Bogotá, 29 ago (SP). “Quiero de todo corazón felicitar a la Cámara de Comercio de Bogotá por este nuevo logro. La Cámara de Comercio nos sorprende logro tras logro.
Hace dos años éramos invitados a la inauguración de ese magnifico edificio, ahí cerca de la 26, que tanto servicio ha prestado. Cuando vemos las reuniones de los microempresarios, las reuniones de los pequeños empresarios, los consultorios empresariales, reconocemos el servicio que ha prestado ese edificio.
¿Quién iba a pensar que al poco tiempo de haberlo construido, invitaran ahora a la inauguración de esta magnífica sede aquí en Kennedy? Ojalá el Gobierno pudiera hacer lo mismo: inaugurar obras tan importantes, con tan corto intervalo entre una y la que sigue. Muchas felicitaciones. A mÍ me sorprendeN gratamente estos avances de la Cámara.
El Presidente Laureano Gómez decía que detrás de las estructuras hay seres humanos. La Cámara ha estado muy bien dirigida por unas manos probas, por una actitud eficiente en su Directora, la doctora María Fernanda Campo, y en su Junta Directiva. Quiero de todo corazón felicitarlos. No hay cosa más grata que poder destacar logros de compatriotas. Y de la Cámara de Comercio de Bogotá, se pueden destacar.
Cuando uno piensa en el capital social, se pregunta: ¿qué fuera sin estas instituciones para construir capital social? ¡Cuánto aporte le hacen a la construcción de capital social del país! Por eso, además de hacer esta referencia a la Cámara de Bogotá, quiero hacer una referencia al conjunto de Cámaras de Comercio de Colombia. Por fortuna, el país las tiene. Por fortuna, hemos superado algunas dificultades con un sector del Congreso, que estaba angustiado por el valor del registro que cobran las Cámaras de Comercio. Ya se ha entendido plenamente cuánto significan para la urdimbre social del país.
Por fortuna algunas dificultades interpretativas que hubo con la Contraloría de la Nación también se superaron. Las Cámaras de Comercio contribuyen a la organización de la economía, a la organización de los empresarios y contribuyen enormemente al avance social del país.
Uno tiene que pensar no solamente en qué hacen, en qué son, sino en qué estaríamos sin ellas, en su ausencia. ¿Quién llenaría este vacío en ausencia de las Cámaras de Comercio, en ausencia de su tarea tan importante para el país?
Yo pienso en instituciones de Colombia, y pasan por mi mente las Cámaras de Comercio, las Cajas de Compensación Familiar, y digo: ¿qué haríamos sin ellas? ¡Cuánto le han ayudado al país! Muchas felicitaciones, doctora María Fernanda, y por su conducto, doctor Eugenio, nuestra gratitud a todas las Cámaras de Comercio del país.
Ustedes saben que nosotros trabajamos un esquema muy elemental. Asimilamos la patria a esta figurita: acá arriba escribimos la palabra Confianza. Y aquí abajo tres pilares que la soporten: seguridad desde la democracia, confianza inversionista desde la responsabilidad social, y política social.
Las Cámaras han ayudado mucho, y la Cámara de Comercio de Bogotá, para ayudar, para avanzar en todos estos aspectos, a pesar de lo que falta. La Cámara ha sido un escenario permanente para mirar las dificultades de Bogotá y para buscar opciones.
Cifras de criminalidad
Por ejemplo, en Seguridad Democrática nos falta mucho, pero también quiero compartir con ustedes estas cifras: antes de esta política de Seguridad Democrática, el país llego a tener 35 mil asesinatos al año. Las cifras oficiales hablaban de 29 mil – 30 mil. Las fosas descubiertas muestran años anteriores a la Seguridad Democrática de 35 mil asesinatos.
Todavía tenemos una tasa muy alta. Si bien ha bajado de 68 por cada 100 mil a 36 por cada 100 mil, comparativamente es muy alta. Pero sigue bajando.
Como lo decía la doctora María Fernanda, en su generosa intervención, este tiene que ser un esfuerzo de perseverancia. Esto no sale adelante sino con determinación y con perseverancia. El de Arriba ayuda, pero si uno se queda dormido, no. Uno tiene que estar al pie del yunque a toda hora. Si no, no funciona esto.
Nosotros estamos haciendo un gran esfuerzo para que este año Colombia no pase de 16 mil asesinatos. Sería todavía muy alto. Pero cuando llegamos a 17.400, empezamos a ver un rendimiento marginal decreciente, que nos ha preocupado. Seguimos, pues, haciendo el esfuerzo a ver cómo reducimos más esto.
Este año, a la fecha, llevamos 10.549. Habría que descontar 945 antisociales dados de baja. Llevamos 1.053 asesinatos menos que el año pasado.
Bogotá. Le hacemos un seguimiento a Bogotá todos los días. Bogotá lleva este año en asesinatos 15 menos. Ojalá pudiéramos todavía mejorar más la tendencia. Aunque hay que reconocer que la ciudad es hoy la segunda o tercera ciudad en tasa de asesinatos más baja de América Latina. Es un gran avance. Y hay que contárselo al mundo entero.
Yo le hago un seguimiento a este tema casi a toda hora. Hoy llevamos en el país 38.702 hechos criminales denunciados menos que el año pasado. Un 30 por ciento menos.
En Bogotá llevamos 7.177 casos menos. Un 28 por ciento menos. ¿Está el Gobierno contento? No. Porque hay que entender también el derecho de la ciudadanía a mejorar. El país había llegado a un momento en que 35 mil asesinatos y 3.000 mil o 3.500 secuestros, lo anestesiaban y le anulaban la capacidad de reaccionar.
Recuerdo que cuando mataban a alguien, en lugar de exigir un rechazo al crimen, la pregunta que se hacía era: ¿por qué lo mataron? Entonces le decían a uno que mataron a alguien. Y en lugar del dolor y el rechazo al crimen, era: ¿por qué lo mataron? ¿A quién le debía? ¿Estaría con los paras? ¿Estaría con la guerrilla? Y el otro decía: no, es que estaba en una discoteca con la mujer de un ‘duro’.
Era una tendencia a justificar el crimen, en lugar de rechazar. Y a medida que el país ha venido ganando estadios de seguridad, se ha venido recuperando la sensibilidad, que es muy importante.
