Abril 16

Rueda de prensa del Presidente Álvaro Uribe en el Foro Económico Mundial, en Cancún, México

Cancún, México, 16 abr (SP). “Yo creo que les ahorro mucho tiempo si hago una introducción.

Simplemente, el temario que desarrollaré esta tarde en la clausura del Foro, el menú temático, es presentar el caso colombiano, asimilable a una casa en cuyo techo está la palabra confianza, que es lo que fundamentalmente queremos crear en Colombia y que tiene tres pilares:

Seguridad desde la democracia, es bien importante, eso marca la diferencia. Hubo muchos proyectos latinoamericanos de seguridad desde dictaduras. Esto es seguridad desde la democracia, con respeto a todos los principios democráticos.

El segundo pilar es confianza inversionista desde la responsabilidad social y el tercer pilar es cohesión social desde las libertades. Eso es el índice temático de lo que será mi intervención esta tarde en la sesión de clausura del Foro.

Ahora estábamos allí, en el panel, y me referí brevemente a la política de biocombustibles de Colombia; a la política de Familias Guardabosques para preservar la selva y evitar que siga siendo destruida para sembrar drogas ilícitas; a la política de transporte masivo en Colombia; a la política de energía limpia y a la política de agua potable y saneamiento básico.

Entonces, con esa enunciación de temas y lo que ustedes quieran preguntar, estoy a disposición de ustedes.

Pregunta: Presidente Uribe, usted tuvo un encuentro con el Presidente Arias (Óscar Arias, de Costa Rica) y quisiera saber si nos puede confirmar si él le hizo un ofrecimiento para hacer como un acompañamiento o buenos oficios en la liberación de Ingrid Betancourt.

Mi segunda pregunta es: Ayer, hablando con el Secretario Genera de la OEA, José Miguel Insulza, nos decía que este reciente escalamiento del tono de las recriminaciones entre Colombia y Ecuador, que continúa, él decía que no tiene sentido, porque  sigue versando sobre los mismo temas y no se está hablando de cosas nuevas.

Presidente Álvaro Uribe: El Presidente Arias siempre ha a sido muy generoso con Colombia y en todo momento ha ofrecido su cooperación para ayudar a resolver los problemas que Colombia tiene.

Colombia ha progresado mucho. Si ustedes miran las cifras de reducción de asesinatos, de reducción de secuestros, de reducción de masacres, ven un inmenso progreso en Colombia. Me referiré con cifras, esta tarde, en la clausura del Foro, pero Colombia todavía tiene problemas remanentes cuya solución estamos luchando.

Expreso, al responderle la pregunta a usted, nuestra gratitud al Presidente Arias.

El segundo tema. El afán de Colombia es simplemente que después de que hemos sufrido 40 años este terrorismo, porque allí no hay una guerrilla integrada por idealistas que quieren transformar al mundo y que quieren luchar contra una dictadura. Colombia tiene una profunda democracia, una democracia respetable. Es un país de libertadas, es un país de pluralismo y está siendo enfrentado, desde hace 40 años, por unos grupos terroristas financiados por el narcotráfico, que asesinan a mujeres embarazadas, mutilan niños.

Lo último que hicieron ayer fue que le pusieron unas bombas antipersonas a una ambulancia en la cual se transportaba a dos soldados heridos y murieron. Eso en cualquier parte del mundo es simple y puro terrorismo.

Usted va a los hospitales colombianos y encuentra mil 700 integrantes de la Fuerza Pública con las piernas mutiladas, con los pies mutilados, con los brazos mutilados por las minas antipersonas de estos grupos terroristas.

Lo que Colombia quiere solamente es que el mundo sea consciente de esto, que nadie los albergue y, por supuesto, nuestro deseo es cumplir aquello que se comprometió ante la OEA: que no los alberguen y que nosotros no tengamos que emprender acciones militares contra estos terroristas que estén en otros territorios.

Pregunta: ¿Quisiera saber cuáles son las pruebas que usted tiene para haber acusado a ciudadanos mexicanos, sobre todo estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México, de ser terroristas, delincuentes y narcotraficantes?

¿Y qué opina al respecto de las acusaciones que también se han mencionado, de que usted fue asesorado por el gobierno estadounidense para realizar el ataque en territorio ecuatoriano?

Presidente Álvaro Uribe: Sobre la segunda pregunta, mi elección hace casi 6 años no tuvo que ver nada con país alguno en el mundo. Fue una decisión autónoma del pueblo colombiano; una rebeldía del pueblo colombiano, que finalmente le dijo ‘no’ a una pesadilla terrorista que venía sufriendo durante 40 años.

En todas estas operaciones yo siempre he asumido mi responsabilidad personal, como Mandatario de los colombianos. Lo he hecho en respaldo a nuestra Fuerza Pública.

