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Octubre 03

Palabras del presidente Álvaro Uribe en la Asamblea de Cotelco

Santa Marta, 3 oct (SP). “Les doy un saludo muy afectuoso. Ustedes, que constituyen uno de esos gremios que generan permanentemente alegría, empleo de buena calidad, presente y futuro a la Patria.

En primer lugar aplaudo de corazón, como ustedes lo hicieron, la reacción de la Fuerza Pública en el día de ayer, que permitió el rescate de doña Tatiana Torres, la esposa del capitán Ospina Navia, horas después de haber sido secuestrada.

Hubo un aviso oportuno que indica que la ciudadanía tiene que tener confianza en la Fuerza Pública, no se puede dejar amedrentar de los terroristas, y una reacción ágil, coordinada, de la Fuerza Pública.

Ahora lo que toca es capturar a esos secuestradores. Seguir con la decisión de que en suelo de la Patria tiene que llegar un momento en el cual no haya un solo secuestro. Este aplauso de la Fuerza Pública es para pedirles a los soldados y policías de la Patria que después de este rescate venga la captura de todos los secuestradores.

Casualmente esta mañana, después de una reunión con el Secretario de Defensa de los Estados Unidos (Robert Gates), le hice una declaración al país y a la comunidad internacional, en la cual dije que Colombia no está de acuerdo que para buscar el acuerdo humanitario, perdonen la redundancia, a fin de que la guerrilla libere a nuestros secuestrados, los Estados Unidos deban regresar a Colombia al señor ‘Simón Trinidad’ y a la señora ‘Sonia’, extraditados a ese país por el Gobierno de Colombia.

Debo recordar que antes de haber ordenado esa extradición ofrecí públicamente a la guerrilla que si se liberaba a nuestros secuestrados, nosotros suspenderíamos esa extradición. Y la guerrilla no aceptó.

Y debo hoy decir con claridad que si bien agradecemos las gestiones que se adelantan por el superior interés del país, tenemos limitaciones, límites. Como el límite para no conceder zona de despeje, el límite para exigir que aquellos que salgan de la cárcel no vuelvan a delinquir. Y, ahora que ha surgido ese tema de devolver extraditados, pedir que de ninguna manera ello se dé.

¿Por qué me preocupa? Por el precedente. Este Gobierno, que no ha negociado la extradición, tiene la autoridad moral para decir que tampoco se ablande en otros países, por lo que nos podría crear graves precedentes.

Imaginen ustedes si, en aras de este acuerdo humanitario, estos integrantes de las Farc que hoy están en cárceles de Estados Unidos son regresados a Colombia. ¿Qué puede ocurrir en el futuro?

Todo aquel que quiera evitar una extradición o hacer regresar un extraditado le bastaría con secuestrar unos ciudadanos norteamericanos o extranjeros en Colombia, para presionar que no haya extradición o para presionar que devuelvan extraditados. Y con eso nos ahuyentan la inversión y nos acaban con esta esperanza de recuperar el turismo internacional.

Por eso debo empezar con la reiteración de esta posición que hicimos pública esta mañana, en defensa de los superiores intereses de los colombianos, aquí, ante esta Asamblea de Cotelco.

Permítanme, antes de entrar en temas específicos, recordar que hay que pensar en el modelo político. Nada esta asegurado en materia de modelo político.

Las tendencias estatistas de América Latina son un llamado de atención. Se constituyen en un imperativo para pensar en el modelo político. Los recortes a la iniciativa privada que se dan en América Latina, en algunos países, tienen que ponernos a nosotros en alerta.

Para defender un modelo político que venimos perfeccionando, evitar el contagio de las tendencias estatistas que niegan la inversión privada, con el buen cuidado de reflexionar, porque ese contagio hay que evitarlo a tiempo.

Muchas veces el contagio de las prácticas estatales dañinas es como el contagio de las enfermedades que afectan al cuerpo humano. Mientras se esta produciendo el contagio, uno no se da cuenta. Viene a enterarse cuando ya la enfermedad se expresa en todo su vigor.

Nosotros reformamos el Estado. No lo desmantelamos. Y nosotros le damos todo el espacio al sector privado. No estamos en el estatismo.

