Bogotá, 2 oct (SP). “Mil gracias por este esfuerzo que ha hecho Patria Nueva, como grupo de colombianos que siembra y estimula la esperanza.
No puedo empezar a dirigirles una palabras sin recordar la memoria del ex presidente Julio Cesar Turbay Ayala. Tuve el privilegio de conocerlo desde que yo era muy joven, tuve el privilegio de escucharlo muchas veces, tuve el privilegio de escucharle consejos, narrar un rico anecdotario de ese largo proceso político que le tocó vivir en la Patria, escuchar la expresión sencilla de |
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profundos conocimientos y al mismo tiempo, la expresión lógica del sentido común. |
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“Mirando todo el mapa del continente,
encontramos que el lote del continente más fértil
para que florezca el emprendimiento es Colombia”, aseguró el presidente Álvaro Uribe, en su discurso
ante los asistentes al foro ‘Prosperidad Económica del País’, organizado por el centro de estudios Patria Nueva. Foto: Miguel Angel Solano - SP- |
Es muy difícil en la vida pública de una Nación que ha sufrido tantas convulsiones, hacer de la capacidad de afecto por los seres humanos, la principal herramienta de la acción para relacionarse con sus compatriotas, pero el Presidente Turbay Ayala lo logró.
Difícil encontrar en la política, un parangón de sentido humano con el Presidente Julio Cesar Turbay Ayala.
Le rindo, ante un grupo tan importante de quienes fueron sus más cercanos colaboradores, sus amigos a lo largo de su carrera pública, un homenaje que nace de lo profundo de mi alma, de lo profundo de mi gratitud, que tuve esa magnifica oportunidad de conocerlo durante tanto tiempo y que él me privilegiara con el don de su consejo.
Que nos ayude a los colombianos desde el cielo, el Presidente Turbay Ayala.
Apreciados compatriotas, ustedes han tenido unos magníficos conferencistas en el día de hoy, que conocen mejor que lo que yo pueda referir esta noche, la realidad nacional. Además acabamos de escuchar unas palabras llenas de patriotismo, concretas, llenas de visión de Patria, del doctor Luis Francisco Hoyos (director de Patria Nueva), con unos puntos muy claros sobre lo que deberíamos trabajar en estos años, para que se conviertan en políticas de Estado en nuestro país, independientemente de los ajustes que los diferentes gobiernos tengan que introducir.
Modelo colombiano
Permítanme empezar por decirles que hay que repensar el modelo colombiano, y definir aquellos valores del modelo colombiano que no podemos poner en juego.
Por ejemplo, en América latina no se había vuelto a hablar de espacio para la inversión privada. El espacio para la inversión privada presumíamos que estaba asegurado, pero hoy es necesario regresar a definir el espacio en cada Estado para la inversión privada, dado que en muchos países de América Latina quieren renacer las olas de estatismo.
Por ejemplo, se había intentado la destrucción del Estado en algunas décadas, y en otras décadas el estatismo, por evitar reformas al Estado, también contribuía a su destrucción.
Es importante resaltar del modelo colombiano, que nosotros no desmantelamos el Estado pero tampoco nos negamos a reformarlo. Creemos que la mejor manera de hacerlo útil al pueblo, es mantenerlo en un proceso ininterrumpido de reformas.
Nosotros le damos todo el espacio al sector privado, le exigimos responsabilidad social. No queremos una economía de monopolios estatales, no queremos una economía de monopolios privados, abogamos por una economía de gran dinámica de emprendimiento.
Nuestros compatriotas tienen más inclinación, mejor aptitud para el emprendimiento, que para la subalternidad laborar.
Mirando todo el mapa del continente, encontramos que el lote del continente más fértil para que florezca el emprendimiento es Colombia.
Cuando hablamos de que no se pude desmantelar el Estado pero hay que reformarlo, debemos decir que en lo corrido de nuestro Gobierno hemos reformado 420 entidades del Estado, y que nos proponemos reformar entidades del Estado hasta el último día de Gobierno.
Aquí me acompaña el Director de Crédito Público (Julio Torres), en algún momento nos podrá decir cómo ha evolucionado la reducción del déficit, del endeudamiento, a pesar de todo lo que falta.
Porque hay un principio en ésta tarea: uno de los afanes de nuestro Gobierno para estar en permanente contacto con los ciudadanos, es que cuando el Gobierno está simplemente las oficinas de los despachos públicos, en contacto con las pantallas del power point, el Gobierno se da cuenta lo que hace, pero ignora lo que hace falta.
Cuando esta en contacto permanente con los ciudadanos, el Gobierno se da cuenta de lo que hace falta.
No estamos en un paraíso, pero el país va mostrando síntomas de mejoría en muchos aspectos, y nos toca ajustar todos los días, para consolidar esas tendencias de mejoría.
Esa reforma del Estado ha contribuido a ahorrarle al fisco, un punto de déficit en relación con el PIB (Producto Interno Bruto) anualmente. Un punto parece poco, pero llevado a pesos equivale a tres billones y medio de pesos.
Lograr que una reforma del Estado le ahorre al fisco, año tras año, tres billones y medio de pesos, es muy importante.
La pregunta válida es: ¿Que habría pasado sin esa reforma?
Telecom, Ecopetrol y el Seguro
Miren Telecom. No tenía con que pagarle a los pensionados. Eso nos valía 500 mil millones (de pesos) al año. ¿Ustedes se imaginan qué habría pasado si el Gerente de Telecom estuviera visitando al Ministro de Hacienda para pedirle los 500 mil millones para pagar las pensiones?
Hoy se está al día.
Había total incertidumbre para la nómina de trabajadores activos, hoy está despejado el futuro. No había con que invertir, hoy tiene un plan para invertir ocho billones.
