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Septiembre 14

Palabras del Presidente Uribe en el Congreso de Acodal

Santa Marta, 14 sep (SP). “Quiero saludarlos a todos muy afectuosamente. Como colombiano siento entusiasmo de ver el vigor que ha venido cobrando el sector. Veo reforzadas todas las firmas, las veo con optimismo, las veo contentas frente al panorama de trabajo en Colombia, que tiene que ponerse a la altura de las necesidades del país.

A mí me preguntaban al principio de esta segunda administración: ¿van a lograr plena cobertura en educación básica? Y contestábamos: claro que sí, con la ayuda de Dios ¿La van a lograr en salud subsidiada? Claro que sí, con la ayuda de Dios ¿Van a lograr cinco millones de créditos, en micro crédito, Banca de Oportunidades? Para allá vamos ¿Van a lograr un millón 200 mil estudiantes virtuales permanentemente en el Sena, con la nueva plataforma tecnológica? Conteste lo mínimo, vamos a lograr ello.

Preguntaban ¿y van a lograr plena cobertura en saneamiento básico y agua potable? Dije no, el tema es muy grande, el reto es muy grande, pero vamos a dar un gran avance, con recursos presupuestales, con organización institucional, acabando la manida costumbre de la relación del Gobierno con cada municipio en particular, sustituyendo eso por los planes departamentales de agua, que le den, que les reconozcan a los gobernadores la función de ser la instancia intermedia entre los municipios y el Gobierno Nacional, y que le permitan a todos los municipios participar en igualdad de oportunidades frente al Gobierno Nacional.

Una inversión que pienso no va a tener antecedentes, y que tenemos que hacer todo el esfuerzo para ejecutarla, para ejecutarla a tiempo, honradamente, eficientemente y con austeridad.

Yo creo que nosotros vamos a tener que habar de muchas cosas en Colombia: una de ellas es austeridad, otra de ellas es sentido de urgencia. Hay que actuar rapidito, contratar rapidito, proceder con transparencia y austeridad.

Mañana hará una semana que inauguré en el Quindío unas carreteras del Plan 2.500, y el Ministro de Obras (de Transporte) nos contó cómo kilómetros de pavimento, que se pensaba que valían a 800 – 1.000 mil millones, se contrataron a 450 (millones), se ejecutaron bien, en buenas condiciones la obra.

Yo creo que en todo el país hay que entrar a trabajar un gran criterio de austeridad, el mismo que estamos demandando de todas las ramas del Estado, porque eso nos ayuda a que esta platica rinda, a que vamos avanzando hacia las plenas coberturas, y a que el país se vaya reencontrando con unas instituciones estatales y privadas, capaces de resolver las expectativas, las necesidades insatisfechas de las grandes mayorías colombianas, en temas tan importantes como el que hoy nos ocupa.

Déjenme dividir esta intervención en dos: primero, repetir ante ustedes algunos conceptos políticos del Gobierno, que consideramos de trascendental importancia; y segundo, preguntar al Ministro (de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial) Juan Lozano y a la Viceministra (de Agua Potable y Saneamiento Básico) Leyla Rojas, por algunos temas: El plan departamental de agua potable, los recursos, el cronograma de desembolso de recursos, que va a ser el que va a marcar el ritmo de crecimiento de la contratación. Cómo esos recursos van a alternar con los dineros de audiencias públicas, cómo vamos a poder llegar más rápidamente a las zonas rurales y hablar con ustedes, con sus directivos, con el Ministro y la Viceministra, sobre los sistemas no convencionales que se necesitan en tantos sitios del país, y el mercadeo no convencional.

¿Por casualidad está aquí alguien del Quindío, de la empresa de Calarcá? ¿Quién atiende acueducto Calarcá? No está aquí. Porque quedamos muy comprometidos el pasado sábado en Calarcá, que allí se haría un experimento de mercadeo, que creo que hay que generalizarlo en toda Colombia, para darle la oportunidad a los ciudadanos de comprar tarjetas mensuales de agua.

Allí encontramos un problema con 600 familias pobres, atrasadas en el pago de la factura de agua, el servicio suspendido, y valió la oportunidad para comprometernos en algo que hemos venido insistiendo, pero que el país necesita conocer ejemplos. Es, hombre atraiga la familia, ofrézcale una preventa mensual en una tarjetica de tantos metros cúbicos de agua y vincúlenla por esa vía.

