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Octubre 12

Palabras del presidente Álvaro Uribe en el acto de inauguración del Gasoducto Colombo-venezolano ‘Antonio Ricaurte

Campo Ballena, La Guajira, 12 oct (SP). “Compatriotas venezolanos, ecuatorianos y colombianos: Qué bueno podernos reunir este 12 de octubre para poner en funcionamiento una obra tan importante como esta.

Mucha gracias, Presidente Chávez, por esta visita. Muchas gracias, Presidente Rafael Correa por acompañarnos hoy en este proceso ilusionante.

Quiero expresar mi inmensa gratitud a los ministros que hicieron posible esta tarea, a los gerentes de de PDVSA y Ecopetrol, que prefirieron la integración que los celos e hicieron posible este proceso.

Saludo con cariño, con profundo afecto, a los trabajadores venezolanos y colombianos que se confundieron, como la misma nación a que refería el Presidente Correa, para adelantar esta gran obra. Muchas gracias por ese esfuerzo conjunto.

Ojalá esta obra nos ponga a avanzar más rápidamente, porque no fue fácil.

Había empezado este Gobierno nuestro, en agosto de 2002, y en ese septiembre, octubre nos reunimos allí en Santa Marta con el Presidente Chávez. Nos propusimos una agenda de integración práctica, creíble. Y uno de los proyectos bandera era este proyecto.

Tampoco fácil de explicar. Porque en Colombia había mucha resistencia a que el país se comprometiera a vender gas, dadas las escasas reservas. Pero se impuso la tesis de la solidaridad, que tiene que ser el pilar subyacente a la integración. Y se procedió con generosidad mutua, como tiene que ser.

Colombia comparte sus propias reservas de gas con Venezuela, durante el tiempo que alcancen esas reservas. Y si en ese momento Colombia no tuviere más reservas de gas, Venezuela proveerá a Colombia de gas. Qué bueno que se hubiera impuesto esa tesis.

Pero nos demoramos. Hace 15 meses cuando se firmó, en La Guajira venezolana, el contrato y empezó la obra las cosas tomaron mayor dinámica. Y hoy, afortunadamente, inauguramos esta gran obra.

Hemos escuchado esta mañana las referencias del Presidente Chávez al proceso de integración energética, a Miranda, la cita del Libertador, una leída sobre el Congreso que quedó pendiente en Panamá -en sus resultados de fondo- y que de pronto esta integración empieza a interpretarlo. Lo que pensaba el Libertador de la ubicación de esta Guajira. Hemos escuchado al Presidente Correa referirse a otros proyectos formidables de integración, profundizar en la bella epopeya de Antonio Ricaurte, el capitán inmolado en cuyo honor lleva el nombre este tramo del gasoducto.

Colombia está firme en la integración. Queremos menos documentos y más gasoductos. Menos discusión y más obra.

Permítanme referir algunos temas de la integración. Hace 15 meses nos reunimos con el Presidente Torrijos y hoy reitero ante ustedes, compatriotas de la misma nación y de las tres repúblicas -de Venezuela, de Ecuador y de Colombia- que nosotros entendemos este tramo ‘Antonio Ricaurte’ como el primer tramo para que desde la hermana República de Venezuela, cruzando el territorio de Colombia, este gasoducto avance a Panamá, a Centroamérica, a la visión de Mesoamérica.

Estamos listos Presidente Chávez. Diga qué hay que hacer. Decisiones de esa naturaleza, yo interpreto bien a los colombianos cuando digo: ‘nos demoramos en el Gobierno nuestro cinco minutos para tomarlas y aprobarlas’. Que PDVSA nos diga qué requiere para poder llevar este gasoducto hasta Panamá, conectar Centroamérica.

Colombia quiere aportar a esta integración su ubicación geográfica, que ensambla a las dos Américas.

Nuestro interés, cuando llegamos al Plan Panamá - Puebla, es el interés de contribuir a dinamizar más esa integración.