Este país en nuestro primer Gobierno se atrasó mucho en telefonía móvil. Pasó de cuatro millones de aparaticos a casi 30 (millones), pero ahora el gran reto es desatrasarnos en banda ancha, en conectividad, presupuesto fundamental para la competitividad, para el mejoramiento de la cantidad de ingreso y de la distribución del ingreso.
Ecopetrol es una señal de confianza de los colombianos en el país.
Cuando lanzamos la reforma de la capitalización, ya en la Bolsa de Colombia, pregunté: En el mejor momento de Bavaria ¿cuántos accionistas tuvo? Y me dijeron 140 mil. Pensé que en la mejor de las circunstancias llegaríamos a 150 mil suscriptores de Ecopetrol. Era muy difícil tener argumentos para estimar una meta superior.
Esta primera ronda fue exclusivamente para colombianos. Llegamos a casi 500 mil, sin contar los siete millones de trabajadores que integran los fondos de pensiones, dueños de los fondos de pensiones, que suscribieron acciones por dos billones 600 mil millones. Confianza en Colombia.
Cuentan analistas internacionales, que en muchos países primero han logrado confianza internacional que confianza interna.
Algo bien importante para destacar en lo de Ecopetrol, es que hay confianza de los colombianos en su propio país. Eso hay que cuidarlo como un tesoro. pulirlo y consolidarlo.
Las guerrillas marxistas. Su penetración en tanto ámbitos de la vida nacional nos trajeron el odio de clases. Eso contribuyó a una ideología radical, opuesta a las reformas de la vida moderna.
Esa ideología parecía un obstáculo infranqueable. Si ustedes me hubieran preguntado hace cinco años: ¿van a hacer la reforma laboral y pensional de Ecopetrol? Yo les habría contestado: lo intentaremos
Si me hubieran preguntado: ¿Van a hacer la capitalización de Ecopetrol? No me habría comprometido.
Realizar reformas para modernizar la vida nacional ha sido muy difícil, por el obstáculo de las ideologías radicales que no siempre son confesas. Muchas veces se esconden en miel, por eso hay que tener mucha perspicacia para la selección de las opciones de la política colombiana.
Y hemos logrado esa reforma. Pienso que Ecopetrol, esta llamada a ser una de las empresas más importantes del continente.
Esas reformas ahora estamos empeñados en adelantarlas en las clínicas del Seguro Social.
Ya con resultados muy buenos, como el obtenido en la Clínica de Santa Marta, en la Clínica de Cartagena, y confío que dentro de algunos meses, los usuarios y pacientes de Bogotá empiecen a percibir en el ser de cada quien, el mejoramiento en la calidad de los servicios.
Estado al servicio de la comunidad
El Estado no puede estar al servicio de la politiquería, no puede estar al servicio de grupos de interés, que en nombre de defender lo público se apropian del Estado, y no puede estar al servicio de excesos sindicales. El Estado tiene que estar al servicio de la comunidad.
Estas reformas ayudan a que el Estado esté al servicio de la comunidad.
A mí me decía el sindicato de Telecom cuando empezábamos las reformas: “Presidente, no nos eche toda la culpa a los del sindicato, nosotros propusimos y los gobiernos nos concedieron. Muchos gerentes simplemente no quisieron asumir el desgaste de decirnos no, y aplicaron la norma: Yo cedo, salgo tranquilo y el que viene atrás que arree”
Muchas personas llegaron a Telecom a completar la jubilación o a mejorarla. Razón tenía el sindicato. Hoy nadie pide un puesto clientelista en Telecom.
Todavía, hasta hace poco, al Ministro (del Interior y de Justicia, Carlos) Holguín, al Ministro de Minas (Hernán Martínez) y a mí, nos pedían puestos en la junta directiva de Ecopetrol.
Esta reforma ahora nos permitirá decir, cuando vengan a pedirnos un puesto: “¿Ya hablaron con los otros 500 mil socios?”
Creo que esta reforma mejora muchísimo el gobierno de las empresas del Estado, aumenta su valor y además le da toda la transparencia a la gobernabilidad.
Una de las críticas de la oposición es que hemos venido acabando con el del patrimonio público. Al contrario, lo hemos pasado de valores negativos a valores positivos, y hoy es promisorio, y hoy tiene más afecto de parte de la comunidad que el que tenía antes.
El proceso reformista permanente del Estado, sin desmantelarlo, debe incorporarse como un valor en nuestra democracia, es un fundamento de prosperidad permanente.
Y nosotros le damos todo el espacio, le damos todo el espacio al sector privado, exigiéndole responsabilidad social. Es importante destacar esto por las tendencias estatistas de América Latina.
Reformas sin estatismo
Hay que poner cuidado para que nuestro proceso sea reformista, pero no se contagie del estatismo.
Y hay que poner mucho cuidado, y hay que poner un cuidado en las decisiones electorales, porque el estatismo y otros males, cuando uno se está contagiando de ellos, le ocurre lo que le ocurre cuando se contagia su cuerpo de una enfermedad en la etapa del contagio: el receptor no se da cuenta, pero sí sufre cuando la enfermedad ya se expresa con toda la contundencia.
Tenemos que tener todo el cuidado para evitar dañinos contagios políticos, que algunos más abiertamente, otros soterradamente, quieren inocular en Colombia.
No ha sido bueno el estatismo en América latina. El proceso de la Revolución Brasilera de 1930, terminó 30 años después en dictaduras militares. Se instauró ese proceso en los 30 en nombre de lo social, y presentó un balance social desastroso.
Nada logró el estatismo de Bolivia de los años 1950, del Presidente Paz Estensoro. Nada logró en lo social, el estatismo peruano de la dictadura de Velasco Alvarado.
América Latina conoce esos procesos, nada bueno ha recibido de ellos.
Por eso, nosotros no podemos dejar ahora contagiarnos de las nuevas tendencias de estatismo. Hay que darle todas las garantías al sector privado, con una noción de privilegiar el emprendimiento, su dinamismo, y exigiendo responsabilidad social.