Necesitamos no solamente sistemas no convencionales para proveer estos servicios, sino sistemas no convencionales de mercadeo, adicionalmente.

Tema político

El tema político. Es bien importante pensar en el modelo colombiano. Nosotros estamos combinando cinco elementos en nuestra democracia: seguridad, respeto a las libertades, lucha por la cohesión social, búsqueda de la transparencia -en lo cual es bien importante lo que acaban de mencionar el doctor (José) Rizo Pombo, y la doctora Mariluz Mejía de Pumarejo-, y el tema de respeto a instituciones independientes que forman el Estado, pero con el compromiso de la colaboración armónica para el encuentro, el hallazgo de los fines superiores de ese Estado.

Esos cinco elementos nos parecen que caracterizan una democracia moderna, y que es mucho más importante insistir en ellos, que en la vieja disputa entre izquierda y derecha, que tanto daño ha hecho en América Latina y al interior de muchos países, y que hoy todo indica que no tiene razón de prolongarse.

En el contexto latinoamericano es importante también hablar del papel del Estado y del papel del sector privado.

El papel del Estado: nosotros reformamos el Estado, pero no lo desmantelamos.

El papel del sector privado: nosotros le damos todas las garantías, pero le exigimos responsabilidad social.

Volviendo al papel del Estado. América Latina estuvo fascinada con la idea de desmantelar el Estado. Una interpretación del Consenso de Washington, y ahora está fascinada con la idea del estatismo.

Nosotros no estamos ni en lo uno, ni en lo otro. No desmantelamos el Estado, pero tampoco queremos el estatismo. Hemos reformado 419 entidades del Estado, y hasta el último día de Gobierno, con la ayuda de Dios, vamos a seguir en la transformación de entidades del Estado.

Empezamos con Telecom, ahora vamos con las clínicas del Seguro Social y con la capitalización de Ecopetrol. Recientemente se dio ese gran paso de Paz del Río, para citar algunos ejemplos.

¿Qué hemos buscado? Un Estado, no al servicio de las clientelas políticas, no al servicio de los excesos sindicales, sino al servicio de la comunidad, de la transparencia, al servicio de la productividad, comprometido con la austeridad, comprometido con la competitividad.

Cuando uno entra hoy a la clínica Campo Serrano del Seguro Social de Santa Marta, siente un alivio tremendo, al compararla con el esquema administrativo anterior.

Aquí liquidamos el Seguro Social, y le entregamos en operación esa clínica a la Fundación Cardiovascular de Bucaramanga. El resultado: increíble, no piensa uno que hace 6 meses esa fuera la clínica del Seguro Social, Campo Serrano, de Santa Marta.

Ahora estamos en la reforma de las clínicas del Seguro Social en Bogotá, y lo vamos a hacer en todo el país. Y me dicen: “Hombre, Presidente ¿pero cómo hace esa reforma a mes y medio de elecciones regionales?”

Mi tema es que es en elecciones cuando hay que proponerle los temas a la gente, y que los gobiernos no pueden vivir escondiéndose para no suscitar debates.

Me dicen: “Presidente, es que eso genera mucho debate”. Está bien, los gobiernos no pueden pretender pasar como el algodón entre el vidrio, sin marcharse. Los gobiernos tienen que enfrentar todos los debates que se requiere enfrentar en aras del bien público. Y me parece que educa a la democracia, crea un gran nivel de confianza política, avanzar en todas estas reformas, hacerlo con patriotismo, sin temor, abiertamente, sin cálculos electorales.

Sindicalismo participativo

Por ejemplo fue muy grato la semana pasada: Paz del Río. Cuando yo llegué a la Presidencia, allá me propusieron que le firmara la partida de defunción a Emcali, -aquí está Eva María (Uribe Tobón, superintendente de Servicios Públicos Domiciliarios), que ha sido fundamental para sacarla adelante- que le firmara la partida de defunción a Paz del Río, que le firmara la partida de defunción a Telecom.

¿Y qué hacemos con Paz del Río? Entre jubilados y trabajadores 6 mil. ¿Quién les va a pagar? ¿Le vamos a causar ese problema a Boyacá? Un mundo que no va a ser capaz de proveer las necesidades de acero, de hierro, que demandan China e India, ¿y nosotros vamos a cerrar esta fuentecita? De ninguna manera.