Yo habría podido asumir la actitud hipócrita de decir, a las 8 de la mañana, horas siguientes al operativo: ‘Miren, este fue un error de nuestra Fuerza Aérea, fue un abuso; hemos declarado insubsistente al Comandante de la Fuerza Aérea’. Eso no se hizo.

En Colombia asumimos responsabilidades y yo he asumido, directa y personalmente, la responsabilidad del operativo, como Presidente constitucional de Colombia, en función de la protección de los ciudadanos colombianos que, muchos han sido asesinados por actividades que cometen terroristas y que las están preparando e incitando desde otros países.

Es una acción autónoma del pueblo colombiano, del Estado colombiano; es una acción autónoma de nuestro Gobierno, una acción sobre la cual yo he asumido totalmente la responsabilidad. Eso le responde su segunda pregunta.

Para completar esa respuesta: América Latina tiene que madurar. En la época de la Guerra Fría, todo problema que había en América Latina decían: ‘Ah, eso lo causó el imperialismo yankee; ah, eso lo causó el comunismo cubano’. Estamos muy maduritos, muy viejitos ya para seguir buscando responsabilidades en terceros. Cada uno tiene que asumir su responsabilidad. No busquen responsabilidades en Colombia diferentes a la mía.

En cuanto al primer punto, los estudiantes mexicanos. Varias observaciones: primero, tengo que decirles que en las ocasiones que he hablado con el Presidente Calderón, y a esas ocasiones se suma nuestra entrevista de anoche, nuestro desayuno del día de hoy, él siempre se ha mostrado muy dolido por la muerte de los estudiantes mexicanos en ese campamento del grupo terrorista de las Farc.

Él ha reclamado; él ha pedido que el Gobierno colombiano colabore con una investigación que se quiere llevar hasta el último detalle. Nosotros hemos dicho que colaboramos con esa investigación.

Esa es la primera observación: el reclamo que permanentemente nos ha hecho el Presidente Calderón y el pedido de que colaboremos con esa investigación.

Segundo: a nosotros nos duele cualquier muerte. Un colega suyo me preguntaba: ‘¿Aún la de ‘Raúl Reyes’?’ Sí. ‘¿Entonces, por qué bombardean?’ Por cumplir el deber de proteger a nuestros ciudadanos.

Este grupo de las Farc, de toda la gente que ha secuestrado en los últimos 10 años, no ha devuelto 750 personas.

Una de las preocupaciones que yo tengo es que mucha gente todavía en el Continente sigue pensando que las Farc es un grupo de idealistas que quieren cambiar el mundo. Es un grupo terroristas financiados por el narcotráfico.

Una de las políticas que el mundo aplaude del Presidente Felipe Calderón es su lucha contra el narcotráfico. Y el pueblo mexicano la aplaude. Debo recordar hoy que las Farc es el principal proveedor de narcotráfico del mundo.

El narcotráfico es crimen, es desconocimiento de la ley, es alteración de los valores éticos, es derogación de la moral.

Entonces, viene otro punto con lo de los estudiantes. El Gobierno colombiano dice: ‘sí, vamos a colaborar con esa investigación’. Y el Presidente de Colombia dice ‘en mi concepto son terroristas’. ¿Por qué lo digo?

Estaban en un campamento terrorista. Por ejemplo, el video que entregaron las autoridades ecuatorianas los muestran en una gran familiaridad a los estudiantes mexicanos con las Farc. Una familiaridad propia de la complicidad, propia de que se hacía parte del grupo, que se estaba en un delito que se llama concierto agravado para delinquir, para tipificar delitos de terrorismo.

Ellos no estaban allí en una actividad humanitaria autorizada, tampoco estaban de rehenes de las Farc. ¿Qué estaban haciendo?, distinto a tener una complicidad terrorista con las Farc.

¿Que necesitan ir a hacer una investigación? Yo no creo que eso lo admita el mundo democrático. Saber cuál es el grupo terrorista de las Farc, qué hace y qué piensa, no necesitan ir a tener complicidad con ‘Raúl Reyes’ y los otros terroristas de las Farc.

Hay demasiada literatura y hay Internet. Yo no creo que sea responsable, serio,  irse a un campamento a familiarizarse con terroristas, y en un momento de tantas dificultades, cuando se sabe que las Farc es la que tiene secuestrada a Ingrid Betancourt, a todos sus compañeros, es la que los ha torturado, etcétera.

Esto es, los actos terroristas del grupo terrorista de las Farc son notorios. El que vaya a buscar las Farc sabe con quién se va a encontrar y qué calaña de terroristas son sus integrantes.

Por eso, he dicho esto de los estudiantes.

