cinco años continuaba intacta la nación colombiana, pero en amplios sectores del territorio, el Estado colombiano había sido desplazado por los grupos terroristas, llámese guerrillas, llámese paramilitares.

Hoy se ha recuperado ampliamente la presencia y la eficacia del Estado colombiano. Y hay un intangible bien importante, los ciudadanos lo reconocen.

Debo destacar también otro punto. Cuando ustedes comparan a Colombia con otros países de América Latina, podrán ver lo siguiente: este es el país que sufre el desafío terrorista, pero es profundamente respetuoso.

Si se mantuviera la justificación histórica que algunos invocaron, de afectar derechos humanos y libertades públicas, como imperativos para combatir el terrorismo, Colombia estaría limitando las libertades públicas.

Miren la paradoja. Hay países en la región que no tienen terrorismo, y sin embargo limitan las libertades públicas. En cambio Colombia, con esta amenaza terrorista, ha profundizado el respeto a las libertades públicas.

Ustedes, que han sido objetivos y comprometidos en la difusión de la realidad colombiana, pueden ayudarnos a expresarle a la comunidad internacional esta realidad.

Reforma del Estado

Dentro de este esquema, hemos repensado en Colombia el papel del Estado, el papel del sector privado. Y hemos regresado a puntos muy elementales, pero que el debate político latinoamericano obliga que esos puntos se establezcan de nuevo.

Colombia reforma el Estado pero no lo desmantela. Colombia le da todo el espacio al sector privado, con responsabilidad social. Colombia no cae en el estatismo.

Hemos reformado 415 entidades del Estado y continuamos reformado el Estado.

La primera empresa reformada, la Empresa Nacional de Telecomunicaciones, la última la Empresa Nacional de Petróleos: 500 mil colombianos compraron acciones en un proceso de capitalización que también vinculó a 6 millones de trabajadores, afiliados –dueños- de los Fondos de Pensiones.

Eso muestra que los colombianos han recuperado confianza en su país, de forma que era imposible anticipar hace cinco años, porque todavía se daba la impresión que los radicalismos ideológicos no permitirían sacar esas reformas adelante.

Hemos reformado el Estado, eso ayuda a tener un Estado más comprometido con la comunidad, un Estado más eficiente, un Estado más comprometido con la transparencia.

Cualquier empresa de estas del Estado que se reforman, en ellas se elimina el clientelismo. Eso sí que es un gran paso para tener transparencia en las costumbres del la política.

Por ejemplo, se quejaba con razón el sindicato de Telecom que la culpa del fracaso de la empresa no era totalmente del sindicato. Alegaban ellos que en muchas ocasiones los gobiernos habían mandado allí personas, a ser vinculadas para obtener una pensión de jubilación, para mejorar una pensión de jubilación, personas que la empresa no necesitaba. Que ellos pedían en convenciones colectivas, en contratación colectiva, y simplemente se les concedía. Y tienen razón.

Se quejaban en Ecopetrol de que había sido imposible en 40 años desmontar excesos convencionales, que impactaban negativamente el marco laboral y los costos pensionales, justamente porque los gobiernos no se atrevían a persistir en el empeño de esos desmontes.

Se quejaban en Ecopetrol que, a pesar de algún rigor en la empresa, había clientelismo para elegir una u otra persona en la junta directiva, y para algunos cargos. En estas empresas reformadas se gana total transparencia, se elimina la politiquería que tanto daño ha hecho en países como Colombia.

Y así lo hemos hecho en la totalidad de las 415 empresas del Estado reformadas. Su aporte a la solución de los problemas fiscales ha sido de un punto del PIB.

Pero yo debo reconocerles a ustedes que así como hay avances, también falta un gran camino por recorrer. Apenas estamos empezando las reformas de las clínicas del Seguro Social, que aspiramos ponerlas al nivel de eficiencia y de responsabilidad social de las mejores clínicas del mundo.