Hemos reformado 420 entidades del Estado. La última, Ecopetrol. Lo que era impensable hace 10 años, habida cuenta del radicalismo ideológico que nos dejaron las guerrillas marxistas que impedían hacer reformas laborales, pensionales, reformar entidades del Estado. Si hubiera sido por las guerrillas marxistas, Ecopetrol habría sido necesario entregarlo a los excesos sindicales.

Hicimos la reforma laboral, la reforma pensional de Ecopetrol y ahora una capitalización en la cual participaron casi medio millón de colombianos, más los Fondo de Pensiones que son de propiedad de más de 7 millones de trabajadores colombianos.

Es la última de las 420 entidades del Estado que hemos reformado y la primera fue Telecom. Con un gran resultado. Antes de reformar a Telecom no había con que pagarles a los pensionados. Estamos al día. Había incertidumbre en la nómina de los trabajadores altivos. Hoy hay toda la certeza. Y no tenía un peso para invertir. Hoy tiene un programa de inversión de 8 billones, lo que le va ha ayudar mucho al país a desatrasarse en telecomunicaciones, tan importante para el sector turístico.

Como quiera que en nuestro primer Gobierno nos desatrasamos en telefonía celular, al pasar de casi de 4 millones de aparaticos a casi 30, el objetivo de este segundo Gobierno es desatrasarnos en conectividad y en banda ancha.

¿Cuánto va a contribuir la inversión de Telecom en esa dirección? ¿Y cuánto ganan estas empresas en buen manejo?

Miren, hace poco visité la Clínica del Seguro Social de Santa Marta, la Campo Serrano. Ahora uno de los desafíos que tenemos es la reforma de las clínicas de Seguro Social. Y hay que reformarlas todas porque el Estado no puede estar al servicio de la politiquería ni puede estar al servicio de los excesos sindicales. El Estado tiene que estar al servicio de la comunidad.

Eran intocables las clínicas del Seguro social. Sin cálculos electorales, en plenas vísperas electorales las estamos reformando.

Que distinto es hoy visitar la Clínica Campos Serrano de Santa Marta, que haberla visitado hace dos años. Está hoy administrada por la Fundación Cardiovascular de Bucaramanga y es un ejemplo de eficiencia; y hay tranquilidad en los usuarios y pacientes.

Lo mismo en la clínica del Seguro Social de Cartagena y así aspiramos que al final de nuestro Gobierno estén todas las clínicas del Seguro Social.

¿Y cómo se gana en buen Gobierno? No dejo de recordar a mis compatriotas una vivencia. En los días en que estábamos en ese duro trance de la reforma de Telecom, me visitó el sindicato y me dijo ‘Presidente, no nos imputen todas las culpas a nosotros. Nosotros pedíamos y los gobiernos nos daban. Los gerentes no nos negaban nada porque querían salir en aplausos. Nos mandaban personas a trabajar en Telecom para que completaran la pensión o para que la mejoraran’.

La gente que estaba allí, al frente de la responsabilidad, decía ‘pues, yo no me desgasto y el que viene atrás que arre’.

Razón tenía el sindicato. Hoy no hay clientelismo en la empresa. Una gran consecuencia de estas reformas es que se elimina la politiquería, se eliminan los excesos sindicales y se gana mucho en buen Gobierno.

Todavía hay quienes nos piden participación en la Junta Directiva de Ecopetrol. En adelante, con la reforma de la empresa, voy a decirle a quien le pida al Gobierno participación clientelista en la Junta Directiva de Ecopetrol: ‘¿Ya habló con los otros 500 mil socios?’.

Ese proceso de democratización se constituye en un gran paso de garantía de buen Gobierno y hay que hacerlo en todas las empresas del Estado.

Los magníficos discursos que acabamos de escucharle al Presidente de la Junta de Cotelco del Magdalena, al señor Alcalde; ese discurso del señor Gobernador donde propone algo tan importante como ese plan turístico integral en esta tierra prodigiosa que el Libertador llamaba derroche de luz; la intervención generosa y visionaria del doctor Jaime Alberto Cabal, nos hablan de que hay confianza en Colombia, confianza de los colombianos en Colombia y confianza de la comunidad internacional en Colombia.