Responsabilidad social
Creemos que la responsabilidad social se tiene que traducir en la transparencia en la relación entre los inversionistas y el Estado, en la solidaridad de los inversionistas con las comunidades. No me canso de repetir un ejemplo: no puede ser que por unos poblados del Cesar, por los cuales antes nadie transitaba, ahora para extraer carbón transiten 700 tractomulas al día, se levante una polvareda que afecte la comunidad y haya indiferencia para resolverle esos problemas a la comunidad.
Responsabilidad social de los inversionistas con las comunidades, solidaridad.
Y responsabilidad social en las relaciones laborales.
Ni relaciones laborales de capitalismo salvaje, que han dado pie a las teorías extremas, a las ideologías radicales, ni relaciones laborales de odio de clase, que ha desterrado la confianza inversionista.
Relaciones laborales de fraternidad, es lo que, en nuestro concepto, debemos anidar en el alma de todos los colombianos.
Tres objetivos tiene nuestro Gobierno: Consolidar la Seguridad Democrática, consolidar la confianza inversionista y avanzar en la política social.
Van de la mano. Sin seguridad no hay inversión, sin inversión no hay recursos para cumplir las metas sociales.
Si no se avanza en lo social no se legitima la seguridad como valor de estado permanente. Si no se avanza en lo social, no se ejerce desde la demanda social una acción de réplica, para fortalecer el crecimiento de la economía.
Nosotros creemos que hay que llevar de la mano la prosperidad económica y la prosperidad social, que son inseparables, que América Latina se ha equivocado.
Durante muchos años, en la época del desarrollismo, se creyó que bastaba con el crecimiento y no se le asignó confianza a la equidad, y eso condujo en algunos países a altísimas tasas de crecimiento y a empeoramiento de los resultados de equidad.
En otras épocas se ha pensado que lo importante es lo social y se le ha dado la espalda a prosperidad económica, y se ha terminado con un discurso social muy beligerante y con unos resultados sociales muy pobres.
La experiencia de América Latina nos indica que tenemos que llevar de la mano la prosperidad económica con la prosperidad social, que son inseparables.
Seguridad Democrática
En materia de Seguridad Democrática hemos avanzado, pero nos falta. Celebro la manera como hoy fue rescatada, a pocas horas después de haber sido secuestrada, la señora esposa del capitán Francisco Ospina Navia, en Santa Marta.
Hubo un llamado oportuno, la fuerza pública reaccionó con todo el comprometimiento, y en horas fue rescatada.
Necesitamos todos los días más integración entre la fuerza pública y la ciudadanía.
Vamos ganando, pero no hemos ganado todavía.
No obstante que con la dirección del Ministro Holguín y el buen apoyo del Congreso logramos la Ley 1142, como un instrumento bien importante para avanzar en materia de seguridad urbana.
No obstante que en la visión general, en las cifras generales del país hay descenso en los delitos cotidianos que afectan la vida urbana, todavía hay mucho que hacer y todavía hay mucha incomodidad.
Cuando uno mira el hurto callejero, el hurto a residencias, el hurto a comercio en muchas ciudades, aquí mismo en Bogotá, el Gobierno tiene que reconocer que falta mucho por hacer.
Allí hay que hacer un gran esfuerzo, y ojalá sea tema a profundidad de quienes aspiran a la alcaldía de la capital.
Yo reviso todos los días, reviso todos los días qué pasa en las diferentes ciudades colombianas con uno u otro indicador, y nos falta mucho. Por eso, el Gobierno tiene que mirar más la necesidad de la gente que el power point.
Confianza inversionista
En materia de confianza inversionista hemos avanzado. Ayer nos decían en el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes), que ya la tasa de inversión está en el 28 (por ciento). Hace cinco años estaba entre el 12 y el 15 (por ciento). De cada 100 pesos que producíamos se invertían 12 – 15. El año pasado 24 - 25. En los dos primeros trimestres del año 28. Eso es un gran avance.
Debe haber, en mi concepto, un propósito nacional: evitar que la tasa de inversión se caiga por debajo del 25 - 26.
Y nos confirmaba el Ministro de Hacienda y el Director de Crédito Público, que tenemos hoy la tasa de inversión más alta del continente, con la excepción de un país. Pero que en el país que nos gana esa inversión es toda estatal.
Lo importante de la nuestra es que ha logrado el 28 por ciento, y ese 28 por ciento ya no es entre el 19 y el 21, sino entre el 20 y el 22, es imputable al sector privado.
Y le asignamos más importancia a la tasa de inversión que al crecimiento, porque puede haber crecimiento furtivo: se descubre un pozo de petróleo, se explota, mientras se está produciendo contribuye mucho al crecimiento, se agota, se cae el crecimiento del petróleo, se aumenta el precio de un producto básico, florece el crecimiento, vuelve a sus niveles normales, se deprime el crecimiento.
La confianza inversionista logra un crecimiento de largo plazo vigoroso. Por eso hay que hacer ese esfuerzo en materia de confianza inversionista.
¿Qué elementos contribuyen a la confianza inversionista? El modelo, decir y repetirle a todo el mundo: “Aquí hay todo el espacio para el sector privado con responsabilidad social”. La persistencia en la política de seguridad, la salud fiscal de la Nación.
El Gobierno todos los días encuentra dificultades en esa materia. Por ejemplo anoche veíamos, que vamos a tener que financiar un billón 400 mil millones más hasta el 2010, para poder atender las demandas del subsidio de vivienda de la población desplazada.
Una necesidad, ¿quien la discute? Pero también un país con severas limitaciones fiscales aún no superadas. A pesar de lo que hemos avanzado en la disminución del déficit consolidado en el Gobierno Nacional Central, de lo que hemos avanzado en el endeudamiento, que ha descendido del 48 al 28 por ciento, todavía hay una tarea muy difícil que realizar.
