Cartagena, 16 oct (SP). “Quiero dar un saludo muy afectuoso a todos ustedes.
Acudo esta noche, con el entusiasmo de haber trabajado tantos años con ustedes en este proyecto, y ahora redoblado, gracias al propósito de que en diciembre de 2009 podamos decir que al tener 26 millones de colombianos en el régimen subsidiado, y alrededor de más de 18 millones de colombianos beneficiarios del régimen contributivo, hemos logrado plena cobertura.
Es apenas un paso, hay otros inmensamente grandes, que tendrán que dar los gobiernos que nos sucedan, pero nosotros dejarles unos cimientos sólidos: el de nivelar el plan obligatorio de salud del régimen subsidiado con el plan obligatorio de salud del régimen contributivo, y el de hacer de la salud colombiana una salud de excelencia en calidad.
Esto lo enmarcamos en un concepto de Estado, en unos objetivos de Gobierno. Colombia no desmantela el Estado, pero tampoco esta en el estatismo. Nosotros, como lo dice nuestra Constitución, nos proponemos desarrollar un sistema de seguridad social basado en los principios de universalidad, solidaridad y eficiencia. Regulado y supervisado por el Estado, pero al mismo tiempo, con la posibilidad de que, con sujeción a esos principios, en la prestación del servicio participen entidades estatales, entidades privadas, entidades mixtas, entidades privadas con y entidades privadas sin ánimo de lucro.
Yo creo que la Constitución retrata muy bien el rol que nosotros le asignamos al Estado, y el rol que le asignamos al sector privado. Un Estado que tiene un rol muy importante, y una iniciativa privada que tiene todas las posibilidades, siempre y cuando las ejerza con responsabilidad social.
De acuerdo con ello, tenemos tres objetivos fundamentales de Gobierno: consolidar la Seguridad Democrática, consolidar la confianza inversionista y cumplir las metas sociales, van de la mano.
Si no hay Seguridad Democrática la gente no invierte, si no hay confianza inversionista no se dan los recursos para poder financiar lo social.
Nosotros hemos tenido un gran crecimiento en estos cinco años, prácticamente de una afiliación de 10 millones 700 mil colombianos que encontramos, terminamos este año, con la ayuda de Dios, con 22 millones de colombianos en el régimen subsidiado.
El país había trabajado desde el primero de enero del 94 hasta julio de 2002, ocho años, y había logrado 10 millones 700 mil. Hemos logrado ahora, casi otros 12 millones.
Eso, en muy buena parte, se ha logrado porque la economía se ha venido recuperando y nos ha ayudado. Eso ha ido de la mano de que hemos venido asistiendo a mayor confianza inversionista, a mayor crecimiento de la economía, a mejores posibilidades fiscales y a mejores posibilidades de afiliación por parte de los particulares.
Por ejemplo, más confianza inversionista. Esta Patria nuestra, de cada 100 pesos que producía, invertía 12 - 15. Ahora, de cada 100 que produce, invierte 25 - 28.
A mí me sorprende, gratamente, registrar el fenómeno de Ecopetrol, que además logra que la empresa pase de la bulia de un estado de hibernación a un estado de motivación: 520 mil colombianos compraron acciones de Ecopetrol, y a eso hay que sumarle 7 millones de colombianos que son dueños de los fondos de pensiones, que también se vincularon con acciones a Ecopetrol.
Eso muestra un país que ha recuperado la confianza inversionista. Lo más difícil, apreciados compatriotas y visitantes internacionales, es recuperar la confianza al interior del país. Generalmente primero se recupera en un país la confianza externa que la confianza entre sus propios ciudadanos, y aquí, sucesos recientes como el de Ecopetrol, nos muestran que hay una muy positiva recuperación de la confianza de los propios colombianos en Colombia.
Hoy solamente nos gana un país en la región en materia de inversión, pero en ese país casi toda la inversión la hace el Estado. Lo importante del nuestro es que estos niveles de inversión tienen un alto componente de inversión privada. La inversión privada está hoy entre el 19 - 22 por ciento, de ese total que está entre el 26 y el 28.
