Antes de ingresar al Hotel Santa Clara, donde se reuniría con su homólogo de México, Felipe Calderón, Uribe Vélez se tomó unos minutos de la agenda para saludar a sus amigos de artesanías Latiquí, quienes le tenían el regalo prometido: un sombrero tradicional de Sandoná (Nariño), fabricado con fina palma de toquilla, un sombrero parecido al aguadeño.
“Carlos Babilonia, gracias por el regalo, me da mucha pena con ustedes”. De esta manera el Jefe de Estado agradeció el detalle, y no dudó un segundo en recibir y lucir su nuevo sombrero.
Al dar inicio a la reunión bilateral con México, lo primero que Uribe hizo fue agradecer a Felipe Calderón por la captura en ese país del presunto narcotraficante del cartel del Norte del Valle, Ever Villafañe Martínez.
“Aquí, ayer, en Colombia, hubo mucho júbilo cuando se conoció esa captura. Gracias por la captura de ese bandido”, dijo el Jefe de Estado colombiano, mientras Calderón le presentaba dos carpetas, cada una con el prontuario delictivo del capturado, entre el que figuraba una fuga de la cárcel de Itagüí (Antioquia).
Uribe reiteró su agradecimiento varias veces y anunció que en el discurso de instalación de la Cumbre le agradecería públicamente por ese importante golpe contra el narcotráfico, y así lo hizo. También aprovechó para recordar que en los últimos meses la Policía de Colombia abatió a uno de los llamados ‘Mellizos’ Mejía Múnera, mientras que el otro fue capturado, al igual que el capo conocido con el alias de ‘Don Diego’.
De ahí en adelante se desarrollo la reunión bilateral, que con los minutos se amplió con la llegada de los demás Presidentes, donde el tema principal siempre fue la lucha frontal contra el narcotráfico.
Al término de la reunión, los Presidentes pasaron, junto con sus delegaciones, al desayuno que ofreció Colombia a los países asistentes. Frutas y solo frutas adornaban las mesas.
Jugo con hielo
Sin afanes, pues el tiempo de la agenda se venía cumpliendo como estaba presupuestado, los seis Jefes de Estado y las delegaciones salieron, a las 10:30 de la mañana, del Hotel Santa Clara, y partieron en dos busetas rumbo al Centro de Convenciones ‘Julio César Turbay Ayala’. En el camino se les vio maravillados con la arquitectura de la ciudad y la calidez de la gente, que a su paso no dejaba de gritar y aplaudir.
En la Explanada de Banderas del centro de eventos, recibieron honores militares por parte de la Armada Nacional y posaron para la foto oficial. El sol inclemente y la brisa cartagenera fue su compañía, por lo que al ingreso se reunieron en una pequeña sala para disfrutar de un jugo tropical, “con bastante hielo”. Lo pidió uno de ellos.
Ya en la instalación de la Cumbre, el acto principal, los Presidentes se encontraron, en el Gran Salón Barahona, con por lo menos 200 periodistas que cubrían el evento. El Presidente Uribe ordenó que la prensa estuviera todo el tiempo presente en la reunión, para que fuera una Cumbre de cara a la comunidad, de puertas abiertas.
Así, los fotógrafos accionaron incansablemente sus cámaras, mientras los camarógrafos no dejaban de grabar todos los discursos e intervenciones.
A las 2:00 de la tarde firmaron la Declaración de Cartagena, en la que cada país se comprometió a aunar esfuerzos para combatir el delito del narcotráfico, bajo el principio de responsabilidad común y compartida.
Los seis Jefes de Estado terminaron la jornada con un almuerzo en el Museo Naval de la ciudad de Cartagena. |