Estamos listos a cumplir la palabra, ofrecida al Gobierno de la hermana República Bolivariana de Venezuela, para que construya por territorio nuestro un poliducto, un gasoducto, a fin de utilizar el Pacífico colombiano como puerto de embarque de combustibles de la hermana República de Venezuela, para Asia, para economías como la economía china.

Y estamos listos, estamos listos, para facilitar todo lo que tengamos que facilitar, en pocas discusiones y mucha ejecución, con ‘más paletas y con menos tilín-tilín’, estamos listos a facilitar el tramo del gasoducto que conecte con la hermana República del Ecuador.

Y a eso me quiero referir.

El gasoducto hacia el sur de Colombia llega hoy hasta la ciudad de Cali. Paradójicamente este país, con muy pocas reservas, ha logrado un gran desarrollo gasífero. Tenemos diez millones de hogares, y ya hay cuatro millones y medio de hogares que tienen conexión de gas natural en sus casas. Esa es una buena paradoja: pocas reservas y muchos servicios.

Estamos ahora abriendo la licitación para construir el nuevo gasoducto. Yo quisiera ir mañana por la tarde, doctora Alicia, si el tiempo lo permite, después de Bojayá a Popayán, con el ministro Hernán Martínez, para decirles a los compatriotas del Cauca que cuenten con el gasoducto Cali - Popayán. Está a 320 kilómetros de la frontera con la hermana República del Ecuador.

Estamos listos, Presidente Correa, para redefinir las dimensiones de la tubería en esa licitación, a fin de que tenga la capacidad para albergar el gas, no solo para alimentar el sur de Colombia, sino para las necesidades de Ecuador.

Consideren ustedes dos opciones: si podemos proceder rápidamente, la opción de cambiar las dimensiones del tubo que nosotros incluimos en la licitación; si creen que debe haber algo más de plazo, tengan la certeza de que los derechos de paso que el Gobierno de Colombia tiene que adquirir para esa tubería serán los mismos para que se coloque el tubo mellizo que vaya hasta la hermana República del Ecuador.

He escuchado al Presidente Correa referirse a posibilidades de alimentar de gas la Sierra ecuatoriana, como aquí la conocemos, y de hacer desarrollos en el Pacífico ecuatoriano.

Creo que si construimos el gasoducto Cali - Popayán, Popayán - Pasto, podemos llegar fácilmente a ambas partes de la hermana Ecuador, a Tulcán y a las ciudades ecuatorianas de la Sierra, y también a Tumaco y a Esmeraldas y todo aquello que es la Costa Pacífica ecuatoriana.

Déjenme hablarles con mucha sinceridad. La hermana República Bolivariana de Venezuela, lo he escuchado del presidente Chávez -porque conmigo si te reúnes, no te he quedado mal en ninguna reunión, no te he dilatado una reunión, no te he obligado a aplazar una reunión; ahí te queda-. Entonces, en muchas reuniones con el presidente Chávez él me ha dicho que Venezuela, y lo celebro, alguna vez que me invitó al oriente de Venezuela me contó ‘mire, hay 300 trillones de pies cúbicos de gas como reservas probadas’. Colombia tiene 7. Y estamos explorando para que esto empiece con bases firmes.

Yo le digo al Presidente Correa, ‘si nosotros encontramos gas, que estamos explorando, lo compartimos de todo corazón con el hermano Ecuador. Si no encontramos, lo que podemos hacer es que ese tubo que cruce Colombia se alimente del gas de Venezuela. Pero, sin mezquindad, sin cálculo, estamos abiertos a todas las opciones par que eso fluya.

Se está terminando la construcción de la tercera línea de interconexión energética con la hermana Ecuador. El Presidente Correa y yo invitamos a los ministros de los dos gobiernos para que rápidamente haya un acuerdo sobre el tema de tarifas, distribución de utilidades, etcétera, donde prime la solidaridad, la hermandad que tiene que caracterizar la integración.