Persistiremos en esa reforma del Estado. No lo destruimos, lo reformamos. He ahí una diferencia con lo que prevaleció en décadas en América Latina, cuando se quiso desmantelar el Estado.

Pero hay otra diferencia con lo que ahora quiere tomar fuerza en algunos países de América Latina. Ellos están en el estatismo, corriendo el riesgo peligroso de que no haya inversión privada. El riesgo peligroso de que en un día futuro, al existir un fracaso en el petróleo o en el gas, ya el Estado no tenga con qué construir y mantener infraestructura, ni con qué pagar subsidios, se encuentren que tampoco hubo, ni hay inversión privada, y que eso los conduzca a un colapso que para nadie queremos.

Nosotros en Colombia por eso reiteramos que no estamos en el estatismo. Que además ha tenido enormes fracasos en América Latina.

Responsabilidad social

Nosotros tenemos un Estado que exige responsabilidad social, y con esa exigencia, le damos todo el espacio, todo el espacio a la inversión privada.

Esa responsabilidad social la exigimos básicamente en tres áreas: Primero en la transparencia, que se necesita en la relación de los inversionistas con el Estado. Transparencia en la asignación de contratos, de concesiones; transparencia en la tributación, transparencia en la superación de conflictos entre inversionistas y gobierno.

Segundo: Responsabilidad social reflejada en la solidaridad de los inversionistas con las comunidades, especialmente en temas de medio ambiente.

Para los embajadores que conocen este territorio, es familiar un tema al cual me voy a referir.

Colombia es un país que está creciendo muchísimo en la producción de carbón. El carbón se está extrayendo en unas minas a tajo abierto. Hay algunos trayectos atendidos por los ferrocarriles, otros por camiones.

¿Y qué ve uno? En esas zonas hay poblados, que eran poblados remotos, ignorados, que tenían una vida tranquila y de la noche a la mañana un poblado de esos empieza a ver que por su única callecita sin pavimento, pasan 600 tractomulas al día cargadas de carbón, y levantan una polvareda, y eso afecta la tranquilidad y la salud de sus ciudadanos.

Responsabilidad social. Así no lo exija la ley, esas empresas tienen que pavimentar esas vías, para sólo citar un ejemplo, y evitarle ese problema de desequilibrio ambiental, con impacto en la salud a los ciudadanos.

Y en esa tarea estamos. ¿Cómo lo hacemos? Sin darle la espalda a las quejas de la ciudadanía y sin ahuyentar al inversionista. En un diálogo franco, permanente, promovido por el Gobierno, donde se adquieren compromisos y el Gobierno hace seguimiento para que se cumplan esos compromisos.

Y una tercera expresión de la responsabilidad social: las relaciones laborales.

Apreciados embajadores y delegados. Colombia necesita relaciones laborales fraternas, no de odio de clases. Relaciones laborales fraternas, cristianas, no de capitalismo salvaje. Relaciones laborales no de burocratismo clientelista, sino de equidad, de productividad, de competitividad, de eficiencia.

Sindicalismo participativo

Y tenemos otros ejemplos bien bellos, les voy a citar uno. Aquí, a 230 kilómetros de Bogotá, el país siempre tuvo la siderúrgica más importante: Paz del Río. Se había creado en los años 40 – 50, con aportes de muchos contribuyentes. En algún momento hubo una inversión obligatoria para Paz del Río.

Este Gobierno encontró la empresa quebrada. A mí se me recomendaba extenderle partida de defunción. No me atreví, por ser la fuente de empleo de 2 mil 700 trabajadores y la fuente de recursos de más de 3 mil jubilados.

¿Qué hicimos? Invitamos a las autoridades de esa región a abandonar el clientelismo y a sustituirlo por la meritocracia. Nos comprometimos a elegir junta directiva, gerente, basados en méritos, e invitamos a los trabajadores a hace el tránsito del viejo sindicalismo reivindicacionista, al nuevo sindicalismo de participación.