Uno deplora la muerte de cualquier ciudadano y comprende el dolor de los padres de familia. Pero también debo decir lo siguiente: el Gobierno colombiano fue cuidadoso; esa acción, ese bombardeo se hizo sobre un campamento de las Farc. Nosotros no sabíamos que allí había estudiantes mexicanos. Sabíamos que había lo que encontramos: un campamento terrorista. Y fuimos cuidadosos en verificar, con nuestra inteligencia, que no hubiera casas campesinas en los alrededores, ni población civil. Por eso, el operativo dio en un blanco legítimo: el campamento terrorista.

Creo que ahí cumplimos con normas internacionales sobre la determinación del objetivo, que era el ataque a un grupo terrorista que venía asesinando colombianos y sobre todas las medidas que tenían que tomarse para evitar daños a terceros.

Viene otro tema: la universidad. El reclamo de la universidad. Yo respeto profundamente la Universidad Autónoma Nacional de México, institución respetable en el mundo; su tradición en México. Alberga a 250 mil estudiantes.

Yo soy hijo de la universidad pública. Yo soy egresado y graduado en una universidad estatal colombiana en mi provincia, en el departamento de Antioquia. Equivalente, salvadas las diferencias de escala, en mi provincia a lo que es en este país la Universidad Nacional Autónoma de México.

Yo respeto profundamente la libertad de cátedra, el espíritu científico que tiene que prevalecer en una universidad, la crítica social. Sobre todo en países que tienen problemas de pobreza, problemas de inequidad, no se puede coartar la crítica social.

Si algo importante garantiza Colombia es la crítica social, es la libertad de la investigación científica. Pero los estudiantes que tienen que cumplir esa formidable misión y que por cumplirla generan esperanza, cuando abandonan esa misión transgreden las normas y pasan de la universidad al terrorismo, en lugar de hacerle bien a la sociedad le hacen todo el daño, todo el daño.

Entonces yo sí quiero llamar a todos los jóvenes: está bien que profesen la idea política que quieran profesar, que hagan la crítica social que deseen realizar. Es necesario que investiguen, que ejerzan las libertades para avanzar en la ciencia, para lograr que la ciencia avance. Lo que no se puede permitir es que los jóvenes confundan las libertades con el ejercicio de la violencia terrorista.

Si algo se necesita para el ejercicio de las libertades es paz. Y me preguntaba alguien esta mañana en México: ‘Bueno, Presidente, pero es que la percepción varía dependiendo de que el opinador sea de derecha o sea de izquierda. Un opinador de derecha dice ‘sí, toda la razón, eran terroristas, criminales, narcotraficantes’. Y un opinador de izquierda dice ‘no, unos idealistas, estaban investigando’.

Yo creo que esa es una división insostenible. Primero, se le hace mucho daño al Continente, tratándolo con encasillamientos ideológicos.

Alguien que le da garantías a la empresa privada le dicen neoliberal, y alguien que le impone restricciones a la empresa privada le dicen comunista.

Yo creo que esos encuadramientos ideológicos, el Continente los tiene que superar.

Era válido hablar de izquierda o derecha cuando había que confrontar dictaduras. Hoy, que todo el mundo está comprometido con la regla democrática, lo que se necesita es una democracia moderna, y el afán tiene que ser para que esa democracia dé seguridad, respete libertades, construya cohesión social, luche por la transparencia y respete las instituciones independientes que conforman el Estado.

Yo pienso que en el tema de la seguridad lo necesitan todos los ciudadanos de cualquier país, independientemente de su orientación ideológica.

En el proceso histórico se podría decir que era la derecha la que reivindicaba la seguridad. Pero también hay que decir ‘era la que la negaba’. Porque la reivindicaba para unos sectores y la negaba para otros.

Y en el proceso histórico también se puede decir ‘si bien a la izquierda inicialmente no le interesaba la seguridad, después se dio cuenta que la requería, para defenderse de los abusos y para poder erigirse en alternativa’.

La seguridad es un valor democrático que trasciende las fronteras ideológicas y que lo necesitan los ciudadanos de todas las orientaciones políticas.

Justamente por eso la seguridad de Colombia es democrática: para todos los colombianos, independientemente de que sean afectos a las tesis de Gobierno o sean los opositores del Gobierno. Independientemente de que sean líderes de los trabajadores o líderes de los empresarios.

La seguridad que nosotros le propusimos a Colombia en 2001-2002 y la que hemos venido practicando, es una Seguridad Democrática.

Yo por eso pido que, independientemente de la manera política de pensar, todos reivindiquemos el concepto de la seguridad como un valor democrático, y que se tenga en cuenta -se esté o no de acuerdo con este Gobierno, al interior de Colombia o por fuera de Colombia- que este es un Gobierno que preserva los valores democráticos y que impulsa un concepto democrático de seguridad.