Y hemos dado otros pasos formidables con Venezuela. Hoy la fábrica de abonos en Barranquilla, Monómeros, el Gobierno de Colombia permitió que sus acciones fueran compradas por el Gobierno de Venezuela y todo el mundo está tranquilo y feliz. Una empresa que produce en Colombia, suministra abonos en Colombia, genera empleo en Colombia, paga impuestos en Colombia y le genera también oportunidades de inversión a la hermana República Bolivariana de Venezuela.

Tenemos la integración energética en varios puntos de frontera. Bien reciente, en Puerto Carreño, donde atravesamos el río Orinoco y avanzan muchos proyectos. Ojalá pudiéramos hacer conjuntamente desarrollos alternativos.

Aquí en esta Guajira este Gobierno logró que se instalaran los primeros 20 mil kilovatios de energía de brisa, de energía eólica. Como el costo inicial de inversión es más alto que, por ejemplo, el costo para instalar un kilovatio a gas, un kilovatio a carbón o un kilovatio hidroeléctrico, tuvimos que dar una exención tributaria y estamos esperando que los buenos resultados de este proyecto eólico, que hoy produce 20 mil kilovatios, invite nuevas inversiones. Queremos invitar a PDVSA a Petroecuador a considerar alternativas para desarrollar, en asocio con Ecopetrol, estos nuevos proyectos.

Avancemos todo lo que podamos hacer en la integración.

Permítanme, antes de entrar a contarles algunas cosas de Colombia y de La Guajira, anuncio hoy que Colombia solicita hoy formalmente admisión en el Banco del Sur.

Nosotros somos combatientes de las ideas, enemigos acérrimos del terrorismo y hermanos profundos de la integración y de las naciones hermanas. No podemos, por ninguna razón, estar por fuera del Banco del Sur.

Seguiremos dando todo el apoyo con entusiasmo a la Corporación Andina de Fomento; hemos recibido muy buen trato del Banco Mundial, del Banco Interamericano. Y no tenemos quejas de lo que fue nuestro ultimo acuerdo con Fondo Monetario Internacional.

La hermandad exige mucha franqueza en el discurso. Yo tengo que expresar aquí, con amistad y con toda franqueza, a los presidentes de las dos hermanas naciones lo que nosotros percibimos. Hemos recibido muy buen trato del Banco Interamericano, del Banco Mundial. No tuvimos problema con el último acuerdo del Fondo Monetario.

El Banco Mundial nos anuncio, la semana anterior, que Colombia hace parte de los países beneficiarios con una reducción adicional en la tasa de interés de 50 puntos básicos. Acabamos de contratar, para el plan de agua potable del departamento de La Guajira, un nuevo crédito por 90 millones de dólares, en condiciones excepcionalmente favorables.

Nuestro ingreso al Banco del sur no es un rechazo al Banco Mundial ni al Banco Interamericano, sino una expresión de solidaridad y de lealtad con la hermandad suramericana, a la que no le vamos a fallar.

Estamos trabajando en Colombia tres objetivos de Gobierno: la Seguridad Democrática, la confianza inversionista y la política social.

Presidentes: hace 5 años, me decía el General Padilla de León esta mañana, cuando aquí los esperábamos a ustedes con todo afecto, hace 5 años no nos habríamos atrevido a hacer este acto.

Aquí están mis compatriotas de La Guajira. ¿Saben que pasaba aquí, en medio de la guerrilla y del paramilitarismo? Como ocurría en casi toda Colombia: continuaba la Nación, pero el Estado había sido usurpado por el terrorismo. Nuestra Seguridad es profundamente democrática, para todos los colombianos.

