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Abril 26

Palabras del Presidente Álvaro Uribe durante el Consejo Comunal en Honda

Honda, Tolima, 26 abr (SP). “Hay unas mujeres abnegadas, trabajadoras. Representan lo mejor de las costumbres de la Patria. Nunca llegan tarde. Nunca salen temprano. Nunca dicen que las demoró un trancón. Tampoco amanecen enguayabadas. No tienen una sola excusa. Son el ejemplo paradigmático del cumplimiento del deber: las secretarias de Colombia. Por eso en su día les hacemos llegar un saludo lleno de afecto.

A Beatriz y Fabiola, en la Presidencia, les hago llegar un saludo lleno de afecto y de gratitud. Creo que es la primera vez que ellas me ven sonreír en casi en seis años. Dirán: ‘Este hombre cómo vive de tenso y angustiado y cómo es de intenso y cómo molesta por una cosa y por la otra’. Fabiola es de aquí, del Tolima. A las secretarias de la Patria, un abrazo, pero no de protocolo sino sentido, grande.

El Bunde

Este Himno del Tolima es bellísimo. Es bellísimo. Este Bunde. Uno no sabe qué inspira más: si el respeto que, como todos los símbolos patrios, genera, o la manera como conmueve el alma, como toca las fibras del corazón.

Por allá en uno de sus renglones dice: ‘Soy vaquero tolimense y en el pecho llevo espumas, va mi potro entre las brumas con cocuyos en la frente. Y al sentir mi galopar, galopa el amor del corazón’.

Eso no se le ocurre sino al Bunde. Decir eso tan lindo. ‘Y al sentir mi galopar, galopa el amor del corazón’. Esa es una frase de leyenda, de antología, para que todos lo colombianos la tengamos en el alma, en la mente.

Aquí en la pantalla del computador de cada persona. Aquí. Para decirle a esta Patria Colombia: ‘Y al sentir mi galopar, galopa el amor del corazón’.

Homenaje al Presidente Alfonso López Pumarejo

Nos honra mucho llegar a este norte del Tolima. Mientras adelantaban los primeros puntos del Consejo Comunitario, el señor Gobernador, el señor Alcalde de Ibagué, la señora Secretaria de Educación del Municipio de Ibagué, nos acompañaban, con el Alcalde de Mariquita, a la Casa de José Celestino Mutis, del sabio, en Mariquita. Una visita extraordinaria.

Y qué bueno regresar a Honda a hacer este Consejo Comunitario aquí, donde está escrita, durante los siglos de los siglos, la historia de la Patria. Por aquí ha discurrido, aquí se ha formado, aquí se ha vivido.

Y rendirle, para empezar estas palabras, un homenaje a ese compatriota de todas las horas, al Presidente Alfonso López Pumarejo, quien naciera en esta tierra. El modernizador de Colombia en aquella época. Todo lo anticipó.

Todavía no hemos podido aprobar en el Congreso de Estados Unidos el TLC. Él firmó en 1937 el primer TLC con Estados Unidos, porque era un visionario y sabía lo importante que era para esta Colombia poder remontar sus fronteras, a fin de que los colombianos pudiéramos tener más oportunidades producción, de buenos empleos, incursionando en los mercados del mundo.

La llegada posterior de la Guerra frustró ese Tratado que él alcanzó ha hacer con Estados Unidos. Su visión la hemos tenido muy en cuenta ahora, al pretender incorporar a Colombia a grandes mercados del mundo, no por razones ideológicas, no por fundamentalismo, no por dogmas, sino para que nuestros compatriotas tengan mejores oportunidades.

Producción de alimentos y TLC

Y los hechos nos van dando la razón. Un departamento donde había temor al TLC por el arroz, hoy lo que quiere el mundo es que produzcamos arroz. Países como Tailandia, que han sido grandes productores de arroz, ven muy mermada su producción.

El consumo aumenta. En Asia hay grandes dificultades de oferta y en América Latina. Colombia lo que tiene que hacer es promover su producción agropecuaria y no tenerle miedo a incursionar en los mercados del mundo.

Qué bueno poder decir en el Tolima que, aun antes de que se apruebe el TLC en el Congreso de Estados Unidos, los hechos están dando la razón. Lo que tenemos que hacer es activar la producción de alimentos en Colombia.

Para lo cual nos debe dar hoy un informe, de la últimas medidas, el Viceministro, actual Ministro encargado (de Agricultura), porque el Ministro (Andrés Felipe Arias) tuvo que salir ayer a París, para que nos cuente dos cositas: la gestión que está haciendo el Ministro en favor de liberar a Colombia de la aftosa y las medidas que ustedes han tomado esta semana para estimular la producción de alimentos a pesar de la inflación de insumos.