Confianza inversionista para poder lograr la política social. Y esa confianza inversionista se deriva de muchos aspectos. Esa confianza inversionista se deriva de que en el concepto político rector del Estado se le espacio al sector privado, si se le niega, si se entra en una ola estatista, el sector privado se espanta.
No hay un pescado más liso que el sector privado. Cómo es de difícil de traer a la vara o a la atarraya, y cómo se esfuma de fácil. Eso hay que cuidarlo con mucha delicadeza. No crean que es gratuito, o que lo tenemos merecido, que esté viniendo la gente a invertir a Colombia. Eso se ha luchado mucho y hay que cuidarlo.
Uno puede pensar que eso se da por generación espontánea, que eso va a seguir si no se hacen esfuerzos. Hay que hacer esfuerzos todos los días, sacar ese pescado es una pesca ininterrumpida, un trabajo permanente.
A esa confianza inversionista contribuye persistir en la Seguridad Democrática, que tiene reveces, tiene dificultades, momentos amargos, pero hay que persistir en ella, con la visión de un país sin guerrilla, sin paramilitares, sin narcotráfico, sin corrupción.
A esa confianza inversionista contribuye que le hemos dado todo el espacio a la inversión.
Miren, este Gobierno no ha aceptado quitar las contribuciones del Sena, de Bienestar (Familiar) y de las Cajas. Lo que hemos hecho es mejorar esas entidades.
Pero también, en lugar de quitar esas contribuciones, lo que hicimos fue darle estímulos a la inversión.
Hoy, un hotel que se hace en Colombia tiene 30 años de exención tributaria. Este Hotel Las Américas, al haber hecho este centro de convenciones, por él tiene 30 años de exención tributaria. O sea que la parte de los ingresos del hotel, que correspondan a este centro de convenciones, tienen el incentivo de 30 años exención tributaria.
Las empresas de turismo ecológico están exentas. Están exentos durantes los primeros de producción los cultivos de tardío rendimiento. Hay unos grandes estímulos a la producción de biocombustibles, donde radica el gran potencial de recuperación del agro colombiano.
Toda inversión que se hace hoy en Colombia, tiene una deducción del 40 por ciento. Ustedes invierten 100 pesos, deducen 40, al aplicarle a esos 40 la tarifa de renta, quiere decir que el Estado les da 12,8 para contribuir a los 100 que ustedes invierten.
Los pactos de estabilidad son de gran importancia. Hoy el Gobierno puede firmar, merced a la ley, pactos con los inversionistas para garantizarles desestabilizad en las reglas de juegos.
Y estamos próximos a firmar un decreto trascendente para el país y para la salud, se los anuncios: es el decreto de las zonas francas especiales.
Los desarrollos clínicos y hospitalarios que se construyan en Colombia, con unos requisitos que establece ese decreto, van a tener dos ventajas: Primera ventaja, no pagarán IVA ni arancel por los equipos que ingresen al país. Eso les va ayudar mucho. Ustedes saben que los equipos de última tecnología, son equipos bien costos. Y segundo, van a poder pagar una tarifa de renta no del 34 sino del 15 (por ciento).
La semana antepasada cuando anunciaba el decreto -que es reglamentario- de la Ley de las Zonas Francas, me decían en los 60 años de la Clínica Medellín, de mí ciudad, que ellos se proponen ahora hacer una tercera clínica, pero internacional, aprovechando el decreto.
¿En qué se favorecen las solidarias y las cooperativas que quieren hacer esos desarrollos? En lo siguiente: si bien no tienen que pagar esa tarifa de renta alta, ustedes las solidarias y las cooperativas pagan una tarifa de renta del 20, las ARS (Administradoras del Régimen Subsidiado) no, el cooperativismo ordinario sí.
De todas maneras, una clínica que se construya bajo ese esquema, con la naturaleza jurídica de entidad solidaria, sin ánimo de lucro, va a poder ingresar los equipos al país sin pagar arancel y sin pagar IVA por esos equipos. Yo pienso que va ayudar mucho.