Y entonces aparece la contradicción entre esas demandas sociales inaplazables, y la necesidad de contribuir a la salud fiscal de la Nación.
Transferencias
Y decisiones muy difíciles, que generan impopularidad, como la de las transferencias.
Yo no dejaré de agradecerle al Congreso de la República, que a seis meses de elecciones regionales, con una Plaza de Bolívar llena de compatriotas descontentos, se atrevió a aprobar el acto legislativo de transferencias, en una decisión de gran responsabilidad.
Estimula la descentralización, sin poner a riesgo la salud fiscal de la Nación, sin exponer la Nación a la quiebra.
Lo peor que le podría pasar a la descentralización es quebrar a la Nación.
Yo viví como Gobernador épocas de alzas de intereses, y le he dicho a los gobernadores y a los alcaldes: cuánto mejor los plazos del endeudamiento y las tasas de interés de ahora, que hay más salud fiscal en la Nación, que las que se vivieron en las regiones hace algunos años.
Ahora nos toca, por ejemplo, pedirles a los colombianos que no se apoye el referendo que curie echar para atrás ese acto legislativo, porque de volver a la norma de la Constitución del 91, volveríamos a una norma impagable.
Eso produce un efecto electoral inmediato, y después una total frustración de opinión y un profundo daño a la economía.
Algunos me preguntan: “¿echaron para atrás la descentralización? ¿Por qué aplazaron la formula que las transferencias crezcan al ritmo de los ingresos corrientes de la Nación solamente a partir del año 2016?
Y contesto: “No echamos para atrás la descentralización. Este país es un país muy descentralizado en el continente”.
Veía hace poco, con unos gobernadores de Brasil, cómo se distribuye el gasto público allí, Estado República Federativa del Brasil. Las regiones del Brasil ejecutan el 30 por ciento del gasto público, el gobierno nacional central el 70.
En Colombia, las regiones ejecutan el 52 por ciento del gasto público, el Gobierno Nacional Central el 48. Es un país muy descentralizado.
Y a eso hay que sumarle inversiones no recurrentes, que se financian mayormente con aportes de la Nación, pero que se ejecutan por parte de los distritos.
Hablemos de los Transmilenios, que empezaron en Bogotá con el doctor Enrique Peñalosa. Hace cinco años tenía 34 kilómetros, hoy más de 84, la Nación aporta el 70 por ciento pero ejecuta el Gobierno Distrital.
Lo mismo que en las otras ciudades colombianas, donde hoy los estamos construyendo, y que nos honra mucho decir: Colombia esta construyendo sistemas de transporte masivo en nueve ciudades, y hay otras 10 en fila, como una contribución al ahorro de combustible, a la calidad de vida, a la renovación urbana, al ahorro de tiempo etc.
Los subsidios de vivienda los aporta en mayor parte el Gobierno Nacional, pero los ejecutan las entidades territoriales.
Cuando uno mira al país, y lo analiza en función de quién ejecuta el gasto, encuentra que es un país profundamente descentralizado
Y la otra pregunta, apreciados compatriotas: ¿por qué solamente en el año 2016, de acuerdo con el acto constitucional, las transferencias empezarán a aumentar en la misma proporción en que aumenten los ingresos corrientes de la Nación?
Ha sido necesario ese periodo. A mí me decía alguien: “Hombre, Presidente no pague ese gasto político, lo suyo termina en el 2010. Porque se va a preocupar hasta el 2016? Porque no se puede aplicar la formula de evitar el gasto personal, buscar la facilidad, para salir en medio de aplausos, y dejarle el problema al que viene atrás, porque el país tiene un problema pensional enorme, que si bien en este Gobierno hemos hecho reformas legales, hemos reestructurado 420 entidades del Estado, hemos hecho la reforma constitucional que elimina regímenes privilegiados de pensiones, todavía el costo es muy alto.
En la discusión de las transferencias apareció lo siguiente: El solo costo de pensiones, en favor de los profesores del sector público de primaria y secundaria, supera 37 billones, prácticamente una tercera parte del Presupuesto Nacional de un año.
Hemos resuelto problemas pensionales en unas universidades, en otras no. Se estima que el pasivo pensional de la Universidad Nacional ascienda a 4 billones. Finalmente eso lo tiene que pagar en su totalidad del Presupuesto Nacional.
Este año a este Gobierno le ha tocado el agotamiento de las reservas del Seguro Social. Eso nos implica hacerle una transferencia enorme al Seguro Social año tras año. Este año esa transferencia, para que el Seguro Social se ponga al día, no le quede mal a 650 mil pensionados, esa transferencia vale entre 4 billones 900 mil millones y 5 billones cien mil millones, dependiendo del monto de cotizaciones que percibe el Seguro.
Y hay que decir algo bien importante, apreciado doctor Luis Francisco, ustedes amigos de Patria Nueva que tanto este Gobierno no tiene con qué agradecerles su esfuerzo en la defensa de esta administración: en otros países, en Argentina por ejemplo, ¿cuánto perdieron los pensionados?, ¿cómo les licuaron las pensiones con inflación?, ¿cómo pusieron a los pensionados a soportar, con hambre y con miseria, buena parte de la superación de la crisis? Aquí se agotaron las reservas y a los pensionados no se les ha quitado un peso. Eso es bien importante decirlo.
Miren. El Plan 2500 de pavimentación de vías vale 2 billones 300 mil millones. ¿Cuántos planes 2500 podríamos hacer, si no fuera porque tenemos que hacerle ese giro al Seguro Social?
Entre nuestras obras de infraestructura más importantes tenemos en objetivo dejar plenamente contratada, contratada, la doble calzada Bogotá - Santa Marta e iniciada la ejecución. Está en pleno proceso de estructuración con la institución financiera del Banco Mundial para el sector privado. Algunos estimativos indican que la podemos hacer por una suma no muy superior a lo que en dos años tenemos que pagarle del Presupuesto Nacional a 650 mil pensionados del Seguro Social.