Viceministro y Ministro encargado de Agricultura, Juan Camilo Salazar: El Ministro, como usted lo acaba de decir, está en la OIE (Organización internacional de Enfermedades Epizootias), que es la que certifica a los países como libres de enfermedades como la aftosa y como otras enfermedades zoonóticas. En este momento el Ministro está viajando con el Director del ICA, precisamente para hacer gestiones para que logremos la certificación, en el mes de mayo, de unas áreas adicionales en los Llanos Orientales, en la zona Centro, para poder declarar el país libre de aftosa con vacunación.

Esta semana nosotros implementamos varias medidas, a las que más adelante me referiré en más detalles. Por una parte implementamos un incentivo para los productores de maíz amarillo tecnificado para crecer a cerca de 220 mil hectáreas.

Presidente Álvaro Uribe: Meta a sembrar este año: 220 mil hectáreas de maíz tecnificado en el país. ¿Cuál es el incentivo?

Viceministro Juan Camilo Salazar: vamos a otorgar 30 mil pesos por tonelada a todos los agricultores que se inscriban al programa. Ya están abiertas las inscripciones en las oficinas de Fenalce. Tienen plazo hasta el 30 de mayo para inscribirse.

Presidente Álvaro Uribe: ¿Están coordinados en el Tolima?

Viceministro Juan Camilo Salazar: Estamos empezando todos los trabajos. Y a través del gremio, que es el que nos está ayudando a impulsar con los agricultores, haciendo todas las labores de divulgación pertinentes.

Por otra parte, también estamos implementado un incentivo para crecer en fríjol en zonas cafeteras. Vamos a otorgar un incentivo de 150 mil pesos por tonelada de fríjol. Y la meta es crecer en cerca de 20 mil hectáreas de fríjol adicionales solamente este año.

Presidente Álvaro Uribe: ¿De cuánto es el incentivo de fríjol? Porque la ladera cafetera del Tolima, las laderas cafeteras de Caldas, Quindío y Risaralda, han asimilado muy bien el programa del Gobierno y de la Federación (Nacional de Cafeteros), desde que empezó nuestra administración, de impulsar maíz y fríjol en las zonas de soqueo. ¿Entonces la meta este año es tener cuántas hectáreas de fríjol en la zona cafetera?

Viceministro Juan Camilo Salazar: 20 mil hectáreas adicionales.

Presidente Álvaro Uribe: Y me decía el Presidente de la Federación que podemos llegar allí a 100 mil de maíz. Quiero invitar a todos los cafeteros del Tolima a que en las áreas de soqueo, aprovechen este año para sembrar maíz y fríjol, y que se inscriban para que reciban ese incentivo del Gobierno. Además de los otros incentivos, como el incentivo de la ‘Ley: Agro Ingreso Seguro’.

Es la hora de producir comida. El mundo la está demandando. China apenas ha reivindicado 400 millones de la pobreza. Hay 1.200 que están esperando que esa economía llegue a darles la oportunidad a comprar alimentos de acuerdo con las necesidades.

Me decía el Ministro de Agricultura en un telegramita que además tomaron unas decisiones esta semana para quitarles costos a los fertilizantes. Aquí en el Tolima sí que deben haber sentido el aumento de costos de los fertilizantes. Cuente a ver eso, Ministro.

Viceministro Juan Camilo Salazar: Esa fue una medida que tomamos precisamente el día de ayer, en un trabajo arduo con la Andi, con los principales importadores y productores de fertilizantes.

Al acuerdo al que llegamos es que, a partir del mes de mayo y por cuatro meses, se van a reducir en un 10 por ciento los costos en fábrica de la urea y del KCL en un 5 por ciento.

Y vamos a mantener congelados los precios del fósforo por un período de cuatro meses, lo que coincidencialmente llega en un muy buen momento porque coincide con el inicio de las siembras en este primer semestre.

Nosotros vamos a mantener un estricto control en el Ministerio de Agricultura, a través de la oficina mediante la cual le hacemos seguimiento a los precios de los fertilizantes, para que las empresas cumplan con esta reducción de estos fertilizantes, que son los que más se demandan en agricultura.

Presidente Álvaro Uribe: Mientras llegamos a la mesa de Agricultura, le rogaría, Viceministro, que con el equipo de agricultura, se fueran reuniendo con los representantes del sector agrícola aquí presentes. Usted sabe el vigor agrícola de este departamento, además la laboriosidad de los agricultores de este departamento y su productividad.

El informe que he tenido desde hace mucho tiempo es que el Llano de Ibagué tiene la mayor productividad de arroz del mundo. Eso no es fácil decirlo y es una realidad.

¿Aflojamos o les damos madera hasta que los acabemos?