Algún día, una mujer que sabe que yo la quiero, aunque le peleo mucho, la senadora Piedad Córdoba, le dije: ¿Y por que esa diferencia conmigo? Me dijo: ‘Porque no me gusta la Seguridad Democrática’. Le dije: ‘¿Y por qué no te gusta? Yo te veo feliz en Colombia. Me criticas todo el día y te ríes. Y estás protegida por la Fuerza Pública de la Patria y por el corazón demócrata del gobernante’.

Lo mismo sentimos frente a todos los colombianos, es una seguridad para el pluralismo, para la democracia. Nosotros tenemos el recuerdo de aquello que tanto daño hizo, la doctrina de la seguridad nacional, que suprimió libertades, eliminó el disenso, acabó con el pluralismo.

Por contraste, por oposición, la nuestra no es la doctrina de la seguridad nacional, sino la tesis práctica de la Seguridad Democrática. En eso, de que este país supere el terrorismo, la droga, nuestra vocación es irrenunciable. Y la autoridad moral la da el concepto democrático.

Presidentes Chávez y Correa: en este octubre se celebrarán, bajo la regencia de este Gobierno de la Seguridad Democrática, la elección quinta en este país, la segunda para autoridades regionales. Tenemos casi 87 mil candidatos, a pesar de que las Farc nos han asesinado 11, para proveer 18.332 cargos.

87 mil candidatos, de 230 orígenes políticos diferentes. Todos, todos, piensen bien o mal del Gobierno, rodeados de la protección de las fuerzas armadas, de la Policía, de la Constitución colombiana y del Gobierno, que honra esa Constitución. Creo que es el mejor ejemplo al canto de qué significa nuestro concepto democrático de seguridad. Nos falta. Vamos ganando, pero no hemos ganado todavía.

Además, es un camino de paz. Cuando yo llegue había más o menos 60 mil integrantes de todos los grupos terroristas. Se han desmovilizado 46 mil. En el mundo no hay un proceso de desmovilización comparable. 46 mil. Lo atendemos a pesar de sus complejidades, con toda la devoción, con toda la determinación, con toda la generosidad.

Apreciado presidente Chávez, nuestro concepto de Seguridad es un camino a la paz. La paz nace de la firmeza. Firmeza para combatir la violencia y firmeza para dar garantías al pluralismo. Firmeza para combatir las armas terroristas y firmeza para proceder con generosidad a la hora de la paz.

En un país que ha tenido tanta droga como Colombia, la paz no nace porque los violentos tengan amor por la paz. La paz nace porque los violentos sientan necesidad de paz. Esa es la razón lógica de nuestra Seguridad Democrática, como un camino que tiene como puerto final la reconciliación total de los colombianos.

Y trabajamos la confianza inversionista. Aquí, hoy, se presentan dos inversiones bien importantes de destacar, desde el punto de vista político. Dos concesionarios: Chevron, que explota un yacimiento de gas aquí a 20 kilómetros, y PDVSA. Y creemos que eso no es incompatible. Este proyecto muestra que son concesiones compatibles. Y le estamos dando un ejemplo al mundo de cómo hacer compatibles estas concesiones.

Y compatibles alrededor de la transparencia. Transparencia para adjudicar los contratos, transparencia para la tributación, transparencia para resolver disputas. Qué bueno, qué bueno poder decir que esto es fruto de la confianza en Colombia.

Si Chevron invierte aquí le tiene confianza a Colombia. Y si el Presidente Chávez toma la decisión de decirle a PDVSA construyan y operen ese tubo, es porque le tienen confianza a Colombia. Por eso hemos buscado que en este país se tenga confianza. Lo único que le exigimos a la inversión es responsabilidad social, reflejada en transparencia, en relaciones fraternas con los trabajadores, en solidaridad con las comunidades. Y entro a destacar lo que ha pasado en esta concesión.