Ellos aceptaron desmontar excesos prestacionales, y el Gobierno facilitó que incrementaran su participación como propietarios. En efecto, en algún momento alcanzaron el 46 por ciento.

Desde ese día las cosas cambiaron. Ya los trabajadores no aparecían como una fuerza contra los administradores de la empresa, sino que se situaron del lado de la administración, a garantizar el buen suceso de la empresa.

Una transformación en la actitud, una transformación en la actividad extraordinaria. Nos ayudó la recuperación internacional del precio del hierro, del acero. Y la confianza que se ha venido ganando en Colombia, nos permitió que llegara un inversionista brasilero, que hizo un gran acuerdo con los trabajadores.

Hoy la región respira prosperidad. Increíble, totalmente distinto a lo que era hace cinco años. Esa empresa producía 300 mil toneladas de hierro y acero al año, están haciendo inversiones para producir dentro de un año más de un millón de toneladas.

Está situada a 800 kilómetros del Caribe, y ya están pensando en un ramal ferroviario de 180 kilómetros, para conectar con el ferrocarril del río Magdalena, que va del interior del país al Caribe.

Un ejemplo de sindicalismo de participación.

Por ejemplo, al reformar los hospitales colombianos encontramos que tenían un exceso, y que se está incurriendo en otro exceso. Tenían un exceso en privilegios sindicales y politiquería. Eso les traía unas cargas que eran inmanejables, insostenibles

Tenían un exceso en privilegios sindicales y politiquería, eso le traían unas cargas que era inmanejables insostenibles. Pero también, en algunos se ha llegado a otro exceso, el exceso de subremunerar a los trabajadores, vinculándolos a través de cooperativas que desvirtúan la razón de ser del cooperativismo de orígenes cristianos y solidarios.

El Gobierno está buscando un punto de equilibrio, a través de contratos entre la administración y los propios trabajadores, mediando su organización sindical. De contratos sindicales que garanticen que sean hospitales eficientes, hospitales equilibrados, hospitales sostenibles en el largo plazo. Estamos haciendo esos esfuerzos.

Objetivos de Gobierno

Y en ese marco tenemos tres objetivos de Gobierno: consolidar la confianza inversionista, consolidar la Seguridad Democrática, cumplir nuestras metas sociales. Van de la mano.

La Seguridad Democrática ha demostrado que crea confianza para que haya inversión. La inversión, a su vez, permite sostener la Seguridad Democrática. Y ambas permiten que haya recursos para poder construir cohesión social. Y si se avanza en la cohesión social, ese avance legitima la Seguridad Democrática y la confianza inversionista.

Nosotros creemos que la prosperidad social no puede aislarse de la prosperidad económica, tienen que ir de la mano.

América Latina, a mediados del siglo anterior, en algunos países, solamente se preocupó por la prosperidad económica, descuidó la social. Vimos los lustros del desarrollismo, inicialmente con sorprendentes crecimientos de la economía

¿Por qué se estancaron? Porque a esos crecimientos de economía correspondían unos resultados sociales catastróficos. Esos crecimientos de la economía no vincularon las grandes masas excluidas y olvidadas. Entonces se estancaron esos procesos de prosperidad económica, porque les faltó prosperidad social que les diera sostenibilidad.

Y después se fue al otro extremo. En algunos países no hablaban sino del tema social, de la prosperidad social, ignoraron la prosperidad económica.

Prosperidad social propuesta en discursos de campaña que generaban entusiasmo electoral, y que por no prestarle toda la atención a la prosperidad económica, no se conseguía tampoco esa prosperidad social. Venía la desilusión, la preocupación, la amargura, la confrontación.

La experiencia de América Latina nos indica a nosotros que la prosperidad social hay que llevarla de la mano de la prosperidad económica.

Nosotros estamos trabajando la confianza inversionista y la cohesión social al lado de la Seguridad Democrática.