Es que Colombia no está en la práctica de la doctrina de la seguridad nacional de hace muchos años en América Latina, que suprimió el disenso, cercenó libertades, se cerró a la vigilancia internacional. A nosotros nos visitan cuantas ONG hay en el mundo. Hacen la crítica que quieren. No las restringimos. Pueden entrar a Colombia, diría yo exagerando, hasta sin pasaporte. El único riesgo que corren es tener una confrontación ideológica con el Presidente.

En Colombia se respetan plenamente las libertades, el pluralismo. Un país que en la práctica ha demostrado respetar esos valores, es un país que tiene derecho a que todo el mundo apoye y entienda una política de seguridad que es de beneficio universal y que no puede tener sesgo ideológico.

Pregunta: ¿Qué piensa usted sobre los problemas que ha habido en Estados Unidos en cuanto a la aprobación del acuerdo de TLC y el evidente proteccionismo que estamos viendo con los candidatos en el partido Demócrata?

Presidente Álvaro Uribe: Nosotros tenemos que expresar nuestra preocupación. A mí me parece que no sería comprensible ni explicable que se le negara a un país como Colombia el Tratado de Libre Comercio, que además es útil para los dos países.

Nosotros no buscamos el libre comercio por dogma ideológico. Lo buscamos por pragmatismo.

Desde el punto de vista económico, la economía colombiana es muy pequeña frente a los Estados Unidos.

De todas maneras, Colombia es un gran comprador de bienes de capital, de bienes intermedios y de muchas materias primas en los Estados Unidos.

Cuando usted mira la balanza comercial entre Colombia y Estados Unidos, inicialmente la ve favorable a Colombia, pero cuando le deduce petróleo, y producimos muy poquito; incluso con el carbón, se convierte en desfavorable a Colombia.

Usted sabe que el Tratado de Libre Comercio nos obliga a eliminar todas esas tarifas a los productos que compramos. Eso tampoco se puede despreciar.

¿Y por qué es conveniente el Tratado de Libre Comercio para Colombia, desde el punto de vista económico? No porque tengamos la ilusión de que vamos a aumentar mucho nuestras exportaciones a Estados Unidos. No lo vemos posible en los años que vienen.

Pero el Tratado de Libre Comercio sí nos ayuda a la negociación de otros Tratados de Libre Comercio, que estamos adelantando con Canadá, con la Unión Europea.

El Tratado de Libre Comercio nos ayuda a tener más inversión en Colombia. Como lo diré esta tarde, uno de los objetivos de nuestro Gobierno es aumentar en Colombia la inversión con responsabilidad social.

Gracias a la seguridad y al manejo macroeconómico, Colombia ha logrado una tasa de inversión cercana al 28 por ciento.

Y esa inversión en un país como Colombia les da alternativas legales a muchos ciudadanos que desesperadamente tienen que acudir al narcotráfico y enrolarse en las filas de las organizaciones terroristas.

En un país como los Estados Unidos, con el cual hemos tenido esa lucha común contra el narcotráfico, que en nuestro país, Colombia, sustenta el terrorismo, yo pido que se entienda que la inversión que se obtenga en Colombia, a partir de la aprobación de un Tratado de Comercio con Estados Unidos, es una gran alternativa contra el narcotráfico y su consecuencia que es la violencia terrorista.

Desde el punto de vista político, ¿nosotros qué queremos hacer? Pedir que los Estados Unidos considere la necesidad de mantener lo que ha sido la política bipartidista frente a Colombia.

El Plan Colombia empezó en la administración del Presidente demócrata Bill Clinton, y ha continuado con toda determinación en la administración del Presidente republicano George Bush.

Nosotros necesitamos que se mantenga la política bipartidista de los Estados Unidos frente a Colombia.

Nosotros estamos haciendo grandes esfuerzos. He querido que la señora Nancy Pelosi, la Presidente de la Cámara de los Estados Unidos, visite  Colombia.

Hoy, en una entrevista a uno de sus colegas, yo pedía que la señora Presidente de la Cámara visite Colombia.

¿Qué va a encontrar allí? Un país que ha hecho mucho progreso, pero que reconoce que todavía quedan muchas dificultades. Nosotros no estamos en el Paraíso, pero estamos mejorando y estamos haciendo el esfuerzo, todos los días, por mejorar más.

Alguien me decía: ‘Presidente, pero es que si los Estados Unidos aprueba el Tratado, ustedes dejan de mejorar. Ustedes están mejorando, presionados por el Tratado’.

No es así. Nosotros empezamos nuestra lucha por recuperar el imperio de la Ley y del orden mucho antes de nuestra elección presidencial y mucho antes de que empezara la negociación del Tratado de Libre Comercio.

Además, los Estados Unidos pueden tener la certeza de nuestra buena fe para progresar, para recuperar en Colombia totalmente la Ley y el orden. Puede tener esa certeza los Estados Unidos. Nosotros lo hacemos por nuestras propias convicciones, lo hacemos porque hemos derramado mucha sangre, lo hacemos porque el 50 por ciento de las familias colombianas ha sufrido esta violencia. No lo hacemos por presiones extranjeras.