Gracias presidente Chávez. No puedo ocultar, tengo que dar fe de que esta es una inversión con solidaridad con las comunidades. El 10 por ciento del costo de instalación de este gasoducto se invierte en las comunidades vecinas. Es una inversión que ayudará mucho a redimir socialmente esas comunidades, para que no solamente vean que por allí pasa el tubo, para que no solamente sepan que por allí se transporta gas, sino para que perciban, en la dignificación de su existencia, el valor de lo que significan estas inversiones.

Muchas gracias a PDVSA por el sentido social en esta inversión. Ha tenido confianza en Colombia y ha procedido con toda la solidaridad.

Y trabajamos la política social. A mí me preguntan muchos: ‘Bueno, ¿pero usted por qué lleva de la mano seguridad, confianza inversionista y política social? Porque creemos que la prosperidad económica y la prosperidad social no son incompatibles, van de la mano. Si no hay prosperidad económica, la prosperidad social se convierte en un discurso sin resultados. Y si solamente se busca prosperidad económica, al abandonar la prosperidad social esa prosperidad económica se agota. Nosotros creemos que hay que llevarlas de la mano.

Esta tierra Guajira tan bella. El Presidente Chávez se refería en bellas y generosas palabras a esta Guajira, que es muy rica y muy pobre. Muy rica en carbón, en gas, en energía eólica; en un enorme potencial turístico. Fundamentalmente muy rica en su diversidad étnica; muy rica en su talento, en todas las posibilidades de su capital social. Pero estamos haciendo un gran esfuerzo para reivindicarlas socialmente.

Déjenme contarles algunas cosas. Esta mañana revisaba estas cifras con el Gobernador. Cuando llegó nuestro Gobierno había 195 mil guajiros afiliados a la salud. Hoy tenemos 500 mil. Y vamos a garantizar la plena cobertura en salud en el departamento de La Guajira, la que estamos buscando para Colombia, toda, por tarde a principios del 2010.

No obstante la dispersión, hemos avanzado enormemente en educación, donde buscamos también la plena cobertura en educación básica, el primer gran avance en educación de primera edad; llegar al 34 por ciento de cobertura universitaria y a un gran avance con nuestro sistema de formación técnica vocacional, integrada hoy a la universidad.

Hemos avanzado muchísimo en alimentación de niños, de ancianos, restaurantes escolares, hogares comunitarios. Y estamos construyendo obras que eran sueños desde hace 40 años. Con una inversión superior a los 200 millones de dólares, allí avanza el proyecto multipropósito del Río Ranchería, hoy en plena construcción, para darle riego a 17, 24 mil hectáreas de propiedad minifundista y para darles agua a todas estas localidades.

Con el Gobernador hemos pactado el Plan Departamental de Aguas, para resolver el problema de acueducto en toda esta Guajira. Él, responsablemente, ha hipotecado regalías futuras. El Gobierno ha dado avales, ha hecho gestión. Vienen los recursos de descentralización; ya hay un crédito inicial de 90 millones de dólares del Banco Mundial y ya se están abriendo las licitaciones para los primeros acueductos.

Encuentran ustedes una Guajira rica en capital social, todavía muy pobre en calidad de vida. Pero también unos gobiernos totalmente responsables para reivindicarla y para sacarla adelante.

Por esta orilla de playa estamos empezando la pavimentación de una carretera de 50 kilómetros; unas playas vírgenes, Riohacha - El Pájaro - Manaure. Esta mañana, desde el helicóptero, ya pudimos ver el avance de esa carretera.

Y hemos promovido un nuevo sistema de turismo. Tenemos aquí en Uribia un gran ensayo de posadas turísticas wayuu. Hay unas 160. El Gobierno le financia a la comunidad el mejoramiento de su vivienda, en sus propios materiales, en su propia arquitectura, y la adición de esa vivienda con unas habitaciones para poder recibir turistas. Hay vemos también un gran futuro social para esta Guajira, buscando que sus propios moradores sean los principales operadores de turismo.

Muchas gracias presidente Chávez, muchas gracias Presidente Correa, muchas gracias PDVSA, muchas gracias Ecopetrol.