Esta mañana le pregunté al señor Gobernador, al Acalde, a las personas de la Universidad de Ibagué, con quienes me encontré en Mariquita, cómo habían llegado de Ibagué? Me dijeron: ‘Hora y media en un vehículo. La carretera está aceptable’. ‘Impecable’, dice el Ministro (de Transporte, Andrés Uriel Gallego). Ellos me dijeron algo por ahí cercano.

Me dijeron que la carretera está muy buena, que todos los días se ven más árboles a lado y lado, que parece un jardín, que muy bella. Pero allá llegaron unos amigos a Mariquita, del sector universitario, académico, a decirme: ‘Hace unos añitos no podíamos hacer este recorrido, porque teníamos muchos peajes de terroristas’. Que el riesgo en Alvarado, que el riesgo en Venadillo, en Alto de Gualanday, en Mariquita.

Entonces esto tomándoselo la guerrilla, el Estado con los poderes centrales allá en aquel filo de Bogotá, cerquitica, y los tolimenses tragados de la tierra. Y entonces entre la guerrilla y el descuido estatal aparecen los paramilitares a cometer las mismas atrocidades.

Tenemos dificultades todavía. Ese secuestro en la Represa de Prado, en Semana Santa, nos dio muy duro. Y todavía no hemos podido rescatar al doctor Arenas.

Aquí todavía faltan unos bandidos de los ‘bolcheviques’. Hasta hace unos meses tuve quejas de que algunos de los antiguos paramilitares se estaban reorganizando para extorsionar aquí en Mariquita.

Estamos en esa campaña del sur, entre el Huila y el Tolima de un lado, el Quindío, el Valle del Cauca y el Cauca del otro lado, para sacar a esos bandidos allá de la cordillera, de las estribaciones del Nevado del Tolima, y para sacarlos del Páramo de Las Hermosas. Lo vamos a lograr, pero vamos avanzando.

El General Mora fue el primer Comandante de la IV Brigada cuando yo asumí la Gobernación de Antioquia. Él me acompañó a la posesión. Y le dije: ‘General, mañana empezamos un consejo de seguridad a las siete y media de la mañana y lo vamos a hacer todos los días’.

Y me dijo: ‘Hombre, Gobernador, ¿sí será que lo hace? Y lo hicimos los tres años. Y vamos a ajustar seis en la Presidencia dándoles madera a estos bandidos hasta que los acabemos. ¿O aflojamos?

Yo vengo a pedirle consentimiento al Tolima a ver qué hacemos: ¿aflojamos o les damos madera a estos bandidos hasta que los acabemos?

Y empezamos el Gobierno. Mi general Mora asumió el Comando General de las Fuerzas y mi General Ospina la Comandancia del Ejército. No tenemos sino gratitud con los soldados y policías de Colombia, mi General. No tenemos sino gratitud por el heroísmo y los sacrificios de ustedes.

A esa maleza del terrorismo hay que arrancarla

Cuando uno conversa con los compatriotas del Tolima y no toma la fotografía sino la película, de dónde venimos a pesar de lo que falta, uno hace un instante recogimiento y le da gracias a mi Dios por el heroísmo de los soldados y policías de la Patria. Y falta mucho.

Por ejemplo, allí en la ladera cundinamarquesa no podemos dejar que crezcan unos problemitas, que se vienen presentando y que los vamos a revisar de nuevo en un Consejo de Seguridad en Cundinamarca, en los próximos días.

Porque esa maleza del terrorismo es una maleza muy brava. Es una maleza muy brava que todos los días intenta retoñar. Uno la arranca, la fumiga, la toconea, y al otro día quiere brotar. Entonces uno no se puede descuidar. Me voy para la casa: que ya arreglé el surco y ya a lo desmalecé. No. Si uno se queda dormido un domingo, el lunes encuentra esa maleza retoñada.

Por eso esa maleza del terrorismo hay que arrancarla, fumigarla, toconearla, los domingos, los días de fiesta, por la noche. Hay que aprovechar las noches de luna, para que con la luz de la luna se pueda golpear esa maleza del terrorismo, para que las nuevas generaciones de colombianos, de tolimenses, puedan vivir felices en este bello suelo de la Patria.

Estamos en un camino: Colombia libre de terrorismo

Esta semana, como siempre, ha habido mucha discusión: que metieron a la cárcel al senador Mario Uribe, primo segundo del Presidente de la República. Que por allá apareció el uno diciendo una cosa, el otro diciendo otra cosa.

Estamos en un camino: Colombia libre de terrorismo, recuperación de instituciones.

Confiamos en que todas las instituciones van a cumplir cabalmente con su deber, para que todo sea transparente y clarito.

Esa es la confianza y esa es nuestra apuesta, en un propósito inclaudicable, Colombia sin terrorismo.

Que se está conociendo la verdad de las relaciones de los paramilitares con la política. Hablemos de dónde surgieron los paramilitares, en qué están y por qué se ha dado este proceso.