Por eso comparto que hoy la ciudadanía se queje más y sea más exigente en seguridad. Y eso está bien. Y eso nos obliga más a las autoridades de Policía, al Ejército, al DAS, a la Justicia, al Gobierno, a avanzar en seguridad.
Desagregados los delitos principales en Bogotá, en lesiones personales tenemos 11 casos menos este año.
En hurto a vehículos hemos reducido bastante. Hemos reducido 178 casos frente al año pasado. Llevamos 1.901 casos.
En hurto a personas hay una gran queja en Bogotá. La reducción es pequeña. Diría que es y no es pequeña. Tenemos 2.051 casos menos. Pero todavía se han presentado en el año 5.903 denuncias.
Y uno no le puede decir al ciudadano, al que le roban, que pone la denuncia y que está protestando: no, mira, que hay una reducción general. Uno no le puede decir a la familia de alguien que secuestraron: no, tranquilícese que en el país había 3 mil secuestros y ahora hay apenas 200. Uno tiene que comprender el impacto en cada ciudadano de cualquiera de estos delitos.
Y así podemos mirar esto. En el hurto a residencias, que es bien sensible, tenemos 1.526 casos menos. Sí, hay una gran reducción. Pero se han presentado 1.989 denuncias.
Entonces les diría: los indicadores no son malos. Un 28 por ciento de reducción en Bogotá está casi a la par con el país, que lleva un 30 por ciento menos. Pero comprendemos que el Gobierno tiene que pensar, en seguridad, no de dónde venimos sino para dónde vamos.
Casi que todo día es un día de arranque. Porque debemos comprender, y reconocemos la preocupación de la ciudadanía por cualquier caso de inseguridad.
O sea que hay un motivo de optimismo, que es la tendencia. Pero un motivo de compromiso, que es la preocupación ciudadana por los factores de inseguridad, que no se han vencido totalmente, que siguen todavía mortificando mucho.
Colaboración ciudadana
La Cámarade Comercio ha sido un gran apoyo para aclimatar la política de Seguridad Democrática y la política de cooperantes.
Nosotros tenemos más de 4 millones de cooperantes en el país. Un país con este tamaño: 44,6 millones de habitantes, su geografía tan difícil, pudiéramos tener el ejército del mundo entero, y no seríamos capaces, si no hay colaboración ciudadana.
Una colaboración ciudadana, que hay que entenderla derivada, directamente, de la Constitución. Que no necesita ley.
La Constitucióndel 91 define al nuestro como un Estado de Derecho, como se definía antes, pero Social. E incorpora la solidaridad como uno de los elementos fundantes del Estado.
Y en desarrollo de la solidaridad, cada ciudadano tiene que colaborar con el conglomerado. Y una manera de hacerlo es ayudando a la Fuerza Pública a garantizar la seguridad.
Confianza inversionista
En el tema de confianza inversionista, tenemos un año difícil de la economía, pero la confianza inversionista se ha mantenido. Y uno sí ve un ritmo de inversión muy grande en Bogotá.
Por ejemplo, en inversión extranjera directa, el país tenía cifras más bajas y una inversión extranjera menos constante. Años de 700, de 1.500, de 2.000 millones de dólares de inversión extranjera.
Unos años había mucha inversión extranjera, porque venía inversión extranjera de la telefonía celular o porque aparecía Caño Limón o Cusiana, o Cupiagua. Pero lo que veíamos con preocupación, y que el país debe corregir, es que no la podemos tener estacional, con esos picos tan pronunciados, sino tener una inversión extranjera directa permanente.
En los últimos años hemos hecho esfuerzos. El gran esfuerzo va produciendo algún resultado positivo. En el año que entró la cervecera, la inversión extranjera estuvo por encima de 10 mil millones de dólares. Al siguiente, por 6.500. El año pasado tuvo 9.028. A 18 de julio de este año, 5.300. Hay gremios que están apostando a que es un año de 11 mil millones de dólares en inversión extranjera directa.
Y algo bueno: bastante más repartida. Sector de hidrocarburos y minería, un 56 por ciento. El resto de los sectores, 44 por ciento. El sector del comercio detallista ha crecido mucho. Creo que Carrefour tenía 9 tiendas, hoy tiene 42 y va para 50. El Éxito tenía 22 y hoy tiene 84. Con la fusión con otra cadena, tienen casi 300. Y así sucesivamente.
¿Y por qué lo celebramos? Porque ahí se crea mucho comercio formal, mucho empleo formal. Un gran crecimiento del empleo formal, de buena calidad, con afiliación a la seguridad social. Y ayuda mucho porque eso se constituye en una gran cadena de comercio internacional. Si bien importan, también exportan producción colombiana. Y acerca mucho el comercio con los productores.
Por ejemplo, me da pena mencionar con nombre propio, Carrefour nos ayuda muchísimo con productores agropecuarios de zonas muy difíciles, por ejemplo, del Putumayo.
Entonces en inversión extranjera directa hay esa tendencia.
Tasa de inversión
La tasa de inversión. Nosotros nos preocupamos por medir, todos los días, más la tasa de inversión, que el índice de crecimiento. Porque un año puede haber crecimiento y al otro año no, por factores accidentales, elementos transitorios de la economía. Si hay una tasa de inversión constante, puede haber una proyección de crecimiento y un resultado de crecimiento más estable, elevado, en el mediano y largo plazo.
La tasa de inversión ha pasado del 12 por ciento. En los últimos años ha estado en el 21 – 25 – 27,5 por ciento.
A pesar de la desaceleración en el primer trimestre de este año, se logró sostener una tasa de crecimiento del 27,5 por ciento.
¿Cuánto se invierte por cada peso producido?
El país tiene que proponerse mantener una tasa de crecimiento ojalá no inferior al 25 – 26 por ciento.
Y uno se sorprende gratamente de que una ciudad que está a mil kilómetros del Caribe y a 580 kilómetros del Pacifico, tenga estas formidables tasas de inversión.
Es un ejemplo. Es algo de admirar, por lo que hay que felicitar a Bogotá todos los días, y a las instituciones que tanto le ayudan, como la Cámara de Comercio.
Estímulos a la inversión
¿Qué hace el Gobierno para fomentar la tasa de inversión?
Primero, garantías a la inversión internacional y doméstica. Y hoy sí que se necesita repetirlo, porque hay tendencias que piensan diferente en América Latina.