Confianza inversionista

Hace cinco años, de cada 100 dólares que se producían en Colombia, se invertían 12 - 15. Hoy se invierten 26 - 28. Solamente hoy hay un país en América Latina con mayor tasa de inversión, pero en ese país toda es estatal. En los 26 - 28 puntos de inversión en Colombia, 19 - 21 corresponden al sector privado.

Estimulamos el emprendimiento, la gran dinámica del emprendimiento. No estamos de acuerdo con una economía jalonada ni por monopolios estatales, ni por monopolios particulares.

¿Qué confluye a la confianza inversionista? Persistir en la Seguridad Democrática, democrática implica eficacia, transparencia, respeto a los derechos humanos.

Insistir en un modelo de Estado garantista al sector privado y exigente de la responsabilidad social.

Saneamiento fiscal de la Nación

En el año 2000 algunos hablaban de un Estado fracasado. Hoy, los organismos multilaterales reconocen una tendencia de mejoramiento de las finanzas de Colombia. Todavía tenemos un alto déficit en el Gobierno Nacional Central: 3,3 (por ciento), 3,7 (por ciento). No podemos cantar victoria, pero venimos de 7,5 (por ciento).

Un alto endeudamiento: 28 (por ciento). No podemos cantar victoria, pero venimos de 47 – 50 (por ciento), como tasa de endeudamiento en relación con el PIB (Producto Interno Bruto).

Hemos introducido reformas estructurales muy importantes. Cuando veo a los franceses en las calles, en huelgas, protestando contra las reformas del Presidente Sarkozy, digo: gracias a Dios en este Gobierno, Colombia aprobó la reforma constitucional que elimina -con un periodo de transición- los privilegios pensionales, y aprobó en medio de una enorme controversia, la reforma constitucional que regula las transferencias a las regiones, para estimular la descentralización sin arruinar las finanzas del Gobierno Central.

Avanzar hacia la salud fiscal de la Nación da confianza.

Estímulos tributarios

Hemos utilizado el instrumento tributario para promover la inversión. Quien construya hoy un hotel en Colombia tiene 30 años de exención tributaria. Quien siembre palma africana, u otro cultivo de tardío rendimiento -la palma africana muy importante, porque un sector en el cual tenemos mucho futuro es en el de los biocombustibles y las dos fuentes principales que aparecen en Colombia son la caña de azúcar para el etanol y la palma africana para el biodiessel- quien siembre cultivos de tardío rendimiento tiene 10 años de exención tributaria, una vez empiece la fase productiva del cultivo.

Toda inversión que se hace hoy en Colombia tiene una deducción del 30 por ciento.

Hemos incorporado la figura de las zonas económicas especiales. Se puede establecer una zona económica especial hoy en cualquier parte del país. Hay unos requisitos de empleo y unos requisitos de inversión.

En el empleo -y esto es importante destacarlo- quien quiera tener el beneficio de zona especial, tiene que cumplir un requisito de empleo: emplear a los trabajadores directamente, no a través de intermediarios; emplearlos a través de contratos a término indefinido, afiliarlos a la seguridad social, para dar una señal clara que nuestro estímulo a la inversión es un estimulo al empleo de buena calidad, con afiliación a la seguridad social, porque es uno de los temas que más se discute contra Colombia, y no faltan razones en la comunidad internacional.

Estamos aprobando ya pactos de estabilidad para darle reglas de juego estables al sector privado, gracias a una nueva ley.

Todo esto nos ha permitido tener una visión clara.

En materia tributaria, una Nación con inequidad, que tiene un alto nivel de pobreza y que lo tiene que superar, tiene que atraer a quien quiera invertir, pero no le puede dar los mismos privilegios al que invierta, que aquellos que se le dan a quien no invierte.