Hemos cumplido esa responsabilidad social. No la hemos afectado en un peso. Pero eso nos obliga también a ser muy cuidadosos en materia de manejo fiscal.
Eh ahí algunas de las razones por las cuales el Gobierno insistió en la fórmula que finalmente ha aprobado el Congreso, en materia de transferencias, tan controvertida hoy, que estamos en pleno debate electoral.
Algunos candidatos que me llaman y me dicen: ‘Presidente, yo soy amigo del Gobierno, ¿qué digo en esa materia?’ Digo, ‘pues si ve que está muy impopular la cosa en tu municipio, no vayas a decir nada, quedate calladito, para que cuando te elijan me puedas ayudar a evitar el referendo’. Es lo que hasta ahora he podido decirles, y es lo que les tengo que decir a aquellos con quienes todavía no he podido hablar.
La lucha por la salud fiscal de la Nación es un imperativo. Y no fácil. A uno le aparecen sorpresas muy difíciles de manejar: el rebrote inflacionario de principio de este año. Creería uno que en lo que se ve en América Latina le esté yendo mejor a Colombia. Incluso me sorprendió mucho ver que en el Perú, donde no había ninguna preocupación inflacionaria, empieza a haber preocupaciones inflacionarias.
Estímulos a la inversión
Para la confianza inversionista hemos utilizado el instrumento tributario. No es fácil. La escuela económica colombiana ha sido muy adversa a utilizar el instrumento tributario parta estimular la inversión, pero en algún momento dijimos en el Consejo de Ministros: ‘¿Por qué nos vamos a negar a estimularlos, después de ver todos los pro, los contra, lo que dicen las agencias multilaterales, cuándo es sensible la inversión a los estímulos tributarios, cuándo no lo es’. Finalmente es para estimular actividades que no tenemos y para poder competir con los vecinos.
En la globalización, muchas veces el modelo tributario no lo determina el pensamiento del propio país, sino la realidad que le imponen los vecinos. Por eso hemos introducido estímulos grandes: exención tributaria de 30 años a los nuevos hoteles, exención tributaria a las empresas de turismo ecológico, exención de IVA y de impuesto global al combustible para los biocombustibles, en lo cual Colombia tiene tanto futuro, tanta posibilidad de prosperidad. La deducción del 40 por ciento a toda inversión que hoy se hace en Colombia. Y esto ha ayudado.
No es el único instrumento, pero en el conjunto de las circunstancias que se han dado, ha ayudado enormemente. Hoy, por ejemplo, en el país se están construyendo 5 mil habitaciones hoteleras, en Bogotá se están empezando dos grandes hoteles, uno en la Avenida del Aeropuerto y otro cerca de la 72, que se empezará en los próximos días. El de la Avenida del Aeropuerto ya se ve que empezó la construcción.
La deducción tributaria es bien importante. Hoy de cada cien pesos que se invierte en Colombia hay una deducción del 40 por ciento, Y se maneja con flexibilidad. El contribuyente no la tiene que utilizar el año que hace la declaración de renta. Si no puede utilizarla en el ciento por ciento, puede diferirla durante todos los años que requiera para utilizarla. Utilizar el instrumento tributario ha sido bien importante.
Y ahí hay un tema de filosofía social: por ejemplo, cuando yo comparo nuestro conjunto de estímulos, cuando lo comparo con la reforma de los Estados Unidos, veo que es muy diferente. Aquí estimulamos la inversión. Aquí le decimos a la gente: ‘Le damos estas deducciones, estas exenciones, si invierte’. ¿Allá qué hicieron? Allá simplemente les rebajaron las tarifas a los ricos, aquí no. Aquí lo que se ha hecho es estimular la inversión, que es el camino a la generación de empleo.
Ahora han propuesto algunos que eliminemos las contribuciones al Sena, a las cajas de Compensación y a Bienestar Familiar para estimular el empleo. Yo les he dicho: ‘Por favor, no. Esas instituciones cumplen una gran tarea social en Colombia. Estamos haciendo el esfuerzo para que mejoren su administración y sus resultados’.
Entonces, me replican y me dicen: ‘Presidente, es que las pudiera sostener el fisco’. Ustedes saben que antes los empleadores tenían que hacer una gran cantidad de declaraciones y de pagos: una declaración para régimen contributivo y salud, otra para pensiones, otra para riesgos profesionales y otra para el Sena, cajas de compensación y Bienestar. Eso lo unificamos. Hoy se hace una sola declaración y un solo pago, lo que ha eliminado trámites y ha eliminado evasión.
Si a eso se le suma que ha crecido muchísimo el empleo con afiliación a la seguridad social -la afiliación a la Seguridad Social en este Gobierno ha crecido en un 42 por ciento- la diferencia es que los recaudos de las cajas, del Sena y del Bienestar se han incrementado mucho. El año entrante pueden estar cercanos a 6 billones. ¿Cómo le vamos a cargar al Presupuesto Nacional 6 billones, si eliminamos esa parafiscalidad? Eliminar esa parafiscalidad sería el inicio del cierre del Sena, de las cajas de Compensación y de Bienestar Familiar. Creo que le haríamos un enorme daño al tejido social de la Nación.
Me he atrevido proponerles a los economistas lo siguiente: en una economía abierta, que está buscando mercados, los únicos estímulos al empleo, finalmente, son los estímulos a la inversión. En una economía abierta, que está buscando mercados, lo único que crea empleo es la inversión. Uno no pude crear empleo ficticiamente, ni por decreto.