Y ahí le complemento la respuesta a La Reforma: Lo hacemos porque queremos que las nuevas generaciones de colombianos no sufran lo que han sufrido las generaciones presentes y anteriores de colombianos. Por eso lo hacemos.

Los Estados Unidos deben saber lo siguiente: Nosotros no queremos que los Estados Unidos nos apoyen para llevarlos a ser cómplices de nuestros delitos. Nosotros necesitamos aliados para recuperar, nosotros, la vigencia plena de los derechos humanos. En ningún momento engañamos a los países con los cuales tenemos relaciones, pidiéndoles que sean cómplices.

Por eso, siempre reconocemos los problemas que aún tenemos, pero pedimos  que se reconozcan los avances que hemos hecho.

Vamos a continuar nuestra tarea en Colombia con mucha eficacia y, prudentemente, nuestro diálogo con los Estados Unidos, a ver si finalmente se aprueba este Tratado de Comercio.

Pregunta:¿Usted acaba de hablar, cuando empezamos hoy, sobre la necesidad de madurez en la política de América Latina, y quisiera preguntarle cómo ve el desarrollo de las relaciones con Venezuela, con una mano en el país donde tiene un comercio que crece y crece y en la otra mano un Presidente que pide Sukhoi como pizza?

Presidente Álvaro Uribe: Yo creo que yo debo ser prudente sobre el tema. El Gobierno nuestro ha sido un Gobierno firme cuando ha tocado. Y yo debo ser prudente sobre el tema, máxime encontrándome aquí, en México.

¿Nosotros qué queremos con Venezuela? Avanzar en el proceso de que mejoren nuestras relaciones. Queremos eso. Deseamos que Venezuela, como todos los gobiernos, no le crean al grupo terrorista de las Farc. Deseamos que nos comprendan y nos apoyen en nuestra política de seguridad, que es una política legítima por una razón: porque es democrática. Es lo que deseamos.

Permítame dejar ahí la respuesta a su pregunta.

Pregunta: ¿En qué situación exactamente está la crisis de Colombia con Ecuador? Y dos, ¿no siente que después del proceso de la reunión del Grupo de Río Colombia ha quedado demasiado aislada en América Latina?

Presidente Álvaro Uribe: Primero, nosotros lo que queremos es que se cumpla lo que ha resuelto la OEA (Organización de Estados Americanos), que es que no se alberguen terroristas en otro país y que Colombia se comprometa a no repetir estas acciones. Es lo que queremos.

Debo recordarle lo siguiente: el gran violador de la soberanía ecuatoriana ha sido las Farc. Ha sido el grupo terrorista de las Farc el gran violador de la soberanía ecuatoriana.

El segundo tema: yo creo que la política de Seguridad Democrática de Colombia tiene mucho más apoyo hoy que antes.

A mí me parece bueno que se hubieran dado todas estas discusiones en la OEA, en el Grupo de Río. Porque es que nosotros hemos sufrido mucho. Cuarenta años poniendo muertos y viendo que en tantas partes del mundo se legitima a las Farc. Entonces, ponerle fin a esta situación es un imperativo, y eso genera necesidades de crisis que finalmente tienen que conducir a buenos resultados.

La peor crisis era aquella crisis de la cual no se hablaba: Colombia poniendo muertos y en muchas partes de la comunidad internacional legitimando a los terroristas que asesinaban en Colombia. Esa era la verdadera crisis.

La crisis no es la solución del problema. La crisis es el mantenimiento del problema.

Pregunta: La primera pregunta que le haría es: ¿Usted qué más platicó con el Presidente Felipe Calderón, de qué trataron estas dos reuniones que usted nos está refiriendo, cuáles son los temas en común que tenemos actualmente México y Colombia? ¿Le quisiera preguntar también si en algún momento ha comentado con los demás Mandatarios, la ausencia de algunos de los presidentes de los países suramericanos, como Chile, Brasil, Argentina, a esta reunión?

Presidente Álvaro Uribe: Los quebrantos graves son aquellos que se ocultan. La enfermedad se empieza a resolver cuando se diagnostica y se reconoce.
Los problemas económicos se empiezan a resolver cuando se ponen sobre la mesa.

Ahora, es válido pensar en estrategias para ser exitosos en la competencia en la economía mundial. Y todo lo que se haga individual o agrupadamente para desarrollar esas estrategias es válido y es conveniente.

Me recuerda con una palabrita su primera pregunta, si mal no recuerdo es qué temas adicionales se trataron con el Presidente Calderón.