Algunos le dan mucho peso a los monopolios estatales, desestiman la estabilidad en las reglas de juego, creen que con los recursos de combustibles y monopolios estatales se puede sustentar el desarrollo. Nosotros le tenemos mucho miedo a eso.
América Latina padeció el estatismo, lo padeció en Brasil, conoció sus malos resultados. Lo padeció en la revolución de Velasco Alvarado en el Perú. Lo padeció en la revolución de Paz Estenssoro en Bolivia.
El proceso de estatismo productivo condujo al colapso de la Unión Soviética. Y cuando China, que vivió en ese estatismo productivo, dio un gran vuelco a partir de Deng Xiao Ping, a uno le preocupa que en América Latina haya tendencias hacia el estatismo productivo.
Y uno trata de construir escenarios futuros y dice: ¿qué tal un escenario caracterizado por una debacle en el petróleo, que puede darse por el tema ambiental, y una inversión privada ahuyentada, y una obsolescencia de monopolios estatales? Ese es un escenario bien peligroso, que no nosotros no podemos dejar de considerar.
Por eso el Gobierno piensa, apreciados compatriotas, que hay que darle mucha confianza a la inversión privada, doméstica e internacional.
Hay que continuar en la seguridad democrática, en el mejoramiento macroeconómico.
El déficit del Gobierno Nacional Central ha pasado de 7,5 (por ciento) al 3,2 -3,3 (por ciento). Y el (Déficit) consolidado ha pasado del 4,2 al 1,4 (por ciento).
Debate político y armonía social
Alguien me dice: ‘Presidente, usted podría llegar más rápido al equilibrio, menos gasto. Ahora hablamos del tema del gasto, porque hemos hecho unos grandes esfuerzos.
Hace pocos días recibí a un economista muy ilustre. Me decía: ‘Mire, es que sí, usted ha hecho muchos esfuerzos, pero ¿para qué van a tener 3 millones de Familias en Acción? Lleguen al equilibrio fiscal’.
Yo le decía: ‘Este país necesita más rápidamente la armonía social’.
Uno ve países también en América Latina con muy buenos indicadores macroeconómicos, pero con una confrontación social mayor que en Colombia.
Les voy a dejar esta reflexión: Colombia tiene confrontación política. Y aquí hay debates políticos todos los días, y a mí siempre me da lidia quedarme callado. Es que el debate político también ayuda. Y hay que aprender a vivir sin dispararnos con las armas, pero también diciendo verdades y contestando verdades.
No hay que anular el debate político. El país está lleno de historias, de palabras lindas y apaciguantes, y de resultados catastróficos. Es preferible el debate político y un buen avance en la realidad, que un país guardándolo todo, escondiendo todo lo malo detrás de palabras lindas.
Pero diría que aquí hay más debate político que confrontación social, cuando lo comparo con otros países de la misma región. En medio de nuestros problemas sociales, nosotros tenemos hoy menos confrontación social que otros países de la región.
Uno se pregunta: para el largo plazo es muy peligroso tener unos indicadores macroeconómicos excelentes y una profunda confrontación social, porque eso crea un gran riesgo político, una gran incertidumbre política.
Si yo fuera inversionista, digo: ¿cuál es el grado de confrontación social en este país? ¿Qué es lo que este país nos va a deparar en decisiones políticas a futuro? Nada gana un país con unos indicadores macroeconómicos muy buenos, si tiene una confrontación social que le crea una gran incertidumbre política futura.
Cuando nosotros estamos haciendo estos esfuerzos en el Sena, en Bienestar Familiar -en Bogotá sí que son notorios-, en Familias en Acción, para ayudar a política social, es pensando en que este país vaya acelerando la solución de problemas sociales, que falta muchísimo.
Nosotros hemos llegado a 9 millones de niños en alimentación escolar, pero necesitaríamos llegar a 12 millones. Hemos llegado a 837 mil ancianos atendidos, eran 60 mil, pero necesitaríamos llegar a 2 millones de ancianos pobres. Y así sucesivamente.
Cuando se hace este esfuerzo en política social, por ejemplo, en Familias en Acción, es buscando que este país construya armonía social, que es lo que le puede dar a este país, que puede ser la gran garantía de estabilidad política, de aprecio por la Seguridad Democrática en el largo plazo, y que la ciudadanía valore la necesidad de mantener unas altas tasas de inversión.
La política social se convierte en el gran legitimante de la seguridad y de la inversión, que a su vez son las causas que la hacen posible.
Me he arriesgado a decir esto, apreciados empresarios: es preferible ir acelerando la solución del déficit social, antes que acelerar la solución del déficit fiscal. Es preferible aplazar algo la llegada del equilibrio fiscal, pero acelerar la construcción de armonía social.
Por eso el Gobierno, en medio del déficit, del endeudamiento y de las dificultades, está haciendo un gran esfuerzo por política social. Y en un momento de inflación, y en un momento de desaceleración de la economía, sí que se necesita salir a proteger a los sectores más débiles.
Además, ¿cómo ayuda eso en la economía? En muchas ciudades me dicen: ‘Mire, Presidente, aquí el día que se paga Familias en Acción, el día que hay desembolsos de Banca de las Oportunidades, ese día se siente un gran alivio en la economía local’.
Porque el pequeño empresario que recibe un crédito, no se lleva a invertir ese dinero a la bolsa. Ese pequeño empresario inmediatamente compra una máquina, pagó otra deuda, mejoró el local, enganchó un trabajador.
La señora de Familias en Acción que recibe su paguito, es un subsidio condicionado a que los hijos estén estudiando, esa señora no atesora ese dinero. Eso lo tiene que invertir en calzado, en vestuario, en alimentación para sus niñitos. Y además son programas que abren las avenidas del ascenso social. Necesarios en la democracia.
Salvo el programa de ancianos, nosotros creemos que toda esta otra política social no es asistencialista sino estructural, que abre caminos de ascenso social.
Ustedes saben que el esfuerzo en la educación toma tiempo en producir sus resultados, pero es lo que finalmente más incide en el mejoramiento de la estructura de ingresos de cualquier sociedad.
Ahí tenemos, pues, una discusión. El Gobierno cree que, a pesar de las dificultades todavía en materia de déficit, hay que hacer un mayor esfuerzo en gasto social, a riesgo de gastar más tiempo el país para llegar al equilibrio fiscal.