Y la medicina tiene que ser de base y de cupos. Esta está llamada a traer mucho turismo médico internacional, pero en la medida que esos ingresos ayuden a fortalecer la medicina colombiana, eso se va irrigando hacia abajo, a ayudarnos en todos estos procesos de universalización de la cobertura y de mejoramiento de la calidad. Eso es bien importante.
La confianza inversionista se estimula con todo eso.
Nosotros creemos que hay que llevar de la mano la prosperidad económica y la prosperidad social. Miren, si nosotros no lleváramos de la mano esos conceptos, si no lucháramos con igual fuerza por ambos, ¿qué habría podido pasar en estos cinco años? Habríamos podido tener mucho crecimiento de la economía, pero no mostrar este salto en régimen subsidiado.
O si le hubiéramos dado la espalda a la confianza inversionista, y nos hubiéramos dedicado simplemente a avanzar en lo social, quién sabe, yo creo que no habríamos tenido los recursos para ese avance. Estaríamos con mucho discurso social y muy pocos resultados.
Por eso, quiero decirles que hay que interiorizar en la mente de cada compatriota la idea de llevar de la mano la prosperidad económica con la prosperidad social, son gemelas inseparables y cada una alimenta la otra. Tenemos que lograrlo.
Y en esa política social, nuestro tercer objetivo, Seguridad Democrática, confianza inversionista y política social, hay unos esfuerzos muy grandes para lograr plena cobertura en educación básica, para empezar la cobertura en educación de primera infancia, las grandes metas del Sena.
Hace cuatro años teníamos la cobertura universitaria en el 22 (por ciento), la meta es dejarla en el 34. Teníamos 60 - 66 mil usuarios de crédito de ICETEX, estamos con la meta de llegar a 400 mil.
El país tenía una cartera en poder de los microempresarios, del uno y medio (por ciento) sobre la cartera total, hoy es del cinco y medio.
En el primer Gobierno nos propusimos, y logramos llegarles con crédito, a millón 800 mil familias de microempresarios colombianos. En el segundo Gobierno hemos subido la exigencia, y ahora nos proponemos con todo ese esquema que se ha creado de Banca de Oportunidades, llegarles a 5 millones de familias colombianas con microcreditos.
Antes el microcredito representaba el uno y medio de la cartera total, hoy representa el 5 y medio. Antes representaba 738 mil millones de crédito a los microempresarios, hace dos meses representaba 5 billones 600 mil millones. Confiamos que esa cartera, cuanto termine nuestro Gobierno, esté en 8 billones, apreciados compatriotas.
Y por supuesto, la salud juega un gran papel.
Déjenme hablar del régimen subsidiado. Hemos avanzado mucho en cobertura, reconozco que yo al recorrer el país encuentro hoy menos quejas de calidad que hace cinco años, pero todavía hay un trabajo grande que hacer.
Y aquí les planteo el primer problema. ¿Por qué en estas reuniones pensamos que ha mejorado mucho la calidad? el Gobierno lo cree. Porque no había Consejo Comunitario donde yo no tuviera una trifulca de la gente protestando por la calidad. Y hoy el Sena esta tranquilo, sin embargo la percepción en la prensa es diferente. Ahí hay un problema que les dejo.
A mí me angustia mucho esa contradicción, aquí están quienes han recorrido conmigo el país tanto rato, Cecilia María (Vélez), la ministra de Educación; Blanca (Cajigas), la viceministra de Salud; la doctora Alicia Arango, secretaria de la Presidencia, el doctor Darío Montoya, director del Sena.
Recuerden qué eran los primeros Consejos Comunitarios: una sola quejumbre sobre la calidad de la salud, sobre los chanchullos de salud. A mí me tocó desde un Consejo Comunitario en Quibdo (Chocó), ordenar una investigación y la cancelación de unas licencias, unos permisos de funcionamiento a unas Administradoras de Régimen Subsidiado. Que control de paramilitares, que control de guerrillas, que mala calidad.