Aquí no se han rebajado las tasas de tributación para todos, simplemente se han introducido incentivos tributarios para quienes quieran crecer y ayudarnos a genera empleo de buena calidad, a superar pobreza, a superar inequidad.

Tenemos 17 acciones sociales en la política de cohesión social. Me voy a referir a algunas.

Acciones sociales

Educación. La meta en 2010: tener plena cobertura en educación básica. Línea de base 2002, teníamos 78 por ciento. Hoy 94 (por ciento), 2010 debemos tener ciento por ciento.

Ya hemos empezado el programa para vincular sectores vulnerables, niñitos menores de cinco años, a una escolaridad especial. Estamos haciendo un enorme esfuerzo para tener el primer grupo de 400 mil.

Estamos trabajando para cumplir la meta de alfabetizar un millón de adultos.

Para apoyar a las familias más pobres, a fin de que puedan tener sus niñitos en las escuelas, hemos avanzado en el programa Familias en Acción, que le da subsidios a las familias en cabeza de la mamá, para garantizar la asistencia escolar, la nutrición, para garantizar la salud de los niñitos.

Cuando empezamos, el país tenía un programa experimental de 220 mil Familias en Acción. Hoy hay millón y medio. Queremos cubrir con Familias en Acción a todos los desplazados y a todos los sectores más pobres de la Nación.

Estamos esperando poder tener éxito en nuestra política económica en el año 2008, vamos a hacer todos los esfuerzos para esa política tenga éxito, no obstante los nubarrones de la economía mundial.

Esta mañana veía otro. Esta mañana me preocupaba el tamaño de la crisis de las hipotecas que estaban subestimadas en los bancos europeos. Esta mañana hablaban las noticias económicas de Europa, que aquello que inicialmente pareció muy grave en Inglaterra ya parece también muy grave en Alemania

Nosotros somos conscientes de los nubarrones de la economía mundial, peor vamos a hacer un gran esfuerzo para que así se mantenga la tasa de inversión.
Y que eso nos permita pasar en 2009 de millón y medio a tres millones de Familias en Acción. Ojalá lo podamos cumplir.

Educación universitaria

En educación universitaria. Nuestra tasa de cobertura era del 22 por ciento en 2002. Hoy es del 29 (por ciento). La meta es del 34 por ciento en 2010.

Hemos estimulado la oferta y la demanda. Tenemos un instituto de financiamiento de educación superior, yo creo que es modelo, lo hemos reformado también, hoy es independiente, trabaja con cada universidad, los estudiantes pueden acceder a créditos a través de Internet, se llama Icetex.

Hace cuatro años tenía 60 mil usuarios de crédito, hoy tiene 200 mil, la meta en 2010 es tener 400 mil usuarios de crédito, estudiantes universitarios.

Tenemos un instituto modelo de formación técnica, se llama Servicio Nacional de Aprendizaje. ¿Con qué se financia? Se financia con un aporte de los empleadores.

La carga de los empleadores en Colombia es grande. Los empleadores tienen que pagar en Colombia 10 puntos para pensiones, ocho para salud, dos para riesgos profesionales y nueve para otros programas del Estado. De esos nueve, dos puntos van al instituto de formación técnica. También lo hemos reformado.

Ese instituto le daba capacitación a millón cien mil colombianos al año, ahora le da capacitación a cuatro millones 600 mil. Está instalando una plataforma tecnológica que le permitirá tener permanentemente, en formación vocacional técnica virtual a distancia, un mínimo de millón 200 mil estudiantes. Ya lo está logrando.

A finales de enero vamos a inaugurar un programa bellísimo en la isla de San Andrés. Aspiramos en enero tener los primeros cien profesores raizales en San Andrés, a final de año serán 500, enseñándole inglés como segunda lengua porque allá la mayoría de la población también habla ingles- desde allá enseñándole inglés como segunda lengua a millones de colombianos, a través del sistema virtual que está instalando el Servicio Nacional de Aprendizaje.