Reducción del endeudamiento
Y el endeudamiento ha venido reduciéndose. Lo hemos bajado del 50 al 27 (por ciento). Si nosotros todavía pudiéramos contabilizar a Ecopetrol en las cuentas de la Nación, que salió de las cuentas de la Nación, en la medida en que entraron allí 485 mil nuevos accionistas, el endeudamiento lo tendríamos en el 24 – 25 (por ciento). ¿Por qué? Porque Ecopetrol no debe un peso y es acreedor. Empezando porque tiene mucho dinero en papeles del Estado. Es un acreedor neto. Entonces eso nos rebajaría muchísimo más el nivel del endeudamiento.
Estímulos tributarios
Hemos introducido estímulos tributarios para la confianza inversionista, que ayudan.
Cuando uno ve ahora el debate tributario en Estados Unidos, nosotros creemos que Colombia está bien.
Por ejemplo, en impuesto de renta, aquí las grandes mayorías están excluidas. Y eso no es de este Gobierno. Eso viene de atrás. Viene del concepto de progresividad social en esos impuestos.
A diferencia de lo que critican ahora en Estados Unidos, nosotros no hemos hecho una rebaja general de tarifas. Lo que hemos hecho es introducir estímulos a quienes crezcan. Yo creo que eso ha ayudado.
Toda inversión que se hace hoy en Colombia, tiene derecho a deducir de su reta líquida gravable un 40 por ciento. Y a hacerlo efectivo en el número de años que requiera.
Lo de las zonas francas. Celebro la dinámica que se le dé de zonas francas a Bogotá. Entre 1958 y el año 2006, Colombia había completado 11 zonas francas. Con la nueva legislación tenemos 36 aprobadas. Demuestra una gran dinámica de inversión y una gran respuesta a los incentivos tributarios.
Yo sí creo, apreciados compatriotas, que en una época de dificultades de la economía, que no desconocemos, como las que tenemos, es mejor tener confianza inversionista, que no tenerla.
Son más llevaderas las dificultades de la economía con inversión, con 11 mil millones de dólares de inversión extranjera directa, con 36 zonas francas aprobadas en año y medio, que pueden ser 50 al final de este año.
¿Qué tal el otro escenario? Con las mismas dificultades de la economía, pero sin una importante tasa de inversión.
Creo que hay que defender los estímulos tributarios. Esos no son estímulos a los ricos, regalos a los ricos, como algunos han dicho. Eso está condicionado a que se invierta.
Por ejemplo, el empleo en las zonas francas tiene que ser empleo directo, sin intermediarios, con afiliación a la seguridad social, con contratos a término indefinido. Pienso que eso le ayuda muchísimo al país.
Están los contratos de estabilidad. Ayer daba el Ministro (de Comercio, Industria y Turismo), en la rendición de cuentas, una cifra de 26 contratos de estabilidad, reglas de juego ya firmadas con inversionistas. Y se están aprobando otros dos.
Esto tiene que ayudar muchísimo. Entonces también se está avanzando en los acuerdos de comercio, con al lentitud que hemos tenido para negociar con Europa, porque Europa ha querido negociar con el bloque andino. Y Bolivia y Ecuador han dicho que no. Vamos a ver eso cómo se sortea. Y con la dificultad que tenemos en Estados Unidos, que no hemos podido superar, para que nos aprueben el TLC. Pero estamos en la lucha.
Condiciones de la confianza inversionista
¿Cuáles son las condiciones a la confianza inversionista? La responsabilidad social. Es un presupuesto para que haya a futuro, para que esa confianza se proyecte en el tiempo.
Y la desagregamos en tres elementos.
Total transparencia en las relaciones entre inversionistas y el Estado. Transparencia en los contratos, en la solución de disputas. Transparencia en la tributación. Solidaridad de los inversionistas con las comunidades.
Lo que nos ayuda el sistema financiero, en Banca de Oportunidades, con apoyos como el de la Cámara de Comercio (de Bogotá), es una muestra de eso. Solidaridad en el tema ambiental. Se necesita mucha solidaridad con las comunidades. Eso legitima la inversión.
Tema laboral
Y el tema laboral. Unas relaciones laborales fraternas, sin odio de clases y sin capitalismo salvaje.
Me quiero referir al tema laboral. Me voy a detener algo, por la discusión que hay en Colombia sobre si lo que estamos haciendo constituye o no una política de empleo. Y la discusión acerca de si se deben mantener o eliminar las contribuciones parafiscales.
Primero, el Gobierno aprecia que, en una economía abierta, el mejor estímulo al empleo es el estímulo a la inversión.
En una economía abierta es muy difícil decir: ‘Vamos a crearle unos estímulos al Transmilenio, para que en lugar de que la gente compre unos tiquetes, haya unas personas en las puertas de los buses que cobren, y creemos empleo. Vamos a eliminar los ascensores modernos, vamos a anularles parte de la automatización y vamos a crear empleos de ascensoristas. Vamos a hacer obras públicas sin maquinaria de última generación, y vamos a crear más mano de obra’.
En una economía que necesita altos niveles de competitividad, eso ya no se puede hacer.
Por eso nosotros creemos que, en una economía que tiene estos retos de competitividad, finalmente el mejor estímulo al empleo es el estímulo a la inversión. Y vamos seguir defendiendo esa tesis.
Segundo: uno no puede mirar la legislación laborar de acuerdo a la fotografía. Tiene que mirar la película. Yo creo que hay no hay más espacio para más flexibilización laboral en Colombia.
Miremos algo de la película. En la Ley 50 del 90 eliminamos la retroactividad de las cesantías, la acción de reintegro para trabajadores despedidos con más de 10 años. Ustedes saben que sin eso, de pronto la suerte de la empresa privada colombiana habría sido mucho más difícil.
Imagínense ustedes que el país hubiera mantenido en estos 17 años, 18 años, la retroactividad para las cesantías. El daño para las empresas y para los trabajadores. Los trabajadores perdían esos ahorros, como los perdieron en muchas empresas quebradas, y las empresas decían: no podemos proyectar costos.
Miremos nuestra reforma laboral de 2002, que la reformó Juan Luis Londoño. Controvertida hasta hace poco. La Procuraduría, la Corte Constitucional, etcétera. Racionalizó los recargos, nos ayudó a crear el Fondo Emprender, flexibilizó las condiciones del contrato de aprendizaje. Creo que ha sido determinante para crecer el empleo en los centros comerciales.