Yo creo que hemos avanzado en la parte de saneamiento ético y moral, y en la parte de calidad, pero tenemos que hacer una revisión a ver qué pasa en calidad, porque lo que reflejan los medios de comunicación es diferente a lo que nosotros creemos percibir en la gente.
Veo otro problema: la Ley 715 le entrego a las alcaldías, en un acto lógico de descentralización, el manejo de los recursos de prevención, y eso solamente genero quejas. Ahora vuelven a las administradoras del sistema, a ustedes. ¿Cuándo empieza a aplicarse eso? ¿En los presupuestos de este año ustedes no lo han aplicado?
Necesitamos mostrar buenos resultados en eso, porque la experiencia entre este enero hacia atrás y el día en que empezó a aplicarse la Ley 715, no fue bueno. Hasta el punto que la gente olvido el discurso de descentralización, aceptó esto, que no derogar la descentralización pero sí es quitarle la competencia al ente descentralizado por excelencia, que es el municipio, se la quitamos y vuelve a la administradora, con la cual el municipio contrata.
Veo otro problema: la doble afiliación. Era mucho más grande cuando empezamos, pero pienso que todavía nos falta una prueba de certeza, que es tener una base de datos a toda prueba, para estar absolutamente seguros de que no hay doble afiliación, y ahí tienen que hacer un esfuerzo monumental, el Ministerio (de la Protección Social), la Superintendencia (Nacional de Salud) y Planeación Nacional.
Veo otro problema: en los departamentos donde hemos avanzado hacia plena cobertura, se empieza a presentar un problema que podría generalizarse.
¿Qué dicen los departamentos? Yo sacrifiqué recursos de oferta, los trasladé a la demanda, en la esperanza de que la mayor cobertura nos produjera mayores ingresos, pero se los produce a los niveles básicos. Y, dicen los departamentos: se nos ha aumentado la demanda por servicios de los niveles superiores ¿dónde está la carga del departamento? cada que hay reunión con la conferencia de gobernadores ese problema sale a relucir”.
(Fin)
Palabras del Presidente Uribe en Congreso de Gestarsalud
Cartagena, 16 oct (SP). “Quiero dar un saludo muy afectuoso a todos ustedes.
Acudo esta noche, con el entusiasmo de haber trabajado tantos años con ustedes en este proyecto, y ahora redoblado, gracias al propósito de que en diciembre de 2009 podamos decir que al tener 26 millones de colombianos en el régimen subsidiado, y alrededor de más de 18 millones de colombianos beneficiarios del régimen contributivo, hemos logrado plena cobertura.
Es apenas un paso, hay otros inmensamente grandes, que tendrán que dar los gobiernos que nos sucedan, pero nosotros dejarles unos cimientos sólidos: el de nivelar el plan obligatorio de salud del régimen subsidiado con el plan obligatorio de salud del régimen contributivo, y el de hacer de la salud colombiana una salud de excelencia en calidad.
Esto lo enmarcamos en un concepto de Estado, en unos objetivos de Gobierno. Colombia no desmantela el Estado, pero tampoco esta en el estatismo. Nosotros, como lo dice nuestra Constitución, nos proponemos desarrollar un sistema de seguridad social basado en los principios de universalidad, solidaridad y eficiencia. Regulado y supervisado por el Estado, pero al mismo tiempo, con la posibilidad de que, con sujeción a esos principios, en la prestación del servicio participen entidades estatales, entidades privadas, entidades mixtas, entidades privadas con y entidades privadas sin ánimo de lucro.
Yo creo que la Constitución retrata muy bien el rol que nosotros le asignamos al Estado, y el rol que le asignamos al sector privado. Un Estado que tiene un rol muy importante, y una iniciativa privada que tiene todas las posibilidades, siempre y cuando las ejerza con responsabilidad social.
De acuerdo con ello, tenemos tres objetivos fundamentales de Gobierno: consolidar la Seguridad Democrática, consolidar la confianza inversionista y cumplir las metas sociales, van de la mano.
Si no hay Seguridad Democrática la gente no invierte, si no hay confianza inversionista no se dan los recursos para poder financiar lo social.