Le repito. El primer tema fue que él expresó su preocupación, su dolor, su reclamo por la muerte de los jóvenes mexicanos en el campamento terrorista de las Farc que Colombia bombardeó, bajo mi responsabilidad, como le contesté a su colega de La Jornada.

Segundo, él me pidió, como me lo había solicitado telefónicamente, que  Colombia colabore para que esa investigación que se ha iniciado llegue hasta el final, hasta el último detalle. Nosotros dijimos que sí, sin perjuicio de expresar yo mi opinión, mi calificación de los hechos, y mi calificación de terroristas que he expresado al grupo de las Farc, a sus integrantes, y a estos jóvenes que cometieron el infortunado error de irse a un campamento terrorista.

Ese es el primer tema. Se hablaron otros temas con el Presidente Calderón. Él ha sido muy constructivo en buscar que Colombia y los otros países resuelvan este problema. Él fue muy activo en República Dominicana, ha sido muy activo en la OEA, y nosotros lo agradecemos.

También hablamos de otros temas, como el tema de comercio. Ahí le presentamos una preocupación.

Hace cinco años las exportaciones de México a Colombia valían 600 millones de dólares. El año pasado valieron 2.900 (millones de dólares). Y lo que Colombia exporta a México valía 200 millones (de dólares), hoy vale 500 (millones de dólares).

Hay un enorme crecimiento del déficit comercial que perjudica a Colombia. Por eso hemos pedido que el acuerdo de comercio Colombia - México se abra a otros renglones.

Desde aquí quiero hacer un llamado a todos los integrantes del sector agropecuario: es lógico que en una época de escasez de alimentos como la que está padeciendo el mundo, en lugar de cerrar fronteras alimenticias se abran, y que todo el mundo produzca más, con técnicas de desarrollo sostenible, para evitarle hambruna al mundo.

Nosotros aspiramos la comprensión de México para poder revisar algunas cláusulas de este tratado que son muy restrictivas a Colombia, y ahí ve usted la consecuencia: el año pasado 2.900 millones dólares, las exportaciones mexicanas a Colombia. Y 600 (millones de dólares),  las colombianas a México.

Ese fue el primer punto. Le contesté el tercero. ¿Cuál es el segundo?

La presencia y ausencia de presidentes. Es que hay muchos foros y muchas reuniones.  

Por ejemplo esta mañana recibí invitación a dos o tres más. A mí me da mucha pena salir de Colombia, y cuando salgo no veo la hora de regresar. Me quisiera dar una nadadita en este mar tan bello aquí. Entonces ahí entro en un dilema: ¿Cómo me voy sin bañarme en este mar tan bello aquí y cómo no regreso de inmediato a Colombia? Hay muchos foros. Es muy difícil.

Una de las cosas que me apremió a mí a venir a México, es un motivo de pudor personal: darle la cara al Presidente Calderón frente al tema de los muchachos mexicanos muertos en el campamento de las Farc; darle la cara a la opinión pública mexicana; darle la cara a la prensa mexicana.

Pregunta: ¿Quiero preguntarle que al margen de la resolución de la OEA, si  el Gobierno de Colombia ubica más campamentos guerrilleros o terroristas, podría haber acciones extraterritoriales?

Presidente Álvaro Uribe: Lo que haremos, en seguimiento de los acuerdos en el seno de la OEA, es comunicar a la OEA y al Gobierno ecuatoriano. Y pedirle al Gobierno ecuatoriano que los erradique y que capture a los integrantes de las Farc que estén allí.

Pregunta: ¿El Banco Central de Colombia dice que duda que sea sostenible el gran crecimiento que ha tenido, el año pasado y parece que este año, porque le preocupa mucho la inflación. Usted coincide con esta visión que tiene?

Presidente Álvaro Uribe: Como lo voy a expresar esta tarde, la seguridad y la confianza inversionista han ayudado a que haya inversión en Colombia, que se han convertido en el gran motor del crecimiento.

Terminó Colombia en 2002 con un crecimiento del 1,9 (por ciento); 2003, 3,25 (por ciento); 2004, creo que fue 3,75 (por ciento); 2005, 5,01 (por ciento); 2006, 6,8 (por ciento); y 2007, 7,5 (por ciento). Osea que no es un crecimiento súbito. No es un milagro. No es una lotería de un año. Es una tendencia por el mejoramiento de la inversión, porque la tasa de inversión ha venido creciendo muchísimo.

Por ejemplo, la inversión extranjera directa ha pasado de 1.700 millones de dólares que iban solamente a petróleo. En los últimos años hemos tenido 10 mil 255 (millones de dólares), 6 mil 463 (millones de dólares); el año pasado  9 mil 028 (millones de dólares), y lo importante es que ya lo de petróleo, hidrocarburos y minería representa el 54 por ciento. El resto va a otros sectores de la economía, lo que es bueno.