Las guerrillas marxistas avanzaban en Colombia. En esa época tenían ideología. Una ideología de odio. Pensaban era en el odio de clases, en la sustitución del Estado Democrático, por lo que ellos llaman la Dictadura del Proletariado. A mí no me lo enseñaron los libros. Lo viví en la universidad pública, donde me formé.

Llegaron con lo que llaman la ‘combinación de las diferentes formas de lucha’. Asesinaban y penetraban sectores de la política. La institucionalidad colombiana fue penetrada por la guerrilla, investigación que no se ha hecho.

Y avanzaban, avanzaban. Cada vez que un Gobierno les ofrecía un diálogo se burlaban de ese Gobierno y avanzaban en sus propósitos terroristas.

Y llegaron los paramilitares, como reacción engendrada por la guerrilla, a hacer lo mismo y a cometer la misma crueldad. Todo eso condujo a una rebeldía del país, que en 2002 eligió al Gobierno de la Seguridad Democrática.

¿Qué empezó en Colombia? El secuestro de empresarios, el asesinato de líderes sindicales. Esa acción de guerrilla, después siguieron paramilitares, se convirtieron en los profesores del crimen.

Uno de pronto lee unos escritos indulgentes con la guerrilla: con o sin intención, con o sin intención. Que es que la guerrilla era responsable apenas de tantos secuestros, de tantos que había en Colombia. Y de tantos crímenes, que muy poquito, en comparación a todos los que había en Colombia.

Sí. ¿Y quién le enseñó a este país a delinquir? Esa mezcla que se fue haciendo en diferentes tiempos: guerrillas marxistas, el odio de clases, paramilitares, la mezcla de unos y otros con el narcotráfico? Eso derrumbó costumbres morales. Eso derrumbó ética. Eso arrancó valores. Eso hizo mucho daño en la Patria.

Cuando llegaron los paramilitares, entonces dijeron: es que este líder sindical está con la guerrilla, que la guerrilla lo penetró, lo asesinaban. Enseguida la guerrilla decía: es que aquel otro se cambió para los paramilitares, lo asesinaban.

Y hubo años de más de 200 asesinatos de líderes sindicales. Qué dificultad hemos tenido para superar eso y para superar la impunidad. Y estamos haciendo todos los esfuerzos, como lo revisábamos esta semana en una nueva reunión que tuvimos con los líderes obreros del país. Una reunión que hacemos en la Presidencia cada mes, por tarde cada dos meses, cumplida, con toda la franqueza.

Colombia no había tenido un diálogo empresarios, Gobierno y trabajadores, como el diálogo sostenido en este Gobierno, que ha sido un diálogo permanente y con toda franqueza.

Estamos superando todos esos flagelos. Un país que, sumando las estadísticas oficiales, las fosas masivas, llegó a tener 35 mil asesinatos al año. Todavía tiene muchos. El año pasado fue algo menos de 17 mil. Ojalá este año quedemos por debajo de 16 mil. Pero ahí estamos en esa tarea de reducirlos.

Que llegó a tener tres mil secuestros. Todavía tiene muchos: 270. Pero ahí estamos en esa tarea de derrotar el secuestro.

¿Cuántos municipios destruyeron en Colombia? Ya hoy piensan dos veces. Hoy ya no es tan fácil destruir un municipio para esos bandidos.

Sustituyeron instituciones colombianas. Yo viajaba por Europa como Gobernador de Antioquia, defendiendo la política de seguridad de ese departamento, y encontraba embajadas de Colombia de las que me decía: o están controladas por la guerrilla o están muertas de miedo en la guerrilla. Cómo penetraron instituciones.

No se puede confundir la medicina con la enfermedad

Ahora: en lo del paramilitarismo ha habido una gran investigación. En lo de las guerrillas no. ¿De dónde surge la investigación de lo del paramilitarismo? Porque alguien dice: estamos en la crisis. No. Estamos en la medicina.

La medicina para curar la enfermedad que encontramos. No se puede confundir la medicina con la enfermedad. Claro que hay remedios que irritan. Entonces de pronto hay que darle yogurt al paciente.

Le dicen: para contrarrestar los efectos de la medicina, tómese este yogurt, que le recupere la flora intestinal. O este Nexium, que lo ayude a aliviar. Pero no se puede confundir, apreciados compatriotas del Tolima, el remedio con la enfermedad.

El país estaba enfermo. Y nunca pensé que esto tuviera afectado el turismo. Es que esto está en las goteras de Bogotá, el centro del país, la Capital de la República. Está allí en aquel filo de Bogotá. Con ocho millones de habitantes allá en el gran Bogotá. Fuente del turismo para acá. Y que aquí se haya quedado el turismo y en el Tolima, por el avance de esos bandidos. Eso es lo que hemos venido recuperando.