Nosotros hemos tenido un gran crecimiento en estos cinco años, prácticamente de una afiliación de 10 millones 700 mil colombianos que encontramos, terminamos este año, con la ayuda de Dios, con 22 millones de colombianos en el régimen subsidiado.
El país había trabajado desde el primero de enero del 94 hasta julio de 2002, ocho años, y había logrado 10 millones 700 mil. Hemos logrado ahora, casi otros 12 millones.
Eso, en muy buena parte, se ha logrado porque la economía se ha venido recuperando y nos ha ayudado. Eso ha ido de la mano de que hemos venido asistiendo a mayor confianza inversionista, a mayor crecimiento de la economía, a mejores posibilidades fiscales y a mejores posibilidades de afiliación por parte de los particulares.
Por ejemplo, más confianza inversionista. Esta Patria nuestra, de cada 100 pesos que producía, invertía 12 - 15. Ahora, de cada 100 que produce, invierte 25 - 28.
A mí me sorprende, gratamente, registrar el fenómeno de Ecopetrol, que además logra que la empresa pase de la bulia de un estado de hibernación a un estado de motivación: 520 mil colombianos compraron acciones de Ecopetrol, y a eso hay que sumarle 7 millones de colombianos que son dueños de los fondos de pensiones, que también se vincularon con acciones a Ecopetrol.
Eso muestra un país que ha recuperado la confianza inversionista. Lo más difícil, apreciados compatriotas y visitantes internacionales, es recuperar la confianza al interior del país. Generalmente primero se recupera en un país la confianza externa que la confianza entre sus propios ciudadanos, y aquí, sucesos recientes como el de Ecopetrol, nos muestran que hay una muy positiva recuperación de la confianza de los propios colombianos en Colombia.
Hoy solamente nos gana un país en la región en materia de inversión, pero en ese país casi toda la inversión la hace el Estado. Lo importante del nuestro es que estos niveles de inversión tienen un alto componente de inversión privada. La inversión privada está hoy entre el 19 - 22 por ciento, de ese total que está entre el 26 y el 28.
Confianza inversionista para poder lograr la política social. Y esa confianza inversionista se deriva de muchos aspectos. Esa confianza inversionista se deriva de que en el concepto político rector del Estado se le espacio al sector privado, si se le niega, si se entra en una ola estatista, el sector privado se espanta.
No hay un pescado más liso que el sector privado. Cómo es de difícil de traer a la vara o a la atarraya, y cómo se esfuma de fácil. Eso hay que cuidarlo con mucha delicadeza. No crean que es gratuito, o que lo tenemos merecido, que esté viniendo la gente a invertir a Colombia. Eso se ha luchado mucho y hay que cuidarlo.
Uno puede pensar que eso se da por generación espontánea, que eso va a seguir si no se hacen esfuerzos. Hay que hacer esfuerzos todos los días, sacar ese pescado es una pesca ininterrumpida, un trabajo permanente.
A esa confianza inversionista contribuye persistir en la Seguridad Democrática, que tiene reveces, tiene dificultades, momentos amargos, pero hay que persistir en ella, con la visión de un país sin guerrilla, sin paramilitares, sin narcotráfico, sin corrupción.
A esa confianza inversionista contribuye que le hemos dado todo el espacio a la inversión.
Miren, este Gobierno no ha aceptado quitar las contribuciones del Sena, de Bienestar (Familiar) y de las Cajas. Lo que hemos hecho es mejorar esas entidades.
Pero también, en lugar de quitar esas contribuciones, lo que hicimos fue darle estímulos a la inversión.
Hoy, un hotel que se hace en Colombia tiene 30 años de exención tributaria. Este Hotel Las Américas, al haber hecho este centro de convenciones, por él tiene 30 años de exención tributaria. O sea que la parte de los ingresos del hotel, que correspondan a este centro de convenciones, tienen el incentivo de 30 años exención tributaria.