Hay confianza de inversión en Colombia. Esa es la inversión extranjera directa. La tasa total, cuánto se invierte en Colombia por cada unidad monetaria que se  produce: hemos pasado del 12 - 14 por ciento. Hemos subido a 19 - 22 (por ciento). El año pasado 28 (por ciento).

Yo creo que si usted pondera la tasa de inversión en Colombia y la divide ponderadamente entre privada y pública, le aparece una de las más altas del continente porque la privada es del 22 (por ciento). Entonces pienso que el gran motor del crecimiento es la tasa de inversión.

Y ha habido rebrotes inflacionarios. Ojalá se puedan controlar. No tan severos como en otras partes. Y nos preocupa mucho esa elevada apreciación de la moneda colombiana.

Miren, frente a la apreciación hay dos posibilidades: hay unos productos que no son los que produce Colombia, salvo uno o dos, como el café o el carbón. Hay unos productos que no produce Colombia, tal el caso de la soya, níquel, otros cereales, cuyo precio en el mercado internacional ha subido tanto, que se puede compensar la apreciación de la moneda en el país productor. Pero Colombia tiene unos productos que no han elevado su precio en el mercado internacional, tal el caso de textiles, confecciones, banano, plátano, camarones, piscicultura. Y sin embargo son intensivos en generación de empleo, y están muy afectados por la apreciación.

Eso es lo que nos preocupa. Porque para nosotros la confianza inversionista no es un fin en sí mismo, es un medio para generar empleo de buena calidad, con afiliación a la seguridad social. La confianza inversionista es un medio para superar pobreza, para construir equidad. Por eso hablamos de confianza inversionista con responsabilidad social.

Entonces respetamos los esfuerzos del Banco Central de Colombia. Nos preocupa por evitar la inflación. Nosotros creemos que la gran lucha contra la inflación hoy no debe ser contracción crediticia, sino estímulo a la producción.

Hoy todo el que pueda producir más alimentos lo tiene que hacer. Vamos a combatir la inflación mundial y la hambruna mundial es si producimos más alimentos a menor precio, y los hacemos asequibles a las grandes masas que sufren hambre en el mundo.

Yo pienso que es muy difícil para un país controlar inflación con contracciones crediticias en este momento de la coyuntura mundial.

El Gobierno está haciendo un gran esfuerzo en Colombia para apoyar los sectores intensivos en empleo, cuyo valor de exportaciones se está afectando por esta apreciación del peso colombiano.

La invitación que queremos hacer, y lo repetiré esta tarde en la clausura del foro, es la invitación a que se confíe en Colombia, que se invierta mucho en Colombia.

Colombia quiere ser campeón en captación de inversiones del mundo, como un medio para superar pobreza, para generar empleos de buena calidad y para construir equidad.

Pregunta: ¿Quiero preguntarle si insiste en llamar como terroristas, como guerrilleros, como ligados al narcotráfico a estos jóvenes estudiantes universitarios de la máxima casa de estudios de México?  

Presidente Uribe: Yo le ruego no tomarme una frase, sino toda la respuesta que ya la di.

Primero. Hemos aceptado la proposición, el requerimiento del Presidente Felipe Calderón para que Colombia colabore en llevar la investigación hasta el último detalle. Comprendemos el reclamo, el dolor del Presidente Calderón; comprendemos el dolor de los familiares de estos jóvenes en México, lo comprendemos.

¿Por qué decimos, por qué digo yo como Presidente de Colombia, no obstante facilitar esa investigación, que son terroristas? Por varias razones.

Porque ellos estaban en un campamento terrorista y no estaban cumpliendo una misión humanitaria previamente autorizada. No eran rehenes de las Farc, estaban allí voluntariamente. Y además, algunas pruebas que se conocen, como los videos revelados por las propias autoridades ecuatorianas, muestran su familiaridad que acredita pertenencia al grupo, ánimo de concierto para delinquir con el grupo, y además declaraciones políticas que algunos de ellos habían hecho, que se constituían en una apología de estos grupos. Por eso lo digo.

¿Por qué digo que las Farc, donde estaban participando estos jóvenes, son terroristas? Por la democracia colombiana, por las acciones de las Farc, por su financiación.

Por la democracia colombiana. Si hay un grupo violento contra una dictadura, como lo hubo en América Latina en muchos países, a esos grupos violentos, a esas guerrillas, se les daba algún grado de legitimidad al llamarlos insurgentes. ¿Por qué? Porque se consideraba que estaban combatiendo dictaduras. En el caso colombiano lo que hacen es destruir la democracia.

Si usted examina las legislaciones europeas verá que en muchos países europeos se define como terrorismo la acción violenta o la amenaza de uso de violencia por razones ideológicas, políticas, religiosas. ¿Por qué? Porque los europeos estiman que su democracia permite agitar todas las expresiones del pensamiento filosófico-político, y que atacarla con violencia o amenazar atacarla con violencia es terrorismo.