Hemos avanzado en nutrición. La línea de base dos millones 300 mil estudiantes en restaurantes escolares. Hoy, tres millones 400, la meta de 2010, cuatro millones.

Teníamos los estudiantes recibiendo nutrición, alimentación, 122 días, vamos para 180 días. Tenemos en total hoy en Colombia, en programas de nutrición de niños y jóvenes a cargo de la Nación, nueve millones. Cuando empezamos eran tres millones 700 mil. Aspiramos llegar a doce millones en el año 2010.

El país tiene dos millones de ancianos pobres. Cuando nosotros empezamos se atendía a 60 mil, hoy estamos atendiendo 750 mil, la meta es llegar a un millón. Ojalá tuviéramos recursos para dar plena cobertura y llegar a los dos millones de ancianos pobres.

Banca de Oportunidades

Hemos trabajado mucho el crédito para los sectores pobres. Tenemos un programa que se llama Banca de Oportunidades. Compromete a las instituciones financieras públicas y privadas, a las fundaciones, a los organismos de capacitación, a los organismos de garantías, a los bancos de primero y de segundo piso.

En nuestro primer Gobierno entregamos crédito a millón 800 mil familias microempresariales. La meta en este segundo Gobierno es entregar a cinco millones de familias microempresariales.

Uno de los grandes factores de exclusión social en Colombia es la falta de oportunidad de los microempresarios pobres de acceder al crédito formal, porque los obliga a depender del crédito de usura en el mercado negro financiero. Uno de nuestros grandes esfuerzos es que emigren de la usura al crédito formal.

Familias Guardabosques

Con Luis Alfonso Hoyos avanzamos en el programa de Familias Guardabosques. Creo que es un programa muy bello, muy útil, así lo ha certificado Naciones Unidas.

Este país tiene un millón 160 mil kilómetros cuadrados, 578 mil están aún en selva. Esa selva hay que preservarla.

En un mundo que está sufriendo el calentamiento global, 578 mil kilómetros de selva que mantiene un país como Colombia, se convierte en una reserva del planeta.

El enemigo de la selva es la droga, las drogas ilícitas. Se destruye la selva para sembrar droga. Al tumbar los árboles viene la erosión del suelo. Después se utilizan agroquímicos y precursores: agroquímicos para la plantación de coca, precursores para la transformación de la hoja de coca en cocaína. Y eso contamina el suelo, lo degrada más, y contamina las corrientes de aguas, asesina la fauna y la flora acuática.

El gran enemigo de la ecología no es el combate a la droga, es la droga en sí.

Nosotros estamos trabajando con Familias Guardabosques. ¿En qué consiste? Con estas familias que estaban en la droga se hace un convenio para que abandonen la droga, se dediquen a supervisar la recuperación de la selva, marginalmente tengan proyectos productivos, son supervisados por Naciones Unidas, Naciones Unidas nos dice cada cierto tiempo si están cumpliendo o no los requisitos y el Gobierno de Colombia les paga tres millones 600 mil pesos, 1.800 dólares por familia al año. Tenemos 56 mil (Familias Guardabosques), ojalá tuviéramos más de 100 mil, para avanzar en la superación de este problema de la droga.

Creemos que el programa Familias Guardabosques es útil en Colombia para superar las drogas, y es útil en cualquier país del mundo para preservar la selva.

Hemos introducido la erradicación manual de droga. Creemos que hemos avanzado. En el primer año -que fue 2005- erradicamos manualmente 32 mil hectáreas, el año pasado 42 mil, este año ya estamos bordeando 60 mil. La meta para el año entrante es erradicar manualmente 100 mil hectáreas, con un esquema para erradicar y repetir la erradicación, que nos permita ir eliminando definitivamente la droga en muchas áreas del país.

Comprendo, respeto, objeciones de Europa a la fumigación. Creo que el programa Familias Guardabosques y el programa de erradicación manual, ofrecen a Europa todas las posibilidades para ayudarnos en la derrota de la droga.