Las empresas de turismo ecológico están exentas. Están exentos durantes los primeros de producción los cultivos de tardío rendimiento. Hay unos grandes estímulos a la producción de biocombustibles, donde radica el gran potencial de recuperación del agro colombiano.
Toda inversión que se hace hoy en Colombia, tiene una deducción del 40 por ciento. Ustedes invierten 100 pesos, deducen 40, al aplicarle a esos 40 la tarifa de renta, quiere decir que el Estado les da 12,8 para contribuir a los 100 que ustedes invierten.
Los pactos de estabilidad son de gran importancia. Hoy el Gobierno puede firmar, merced a la ley, pactos con los inversionistas para garantizarles desestabilizad en las reglas de juegos.
Y estamos próximos a firmar un decreto trascendente para el país y para la salud, se los anuncios: es el decreto de las zonas francas especiales.
Los desarrollos clínicos y hospitalarios que se construyan en Colombia, con unos requisitos que establece ese decreto, van a tener dos ventajas: Primera ventaja, no pagarán IVA ni arancel por los equipos que ingresen al país. Eso les va ayudar mucho. Ustedes saben que los equipos de última tecnología, son equipos bien costos. Y segundo, van a poder pagar una tarifa de renta no del 34 sino del 15 (por ciento).
La semana antepasada cuando anunciaba el decreto -que es reglamentario- de la Ley de las Zonas Francas, me decían en los 60 años de la Clínica Medellín, de mí ciudad, que ellos se proponen ahora hacer una tercera clínica, pero internacional, aprovechando el decreto.
¿En qué se favorecen las solidarias y las cooperativas que quieren hacer esos desarrollos? En lo siguiente: si bien no tienen que pagar esa tarifa de renta alta, ustedes las solidarias y las cooperativas pagan una tarifa de renta del 20, las ARS (Administradoras del Régimen Subsidiado) no, el cooperativismo ordinario sí.
De todas maneras, una clínica que se construya bajo ese esquema, con la naturaleza jurídica de entidad solidaria, sin ánimo de lucro, va a poder ingresar los equipos al país sin pagar arancel y sin pagar IVA por esos equipos. Yo pienso que va ayudar mucho.
Y la medicina tiene que ser de base y de cupos. Esta está llamada a traer mucho turismo médico internacional, pero en la medida que esos ingresos ayuden a fortalecer la medicina colombiana, eso se va irrigando hacia abajo, a ayudarnos en todos estos procesos de universalización de la cobertura y de mejoramiento de la calidad. Eso es bien importante.
La confianza inversionista se estimula con todo eso.
Nosotros creemos que hay que llevar de la mano la prosperidad económica y la prosperidad social. Miren, si nosotros no lleváramos de la mano esos conceptos, si no lucháramos con igual fuerza por ambos, ¿qué habría podido pasar en estos cinco años? Habríamos podido tener mucho crecimiento de la economía, pero no mostrar este salto en régimen subsidiado.
O si le hubiéramos dado la espalda a la confianza inversionista, y nos hubiéramos dedicado simplemente a avanzar en lo social, quién sabe, yo creo que no habríamos tenido los recursos para ese avance. Estaríamos con mucho discurso social y muy pocos resultados.
Por eso, quiero decirles que hay que interiorizar en la mente de cada compatriota la idea de llevar de la mano la prosperidad económica con la prosperidad social, son gemelas inseparables y cada una alimenta la otra. Tenemos que lograrlo.
Y en esa política social, nuestro tercer objetivo, Seguridad Democrática, confianza inversionista y política social, hay unos esfuerzos muy grandes para lograr plena cobertura en educación básica, para empezar la cobertura en educación de primera infancia, las grandes metas del Sena.
Hace cuatro años teníamos la cobertura universitaria en el 22 (por ciento), la meta es dejarla en el 34. Teníamos 60 - 66 mil usuarios de crédito de ICETEX, estamos con la meta de llegar a 400 mil.
El país tenía una cartera en poder de los microempresarios, del uno y medio (por ciento) sobre la cartera total, hoy es del cinco y medio.