Lo de Ecopetrol lo confirma. En la ocasión de la historia nacional cuando más accionistas había tenido una empresa, si la investigación reciente no nos falla, fue en algún momento que Bavaria tuvo 140 mil accionistas. Con ese antecedente era imposible pensar que casi 500 mil colombianos se convirtieran en accionistas de Ecopetrol.

Algo que celebro por esto, apreciados compatriotas, cuando un país está en proceso de recuperación, generalmente obtiene más primero la recuperación de la confianza de los extranjeros en el país que de los propios nacionales.

Y aquí la recuperación del turismo interno y fenómenos como el de Ecopetrol muestra que hay un gran avance en la recuperación de los propios nacionales colombianos en nuestra Patria. Eso hay que manejarlo con mucha delicadeza, consolidarlo y seguir por una buena senda.

La reforma del Estado nos ha ahorrado un punto del PIB al Presupuesto, 3 billones y medio al año. Eso ha contribuido mucho a sanear las finanzas públicas. Por eso hay que continuar adelantando esa reforma del Estado.

Y nosotros, que no desmantelamos el Estado pero lo reformamos, y uno se tiene que desgastar. Quien quiera ser gobernante en un país como nuestra Patria colombiana, no puede pretender pasar como el algodón entre el vidrio, sin mancharse y sin mojarse. El gobernante tiene que correr riegos, fatigarse, enfrentarse a la contradicción y a las dificultades, siempre y cuando el único motivo que lo guíe sea el bien público.

Y nosotros tenemos que defender la iniciativa privada en Colombia. Eso no está ganado en América Latina. América Latina ha tenido etapas de estatismo y ahora quiere regresar a ella. Y nada bueno nos han dejado. Nada bueno dejó el estatismo brasilero que empezó en 1930, terminó con grandes inequidades sociales, por ahí en los 60. Nada bueno dejó finalmente la revolución estatista boliviana de Paz Estensoro, de 1950 a 1952. Nada bueno dejó el estatismo de la dictadura de Velasco Alvarado en el Perú.

Por eso a mí me preocupa que América Latina parece que en algunas partes no hubiera aprendido la lección y ahora, cuando todo el mundo quiere disputarse la atracción de la inversión privada, en muchos países de América Latina le cerramos el paso. Por eso hay que pensar y repensar en el modelo político y pensar a futuro cómo vamos a garantizar que Colombia sea un país que dé permanente confianza para vivir en él, para invertir en él, para trabajar en él, para estudiar en él. Inversión privada con responsabilidad social.

Responsabilidad social que la miramos en tres áreas: en la transparencia en las relaciones entre los inversionistas y el Estado. Transparencia en los contratos, en las concesiones, en la solución de las disputas, en el diálogo, en la deliberación, en las dificultades. Solidaridad de los inversionistas con las comunidades. Relaciones laborales fraternas, no de odio de clases, la herencia que nos dejaron las guerrillas marxistas. No de capitalismo salvaje, que tanta polarización ha causado. Relaciones laborales de fraternidad, de fraternidad cristiana, idealmente.

En ese marco, apreciados compatriotas, nosotros trabajamos tres objetivos de Gobierno: consolidar la seguridad democrática, la confianza inversionista y, al mismo tiempo, cumplir las metas sociales. Van de la mano. Sin seguridad democrática no hay inversión; sin inversión no hay recursos para poder cumplir las metas de política social; si no se trabaja en lo social no se consolida la legitimación que requiere una continuidad de la política de Seguridad Democrática y no se justifica, en el sentir del pueblo, la confianza inversionista.

Eso nos indica que hay que llevar de la mano la prosperidad económica y la prosperidad social, son inseparables. Cuando América Latina las ha separado, se ha equivocado. Cuando en 1960 el desarrollismo solo se preocupó en algunos países del Cono Sur por el crecimiento económico, le dieron la espalda a la equidad, terminaron con gravísimos problemas sociales. Pero cuando se le da la espalda al crecimiento, a la prosperidad económica y el discurso se finca exclusivamente en lo social, se termina en demagogia social, con resultados sociales catastróficos.

Por eso es fundamental llevar, en el modelo político, de la mano, como siamesas inseparables, la prosperidad económica y la prosperidad social.