No puedo dejar de manifestar mi preocupación, porque cuando nosotros vemos qué ha pasado en el espacio aéreo colombiano, observamos que se han disminuido sustancialmente los vuelos ilícitos, gracias a que con los Estados Unidos restablecimos un sistema muy eficaz de vigilancia.

¿Qué nos preocupa? La droga la sacan de Colombia y la embarcan hoy en otros países. ¿Y qué nos preocupa? Que ha crecido mucho el mercado en Suramérica y en Europa. Creo que tenemos que hacer grandes esfuerzos para que no siga esa tendencia tan preocupante.

En nuestro programa de cohesión social tenemos nuevos esquemas y también dificultades.

Hay un esquema que se llama la Red Juntos, que se propone rescatar de la miseria absoluta a millón y medio de familias colombianas.

¿Cómo está procediendo? Junta las herramientas sociales de educación, nutrición, vivienda, créditos, etcétera, en ese conjunto de familias. Que cada una de esas familias reciba los mismos beneficios, para que les ayude a salir de la pobreza extrema. Ojalá podamos cumplir esa meta: millón y medio de familias en la Red Juntos.

Déficit de vivienda para desplazados

¿Qué dificultades tenemos? Una enorme dificultad en vivienda social. Hemos multiplicado por tres el presupuesto, pero seguimos asistiendo a un déficit que nos ha rebasado en preocupante cantidad.

Cuando vemos el caso de los desplazados. Notros hemos avanzado en atención humanitaria inmediata, en salud y educación para los desplazados, en Familias en Acción.

¿Cuál es nuestro gran retraso? Vivienda. Teníamos subsidios para 40 mil viviendas de desplazados. Han aparecido requerimientos por 200 mil, eso nos implica 800 millones de dólares adicionales de presupuesto. Estamos haciendo el esfuerzo, a ver cómo poco a poco vamos logrando superar esa dificultad.

Víctimas

El proceso incurso de aplicación de la Ley de Justicia y Paz, que fue nuestro tema en febrero de 2005 en Cartagena, hoy está en plena aplicación y le ha ayudado enormemente al país.

Han aparecido 87 mil víctimas. Hay que repararlas integralmente e indemnizarlas pecuniariamente. De ahí nuestro reto.

Por eso divido el tema en dos: la reparación integral, que implica también la reparación moral, la reparación simbólica, y la indemnización pecuniaria.

Estamos preparando un decreto para ser expedido en diciembre, que regule la manera como el Estado pueda efectuar conciliaciones administrativas con cada familia. Por supuesto, voluntaria para la familia.

Ojalá podamos avanzar. Hay dos caminos: el de la conciliación o el camino judicial. Creo que el camino judicial nos demora mucho, pueden tener cualquier cantidad de inconvenientes, una dimensión de costos que lo haga impagable.

Pero quería anunciar antes ustedes, que próximamente expediremos este decreto para pagar la conciliación administrativa.

Hasta hoy 87 mil víctimas ¿Cuántas van a aparecer de aquí en adelante? No lo sabemos, apenas van a empezar a aparecer las de la guerrilla. Hasta ahora la mayoría que han aparecido son víctimas de los paramilitares.

Como ven, apreciados integrantes del G24, tenemos muchos desafíos, pero también mucha determinación de salir adelante. Solos no salimos adelante, la ayuda de ustedes es muy importante.

Pruebas de supervivencia de secuestrados

Ayer tarde, en la noche, fui informado por el señor Fiscal General de la Nación y el Ejército, que en un operativo del Ejército colombiano contra las Farc, fueron capturadas tres personas, y se decomiso un material de pruebas de supervivencia de algunos de los secuestrados.

La instrucción que dio el Gobierno anoche mismo, es que eso de inmediato lo conociera la comunidad nacional e internacional.