Reducción del desempleo
Con esa idea estamos trabajando para que este desempleo que creció tan velozmente, al final de este Gobierno no esté por encima, Planeación Nacional dice del 8 por ciento, ojalá no esté por encima del 7. Creció velozmente. Al principio del Gobierno, ese talento que mi Dios nos quito a destiempo, el ex ministro Juan Luís Londoño, me decía, y nos decía en los Consejos de Ministros, mire: ‘Aquí el desempleo pasó del 8 al 20 en 6 años, el desempleo de los jefes de hogar, en los mismos 6 años, del 4 al 10. Eso lleva una fuerza inercial, que va a llegar al 25 en muy poco tiempo. Pararlo es muy difícil y más difícil devolverlo’. No crean, en medio de las dificultades del país, uno siente una especie de respiro, de descanso, cuando oye el informe del pasado viernes de que el desempleo nacional está en el 10,6.
Yo creo que si trabajamos con todo el entusiasmo es posible dejarlo ojalá no por encima del 7 en el año 2010, pero con un gran cuidado en el crecimiento de la afiliación a la Seguridad Social, que es fundamental, como demostración de un empleo de buena calidad.
Estamos haciendo un esfuerzo con todos esos estímulos.
Yo creo que en las próximas horas el Ministro de Hacienda, el Ministro de Comercio debe firmar el decreto para reglamentar las nuevas Zonas Francas, Zonas Económicas Especiales, con una tarifa del 15 por ciento, para poner esta economía con alguna inclinación tributaria parecida a la de Irlanda.
Me decía el Presidente de los empresarios, el pasado viernes, el doctor Luis Carlos Villegas, que hay más de 2.200 millones de dólares esperando ese decreto para dar la orden de empezar inversiones en Colombia. Ojalá eso se dé.
El Congreso nos ha aprobado la Ley que nos autoriza a firmar con los inversionistas los pactos de estabilidad en las reglas de juego. Confiamos en diciembre poderle dar cuenta al país de una buena cantidad de pactos que han sido firmados. Todo esto para garantizar confianza inversionista.
Política Social
Y vamos trabajando en lo social. Aspiramos en el año 2010 decir: ‘Logramos plena cobertura en educación básica, logramos 34 por ciento en educación universitaria’. Cuando nosotros asumimos el Gobierno el país estaba empezando con 220 mil Familias en Acción, un programa experimental a 3 años, financiado por el BID. Lo convertimos en permanente y estamos llegando a millón y medio de Familias en Acción. La meta es tener Bogotá con 100 mil Familias en Acción, hay 75 mil registradas que en las próximas dos semanas van a empezar a recibir el pago, siempre y cuando demuestren que sus hijos están asistiendo al colegio y los sometan a unas pruebas periódicas de avance en su desarrollo integral, gracias a la mejor nutrición que les provean con ese subsidio.
Nosotros vamos a invitar a los alcaldes y gobernadores que resulten elegidos en estas justas de octubre, para que los presupuestos locales hagan aportes, para poder llegar a más de 2 millones de Familias en Acción en la totalidad del territorio para el año 2009.
Programas sociales que son redentores desde el punto de vista social, que ayudan a cambiar la estructura social y que le ayudan enormemente a la economía.
El pasado sábado, en el Consejo Comunitario de Lorica (Córdoba), veíamos lo siguiente: en la municipalidad de Lorica quedan 7.500 Familias en Acción y, además, hay un florecimiento de Banca de Oportunidades. Ya la gente empieza a percibir que el día que se paga Familias en Acción se reactiva toda la economía de Lorica.
Lo grande y lo importante que es la economía de Bogotá. Y yo tengo la certeza que cuando Bogotá empiece a recibir el pago de 100 mil Familias en Acción, el día que se hace ese pago, se tiene que reactivar la economía de Bogotá.
Las buenas inversiones en política social son grandes reactivadores de la economía. Ese tipo de inversiones constituyen una especie de traslape entre lo que es la política social y la política económica, entre lo que es la búsqueda de la prosperidad social, a través de estar simultáneamente buscando la prosperidad económica.
Yo confío en la revolución del Sena. Hemos pasado de un millón de estudiantes y este año tendremos 4 millones y medio. En agosto recibió el Sena su última plataforma tecnológica que le permitirá tener un millón 200 mil estudiantes mínimo en ambiente virtual permanente.
Yo confío en lo que estamos haciendo en el Icetex. Se ha convertido en una institución independiente. Tenía 60 mil usuarios de crédito, nuestra meta es dejarlo con casi 400 mil usuarios de crédito.
Esta mañana le propusimos al Banco Mundial que un crédito que con aval de la Nación le va a hacer al Icetex, no sea a 16 años, sino a 25 años. Se había adormecido la demanda por crédito universitario y a medida que empezamos a vigorizar el Icetex, ya esa demanda se nos ha salido de nuestra capacidad de atenderla. Se reactivó totalmente, hasta el punto de que estamos en el proceso de contratar ese nuevo empréstito.
Yo confío que podamos cumplir en este segundo Gobierno con entregar 5 millones de créditos a igual número de familias populares en la Patria. Banca de Oportunidades. En el primer Gobierno nos propusimos millón 800 mil créditos, parecía una meta inalcanzable, y lo logramos. En el segundo Gobierno nos proponemos 5 millones de créditos y lo tenemos que lograr con la ayuda de Dios.
Aquí está la señora Presidente de Asobancaria (María Mercedes Cuellar). El informe que tenemos es que cuando empezó nuestro Gobierno, la cartera en cabeza de los microempresarios representaba el uno y medio por ciento de la cartera total, hoy representa el cinco y medio, consolidando todos las instituciones financieras, las ONG’s, los bancos de segundo piso.
Les vamos a pedir a los gobernadores y a los alcaldes que resulten elegidos en octubre, que busquen unos aportes de los presupuestos locales para poder crecer más ese programa tan importante de superación de exclusión, que es Banca de Oportunidades, en nuestra Patria.