Cuando a uno lo invitan a la inauguración de un centro comercial, y puede ir, mi primera pregunta es: ¿Cuántos trabajadores hubo en la construcción? ¿Cuantos trabajadores van a manejar todos estos locales? Y todos son afiliados a la seguridad social. Todo es empleo formal, de buena calidad.
El país está construyendo 14 mil habitaciones hoteleras. En Bogotá muchísimas. Y en eso son concausa de la seguridad democrática, la confianza inversionista, los estímulos.
Un hotel que se construya hoy en Colombia tiene 30 años de exención de impuesto de renta y complementarios.
Legislación laboral
Y la legislación laboral. Los servicios que tienen que trabajar fines de semana, festivos, día y noche, no podían con el esquema de recargos que teníamos anteriormente.
Pero creo que no tenemos más espacio.
Porque me dicen: ‘Presidente, elimine los parafiscales, Sena, Bienestar y Cajas’. Creo que no tenemos más espacio. Pediría a los empresarios de Bogotá pensar en lo que se ha hecho en lo laboral.
Acabamos de aprobar dos últimas leyes laborales. La que restringe las cooperativas de trabajo asociado. Si siguen abusando, terminan desacreditadas y llegará un Gobierno que las elimine.
Aquí se acaba de aprobar una ley que las restringe. Dice: ustedes no pueden ser intermediarios laborales, ni pueden ser evasores. Cooperativas de trabajo asociado: ustedes tiene que pagar salarios, prestaciones, afiliación a la seguridad social, parafiscales.
Creo que ese es un buen paso para crear un país con fraternidad laboral.
Y otro tema. Antes de la nueva ley, el Gobierno era quien calificaba si una huelga era legal o ilegal. Eso causó mucho conflicto. La nueva ley acaba de trasladarle esa competencia a la justicia.
Antes de la nueva ley, una huelga que llevaba 60 días, el Gobierno le podía poner punto final, convocando a un tribunal de arbitramento. Ahora son solamente trabajadores y empresarios, por consenso, los que pueden ponerle el punto final y convocar el tribunal de arbitramento, con participación de la Comisión de Concertación Laboral.
El Gobierno cree que el país necesita ahora una gran estabilidad en normas laborales. Que lo que necesitamos es hacer cumplir la normatividad que hay.
Afiliación a cajas de compensación
Y entonces me dicen: ‘Presidente, pero es que la pequeña empresa no puede pagar las cotizaciones parafiscales de Sena, Bienestar y Cajas de Compensación’.
Sé que hay dificultades en sectores de pequeña empresa. Pero voy a compartir con ustedes un estudio cuyos resultados nos entregaron la semana pasada. Entre junio de 2007 y junio de 2008, los afiliados de las Cajas de Compensación Familiar pasaron de 5 millones 81 mil, a 5 millones 521 mil. Hay un crecimiento del 8,7.
En el mismo período, las empresas afiliadas a las Cajas de Compensación pasaron de 249 mil a 295 mil. Un crecimiento del 18.
Y los aportes a las Cajas de Compensación crecieron nominalmente en más de un 15 por ciento. Es un crecimiento bien importante.
Planilla Integrada de Liquidación de Aportes (Pila)
Incidió la Pila, no hay duda, que mortifica, pero creo que es buena.
Antes de la Pila, había dos problemas, que hemos tratado de corregir con la Pila: con tantas declaraciones de pago, era mucho trámite y facilitaba mucha evasión.
Recordemos cuántos pagos había que hacer: un pago por régimen contributivo de salud, que podía convertirse en tantos pagos, cuantos EPS afiliaran a los trabajadores de la empresa.
Que tengo cinco trabajadores en la empresa, pero el uno está en el Seguro y el otro está en tal EPS y el otro en tal EPS.
Un segundo pago para pensiones con el mismo riesgo.
Un tercer pago para cajas de compensación, Sena y Bienestar.
Y un cuarto pago para riesgos profesionales.
Y se facilitaba mucho la evasión. Los trabajadores le decían a uno: yo estoy en un fondo de pensiones, entonces no me evaden, allá me declaran un millón de salario. Pero me declaran como si percibiera salario mínimo en salud.
Al existir una sola declaración y un solo pago, al trabajador que uno declara le tiene que declarar el mismo sueldo, en pensiones, que en régimen contributivo, que en la declaración de Cajas, Bienestar y Sena, que en la declaración de riesgos profesionales.
Eso ha ayudado. Creo que a la larga les va a facilitar mucho a los empresarios, con la eliminación de trámites. Pero también ayuda mucho a corregir evasión.
La mayoría de los trabajadores que se han afiliado el último año a las cajas de compensación, en ese gran crecimiento, son de salario mínimo. Y la mayoría de las empresas son empresas de menos de nueve trabajadores.
¿Qué pasa? Y aquí viene un gran beneficio para esas empresas. Esos trabajadores empiezan a recibir beneficios, como el del subsidio monetario, a pesar de que esas empresas no alcanzan a compensar. Porque como los trabajadores son de tan bajo nivel salarial, entonces ese subsidio monetario tiene que salir de las empresas grandes que sí pueden compensar, porque tienen muchos trabajadores por encima de cuatro salarios mínimos.
Ahí encontramos un gran beneficio para la pequeña empresa, al afiliar a sus trabajadores a los parafiscales.
Y otro gran beneficio: una pequeña empresa, un pequeño empresario le puede decir a sus trabajadores, le puede decir: los he afiliado a este sistema, ustedes tienen unos beneficios, tengamos prudencia en peticiones salariales.
Nuevos empleos con afiliación
Otra cosa muy buena que acaba de arrojar ese estudio. En ese periodo junio - junio Colombia creó 718 mil nuevos empleos ¿Qué es lo bueno? 442 mil se afiliaron a las cajas. Empezamos a tener que, en ese año, un 61 por ciento del empleo creado fue empleo formal. A revertir la tendencia.
Claro que hemos pedido algo: revisar qué se califica como empleo informal. Todo lo que sea empresa de nueve trabajadores o menos, la califican como empleo informal. Y eso es injusto. La califican como informal. Porque una pequeña empresa de cuatro empleados muy bien pagados, con afiliación a la seguridad social y con una muy buena remuneración, ¿por qué se le va a calificar de informal.