¿Qué hicimos? Llamamos a los trabajadores y les dijimos: Vamos a hacer un proceso en el cual ustedes cedan prestaciones -y esto lo digo porque creo que es bien importante para transformaciones que todavía quedan en el sector que ustedes representan- cedan prestaciones y las capitalizan, hagamos el tránsito de un sindicalismo reivindicatorio a un sindicalismo moderno, de participación, gerencial, de visión de capitalismo social, y se logró.

Pasaron a ser dueños del 46 (por ciento), después bajaron al 34 (por ciento), y cuando todo el mundo pensaba que eso estaba muy mal, los trabajadores recibieron ahora, en una venta que quisieron hacer, 700 mil millones. Y eso hace cinco años, nada valía.

Ya compraron unas acciones de Isagen, ahora están comprando de Ecopetrol, y tengo la responsabilidad de ofrecerles a ustedes también unas acciones de Ecopetrol. Ingenieros, para que se vayan rebuscando. No me dejan ir de aquí si no les vendo a ustedes unas accionistas de Ecopetrol.

Hubo 4 - 5 proponentes de talla mundial, por Paz del Río. Producía la empresa 300 mil toneladas. Ahora le están haciendo inversiones para producir rápidamente un millón de toneladas. Y ya están pensando en un ferrocarril, que entre de Santander por todo el Cañón del Chicamocha, para apoyar esa empresa.

¿Saben ustedes dónde está la casilla de venta de acciones de Ecopetrol? En la oficina del sindicato de Paz del Río. Vivir para ver, ¿quién lo creyera? Aquel radicalismo ideológico de hace unos pocos años.

Yo les dije: hombre, no van a botar esta plática, no la va a botar por ahí, simplemente en diversiones. Y a pesar de que se enojen algunos de la industria automotriz, no se la gasten toda en carros, ni en motos. Guarden una plata para que hagamos capitalismo social. Compren Isagen, compren Ecopetrol.

Me emocionó mucho, percibir esa mentalidad nueva. La semana pasada en esa reunión, allá no se habló de prestaciones ni de huelga, ni de conflicto empleador - trabajador, sino de cómo avanzaban ellos en el capitalismo social, en el país de propietarios.

Y quedó instalado el puesto de venta de acciones de Ecopetrol en la sede sindical. Esos procesos de transformación son muy importantes.

Reforma administrativa

Telecom no tenía con qué pagarle a los pensionados, tenía en entredicho la sostenibilidad de la nómina activa, no tenía con qué invertir. La nueva Telecom esta al día con los pensionados, tiene totalmente asegurada y tranquila la nómina activa, y tiene en el bolsillo ocho billones para invertir y ayudar en este desatraso que necesita el país en conectividad y en banda ancha.

Ecopetrol, le hicimos la reforma laboral, la reforma pensional, y contra todos los pronósticos, contra todos los pronósticos, hoy estamos en la capitalización.

Hace cinco años a mí me hubieran preguntado, yo habría dicho no, yo habría dicho: vamos a intentar la reforma laboral de Ecopetrol, la pensional, pero no me atrevo en la capitalización, por esos radicalismos ideológicos.

Por eso hay que evitar esos radicalismos ideológicos, porque todavía hay radicalismos ideológicos que quieren desmontar, quieren derogar la ley 142, y volver en estos servicios públicos exclusivamente a monopolios estatales.

Yo creo que este país no puede ser un país de monopolios estatales ni de monopolios privados, sino de capitalismo social de emprendimiento.

Y si hay un sector que puede albergar un capitalismo social muy importante de emprendimiento, es el sector que ustedes representan, apreciados compatriotas y visitantes internacionales.

Hay que persistir en la reforma del Estado y persistir en la participación del sector privado en estas actividades, con solidaridad, con responsabilidad social.

Esa reforma del Estado que nosotros hemos implementado, aun no completa porque faltan muchas entidades y cada paso es un parto de los monos, cada paso es un pulso muy duro, como ese ahora de las clínicas en Bogotá, hasta ahora eso le ha ahorrado al Estado colombiano un punto del PIB.

¿Qué fuera de nuestro déficit sin haber adelantado esa reforma del Estado? Y eso trae un beneficio adicional, que ustedes lo tienen que sentir en su sector. Ahora recordaba con Jose Fernando, que uno de los desgastes.

A mí se me acabó la tintura de este pelo haciendo reformas -no va a creer que es con esos bandidos de las Farc, llevo 30 años combatiendo esos bandidos- reformas muy duras. La reforma laboral, la reforma de la seguridad social, las reformas de éste Gobierno.