Yo confío que nosotros podamos terminar el Gobierno logrando plena cobertura en salud en Colombia. No obstante problemas que subsisten de calidad, de inoportunidad en la atención, etcétera.
Yo confío que nosotros podamos terminar nuestro Gobierno con más de 100 mil Familias Guardabosques, ya hemos superado las 50 mil. Familias campesinas que estaban dedicadas a la droga, que hemos hecho contratos con ellas, con esas familias, para que abandonen la droga, para que se dediquen a supervisar la recuperación del bosque, que están vigiladas por una monitoría de Naciones Unidas y que reciben un subsidio del Gobierno, de más o menos tres millones 400 mil pesos al año.
Naciones Unidas dice que es el mejor programa que ha encontrado en el mundo entero para cuidar la selva. Y es una de nuestras estrategias contra el calentamiento global, en un país que todavía tiene 578 mil kilómetros cuadrados de selva.
Yo confío que en el tema de calidad de vida podamos avanzar con los transmilenios, no solamente en las nueve ciudades donde hoy lo estamos haciendo, sino en otras 10 ciudades que están en fila, que podamos dejar eso financiado, así no pueda este Gobierno iniciar la ejecución.
No es fácil. Yo hablaba con la Presidente de Chile, su problema de infraestructura en este momento es el del funcionamiento de unos buses del transmilenio de Santiago.
El problema nuestro es que lo estamos haciendo en nueve ciudades, y qué difícil es, entonces, primero financiarlo y después el entendimiento con cada Alcalde, el entendimiento con cada Concejo, etcétera. Pero eso contribuye enormemente a la calidad de vida, y es un instrumento fundamental de política social.
Infraestructura
Ahora tenemos enormes dificultades en el país. Cuando a mí me dicen: “Presidente la infraestructura”, la gente tiene toda la razón y entonces yo tengo disculpas y compromisos.
Una serie de disculpas que el Gobierno las repite a toda hora: hombre este país tiene problemas de ubicación de centros productivos.
Uno recorre América Latina y encuentra que casi todos los centros productivos están cerquitíca del mar o sin dificultades para llegar al mar, incluido Paraguay, con la hidrovía que termina en el río de La Plata.
Esta ciudad de Bogotá es un prodigio como funciona, uno se pone a verla: por un lado está a 578 kilómetros del Pacífico, hay que bajar la cordillera oriental, cruzar la central y cruzar la occidental, con todas esas dificultades geológicas, y por el otro lado está a casi mil kilómetros del mar.
Mi ciudad de Medellín. Yo no sé cómo ha funcionado. Estuvo toda la vida aislada de Urabá, que es la ruta más cercana al mar, la más difícil de manejar, casi 400 kilómetros.
Los retos de infraestructura son muy grades.
Hemos superado casi todos los pleitos de concesión. Encontrar todas las concesiones en pleito y proponerse superarlos no es fácil. Se superó lo de Comsa, se logró la conciliación, ahora falta que lo apruebe el Tribunal de Bogotá. En eso estamos.
Compromisos de infraestructura: concluir el Plan 2.500.
Todo el mundo se queja, voy donde los exportadores y me dicen: “eh Presidente, es que el Plan 2.500 es un plan que le llega a municipios, pero no tiene las rutas de comercio exterior”, tienen razón. Y yo les digo: “hombre pero hay carreteras de competitividad muy importantes, la carretera Puerto López – Puerto Gaitán, los accesos a La Mojana, la carretera de Granada a San José del Guaviare”. Si, pero no hay los corredores de comercio exterior.
Y al otro día voy donde los Alcaldes y me dicen: “Presidente muy bueno el Plan 2.500, pero totalmente insuficiente”, y tienen razón. En un país donde todo falta, todo el que se queje tiene la razón.
Finalmente, le he dicho a los exportadores: miren, yo no podía llegar hace cinco a los municipios solamente con solados, era necesario también lanzar este Plan, porque los ciudadanos no solamente se desplazan por violencia, se desplazan por falta de vías de comunicación, falta de servicios públicos., etcétera.
Compromiso, terminar el Plan 2.500. No podemos emprender nuevas vías municipales y departamentales, no podemos.
¿Qué estamos haciendo? Ayudándole a los departamentos y los municipios con unos créditos a 25 años de plazo, con las multilaterales, con una tasa de interés muy baja, cinco años de gracia.
Hoy el Banco Mundial nos anunció la reducción de la tasa de interés a Colombia en no menos de 50 puntos. Los nuevos créditos con el Banco Mundial quedan en 5.1 por ciento.
Entonces, les estamos ofreciendo a alcaldes y gobernadores un aval de la Nación para que obtener eses créditos, y que puedan avanzar en obras de infraestructura en sus localidades.
Y tenemos el compromiso con los municipios de trasladarles 140 millones por municipio año, vía municipal, una cifra que parece muy pequeña por municipio, pero son 1.099 municipios.
Y tenemos los compromisos con las grandes vías de comercio exterior.
Además de haber resuelto una serie de pleitos y tener esas vías hoy funcionando: tres pleitos en Antioquia, el pleito de Santa Marta – Paraguachón, el pleito para sostener la vía de Bogotá a Villavicencio, el pleito de la Autopista del Café -que hoy avanza a mejor ritmo-, tenemos unas nuevas concesiones. Este año hemos adjudicado la concesión de Rumichaca - Pasto, con túnel en Pasto, para llegar al aeropuerto Antonio Nariño, en Chachaguí; hemos adjudicado la concesión del área metropolitana de Bucaramanga, con alcance hasta Barrancabermeja; hemos adjudicado la concesión de Cúcuta, con problemas por el peaje.