Creo que el país necesita ahí hacer una revisión de la calificación de la informalidad. Se la hemos pedido al Dane, a Planeación Nacional y a los Ministerios. Y esto hay que aclimatarlo en la opinión pública.
Este estudio de las cajas debe estar en la página web del Ministerio de la Protección Social, y es bien importante.
Tasas de interés
¿Que hemos generado los suficientes empleos? No. ¿Que estamos contentos con la reducción del desempleo? ¿Cómo vamos a estar contentos? Pero no podemos olvidar la película: el país en el 2000 tenía un desempleo por allá rayando el 20 por ciento. Siquiera la doctora María Fernanda mencionó lo de las tasas de interés. El miedo nuestro es que si siguen esas tasas de interés así de elevadas, perdamos la dinámica de creación de empleo y perdamos la dinámica de reducción de la pobreza.
Nosotros reconocemos que el Banco de la República ha hecho cosas muy buenas. Yo he dicho en estos días que madrugó a ajustar tasas de interés.
Y eso evitó dos problemas. Estábamos entrando en una fase de exceso de confianza para solicitar y asignar crédito.
Y también el Banco de la República ha evitado que el país entre en lo que sería una sicología de espiral inflacionaria. Todo el mundo se ha vuelto a preocupar para que no dejemos crecer la inflación. Eso es muy bueno. Pero sostener esas altas tasas de interés está mostrando efectos negativos en el consumo.
¿Por dónde se ajustan las empresas? Por las nóminas. ¿Qué le puede pasar al empleo, a la oferta productiva? Una inflación que no es una inflación monetaria, sino que es una inflación de petróleo, de alimentos, con restricciones de oferta productiva, podemos hacer más daño.
El Gobierno quiere hacer todos los esfuerzos, pero manifestamos nuestra preocupación por eso.
Reducción del gasto y reforma administrativa
¿Esfuerzos? Hemos hecho muchos. Cuando a nosotros se nos habla de que reduzcan el gasto. No nos pueden juzgar por billón y medio reducido ahora.
A lo largo del Gobierno hemos reducido siempre gasto. La primera reducción fue de un billón. Y hemos reformado 411 entidades del Estado. Ahí hay una gran reducción de gastos.
Solamente en Telecom nos estamos ahorrando 500 mil millones al año. Porque la vieja Telecom en el proceso está recibiendo de la nueva Telecom el dinero para pagar pensiones, que de otra manera lo tendría que estar recibiendo del Ministerio de Hacienda.
La reforma administrativa nos ha ahorrado 6,28 puntos del PIB, periodo 2002 – 2010, 411 entidades del Estado. Además les ha dado una gran capacidad de inversión. Hay que ver la capacidad de inversión en Telecom, en Ecopetrol, gracias a la reforma.
El ahorro en los hospitales, pero mejorándolos. En el Seguro Social. Yo confío que los colombianos van a encontrar un muy buen resultado en la Nueva Eps. Y no era fácil hacer eso, porque todas estas reformas han tenido un radicalismo ideológico enorme, que se ha opuesto a ellas.
Uno pensaba que era imposible capitalizar a Ecopetrol por el radicalismo ideológico, por ir en contra de la tendencia de la región, que en eso solamente acepta monopolios de Estado; o quitarle al Seguro Social, a esa alianza de politiquería y excesos sindicales, la Eps, y entregársela a una mayoría de cajas de compensación con un Estado como socio minoritario; o la reforma de las clínicas. Una gran ilusión que tengo con Bogotá es que mis compatriotas de Bogotá, en las clínicas del Seguro Social, empiecen a sentir un gran servicio. Porque en casi todo el país eran un desastre.
¿Cómo estamos reformando esas clínicas del Seguro Social? Por ejemplo, las de Bogotá se liquidaron y se le entregaron a una sociedad formada por la caja de compensación Compensar, la Universidad del Rosario y la Fundación Hermanos de San Juan de Dios. Están haciendo una gran inversión y hay un gran manejo.
No es proceso de privatización. Es un proceso de tránsito del desgreño estatal a la eficiencia social. Todas las entidades que las tienen son entidades sociales. Y así las estamos reformando en todo el país con mucha dificultad. Creo que eso va producirle al país muy buenos resultados, en un Gobierno que no está desmantelando el Estado sino reformándolo.
Uno ve a Telecom. Hoy no tenemos sino el 50 por ciento menos una acción. Lo otro es de los socios. Pero estamos al día con los pensionados, va bien la relación con la nómina activa de trabajadores, tiene una gran capacidad de inversión que no tenía, en un país que hoy reclama que se conecte a todas las escuelas con banda ancha, que se lleve el cable a San Andrés, etcétera.
Y hay un patrimonio que vale. ¿Qué nos ganábamos con decir que el Estado colombiano era dueño del ciento por ciento de Telecom, si eso no valía? Ahora vale mucho esa participación patrimonial del Estado en el 50 por ciento menos una acción.
Ese es otro buen tema para el debate político. Es que dicen: ‘Uribe acabó con el patrimonio del Estado’. Creo que estas reformas han incrementado el patrimonio del Estado.
Y que no hemos entrado en lo que fue aquella década de privatización a ultranza de América Latina, sino de este tipo de reformas. Y eso todo ha sido ahorro en gasto público.
Entonces cuando se hacen análisis del gasto público es importante mirar que es urgente aumentar el gasto social, y que el Gobierno ha hecho un gran esfuerzo empezando por esa reforma administrativa.
Política de empleo
En este tema de política de empleo, es bien importante todo ese estímulo a la inversión, mirar la relación entre inversión y crecimiento, entender que el país ha logrado un gran equilibrio laboral. Creo que Colombia tiene un suficiente grado de la flexibilidad para la contratación y el desenganche. Y un suficiente grado de estabilidad para los trabajadores.
Hace dos días le decía a una central: estabilicemos el proceso de legislación laboral, dediquémonos a hacerlo cumplir. Decía: la diferencia de conceptos muestra que estamos en un buen punto de equilibrio.
¿Qué dicen los empresarios? Los empresarios dicen: a pesar de la reforma del año 90, la tabla de indemnización es muy costosa.
¿Y qué dicen los trabajadores? Nos acabaron la tabla de indemnización. Ya es muy barata para el empresario.