El país de 2002 era un país muy controlado por guerrilla, paramilitares y en muchas partes por ambos. Era un país con mucho temor, con mucha desconfianza en el Estado. Muchos ciudadanos no veían ilusión y lo que querían era resolver su problema por ellos mismos. Y eso fue lo que empezamos a enfrentar.

Recuerdo aquellos primeros puentes, cuando mi General Mora y la entonces Ministra Martha Lucía Martínez y mi General Teodoro sacaron todo el Ejército y la Policía a las carreteras. Octubre de 2002. Noviembre de 2002. De eso debería haber una película. Eso parecía la salida de un secuestro masivo. Colombianos encerrados que volvieron a las carreteras de su Patria a generar empleo.

Un turista genera empleo en la bomba de gasolina. Genera empleo en el restaurante. Genera empleo en la tiendita callejera de artesanías. Compra bocadillos en Melgar y después quesillos en El Espinal y hace la revoltura.

Y el país había perdido todas esas oportunidades. Bastante ha mejorado el país, a pesar de todo lo que falta.

¿Qué hicimos nosotros? Al amanecer del 8 de agosto de 2002 llegamos a Valledupar a empezar una acción resuelta contra guerrilla y paramilitares. Y rapidito los paramilitares dijeron que entonces entraban definitivamente en un proceso de paz, del cual venían conversando con la Iglesia. Porque sintieron una gran presión militar y una determinación total para recuperar el orden público en Colombia.

Y empezaron a desmovilizarse. Y se adoptó la Ley de Justicia y Paz. Y la Ley de Justicia y Paz les dice: no se les perdona delitos atroces. No tienen amnistía ni indulto.

Es que todavía hay reportes de Ong’s internacionales que dicen que este Gobierno los iba a amnistiar. ¿De cuándo acá? ¿De cuándo acá podemos amnistiar o indultar delitos atroces?

Y se les dijo: ustedes tienen que entregar sus bienes para reparar las víctimas y ustedes tienen que confesar sus delitos. Algunos se aprovechan de unas modulaciones que hizo la Corte Constitucional, para decir que esa Ley no salió bien. La hubieran declarado inexequible. Distinta es ajustarla mediante la modulación que declararla inexequible.

¿Quién empezó la política de Seguridad Democrática? Este Gobierno. ¿El combate con toda determinación a paramilitares y guerrilla? Este Gobierno.

Los críticos nuestros, los que hoy dicen que se aplique esa Ley, no votaron por ella. A ver, senador Andrade, ¿votaron nuestros críticos en el Congreso por la Ley de Justicia y Paz? Lo que hicieronfue denostar contra ella, desacreditarla, maltratarla.

Recuerdo que decían, y esto es bueno que el país lo sepa, lo recuerde: ‘Uribe, con la Ley de Justicia y Paz lo que quiere es amnistiar a los paramilitares, legalizarlos’. Sabiendo que este es el Presidente que ordenó llevarlos a la cárcel de La Ceja y después a la Cárcel de Itagüí.

Y decían: ‘Uribe lo que quiere es no extraditarlos’. Un Gobierno que ha extraditado a más de 700.

Y esos que decían: ‘Uribe lo que quiere es no extraditarlos’, hoy son los que dicen: ‘No extraditen a Carlos Mario, al que llaman ‘Macaco’’, y dicen: ‘Pobrecitas las víctimas, se van a quedar sin protección’.

Ahora ya quieren atacar la extradición, protegidos en el noble escudo de la defensa de las víctimas.

La mejor defensa de las víctimas es acabar a los terroristas. Es la primera defensa de las víctimas, para que no se sigan cometiendo asesinatos en Colombia, ni masacres, ni estos delitos atroces.

Esta semana expedimos un Decreto que ordena al Gobierno entrar en conciliaciones administrativas con las víctimas para repararlos. Eso le puede costar al país 7 billones de pesos. El Vicepresidente Francisco Santos nos decía que no hay una legislación en el mundo para reparar a víctimas, como esta que estamos poniendo en marcha en Colombia.

No hay derecho que ahora quieran frenar la extradición los que la pedían, los que nos calumniaban, los que nos calumniaban, diciendo que estábamos afectando la extradición.

Un Gobierno que no negoció la extradición, que no la debilitó en la Ley, que no la debilitó en la Constitución, que ha extraditado a más de 700 personas. Y ahora le dicen que no puede extraditar que porque pobrecitas las víctimas.

A mí me parece que eso es un argumento cobarde: ponerse detrás de las víctimas para evitar una extradición, es como ponerse detrás de niños para evitar un combate. Eso tiene el mismo nivel de cobardía.

Aquí están utilizando unos escudos humanos, que son las víctimas, para evitar una extradición.