Ojala rápidamente podamos asistir a nuevos proyectos concretos, porque nuestras gentes, con tantos milenios de soledad, hoy son escépticas de los documentos, pero fanáticas de las inauguraciones como la de esta mañana.

Presidente Chávez: regrese rápidamente a la Comunidad Andina. Yo -que tengo el honor de ser Presidente transitorio, de acuerdo a los reglamentos de la Comunidad Andina- todos los días le digo al Secretario Freddy Ehlers: qué hubo, qué pasa. Se está a la espera de que los ministros digan ‘ya tenemos el documento, estamos de acuerdo’, para convocar la reunión de presidentes y formalizar eso.

Los colombianos, mis compatriotas de La Guajira, todos nos sentimos hoy felices por esta inauguración y por este gesto concreto de hermandad. De pronto, el Libertador, viendo esta ceremonia desde las colinas de la historia, dirá: 200 años después, pero ahí va avanzando lo que pretendíamos con el Congreso Anfitriónico.

Anoche, cuando me reunía con los compatriotas de Cúcuta y del Táchira y, finalmente, en un diálogo democrático, agitado, de búsqueda de opciones, llegamos a un acuerdo sobre el tema de los peajes. Gracias Embajador Pavel, por su ayuda, fue muy útil si gestión, la del canciller Maduro, para ayudar a los gobernadores del Táchira, de Norte de Santander, a nuestro Canciller, que procedió con todo método, y al Ministro de Transporte, a ese acuerdo que anoche sellamos con la comunidad binacional.

Presidente Chávez, eso allá esta lleno de recuerdos y de futuro. Está el Puente Simón Bolívar y el Puente Francisco de Paula Santander. Está el monumento donde nació el General Santander. Ahí emprende la vía central del norte que conduce a Bogotá. A los 7 años él hizo ese recorrido desde Villa del Rosario hasta el colegio de San Bartolomé.

Yo anoche pensaba muchas cosas. La espada del Libertador al servicio de la igualdad, de esa virtud que es la igualdad. La espada del Libertador al servicio de esa virtud que es la libertad. La espada del General Santander al servicio de esa virtud que es la Ley.

Y allá anoche quedaron felices. Porque no puede haber un solo muro, no puede haber un solo muro que afecte la integración.

Quedaron felices. Y recordamos muchas cosas. Por ejemplo, cuando, en contra de su Gobierno, del respeto al origen democrático de su Gobierno se trató de impedir la continuidad democrática de Venezuela, nosotros, Presidente Chávez, y usted es testigo de primera línea, no dudamos un solo momento, cuando estuvo cerrada PDVSA, que nuestra poca gasolina fluyera hacia Venezuela, que nuestros alimentos y nuestros barcos se orientaran hacia Venezuela. Y hemos recibido un tratamiento muy generoso de ustedes.

En esta Guajira se ha legalizado la mayor parte de la importación de combustible. Es manejada por unas cooperativas. Se acabaron los problemas. Ya no hay ese cuento de que interferencia guerrillera, que interferencia paramilitar. La última reunión del Consejo Comunitario, en Maicao, aquí está la Alcaldesa, nos mostró que hoy hay confianza en esas cooperativas. Y ha ayudado mucho el Gobierno de Venezuela. Y esas cooperativas permiten que, al legalizar el comercio de combustible, también se puedan recuperar los ingresos de los departamentos y de los municipios. Y tenemos mucha confianza en el acuerdo de Cúcuta, en esa legalización del comercio de combustibles.

Alguien dijo hace poco que si se construye un muro de 6 metros, la comunidad construye una escalera de 7 metros. Anoche yo sentía eso en la comunidad de Cúcuta y en la comunidad de San Antonio. No hay muro posible que sea capaz de detener la integración. Impulsémosla con amor a esta gran Patria que integran nuestras naciones.

A todos muchas gracias”.