Diferencias como esta muestran que el país tiene un buen punto de equilibrio.
Creo que el país tiene cuatro elementos que muy pocas veces se consideran atractivos a la inversión.
El primero es el equilibrio laboral, que lo debemos aprovechar.
El segundo es que el país tiene muy buena gerencia. Lo reconocen en todas partes del mundo. Porque se consigue un gerente o una gerente colombiana. Y los pondera, los califica como gerencia élite, gerencia excelencia. El país tiene muy buena clase trabajadora. Y con el esfuerzo del Sena, todos los días está avanzando más en capacitación. Y el país tiene con quién hacer sociedades.
El inversionista extranjero ve en Colombia un país que tiene con quién desarrollar sociedades. Aquí se encuentran socios. Y eso no lo ofrecen todos los países. Creo que son ventajas bien importantes de Colombia.
Y nuestro tema es que no solamente hay que pensar en el tema de cantidad de empleo sino calidad de empleo.
En el último año no fue tan prodigo en cantidad de empleo. Pero las cifras muestran que junio – julio fue un año en el cual avanzamos en calidad de empleo.
Y es un país que tiene que avanzar mucho en el emprendimiento. Es un país que tiene mucho más vocación por emprender, que por la subalternidad laboral. Aquí todo el mundo quiere tener una pequeña empresa.
Banca de las Oportunidades
Y en eso nos ha ayudado mucho el programa de Banca de las Oportunidades y la Cámara de Comercio.
Quiero darle mis agradecimientos. Porque uno llama mucho a la doctora María Fernanda a molestarla. Y hay pocas oportunidades de agradecer. Esta es una de ellas. Y agradecerles a todos los que nos estimulan con Banca de Oportunidades.
Quiero darles algunos datos a ustedes, apreciados compatriotas. Ya tenemos en Banca de las Oportunidades –donde todos colaboran, cámaras de comercio, la banca, las fundaciones, banca pública, privada, de primero, de segundo piso, mucho municipio, mucho departamento–, ya tenemos 4.334 corresponsales no bancarios. Es el quiosquito en una tienda, en una farmacia, con un motor de computador poderoso, para remplazar la sucursal bancaria costosa.
Tenemos un gran avance en el saldo de cartera. Cuando empezó el Gobierno, los microempresarios colombianos debían 732 mil millones de pesos. Hoy deben casi 7 billones. O sea que hemos multiplicado la cartera en favor de los microempresarios por diez. Eso ayuda mucho a superar exclusión social.
En el segundo Gobierno nuestro se han otorgado 2 millones 760 mil microcréditos: 890 mil a personas que por primera vez reciben un crédito institucional. Que debían en el mercado de usura. Eso sí que es importante: cuando un colombiano hace tránsito de la prendería, del mercado de usura, al crédito institucional.
Por eso insistimos todos los sábados. A mí me llaman. Me dice un tía en Medellín: ‘Quería ver el Consejo Comunitario, pero la misma cosa tuya, tan cansón: que el cheque, que preguntándole a la señora si debía o no, que si tiene empeñada la plancha o no, que en qué va invertir’.
Le digo: si esto no tiene constancia, si no se hace una pedagogía a toda hora, no hacemos este tránsito del mercado de la usura a la financiación formal.
Es que conseguirle un crédito a un riquito organizado, es muy fácil. Conseguirle un crédito a una señora que tiene una venta callejera, un crédito de 400 mil pesos, es muy difícil. Eso necesita una gran devoción de todos.
El último año la bancarización colombiana creció 10 puntos: paso de 47 al 57. Que es muy baja. Pero haber crecido 10 puntos en un año, indica que ese esfuerzo que ustedes están haciendo es un esfuerzo bueno.
Claro que estoy acostumbrado. Cuando venimos a la ferias de crédito, a la Cámara de Comercio, el auditorio se llena de los que reclaman. Y está bien.
Porque los que ya tienen resuelto el problema del crédito, se quedan ese día atendiendo su negocio. Vienen los que no lo tienen resuelto. Pero ese es nuestro deber.
Por eso el Gobierno no puede vivir del power point. Porque el power point allá en la Presidencia, solamente le muestra a uno en la pantalla lo bueno.
El Gobierno tiene que vivir es del people power. Porque es la gente de carne y hueso la que le dice a uno qué le duele.
Aquí está el doctor Figueroa, y él me corregirá. Antes la cartera de los microempresarios representaba el 1,5 de la cartera del sistema financiero colombiano. Hoy representa el 5,5.
Creo que esa es una expresión de política social bien importante. Un país que tiene que superar esa exclusión social.
Revaluación
Déjenme referirme al tema de la revaluación y al tema de infraestructura de Bogotá.
Hemos hecho todos los esfuerzos. En el primer semestre nos gastamos 614 mil millones para apoyar a empresarios afectados por revaluación, a condición de que preservaran las nóminas de empleo.
Estamos próximos a expedir el Cert laboral. Por fortuna, la tasa de cambio en los últimos días ha venido trayendo algún alivio. Ojalá se mantenga.
Segundo: tenemos unas reuniones los martes, a primera hora, con sectores muy afectados: sector calzado, cadena textil-confecciones.
Hay muchos desacuerdos. Una cosa piensa el productor y otra cosa piensa el importador.
El importador dice: es que yo necesito importar porque es más barato o porque necesito una materia prima que aquí no la producen, tengo que agregarle valor agregado a mi producto con esa materia prima importada.
Pero creo que el conjunto de normas que venimos produciendo, va logrando un equilibrio.
Por ejemplo: este 30 se acaba la vigencia del decreto de los contingentes para productos chinos. La discusión nos llevó a que no podíamos prorrogarlo. Pero sí crearle un arancel más alto a la importación de estos productos provenientes de China, con un precio de importación inferior al precio de referencia.
Y también elevamos el precio de referencia, de acuerdo con la inflación china. Y se ha facilitado que las personas naturales puedan ser usuarios aduaneros permanentes, para que no tengan tantas dificultades.
Vamos a seguir en esa tarea, todos los martes, a las 7:00 de la mañana, a ver si logramos resolver una gran cantidad de problemas que afloraron en su magnitud con esta crisis que hemos tenido de tasa de cambio. Seguiremos en ese tema.
Infraestructura
Gran limitante de productividad, de competitividad, el tema de infraestructura.