Si se va para Estados Unidos, los bienes que queden aquí en Colombia los perseguimos con la Ley de Extinción.

Es que llevan dos años y hasta ahora no los han confesado, no los han declarado, como deberían haberlo hecho, para llevarlos al Fondo de Reparación de Víctimas. ¿Para que me digan que ahora sí lo van a hacer?

Y ocurrió otro caso, bien preocupante, el de un señor ‘HH’. Ese señor se desmovilizó. El Gobierno lo postuló para la Ley de Justicia y Paz, pero después reincidió. Regresó a la clandestinidad y fue capturado.

Y ahora dicen que está en la Ley de Justicia y Paz. ¿Cómo? No puede ser. ¿Por qué? No puede estar allí. Ese señor reincidió. No se sometió a la Ley. Fue capturado. Ojalá rápidamente se apruebe la solicitud de extradición para extraditarlo. Seguimos en ese debate, apreciado compatriotas.

Que también se haga la investigación sobre la guerrilla

Y se reclama la verdad frente a los paramilitares, y que se sepa todita, y que se haga la investigación sobre la guerrilla. Y a eso voy.

Cuando se desmovilizó el M-19, cuando se desmovilizó el Epl, cuando se desmovilizó la Corriente Renovación Socialista, no dijeron la verdad. No contaron quiénes eran sus socios en la política. No pagaron un día de cárcel. No entregaron riqueza para indemnizar víctimas, sino que pidieron plata del Gobierno.

Y pasaron del monte a la política. Y otros del monte a acusar colombianos. Otros de ser violadores de derechos humanos, sin haber confesado la gravedad de sus delitos, a ser hoy vigilantes supuestamente para que no se violen los derechos humanos. Otros que han cumplido. Y este país que es generoso les perdonó y les ha devuelto todas las garantías. Y está bien que así sea. Pero no se investigó.

Entonces viene otro tema: las Farc y el Eln. Todavía no se han desmovilizado los grandes cabecillas. Ahí hay una dificultad para investigar.

Ojalá el proceso que ocurre hoy con los paramilitares se tenga en cuenta en el futuro, para que cuando haya un proceso con esos bandidos de las Farc y del Eln, que si mantenemos la política de Seguridad Democrática llegará un momento en que se tienen que someter a la ley, se les exija lo mismo.

Se les diga: señores, por atrocidad no hay amnistía y no hay indulto. Tienen que confesar la verdad, tienen que entregar sus riquezas para reparar víctimas, tienen que decir quiénes eran sus asociados en la política.

Ojalá lleguemos a allá. Todavía es difícil, porque no se han desmovilizado esos cabecillas. Pero ahí van apareciendo pruebas. Un trabajo diligente de la Policía Judicial, del DAS, del Ejército, de la Fiscalía, ayudará para que se vaya haciendo ese acopio probatorio, se vaya construyendo ese acervo.

Esa tragedia que Colombia ha vivido no se puede repetir

Y queda un elemento. Un colombiano me preguntaba esta semana: bueno, ¿pero los que se desmovilizaron en el pasado? Y teníamos esta discusión.

Como la Ley no les exigió confesar sus crímenes, confesar quiénes eran sus cómplices, quiénes eran sus amigos en la política, ellos pueden decir: ‘Yo tengo obligación de decir mientras era guerrillero quiénes eran mis amigos en la política’.

Pero deberían decirlo. Deberían decirlo para que el país tenga memoria histórica, para que las nuevas generaciones conozcan la dimensión de lo que sufrimos, para que las nuevas generaciones sepan que esa tragedia que Colombia está superando no se puede repetir. Esa tragedia que Colombia ha vivido no se puede repetir.

Creo que deberían decirlo para que tengan autoridad moral. Porque hay unos de ellos que aparecen como investigadores contra el paramilitarismo. Entonces todos los días dicen: tal político era asociado del paramilitarismo. Pero ellos no han dicho cuando eran guerrilleros quiénes eran sus socios en la política. Y es bueno que lo digan. Nada les va a pasar porque el país les perdonó. Pero es bueno que el país lo sepa para la memoria histórica.

He sido muy consciente a lo largo de mi vida de que Colombia no tiene sino el camino institucional

Aquí las Farc y Eln creyeron que se iban a tomar esto. En la guerrilla decían, a principios de 2002: no tiene riesgo que elijan a Uribe. Hicieron cualquier cantidad de atentados, que ahí los están probando los computadores.

Eso de Barranquilla: los angelitos esos se duelen de lo que pasó después de que explotaron un vehículo en el cual yo iba, en Barranquilla. Recuerdo que la Policía me dijo: ‘No puede ir al otro acto porque tenemos unas preocupaciones’. Como me habían dicho el día anterior cuando llegué a Barranquilla, ahí unos compañeros míos allá de la campaña. Y al ver esa cantidad de muertos y heridos, nos pusimos en la tarea de atenderlos a todos y no fuimos a ese otro acto.