Hasta la media noche miramos detalladamente las pruebas en presencia de la Fiscalía, que como ustedes saben es independiente.

Yo debo llamarlas como Presidente, no las pruebas, eso lo dirá la Fiscalía y los jueces, yo lo debo llamar el material que apareció. Allí hay videos, fotos y cartas.

A la una de la mañana expedimos un comunicado, lo leyó el Comisionado (de Paz), donde se hace la relación de cada una de las evidencias y las personas que parecen en esas evidencias.

La doctora Ingrid Betancourt aparece en un video, de 23 de octubre. Esas pruebas son de 23 - 24 de octubre.

Aparecen los tres norteamericanos y aparecen algunos de los oficiales de nuestro Ejército y de nuestra Policía.

Desde la una de la mañana publicamos la relación de las pruebas, de estas evidencias, y la relación de las personas que allí aparecen.

Esa publicación la hicimos por razones humanitarias, con el permiso previo de la Fiscalía.

En el día de hoy estaremos enviando copia de ese material al Gobierno de Francia, porque la doctora Ingrid Betancourt tiene también nacionalidad francesa, y al Gobierno de los Estados Unidos, porque en ese material aparecen los tres norteamericanos que hacen parte del grupo de secuestrados.

Y desde primera hora de la mañana en la Fiscalía, las pruebas que se relacionaron anoche, las evidencias, están a disposición de los familiares y también a disposición de los medios de comunicación.

¿Qué sigue? Habíamos dicho a comienzos de esta semana, que el Gobierno de Colombia veía que las pruebas se deberían entregar unilateralmente, y los secuestrados liberarlos unilateralmente. ¿A quién? Al Presidente Sarkozy o al Presidente Chávez de Venezuela.

Dije, esta semana, si las Farc no entrega pruebas al Gobierno de Colombia, ni le libera a los secuestrados al Gobierno de Colombia, porque el grupo terrorista de las Farc odia al Gobierno de Colombia, entonces que lo haga de manera unilateral al Presidente de Venezuela, por quien dicen tener respeto y simpatía. Advertí que el Gobierno de Colombia no se opondría a eso, que lo veía como una necesidad humanitaria.

También expresamos que emprendíamos una nueva acción, que hoy reitero, para buscar la liberación de los secuestrados: la oferta generosa de beneficios jurídicos a los guerrilleros que entreguen secuestrados. Porque no solamente está este grupo, que se ha llamado el grupo del intercambio humanitario, sino que en los últimos diez años, después de un escrutinio riguroso, aparecen alrededor de 750 personas secuestradas por las Farc, que no han regresado.

Y expresamos al Gobierno de Francia, hace dos días, lo que quiero reiterar esta mañana, nuestra disposición de buscar con el Gobierno de Francia, con la comunidad nacional e internacional, mecanismos para la liberación de los secuestrados, que sean efectivos y que no implique protagonismo político del terrorismo. Eso lo quiero reiterar esta mañana, ante un grupo tan importante como el grupo que ustedes integran.

Celebro que el Ejército colombiano haya hallado estas evidencias. Celebro que la Fiscalía nos haya dicho anoche, que son creíbles. Celebro que se refieran a un buen número de secuestrados, no a todos. Qué tristeza que no haya las pruebas de los otros, ojalá lleguen. Celebro que sean recientes, todo indica que son evidencias tomadas entre el 23 y el 24 de octubre.

¿Qué deploro? Especialmente en el caso de la doctora Ingrid Betancourt y del senador Luis Eladio Pérez, los videos advierten tortura.

Cuando a la una de la mañana veía esos videos, veía allí una expresión de tortura, semejante a la que se observaba en aquellos europeos que fueron llevados a los campos de concentración del nazismo.

Las Farc es un terrorismo torturador, de los peor de la historia de la humanidad. Eso no se puede desconocer. Pero, dentro del esquema hablado, vamos a seguir trabajando por la liberación de los secuestrados".