En materia de Seguridad Democrática hemos avanzado. Algún día habrá que escribir lo que se vivió en Colombia, en aquel puente de octubre y en aquellos puentes de noviembre y diciembre de 2002, cuando empezaba la Seguridad Democrática. A mí me daba la impresión de que 40 millones de habitantes estaban saliendo de un secuestro colectivo.

Pero no nos podemos conformar. Si bien hay que mirar lo que se ha hecho para prospectar lo que debe hacerse, hay que entender, también, que lo que en el 2002 parecía una gran hazaña, hoy los colombianos nos damos cuenta que es algo elemental: conseguir la posibilidad de que los ciudadanos puedan desplazarse por el territorio de su Patria.

Y el Gobierno es sensible a todo lo que falta. Por eso agradezco profundamente la compañía, esta noche, del señor general Padilla de León, comandante general de las Fuerzas y del señor general Oscar Naranjo, comandante de la Policía.

A raíz de mi conversación en el día de ayer, detallada con el doctor Jaime Alberto Cabal, les expresé la preocupación por algunos fenómenos.

Aquí, en Santa Marta, hace poco, cuando conocí la queja denuncié públicamente que bandas criminales, dirigidas por unos narcotraficantes de apellido Mejía, Mejía Múnera, estaban extorsionando hoteles. La decisión del Gobierno es derrotarlos. Esos señores Mejía Múnera hay que de capturarlos, General, y no podemos permitir que aquí en Santa Marta se enseñoree de nuevo la extorsión y detrás de eso viene nuevamente el caos.

Creo que los últimos meses van mostrando un proceso nuevamente positivo en Santa Marta.

Nos ha preocupado mucho el rebrote que quiso presentarse en el departamento del Quindío. Pero la Policía Nacional, en una tarea muy enjundiosa, desmanteló esa banda que había mandado las Farc a una especie de retoma del Quindío.

Pagamos un costo muy alto con el asesinato de nuestros soldados en la Cordillera Central. Esta mañana el general Padilla me decía que la Brigada con sede en Armenia va obteniendo muy buenos resultados en Caldas, en Risaralda, pero todavía quedan preocupaciones sobre la Cordillera Central, entre el Quindío y el Tolima.

Los últimos lunes del año pasado los dediqué a consejos de seguridad en Villavicencio. Partíamos el tiempo: el primer rato con todos los gremios, después con las fuerzas. Teníamos tranquilidad sobre la recuperación de Villavicencio. Me preocupa mucho lo que he escuchado que hay un proceso de extorsión de las Farc y que han puesto ya bombas, que pusieron una granada en un hotel, como represalia porque no se pagó la extorsión.

La Policía, el Ejército el DAS tienen toda la determinación de capturar esos bandidos. No le podemos conceder espacios.

Si bien hemos avanzado mucho en Arauca, era una región que la tenía perdida la Patria. Allá quedaba la Nación colombiana, pero estaba maltratada por la opresión terrorista. El Estado colombiano había desaparecido y había sido reemplazado por la opresión terrorista.

El general Padilla y el general Oscar Naranjo tomarán atenta nota sobre el caso de Arauca.

Y claro que me preocupa Bogotá. En junio, el Congreso nos aprobó la Ley que al sancionarla quedó con el número 1142. Es una Ley que le da mejores instrumentos a la Policía para combatir esos delitos, como hurto a residencias, hurto de vehículos, hurto a personas, hurto a instituciones de comercio.

Estamos esperando, desde que empezó a aplicarse esa Ley, mejores resultados. En el promedio general del país los hemos obtenido, pero todavía hay casos preocupantes como el caso de Bogotá.

El general Oscar Naranjo se propone a vincular a Bogotá un número grande de policías. ¿Cuántos más General? ¿Cuándo? Del 15 al 25 de diciembre, a ver cómo enfrentamos esa situación de Bogotá. Yo creo que, por lo pronto, General, va a ver que hacer esfuerzos extraordinarios con el pie policial que tenemos y con la integración de ellos con todas las empresas de seguridad.

Hoy recibí la información de que, me la confirmarán o me rectificarán ustedes, de que en Bogotá se está empezando la construcción de cinco nuevos hoteles grandes. Eso es algo enorme. Entonces ahora que el país está de moda no podemos dejar que estos factores alteren la confianza para venir a Colombia.