Con José Fernando hicimos la reforma de aguas en Antioquia. Eliminamos un monopolio estatal, burocrático, clientelista, Acuantioquia. Se introdujo el sistema de operadores, en unas partes nos funcionó bien, en otras no. Y ahí se están dando hoy, allá pasos adicionales, una reforma bien importante.

Y estas reformas traen un elemento adicional: buen gobierno. Estas reformas curan a las entidades de clientelismo, las curan de corrupción, y las curan de excesos sindicales.

Me decían voceros del sindicato de Telecom: “hombre, Presidente, no nos asignen toda la culpa a nosotros, no la tenemos. Nosotros presentábamos pliegos de peticiones y eran los gobiernos los que lo aceptaban, por miedo a ganarse una rechifla nuestra.”

Entonces muchos gerentes salían en hombros de allá, dejaban la empresa sobrecargada de prestaciones, y aplicaban la tesis, el que viene atrás que arree.

Me decían: “Los gobiernos mandaban allá amigos a que completaran períodos de jubilación, a que mejoraran la jubilación” Y eso ha sido normal en empresas estatales de servicios públicos en Colombia. Cuando se hacen estas reformas se acaba el clientelismo.

¿Quién me pide hoy un puesto clientelista en Telecom? Nadie. A mí todavía me piden puestos clientelistas, para pagar favores políticos, en la junta de Ecopetrol. “Presidente, sí, le votamos ese proyecto de ley de transferencias pero un puestecito en la junta de Ecopetrol”.

Ahora, con estas reformas, les voy a decir, al que me diga eso: ¿ya le pidieron el voto a los 200 mil socios que tenemos en Ecopetrol? Estas reformas ayudan mucho a lo que el país tiene que hacer en materia de derrota del clientelismo, de los excesos sindicales, pero hay que poner mucho cuidado, para que todos estos modelos institucionales eliminen corrupción y no se contagien. Para que estos modelos institucionales muestren toda la austeridad, la productividad, la competitividad.

Nosotros reformamos el Estado, pero no lo desmantelamos. Y tampoco estamos en el estatismo.

Por ejemplo cuando en América Latina se piensa que la explotación de hidrocarburos debe ser objeto de monopolios estatales, exclusivamente.

Cuando encontramos casos como México. El Gobierno de México quiere buscar alianzas con los particulares, lo necesita, pero la Constitución no se lo permite. Y no han encontrado las mayorías en el Congreso para poder hacer las modificaciones constitucionales.

Cuando encontramos estos fenómenos estatistas, es bien importante premiar lo que esta haciendo Colombia de participación del sector privado, valorarlo.

Esto no ha sido un regalo, esto ha sido objeto de una lucha que hay que defender todos los días. A mí me parece que ha sido una bendición para el país, haberle abierto al sector privado el sector de los servicios públicos, y abrir el sector de la seguridad social, etcétera, y todas estas reformas, con responsabilidad social.

Responsabilidad social

Insistimos en tres elementos de responsabilidad social: primero, la transparencia. Transparencia entre todos los inversionistas y el Estado, en los contratos, en las concesiones, en la solución de disputas. No se puede hablar de responsabilidad social si no hay transparencia.

Segundo, responsabilidad con las comunidades, solidaridad. Y la solidaridad no es el cumplimiento de la Ley, es ir más allá.

La responsabilidad social como solidaridad con las comunidades, va más allá de las obligaciones de las empresas con los trabajadores, o con los clientes directos. Hay que hacer esfuerzos de solidaridad con todas las comunidades con las cuales se trabaja.

Y tercero, las relaciones laborales: ni de capitalismo salvaje ni de odio de clases, relaciones laborales de fraternidad, ojalá de sindicalismo de participación.

Uno de los proyectos en el cual queremos insistir, es la restricción de las cooperativas de trabajo asociado, porque el cooperativismo no se puede utilizar para deprimir salarios, ni para eludir prestaciones, sino que sean cooperativas verdaderas de prestación de servicios públicos, no trampas para eludir la ley laboral.

Contratos de servicios pero auténticos, en el sector de ustedes, ayudan a mejorar las relaciones laborales.

Utilizar cooperativas de trabajo asociado, simplemente para burlar prestaciones, hace mucho daño en la economía colombiana, hace mucho daño a la armonía social y por eso vamos a insistir en el Congreso en el proyecto de ley para restringir esa práctica.

