Bogotá, 15 ago (SP). En junio de 1814, El Libertador regresó a Bogotá y se instaló en el Palacio de San Carlos, acompañado de su Guardia de Honor, la cual se distinguía entre todas por el uniforme que vestía, al decir de la historia, diseñado por el mismo Libertador. Allí data, en esta historia de la Colombia independiente, el surgimiento del Batallón Guardia Presidencial.
En aquel atentado del 25 de septiembre de 1828 contra El Libertador, el Batallón Guardia Presidencial acudió solícito en su defensa. Ofrendó su vida el señor General Guillermo Fergusson, en cumplimiento de las obligaciones que le habían impuesto como Edecán del Libertador.
El 7 de diciembre de 1927, el Presidente Miguel Abadía Méndez dicta el Decreto 1945, que crea la Guardia de Honor del Presidente de la República, destinada a salvaguardar el Palacio Presidencial.
Su organización tuvo lugar el 16 de agosto de 1928, siendo su primer comandante el Teniente Coronel Roberto Perea Sanclemente.
El 9 de abril de 1948, en cumplimiento de su deber como miembros de la Guardia de Honor Presidencial, murieron el Teniente Álvaro Ruiz y los soldados Manuel Manrique y Luis Cruz, durante aquel día trágico del Bogotazo.
Desde 1958 se le dio representación en este Batallón a todas las armas. En aquel noviembre de 1985, cuando la toma, definida entre el narcotráfico y la guerrilla, al Palacio de Justicia, el Batallón fue primero para acudir a protegerlo.
Cuenta la historia que su uniforme, inicialmente diseñado por El Libertador, se ajustó. Hoy tiene los 33 botones dorados, que significan las 33 batallas necesarias para obtener la libertad; los 22 cordones, 11 a cada lado, significan los 22 años que tardó El Libertador en liberar a nuestras cinco naciones. El Libertador lo llamó ‘uniforme papagayo’, por sus tres colores: amarillo, azul y rojo.
Actualmente lo utiliza la Guardia de Honor de la Casa de Nariño para ceremonias y el cambio de Guardia.
Quiero destacar la lealtad, el profesionalismo del Batallón Guardia Presidencial, como de todas las Fuerzas de nuestra Patria.
Todos los visitantes que reciben los honores del Batallón Guardia Presidencial, se impresionan. Yo les diría que es difícil encontrar un país en el mundo que tenga una ceremonia más sobria, más organizada, más conmovedora, que la ceremonia del Batallón Guardia Presidencial para rendir honores a los visitantes ilustres de nuestra Nación. Es motivo de orgullo.
El mandatario que nos visita, cuando empieza a recibir los honores del Batallón Guardia Presidencial, suele decir: ‘Increíble, no me lo imaginaba, lo mejor, lo más organizado que he conocido’. Inclusive me sorprendió la admiración de la señora Canciller alemana Ángela Merkel por nuestro Batallón Guardia Presidencial.
Enseñados aquellos, enseñados ellos en Alemania a ese orden metálico de sus batallones, tiene que ser que el nuestro es muy bueno, desde que ella se expresó con tantas palabras de admiración.
Y también da gusto ver cómo los habitantes de Bogotá y quienes están de turismo por la ciudad, acuden a las ceremonias del Cambio de Guardia. Es un acontecimiento ciudadano.
Cuando los domingos, a las 4 ó 5 de la tarde, tengo la oportunidad de estar en la oficina de la Presidencia desatrasando llamadas telefónicas, miro por la ventana y veo esa ceremonia tan bella del Cambio de Guardia los domingos, que concita tanta audiencia en la ciudad de Bogotá.
Quiero felicitar a quienes han sido condecorados hoy, agradecerles todo, todo su esfuerzo.
Mis compañeros de trabajo en la Presidencia, algunos de los cuales están están con nosotros, mi señora, mis hijos, todos los que tenemos que ver con la Casa de Nariño, sentimos profunda gratitud por el Batallón Guardia Presidencial.
Les quiero confesar que después de aquellos sucesos del 7 de agosto de 2002, cuando fue atacado el Capitolio y fue atacada la Casa de Nariño por unos misiles terroristas que dispararon desde los cerros, muchas personas me manifestaban su temor de tener la Casa de Nariño unos como lugar de labor y otros como lugar de labor y de residencia.
Y gracias al Batallón Guardia Presidencial, las cosas se fueron disipando y tranquilizando, y hoy todo el mundo vive allí o labora allí confiado en la tarea del Batallón Guardia Presidencial.
Muchísimas gracias, señor Teniente Coronel Luis Fernando Londoño Villamizar, Comandante del Batallón Guardia Presidencial. Muchísimas gracias a todos los integrantes.
Muchísimas gracias por esta labor que honra a Colombia, que nos permite a quienes somos los trabajadores de turno, en la Casa de Nariño, tener tranquilidad.
Muchísimas gracias a las familias de ustedes, a su abnegación. Muchísimas gracias, Sandra Jhoana, por este apoyo que se le da desde el hogar al Coronel Londoño Villamizar.
El Batallón Guardia Presidencial honra a las Fuerzas Armadas de Colombia y las virtudes democráticas de nuestra Patria.
A todos, muchas gracias”. |