Bogotá. Quiero reiterar ante ustedes el compromiso con la infraestructura competitiva de Bogotá, con la Alcaldía, con la Cámara de Comercio, con el señor Gobernador de Cundinamarca, líder del concepto de Ciudad Región.
Empecemos por el Pacífico. El corredor Bogotá-Buenaventura, 580 kilómetros. Bogotá-Girardot está avanzando bien la doble calzada. Está avanzando con el Túnel del Boquerón. Tiene un atraso en la variante de Melgar. Ya se está construyendo el puente sobre el Río Sumapaz en Melgar.
Había preocupación por la variante Fusagasugá. Se concluyó. No han terminado las obras de un intercambio en el extremo oriental de la variante de Fusagasugá. Aquí en la Sabana debe empatar con la Vía Alo.
El Gobierno Nacional ha avanzado bastante en la Vía Alo, solamente por un carril.
Ahora, como lo hemos hablado con el señor Alcalde, nos tiene que ayudar el Distrito, acelerando un puente y una conexión. La Vía Alo está llamada a poder hacer el cruce sur-norte de Bogotá por el occidente.
Ojalá podamos hacer la segunda calzada y ojalá se pueda reservar ahí muchas tierras, para que eso no se vaya a convertir en otra calle de una nueva densificación.
Es la gran preocupación que le queremos transmitir al Distrito sobre la vía Alo.
Siguiendo con la doble calzada. Diría que va a muy buen ritmo hasta San Rafael, un poquito más allá de Girardot, al otro lado del Río Magdalena, allá en el Tolima.
El trayecto de allí a Ibagué y a la Línea: está contratado. El contratista líder es Colpatria. Ya empezaron obra. Yo fui a inspeccionarla. Lo que pasa es que los frentes de obras no se ven, porque son unos descapotes distantes de la actual carretera. Pero eso va bien.
Túnel de la Línea. Están construidos varios de los viaductos y se construyó el túnel básico. Ya lo cruzamos.
Estamos esperando la nueva licitación. Ojalá tenga éxito. Fecha límite para presentar propuestas: el 30 de septiembre.
Eso nos resuelve el problema hasta Calarcá.
Va muy bien la Autopista del Café. Se superó el pleito, le inyectamos unos recursos adicionales, va bien, pero no tenemos despejado cómo vamos a hacer la doble calzada de Armenia, por La Tebaida, a La Paila. Ese trayecto nos falta.
En el Valle del Cauca: prácticamente está listo todo el trayecto de la doble calzada, en lo que es el Plan del Valle.
Buga-Buenaventura. Les dio esta noticia: solamente nos falta por contratar 14 kilómetros.
El resto del kilometraje de doble calzada entre Buga y Buenaventura, está contratado.
Y en Buenaventura se están haciendo unas inversiones portuarias, que valen mil millones de dólares. Creo que ahí hay un proyecto, en pleno proceso de ejecución, que le va ayudar mucho a la competitividad de Bogotá.
Bogotá-Santa Marta. Se resolvió el pleito con Commsa. Diez años de pleito. Ahora, con estructuración del Banco Mundial, nos aprestamos a sacar la contratación de la doble calzada Bogotá-Santa Marta.
Haré todos los esfuerzos, en estos 23 meses de gobierno que nos quedan, para que quede bien contratada esa doble calzada, iniciada y asegurada su ejecución. Creemos que eso va ayudar mucho a Bogotá y al país.
La doble calzada Bogotá-Duitama-Sogamoso. Va bien adelante. Prácticamente concluidos los 16 – 17 kilómetros del paso de Tunja.
¿Qué sigue ahora? Contratar lo que falta por rectificar y pavimentar, para bajar de Sogamoso a Cusiana. Porque esa es una gran salida al Llano.
En los próximos días abriremos la licitación para rectificar y pavimentar lo que falta para bajar del Sisga al Llano y para bajar de Chiquinquirá al Río Magdalena.
En la carretera del Carare, de Landázuri, que es bien importante para Bogotá, para bajar al Río Magdalena por Barbosa-Vélez, vamos abrir la licitación para contratar el único pedacito que nos falta, que es entre Landázuri y Cimitarra. Lo otro está hecho.
Esto en cuanto a algunas carreteras.
Ustedes saben cómo se ha avanzado en el Transmilenio. Hemos pasado de 32 kilómetros a 84. El Distrito financia el 30 y la Nación financia el 70.
Creo que el Distrito ya adjudicó, está por empezar obras, si no ha empezado, de la 26 y de la 10.
Con el señor Alcalde y el señor Gobernador hemos hecho este acuerdo:
La Nación aporta las vigencias futuras.
Hasta el año 2016 tenemos obligaciones con el Transmilenio. De ahí en adelante, seguir con un alto ritmo de obligaciones con Bogotá. Definido desde ya en vigencias futuras. Se le dijo al señor Alcalde: el Gobierno Nacional le entrega las vigencias futuras para el Metro.
¿Cuál es el acuerdo?
Como hay la posibilidad de construir primero el Tren de Cercanías que el Metro, apoyar el Tren de Cercanías, sin perjuicio de apoyar el Metro.
Hay que hacer los dos. Pero como hay que llevarlos ordenaditos en el tiempo, que las primeras vigencias futuras sean para aquello que tiene la posibilidad más rápida, que es el Tren de Cercanías.
Ojalá podamos dejar contratados los primeros tramos del Tren de Cercanías.
Esto en cuanto a algunas obras de la ciudad para su competitividad y su calidad de vida.
Despedida
Doctora María Fernanda: ¿cuándo venimos aquí al temita aquel difícil del crédito? ¿Usted nos tiene una nueva fecha? Creo que ya está definida.
Entonces ese día habrá el conversatorio de siempre, para tratar de resolver problemas.
Quiero reiterar hoy, ante este auditorio de la Cámara, todo el compromiso con la Capital de la República, con su competitividad, con los empresarios de la Capital de la República, con el empleo en Bogotá, con su infraestructura.
Y quiero felicitar a la Cámara.
Voy a llamar al Ministro de Obras a decirle: ‘Se dejó ganar de la Cámara de Comercio’. Porque viven de inauguración en inauguración. Ojalá al Gobierno le tocara eso.
Doctora María Fernanda y distinguidos integrantes de la Cámara: muchas, muchas felicitaciones a todos ustedes”. |