En el primer Gobierno nos propusimos, y logramos llegarles con crédito, a millón 800 mil familias de microempresarios colombianos. En el segundo Gobierno hemos subido la exigencia, y ahora nos proponemos con todo ese esquema que se ha creado de Banca de Oportunidades, llegarles a 5 millones de familias colombianas con microcreditos.
Antes el microcredito representaba el uno y medio de la cartera total, hoy representa el 5 y medio. Antes representaba 738 mil millones de crédito a los microempresarios, hace dos meses representaba 5 billones 600 mil millones. Confiamos que esa cartera, cuanto termine nuestro Gobierno, esté en 8 billones, apreciados compatriotas.
Y por supuesto, la salud juega un gran papel.
Déjenme hablar del régimen subsidiado. Hemos avanzado mucho en cobertura, reconozco que yo al recorrer el país encuentro hoy menos quejas de calidad que hace cinco años, pero todavía hay un trabajo grande que hacer.
Y aquí les planteo el primer problema. ¿Por qué en estas reuniones pensamos que ha mejorado mucho la calidad? el Gobierno lo cree. Porque no había Consejo Comunitario donde yo no tuviera una trifulca de la gente protestando por la calidad. Y hoy el Sena esta tranquilo, sin embargo la percepción en la prensa es diferente. Ahí hay un problema que les dejo.
A mí me angustia mucho esa contradicción, aquí están quienes han recorrido conmigo el país tanto rato, Cecilia María (Vélez), la ministra de Educación; Blanca (Cajigas), la viceministra de Salud; la doctora Alicia Arango, secretaria de la Presidencia, el doctor Darío Montoya, director del Sena.
Recuerden qué eran los primeros Consejos Comunitarios: una sola quejumbre sobre la calidad de la salud, sobre los chanchullos de salud. A mí me tocó desde un Consejo Comunitario en Quibdo (Chocó), ordenar una investigación y la cancelación de unas licencias, unos permisos de funcionamiento a unas Administradoras de Régimen Subsidiado. Que control de paramilitares, que control de guerrillas, que mala calidad.
Yo creo que hemos avanzado en la parte de saneamiento ético y moral, y en la parte de calidad, pero tenemos que hacer una revisión a ver qué pasa en calidad, porque lo que reflejan los medios de comunicación es diferente a lo que nosotros creemos percibir en la gente.
Veo otro problema: la Ley 715 le entrego a las alcaldías, en un acto lógico de descentralización, el manejo de los recursos de prevención, y eso solamente genero quejas. Ahora vuelven a las administradoras del sistema, a ustedes. ¿Cuándo empieza a aplicarse eso? ¿En los presupuestos de este año ustedes no lo han aplicado?
Necesitamos mostrar buenos resultados en eso, porque la experiencia entre este enero hacia atrás y el día en que empezó a aplicarse la Ley 715, no fue bueno. Hasta el punto que la gente olvido el discurso de descentralización, aceptó esto, que no derogar la descentralización pero sí es quitarle la competencia al ente descentralizado por excelencia, que es el municipio, se la quitamos y vuelve a la administradora, con la cual el municipio contrata.
Veo otro problema: la doble afiliación. Era mucho más grande cuando empezamos, pero pienso que todavía nos falta una prueba de certeza, que es tener una base de datos a toda prueba, para estar absolutamente seguros de que no hay doble afiliación, y ahí tienen que hacer un esfuerzo monumental, el Ministerio (de la Protección Social), la Superintendencia (Nacional de Salud) y Planeación Nacional.
Veo otro problema: en los departamentos donde hemos avanzado hacia plena cobertura, se empieza a presentar un problema que podría generalizarse.
¿Qué dicen los departamentos? Yo sacrifiqué recursos de oferta, los trasladé a la demanda, en la esperanza de que la mayor cobertura nos produjera mayores ingresos, pero se los produce a los niveles básicos. Y, dicen los departamentos: se nos ha aumentado la demanda por servicios de los niveles superiores ¿dónde está la carga del departamento? cada que hay reunión con la conferencia de gobernadores ese problema sale a relucir”.
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