En abril se ha celebrado en Colombia el Mes de la Niñez y la Recreación, que cerrará con diferentes eventos. A continuación se describen varios aspectos importantes de este evento.

La celebración del Día de la Niñez en Colombia

En Colombia La Ley 724 de 2001 institucionalizó la Celebración del Día de la Niñez y la Recreación, reconociendo la importancia de consolidar, desde la familia, la sociedad civil y el Estado, el ejercicio lúdico de los derechos de la niñez, propiciando su desarrollo integral.

Durante estos diez años la Presidencia de la República, en la actualidad a través de la Consejería de Programas Especiales, con el apoyo técnico de la Corporación Día del Niño, lleva a cabo esta celebración para sensibilizar a los adultos sobre el ejercicio de los derechos de infancia, centrando el juego como un derecho.

¿Por qué el juego es un derecho?

El juego es reconocido como parte fundamental del desarrollo integral de los niños y las niñas, por lo que en la Convención de los Derechos de los Niños ratificada por Colombia se indica:

“Los Estados partes reconocen el derecho de la niñez al descanso y la diversión, a jugar y realizar actividades recreativas apropiadas para la edad, y a participar libremente en la vida artística y cultural”.

Los niños y niñas no solo tienen derecho a jugar, sino que los Estados deben “proveer oportunidades para el desarrollo de actividades culturales, artísticas y recreativas”.

De igual manera así lo contempla el Código de la Infancia y la Adolescencia en su artículo 30 sobre Derecho a la recreación, participación en la vida cultural y en las artes.

Allí se plantea que “los niños, las niñas y los adolescentes tienen derecho al descanso, esparcimiento, al juego y demás actividades recreativas propias de su ciclo vital y a participar en la vida cultural y las artes”.

¿Qué dicen los expertos?

Desde comienzos del siglo XX, sicólogos, filósofos, biólogos, historiadores, sociólogos, escritores, sicoanalistas, siquiatras, expertos en educación, pediatras, médicos y entidades que han focalizado su trabajo en la niñez, han estudiado e investigado la necesidad humana de acercar, instalar y retomar el juego en la vida diaria y su importancia en el desarrollo del ser humano.

El juego, más allá de entretener y divertir, es de donde brota la cultura, de acuerdo con el historiador holandés Huizinga. El juego es la primera manifestación de la cultura que aparece como inseparable de lo imaginario, de toda creación de formas y del ser humano mismo, puesto que hay una distancia insalvable entre él y el universo, según el pediatra y sicoanalista inglés Winnicott.

De igual forma, para la Corporación Día del Niño, desde la construcción técnica a partir de los conceptos que maneja, el juego es una experiencia creativa que permite al ser humano vivir en forma placentera la interpretación y transformación de la realidad. Se origina a partir de las relaciones consigo mismo, con los otros, con el entorno, con el espacio, el tiempo y los objetos.

¿Qué beneficios tiene el juego en el desarrollo de las niñas y niños?

A partir de investigaciones realizadas en programas como las Ludotecas Naves que llevan nueve años en Colombia y más de 40 en el mundo, el juego realizado, de manera armónica, entre adultos y niños, genera beneficios en diferentes etapas del desarrollo humano tales como:

Favorece la catarsis, desarrolla la creatividad, es indispensable para la socialización, genera reflexión, colabora con la solución de problemas, favorece el aprendizaje, permite el descubrimiento del cuerpo, desarrolla el pensamiento creativo, desarrolla la imaginación, disminuye los sentimientos de soledad, mejora el estado de ánimo y la motivación interna, entre otros.

¿Qué pueden hacer los adultos para generar espacios de juego?

Para empezar disponga de por lo menos media hora al día y tenga en cuenta las siguientes claves para jugar con los niños y niñas:

Póngase a su altura: Lo que supondrá más de una vez tirarse en el suelo, "comer" sopa de agua con una cuchara de l0 centímetros y creerse que se es el lobo o la hija de la muñeca.
Tiempo de juego: Lo ideal es disponer a diario para jugar con los niños, pero de no ser así, disponga de un tiempo especial los fines de semana. Por lo general, este mínimo de media hora se ubica antes de dormir, conviértalo en un rato de intensa aventura donde no haya sitio para las prisas ni para ninguna otra preocupación que el saltar lazo, cantar o pintar.
Ayúdeles a ejercer su libertad y creatividad: Permita que sean los niños y niñas los protagonistas del juego, sin obstruir su habilidad de pensar. Deben ser ellos quienes dirijan el juego y determinen si el camión de bomberos va a salvar un gato o a sofocar un incendio o qué se pone la muñeca para ir de paseo.
Entre en su mundo: Déjese arrastrar por su lógica infantil, lo importante es que sea el adulto el que se adapte al juego del niño, y no pretenda que éste salga de él, para acomodarse a la realidad de los mayores.
Papá y mamá: Los padres juegan de forma distinta a como lo hacen las madres. Así, mientras ellas tienen mayor facilidad para comer en cazuelitas de dos centímetros de diámetro, para ellos es más sencillo tirarse al suelo a cuatro patas y fingir que es un lobo, o ponerse unas plumas en la cabeza para hacer "el indio". Sin llegar a esfuerzos que resulten artificiales.

Guía para generar espacios de juego desde los municipios

La idea es que los municipios ofrezcan a las familias y convocarlas con tiempo y por varios medios para que disfruten los espacios de juego en lugares abiertos (parques, plazas, escenarios) y cerrados (bibliotecas, jardines, ludotecas, colegios) para convocar a la familia y lograr que se unan en torno al juego.

El ideal es que se haga por lo menos una vez al mes todo el año. Pero se puede comenzar por organizar el mes de abril, así: de lunes a jueves en parques y espacios comunitarios en donde haya alto tráfico de población, y los fines de semana en centros de comercio o plazas principales, con capacidad para recibir muchas familias.