Transportado esto a América Latina uno puede decir: en el pasado no se consideraba terrorismo una acción guerrillera contra una dictadura. Pero es que en Colombia hay es un desafío guerrillero contra una democracia. Eso nos lleva a decir y lleva al Presidente de Colombia a decir que es terrorismo.

Segundo. Este grupo de las Farc, al cual estaban integrados estos jóvenes mexicanos, ¿qué acciones cometen? Acciones que la legislación internacional, la legislación de Naciones Unidas, la acción de la OEA definen como acciones terroristas: secuestro, tienen secuestrada a Ingrid Betancourt.

El gran secuestrador de Ingrid Betancourt era ‘Raúl Reyes’, integrante de las Farc. Con ‘Raúl Reyes’, el secuestrador, estaban estos jóvenes. Eso es terrorismo. De los miles de secuestrados por las Farc en los últimos 10 años, hay 750 que no han vuelto a sus casas. Eso es terrorismo.

Los carros bombas. Eso es terrorismo. Recuerden el carro bomba, para no hablar sino dos, contra el Club El Nogal. Muchas víctimas en Colombia. El ataque terrorista el día de mi posesión como Presidente, 22 muertos en Bogotá, muchos heridos. El carro bomba contra la Universidad Militar. Todo eso es terrorismo, para no hablar de esa cantidad de actos terroristas cometidos por las Farc.

Asesinar una niña, una señora embarazada, eso es terrorismo; poner minas antipersona, eso es terrorismo.

Miren, lo que ocurrió ayer no más. Ayer no más, el grupo terrorista de las Farc asesinó dos soldados colombianos que iban heridos, transportados en una ambulancia, con minas antipersona. Eso es terrorismo.

Hay una cantidad de acciones de las Farc que están tipificadas, definidas por la legislación internacional, y me refiero a la legislación de las Naciones Unidas y de la OEA, como acciones terroristas.

Tercero. ¿Por qué digo que son terroristas? Porque pertenecían a un grupo. Las Farc es un grupo terrorista que se financia con el narcotráfico. Es que las guerrillas latinoamericanas que tuvieron alguna legitimidad en su lucha contra dictaduras y que hicieron la paz, fueron guerrillas que no se financiaron del narcotráfico.

Uno de los problemas que tiene Colombia es que esta guerrilla pasó de ser la guerrilla ideológica de 1960, al terrorismo narcotraficante de nuestra época. Y justamente ese poder del dinero y esa sed de sangre en estos terroristas, se ha constituido en el gran freno para que hagan la paz.

Colombia ha sido muy generosa llamándolos a hacer la paz. Lo han podido hacer en múltiples ocasiones. Hablemos solamente del Gobierno del Presidente Pastrana, mi predecesor. Él generosamente les tuvo una zona desmilitarizada de 42 mil kilómetros, igual al área de Suiza, dos veces la extensión territorial de El Salvador.

El Presidente Pastrana lo hizo de muy buena fe, y era un compromiso que él había contraído en su campaña electoral. ¿Cómo le respondieron estos terroristas? De mala fe. Ellos aprendieron, a través del marxismo, la perversa ley de Maquiavelo: ‘cuando tu enemigo te extienda la mano en generosidad, no entiendas eso como generosidad, sino como debilidad de tu enemigo y aprovecha para derrotarlo’.

Muchas de las personas que fueron a esa zona de despeje, oyeron a las Farc decir esto, a sus voceros: ‘A nosotros no nos interesa esta zona, lo que nos interesa es la toma violenta del poder’. Han tenido mucha oportunidad de hacer la paz y no la han querido hacer.

A mí me preguntan: ‘¿Presidente si usted los califica de terroristas permitiría hacer la paz?’ Sí, que cesen sus acciones violentas, que quieran dialogar, nosotros estamos dispuestos.

Y el ánimo de paz de nuestro Gobierno lo demuestra un hecho: en nuestro Gobierno se han desmovilizado más de 46 mil terroristas, más de 10 mil de las Farc. Solamente este año se han desmovilizado 722 guerrilleros, la mayoría de las Farc. Y a esos más de 46 mil integrantes de esas organizaciones que se han desmovilizado, los hemos recibido con toda la generosidad, los hemos recibido con todo el corazón. Estamos haciendo todo el esfuerzo para reintegrarlos a la vida constitucional.

Colombia ha sabido perdonar. Sabe perdonar y sabrá perdonar. Lo que Colombia no va a permitir es seguir esta tragedia de que el terrorismo asesina y asesina colombianos, en muchas partes del mundo se legitima de alguna manera la acción de éstos terroristas y no se comprende el derecho del pueblo colombiano como el derecho de todos los pueblos del mundo a no ser asesinado.

Muchas gracias”.
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