La Superintendencia de Notariado y Registro desmontó, en ese departamento, operaciones de toma de tierras mediante acciones fraudulentas. El Ministro del Interior y de Justicia, Fabio Valencia Cossio, dijo que con esta recuperación se reconocen propiedades y derechos de las etnias chocoanas.
Bogotá, 29 ago (SP). El Gobierno Nacional, a través de la Superintendencia de Notariado y Registro, recuperó en el Chocó, en menos de dos años, más de 24 mil hectáreas de tierras que habían sido arrebatadas a las comunidades étnicas mediante acciones fraudulentas.
Los dolosos propietarios adquirían terrenos pequeños y luego sus extensiones las multiplicaban por diez, con lo se apropiaban de predios de comunidades raizales.
El Ministro del Interior y de Justicia, Fabio Valencia Cossio, dijo que con esta decisión se ha hecho justicia. “Los terrenos los recuperamos y se los devolveremos a quienes les habían arrebatado las propiedades y sus derechos a las comunidades étnicas”, subrayó.
Por su parte, la Superintendente de Notariado y Registro, Lida Salazar Moreno, indicó que su despacho tomó el caso tras un informe que recibió del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder) de seis títulos que carecían de validez jurídica en los territorios colectivos de Jiguamiandó y Curvaradó, en el Bajo Atrato chocoano.
Esta es una zona humanitaria y de biodiversidad en límites con Antioquia y sus legítimos propietarios, las comunidades étnicas, están a la espera de un proceso policivo para su toma de posesión.
Las tierras perdidas
Entre 1990 y 1992, el Incora produjo 12 resoluciones adjudicando baldíos por más de 131 hectáreas en el Bajo Atrato chocoano.
Con el paso de los años y mediante sucesivas ampliaciones que reclamaron, estos adjudicatarios fueron agregando tierras vecinas a sus predios y los hacían figurar como de su propiedad.
Uno de los casos fue el predio ‘La Nevera’, que originalmente fue adjudicado en 33,52 hectáreas y se convirtió, a través de las llamadas “accesiones”, en 4.421 hectáreas.
Lo mismo pasó en el predio ‘Santa Teosita’, que pasó de 18,35 hectáreas a 5.927 hectáreas.
El terreno ‘Bellavista’ fue originalmente adjudicado por 23,68 hectáreas y sus propietarios se expandieron a 2.627.
El sitio ‘Para qué más’, pasó de 55,42 hectáreas a 5.055 hectáreas, siempre en detrimento de las comunidades étnicas.
Ventas irregulares
Buena parte de estos falsos propietarios vendieron a terceros las tierras mal habidas, lo cual hizo dispendioso para la Superintendencia de Notariado y Registro el proceso de recuperación.
Hubo, además, 8 resoluciones denunciadas como falsas por 6.502 hectáreas, que también fueron recuperadas.
La labor de la Superintendencia de Notariado fue dispendiosa, pues durante casi dos años tuvo que desentrañar todas las operaciones que fueron montando irregularmente los falsos propietarios y llegó, incluso, a consultar al Consejo de Estado para la toma final de las decisiones. |