Don Guillermo es dueño del negocio más antiguo de San Juan Nepomuceno (Bolívar). Hace cuarenta años, "a punta de jugos", logró convencer a las autoridades de la localidad de que lo dejaran instalar su negocio frente al palacio municipal. El privilegiado lugar le ha permitido, a lo largo de las últimas cuatro décadas, ser testigo de la historia de esta pequeña población, en los Montes de María. Este sábado 9 de agosto, el Presidente Álvaro Uribe visita esa localidad.
Por Mauricio González
San Juan Nepomuceno, Bolívar, 8 ago (SP). Cuando los visitantes llegan a la plaza principal de San Juan Nepomuceno (Bolívar), en uno de cuyos costados se ubica el palacio municipal, a quien primero se encuentran no es precisamente al Alcalde de la localidad. |
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La "refresquería" de don Guillermo lleva 40 años ubicada al frente de la Alcaldía de San Juan Nepomuceno (Bolívar), tiempo que le ha servido para convertirse en un reconocido punto de la región, testigo de eventos trascendentales. Al fondo se observa la Iglesia Central, que lleva el mismo nombre del municipio, diseñada por un español a finales del siglo XIX y vecina del palacio municipal. Foto: Mauricio González - SP |
El recibimiento lo hace Guillermo Díaz, un san juanero de pura cepa, que lleva 40 años calmando la sed de cientos de forasteros y lugareños en su "refresquería" instalada en la esquina izquierda del Palacio Municipal. Con tantos años operando en el mismo sitio, la “refresquería” de don Guillermo ya es un punto reconocido de esta población de la región de los Montes de María.
Esta podría ser una simple venta ambulante de jugos, como la que se encuentra en cualquier ciudad. Pero dado que se fundó en 1968, en un sitio tan representativo como la plaza central de San Juan, este negocio ha sido testigo de cientos de eventos que marcan la vida de esta población cercana a la ciudad de Cartagena de Indias.
Por ejemplo, don Guillermo recuerda que durante la permanencia de su negocio en este lugar, han sido muchos los alcaldes -ya hasta perdió la cuenta- que han estado al frente del municipio. Además, vivió la transición de mandatario local designado a elegido popularmente, un cambio trascendental para todos los municipios colombianos.
De tantos nombres y hombres ilustres en este cargo, recuerda, con una gran sonrisa, curiosamente, a una mujer, a quien considera una de las mejores líderes, que sacó adelante la pavimentación de las calles del municipio: Magola Romero.
"Ella era una mujer de mucho carácter que trabajó de la mano de las juntas de acción comunal. Conseguía el material y la comunidad trabajaba. Eso dignificó mucho la vida de los san juaneros", comenta Guillermo, mientras un cliente que no pasa de los 20 años asegura que ha leído sobre ella en los libros de la actual historia del municipio.
También se acuerda de la visita que hizo al frente de su negocio el líder político Luís Carlos Galán Sarmiento, durante la misma campaña presidencial que fue truncada por las balas del narcotráfico en un atentado en Soacha (Cundinamarca). "Eso nos dolió mucho aquí en San Juan", lamenta.
Claro, ese dolor no lo puede comparar con el que sintió por la partida de su socio y hermano, Ulises, dos años menor que él y quien falleció hace nueve meses, dejándole gratos recuerdos.
"En el año 68 –recuerda don Guillermo-, Ulises trabajaba en una finca. Yo no quería que trabajara en el monte, así que puse el negocio que él atendió durante años, mientras yo tuve el restaurante ‘Don Guillo’, en el cual no me fue muy bien y por eso regresé a la refresquería".
De regreso a la tranquilidad
Guillermo evoca aquellos "años dorados" en los cuales autoridades de todo nivel llegaban de visita a esta región. Épocas de tranquilidad y de fiestas que se esfumaron en el momento en que llegaron los grupos armados ilegales y que estigmatizaron los Montes de María, una gran reserva natural del país, violencia que se acentuó durante la década de los noventa.
Asegura que en esta región ni siquiera en el 9 de abril de 1948 se vivió la violencia que desencadenó el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán.
Con la experiencia que dan los años, este hombre que se declara apático a la política, asegura que esa tranquilidad ha regresado a la región "gracias a nuestro Ejército Nacional y gracias al Presidente Uribe", a quien le atribuye, además, la atención de la población pobre de esta localidad, una de las consecuencias que dejaron los años en los que imperó la violencia.
Por esta razón, con ese acento propio de los costeños y como una forma de demostrar que no miente, interroga a uno de los amigos que lo acompaña de 8 de la mañana a 5 de la tarde, Nelson Vásquez Sánchez, un contemporáneo suyo, quien, desplazado por la violencia desde hace años de un corregimiento cercano, se instaló con su familia en esta región del departamento de Bolívar.
"Oye Nelson, ¿aquí no nos dan subsidios a los ancianos? ¿Aquí no les dan asistencia a las Familias en Acción? ¿Aquí no les dan atención a los niños pobres? No me lo puedes negar", le pregunta a su compañero de oficio, a lo que este responde con un sí.
Guillermo lo vuelve a interrogar: “¿Y a quién se debe todo eso?”. “Sin duda alguna a Uribe”, responde Nelson, quien pasa las horas sentado al lado de su amigo de vejez, el administrador de la refresquería más famosa de San Juan.
Entre jugos y recuerdos llegan las 5:00 de la tarde, hora de regresar a su casa, en donde lo esperan los recuerdos de una esposa que vive con sus dos hijas en Ovejas (Sucre), y de Ulises, su hermano, quien abandonó este mundo hace muy poco.
Antes de irse, Guillermo recuerda que el ambiente que se vive antes de la visita del Presidente Uribe Vélez, este sábado 9 de agosto, es similar al que se vivía en aquellos tiempos de tranquilidad absoluta, en que se celebraba la llegada de cualquier visitante, como cuando se preparó la visita de Mariano Ospina Pérez o de Darío Echandía.
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