Y hacer contratos sindicales en las empresas reformadas, ayuda también a un gran proceso evolutivo, porque el contrato sindical donde se contrata una obra o un servicio con la organización sindical, deja atrás el viejo sindicalismo reivindicatorio.

Estamos enfrentando en el Gobierno tres desafíos: consolidar la Seguridad Democrática, ese es un tema de paciencia, de perseverancia, de firmeza, de aguantar debates.

A mí me decían en estos días: “hombre, Presidente, ¿pero usted por qué no cede la zona de despeje? quítese ese debate”. Dije: pero ¿cómo voy a ceder una zona de despeje, si el país lo tuvieron despejado 40 años? Por eso, del país se apoderaron guerrilleros y paramilitares.

Ahora que estamos recuperando la confianza con la presencia de las fuerzas institucionales, lo que hay que hacer es despejar el país de terroristas. Nosotros tenemos que afrontar debates, sostenerlos, en lugar de la vía cómoda de eludir el debate a través de volver a entregarle el país a los terroristas.

Es preferible quedarnos estos tres cortos años que faltan de Gobierno en el debate y en el pulso, en lugar de eludir el debate, y dejar que ‘don Manuel’ y esa banda hitleriana de bandidos vuelvan a tener zonas exclusivas para maltratar a los colombianos.

Y por supuesto, tenemos dificultades, tenemos dificultades en seguridad urbana, en hurto a personas, en hurto a comercio, en hurto a residencias, se acaba de expedir la Ley 1142, que confiamos que le ayude mucho a la Policía a superar ello.

Y hay que persistir en la Seguridad Democrática. Los inversionistas exigen más la firmeza en el propósito, que los propios resultados de corto plazo, y yo creo que ustedes que están en este sector así lo perciben.

Confianza inversionista

Para nosotros es muy importante un segundo objetivo de Gobierno: consolidar la confianza inversionista, mucho más que el crecimiento económico de corto plazo.

Uno puede tener crecimiento económico porque encontró un pozo de petróleo grande, empezó a explotarlo, o porque sube el precio de un producto básico, pero si se agota ese pozo y no se reemplazaron sus existencias con nuevas reservas, o si se reduce el precio del producto básico, inmediatamente se vuelve a niveles bajos de crecimiento.

Lo único que sostiene un crecimiento vigoroso de la economía en el largo plazo, es una gran confianza inversionista, y confío mucho que este sector le sume a esa gran confianza inversionista. Ahí vemos una gran posibilidad.

Nosotros, cuando empezó el Gobierno, veíamos una Colombia en la cual, por cada 100 pesos que se producían, se invertían 12 - 15, en este momento por cada 100 pesos que se producen se están invirtiendo entre 25 – 27. El sector privado invertía 6 y medio, ahora invierte entre 19 y 21. Eso es lo que hay que sostener: confianza inversionista medida en tasas de inversión, en flujos de inversión, en inversión colombiana, en inversión extranjera en el país, también en internacionalización de nuestras firmas. Todo eso ayuda muchísimo a la productividad, a la competitividad.

¿Qué ayuda a la confianza inversionista? El modelo. Aquí no hay estatismo, hay un Estado que exige responsabilidad social, y que le da toda la confianza, todo el espacio al sector privado.

Incide la persistencia en la Seguridad Democrática, incide la salud fiscal de la Nación. Ustedes presenciaron ese enorme debate aquí, por las transferencias a las regiones. Yo creo que fue un paso de responsabilidad con la salud fiscal de la Nación.

Si hubiéramos aflojado la mano, y por evitar el chiflido y el ruido en la Plaza de Bolívar, hubiéramos regresado a la norma de la Constitución del 91, yo no se en cuánto estarían hoy las tasas de interés.

Nosotros nos propusimos sacar una reforma constitucional, que promoviera descentralización sin arruinar a la Nación.

Y nos toca hablar de esto en todos los auditorios, porque todos los días nos amenazan con el referendo y a mi me da miedo que eso le haga un gran daño a la salud fiscal de la Nación.

Los departamentos, los municipios, se han beneficiado de nuestro manejo económico. Los municipios en este Gobierno nuestro han tenido un crecimiento del 35 por ciento de sus ingresos por encima de inflación, porque se ha recuperado la economía; Bogotá del 40 (por ciento). Cuánta capacidad de maniobra les da eso”.