Pero miren porque he insistido que hay que mantener ese peaje: es un peaje de 2.000 pesos, solamente lo cobramos en un sentido. Inicialmente se había fijado una tarifa de más de 20 mil pesos para camiones, hoy se le cobra a los camiones apenas 2.000 pesos; se eximieron 11 mil vehículos que van y vienen varias veces al día entre las ciudades colombianas y venezolanas de la frontera; allí no hay sobretasa a la gasolina, porque la gasolina es de Venezuela; no hay impuesto de rodamiento, ni de registro de vehículos, porque los vehículos están registrados en Venezuela.
¿Para qué es ese peaje? Para complementar unos apoyos del presupuesto nacional para construir 17 obras en Cúcuta y la doble calzada Cúcuta – Pamplona, trayecto esencial de la doble calzada Cúcuta – Bucaramanga, que aspiramos que este Gobierno la deje contratada en su totalidad e iniciada en la ejecución.
Y para mejorar, con recursos que aportará Ecopetrol si aumentan la producción de petróleo en Tibú, la carretera Cúcuta – Tibú. Y ya el Gobierno Nacional aportó a ese concesionario 50 mil millones, presupuesto del año entrante, para empezar el mejoramiento de la carretera de la parte norte de Norte de Santander -el doctor Enrique Vargas, hijo de esa tierra, sabe la importancia de esa carretera- Tibú – La Mata, para poder sacar los productos nortesantandereanos: carbón, que están produciendo mucho, aceite de palma, donde tienen un gran porvenir, al río Magdalena.
Hemos adjudicado este año la concesión de las dobles calzadas Córdoba – Sucre, recientemente la concesión de la doble calzada aeropuerto de Barranquilla – Palmar de Varela – Sabanalarga; aeropuerto de Cartagena, salida de Cartagena, buscando Sincelejo, hasta El Viso. La Gobernación de Santa Marta, con apoyo nuestro, adjudicó una concesión muy importante para dobles calzadas en Santa Marta.
Tenemos el compromiso de dejar contratada, avanzada la ejecución, la doble calzada Bogotá – Buenaventura, con el túnel de La Línea, que ojalá le asignemos el nombre de Túnel del Segundo Centenario.
Está avanzado el trayecto Bogotá – Girardot, que tiene la variante de Fusagasuga, la variante de Melgar, tiene el túnel. Hemos contratado ya el trayecto de San Rafael, adelante de Girardot, hasta Ibagué y Cajamarca, un contrato reciente. Se ganó la licitación, en audiencia pública, un grupo liderado por Colpatria.
Tenemos hoy iniciado el proceso de la licitación para las obras que quedan. En el Túnel de La Línea hemos avanzado mucho en el túnel básico, faltan ahora los túneles de rodamiento y la doble calzada para llegar hasta Armenia: tenemos contratados varios tramos de Buga – Buenaventura; ha avanzado mucho la Autopista del Café y lo que es la malla vial vallecaucana; y estamos avanzando en la doble calzada que completa la malla vial vallecaucana, en el tramo de Cerrito a La Victoria. Y lo que nos falta por contratar de Buga –Buenaventura está hoy culminado estudio, y aspiramos dejar totalmente contratada y en ejecución la doble calzada Bogotá – Santa Marta.
Y ya inauguramos los primeros 42 kilómetros de la doble calzada Bogotá – Tunja – Sogamoso, de los 16 - 18 kilómetros de la variante a Tunja nos falta un poquito, hemos tenido muchas dificultades por el microfundio. Es más fácil quitarle una tabla a un naufrago, que comprarle un microfundio a un boyacense, eso es lo que nos ha detenido la construcción de esa variante de Tunja.
Miren esa variante de Tunja en la proyección a Venezuela, nos quedaría faltando un pedazo que estamos pavimentando de la carretera de Sogamoso a Yopal.
Estamos construyendo el puente sobre el río Casanare, que en el trayecto Yopal – Tame ahorra hora y media, ahora la vuelta por La Cabuya.
Y gracias a aportes de la Gobernación de Arauca, recursos de regalías, se está pavimentando totalmente la carretera de Tame a Arauca. Eso va a ahorrar de Bogotá a Arauca no menos de cinco horas. Yo creo que es algo bien importante para la competitividad del país.
En fin, ustedes saben que es de gran trascendencia la concesión del aeropuerto de ElDorado, que lo va a pasar de 8 millones de pasajeros a 20 millones de pasajeros, con un gran incremento en carga, y con un gran esfuerzo del presupuesto nacional, porque el aeropuerto ElDorado es el que sostenía todos los aeropuertos.
La rentabilidad del aeropuerto ElDorado se dedicaba a financiar el sostenimiento de los otros aeropuertos colombianos. Ahora el 54 por ciento de lo que produce ElDorado, se queda en poder del concesionario para invertirlo en el mejoramiento de ElDorado. Eso implica que ese dinero para los otros aeropuertos lo tiene que reponer el presupuesto nacional.
Cuando a mí me dicen mis compatriotas: “Presidente la competitividad colombiana tiene un gran obstáculo que se llama la infraestructura”, los compatriotas tienen razón. Vamos a hacer un gran esfuerzo, a ver cómo dejamos estos obstáculos de infraestructura en vía de superación.
Yo quiero celebrar algo, yo creo que es Patria Nueva la única que se atreve a citar en Colombia un foro por la prosperidad económica.
Y a mí me gusta eso, porque en el lenguaje político da pena hablar de prosperidad económica. En el lenguaje política uno es muy dado a ir donde los empresarios, pero sin que lo vean, a pedirles plata para campañas, y se muere de miedo de hablar de prosperidad económica de frente al público.
Yo felicito a Patria Nueva por atreverse, porque la única manera de tener prosperidad social es llevándola de la mano reprosperidad económica. Ahí, Patria Nueva está iluminada por el mejor sentido común de la historia de Colombia, el sentido común del Presidente Julio César Turbay Ayala.
A todos ustedes queridos compatriotas muchas gracias”. |