Ahora en esos computadores de ‘Raúl Reyes’, los bandidos dicen en archivos de esa época: ‘Uribe se nos escapó no porque hubiéramos fallado sino porque se atravesó un bus. Explotamos contra él –hablan es en arrobas–, tantas arrobas de explosivos. Y después no fue al otro sitio, donde le teníamos una grabadora con explosivos y con cianuro’.

Y estos son los angelitos a quienes todavía hay instituciones internacionales a las que les da miedo decirles terroristas.

Son los angelitos que tenemos que acabar en Colombia. Esos son los angelitos.

Y esto siempre genera dificultades. Primero, mi Dios nos libró de una serie de atentados. Después pudimos ganar la batalla de opinión contra el oprobio. Y ahora todos los días buscan atraer un testigo para que diga que Uribe estaba vinculado al paramilitarismo.

Eso les va a dar lidia. Les va a dar lidia a esos bandidos. Llevo 20 años esperando a que me traigan las pruebas de una vinculación mía con el paramilitarismo. He sido muy consciente, por valores cristianos y democráticos, y para poder tener toda la fortaleza del alma, he sido muy consciente a lo largo de mi vida, de que Colombia no tiene sino un camino, que es el camino institucional.

Entonces todos los días me entero de que van y le dan cartilla a un preso, y al otro día le ofrecen incentivos a ‘Tasmania’ para que diga que en 2003 el Presidente de la República lo contrató para ir a matar otro paramilitar.

Y después llaman a un hombre serio, desmovilizado de Urabá, a decirle que en la Fiscalía los fiscales todos no son derecha sino que también hay de izquierda y que están interesados en vincular a Álvaro Uribe al paramilitarismo.

Y por allá ha llegado un congresista del extranjero a estimular a sectores de la Fiscalía de Medellín para que vinculen al Presidente de la República con el paramilitarismo.

Les va a dar dificultad, compatriotas. Yo soy un combatiente, y lo seré hasta el último día de mi vida, con amor a Colombia, con toda la firmeza y con toda la transparencia.

Si nosotros tenemos que ser un estorbo para que en Colombia se derrote al terrorismo, que seamos un estorbo

Y ya también me dicen que lo que pasa es que este Gobierno es un estorbo a pretensiones internacionales.

Pues bien: si nosotros tenemos que ser un estorbo para que en Colombia prime la Seguridad Democrática, que seamos un estorbo.

Si nosotros tenemos que ser un estorbo para que en Colombia se derrote al terrorismo, porque nosotros derrotamos al terrorismo, si somos un estorbo por nuestra determinación de derrotar al terrorismo, que seamos un estorbo.

Si nosotros tenemos que ser un estorbo por nuestra determinación de que llegue inversión a Colombia, que seamos un estorbo, pero que la inversión llegue. Que llegue la inversión con fraternidad laboral. Que llegue la inversión con solidaridad con las comunidades. Que llegue la inversión con transparencia en las relaciones con el Estado.

Si nosotros tenemos que ser un estorbo porque tenemos la decisión de que los colombianos recuperen la confianza en Colombia, que seamos un estorbo.

Peor aquí en esta tierra de carácter, que es el Tolima, vengo a decirles a mis compatriotas, desde aquí, acompañado por esta gran congregación de tolimenses, que es la hora de no aflojar un milímetro, de no echar un paso para atrás.

Que todo se clarifique y que nosotros en todo momento avancemos detrás de este propósito: seguridad desde la democracia, inversión desde la responsabilidad social, para que podamos superar la pobreza, el desempleo y la inequidad. En eso, compatriotas, ni un paso atrás.

Principio fundamental de la Reforma Política: defender las minorías

La Reforma Política.Ojalá el Congreso pueda sacarla adelante. Sectores de la oposición decían que para ellos era un punto de honor el umbral del 5 por ciento. A nosotros nos parece muy grave.

Mis compañeros de bancada parlamentaria y el Gobierno no nos podemos caracterizar por frenar a los partidos minoritarios. Vamos a poner cuidado en eso.

A nosotros no nos parece bien aumentar el número de firmas para los movimientos que van por firmas. Otra cosa es que asuman responsabilidades.

Una persona no les puede firmar a dos candidatos que aspiran a la misma corporación, ni se pueden recoger firmas por fuera de la jurisdicción donde esa persona debe votar. Está bien que se asuman esas responsabilidades. Y los movimientos por firmas deben ser tan responsables como los partidos políticos para cumplir las reglas de financiación. Peor no los podemos acabar.

Principio fundamental de esta reforma: defender las minorías.