En materia de confianza inversionista yo creo que hemos avanzado.

Me decía el doctor Jaime Alberto que en el 2008 vamos a tener, en Colombia, ya construidas, cinco mil habitaciones hoteleras nuevas. Esto es gran salto. Yo creo que el país que tiene en el mundo latinoamericano hoy la mayor dinámica de inversión hotelera en este momento es Colombia. No me cabe la menor duda. Hay confianza en el país, el país estaba invirtiendo de cada cien pesos que producía, estaba invirtiendo 12, 15. Ahora está invirtiendo 28.

Tenemos la tasa de interés más alta del Continente. Salvo un país que tiene una tasa más alta, pero toda con el sector público. Aquí, de los 28 puntos, el sector privado está invirtiendo 22, lo que es muy bueno. El reto es mantener eso nunca por debajo del 26 por ciento. Ojalá lo logremos.

Y en eso influye el modelo, la insistencia en la seguridad. En eso influye el manejo fiscal sano de la Nación. Por eso tuvimos que dar esa batalla ahora, por las transferencias a las regiones. Claro que da más votos entregarles a las regiones lo que piden, pero nosotros necesitábamos un equilibrio entre la descentralización y el buen cuidado de no quebrar a la Nación.

Por eso le estoy pidiendo en todos los foros a mis compatriotas que nos apoyen esa decisión, porque tememos un impulso que se le quiere dar a un referendo para echarla para atrás. Si quebramos la Nación, se quiebra la descentralización. Y se le hace un daño enorme a la confianza que hay en el país.

Ayer que me reuní con la Vicepresidenta Regional del Banco Mundial me notificó una reducción de 50 puntos básicos en la tasa de interés para Colombia. Eso ayuda enormemente. Si incurrimos en decisiones imprudentes, como la de volver a la Constitución del 91 en materia de transferencias a las regiones, perdemos esas ganancias y la pierden los municipios y la pierden los departamentos. Esta ciudad y este departamento se quebraron en la época de la supuesta bonanza de transferencias. Y ahora se están recuperando aceleradamente, en un esquema más razonable que es este.

Y el país es muy descentralizado. Miren esta comparación: un país latinoamericano, el más descentralizado, las regiones gastan el 30 por ciento de lo que gasta el Estado y el Estado central, el 70. En Colombia las regiones gastan el 52 de todo lo que gasta el Estado y el Gobierno central, el 48. Es un país muy descentralizado.

Esas decisiones son muy importantes para confianza inversionista. En lo tributario, gracias a Dios, logramos, primero fue muy difícil introducir la reforma del 2003 y muy difícil salvarla el año pasado. Pero superamos ese escollo, superamos ese escollo y yo creo que está ayudando mucho a la inversión en Colombia.

Y ahora estamos próximos a expedir, en horas, el nuevo Decreto de las Zonas Francas Especiales, que tendrán una tarifa del 15 por ciento de renta y ustedes saben que ya está vigente la Ley que permite los pactos de estabilidad de reglas de juego entre el Gobierno y los inversionistas.

Todo esto nos tiene que ayudar a cimentar confianza inversionista. Y tenemos unas metas sociales muy ambiciosas. Antes de entrar a esta reunión estábamos reunidos con Familias Guardabosques de todo el país, un gran programa social, revisando como va llegando la presencia social del estado a todas las regiones, pero no me voy a referir a ello para entrar a temas concretos de ustedes.

Un representante del sector en la Junta Asesora de Proexport. Yo no me opongo. Yo pediría que la ministra Cecilia Álvarez me ayude con el tema, a ver cómo puede, a ver qué hacemos para que haya un representante del sector turístico en la Junta Asesora de Proexport.

Hay una razón: el Fondo de Promoción, de acuerdo con la nueva Ley, y yo agradezco inmensamente ese recorrido de logros y de desafíos que hizo el doctor Jaime Alberto Cabal. ¿Ese Fondo va a manejar cuánto, 20 mil millones? Empezamos el Gobierno con mil 500 , dos mil millones. Yo creo que esa cuantía amerita un representante del sector turismo en esa Junta Asesora”.