Y que se adelante la discusión de la ‘silla vacía’. Y que se adelante de acuerdo con los principios constitucionales.

Es que eso está propuesto por el Gobierno: la sanción a los partidos desde que empezó esta reforma, advirtiendo una cosa: la mayoría de los crímenes cometidos que hoy se investigan –y les pido a los congresistas que nos acompañan que lo repitan en todo el país–, se cometieron antes de este gobierno. Antes de este Gobierno. Eso es bien importante tenerlo en cuenta.

Segundo: todo lo que se ha conocido se ha estimulado porque este Gobierno metió a unos a la cárcel y ha mantenido la política de Seguridad Democrática.

Recuerde, mi General Mora, un computador que se decomisó en Sucre, por el Ejército. Ahí empezó a recaudarse el conjunto de pruebas que empezaron a soportar esta investigación.

En el año 2006, cuando nos aprestábamos a esas elecciones, hubo dos cosas de parte nuestra, apreciados compatriotas: el doctor Juan Manuel Santos (Ministro de Defensa), me dijo que en las listas del partido que él dirigía había unas personas –nos apoyaban mucho, por quienes teníamos gran aprecio–, que él estaba convencido habían participado en una reunión con personas vinculadas al paramilitarismo.

La discusión entre el doctor Santos y yo duró cinco minutos, para retirar a esas personas. Se retiraron.

Lo mismo me dijo el doctor Germán Vargas Lleras. Y procedimos a hacerlo de inmediato.

Y las quejas que a mí me llegaron a la Presidencia de la República en esos días sobre delitos electorales, aun de partidos amigos, no me las guardé para después de elecciones. Yo nunca me guardo nada para después de elecciones.

Uno no puede someter el interés superior de la Patria al cálculo electoral.

El TLC se discutió antes de elecciones, para que la gente llegara a las elecciones conociendo el tema.

Toda queja que me llegó, apreciados compatriotas del Tolima, la entregamos a la opinión pública y a Fiscalía al día siguiente. Nosotros fuimos cuidadosos. Creo que los procesos electorales de este Gobierno han demostrado que la mejor reforma política es la Seguridad Democrática.

Es la Seguridad Democrática la que evita el narcotráfico en la política. Es la Seguridad Democrática la que evita el paramilitarismo en la política. Es la Seguridad Democrática la que evita la guerrilla en la política. En eso hay que seguir.

Y algunos me dicen: ‘Bueno, es que la reforma no es suficiente’. Está bien. Pido a mis compañeros que hagamos el gran esfuerzo para aprobarla. Y estudiemos, con una comisión preparatoria de personas de la más alta credibilidad nacional, los puntos que deban presentarse a consideración del Congreso el 20 de julio.

Y que esa comisión le haga el bien a Colombia de consultar con todas las fuerzas políticas, a ver qué ajustes hay que hacerle a la Constitución en esta materia. Y eso se presenta el 20 de julio.

Yo no creo que haya que vivir reformando la Constitución. Está bien mirar qué ajustes hay que hacer, pero la enfermedad de reformitis de la Constitución es muy grave, porque crea mucha inestabilidad y mucha desconfianza.

Gran parte del atraso de las guerras civiles fue por la discusión de constitucionalitis del país. Ojalá tengamos estabilidad constitucional, que eso da confianza.

Nosotros no podemos perder la confianza que hemos ganado, porque la confianza recupera la economía, ayuda a generar empleo de buena calidad.

Sin confianza nosotros no tenemos ingresos para la Fuerza Pública. Sin confianza nosotros no tenemos ingresos para Familias en Acción. Sin confianza no tenemos ingresos para Bienestar Familiar.

Y en todo eso se ha avanzado, pero es mucho más lo que falta.

Les pido a mis compatriotas que pensemos dos cosas: hacer esta reforma y presentar el 20 de julio un segundo proyecto, sin incurrir en la enfermedad de la constitucionalitis y con el buen cuidado de no adoptar métodos de cambio constitucional que nos conduzcan hacia la incertidumbre.

En relación con el gran científico de la Expedición Botánica, al gran profesor de la Ilustración, José Celestino Mutis, permítanme decir lo siguiente: en septiembre se cumplen 200 años de su muerte. Queremos agradecer a la Universidad de Ibagué y a la Fundación de la Segunda Expedición Botánica, que preside el ex Presidente Betancur, el esfuerzo por la Casa de Mutis en Mariquita. Una belleza.

El Gobernador nos ha dicho que con motivo de los 200 años de la muerte de Mutis, deberíamos tener un gran proyecto para el Tolima. Les proponía esta mañana, en la Casa de Mutis en Mariquita, que está bien, pero que lo vamos desarrollando por etapas. Lo mejor para un proyecto, para que no se quede muerto, es que se vaya desarrollando por etapas.