Bogotá, 3 dic (SP). Reiterando el compromiso de Colombia con el respeto de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, y después de un cuidadoso análisis por parte de la Cancillería y el Ministerio de Defensa, el Gobierno Nacional tomó la decisión de suscribir la Convención sobre Municiones en Racimo, la cual se firmó en la Conferencia Diplomática que se está llevando a cabo en Oslo, Noruega, del 2 al 4 de diciembre.
La Embajadora Clemencia Forero Ucros, Representante Permanente de Colombia ante la Oficina de Naciones Unidas y Organismos Internacionales con sede en Ginebra, presidirá la Delegación Nacional en Oslo, como designada plenipotenciaria para firmar la Convención en nombre de Colombia. La acompañarán, como parte de la Delegación Nacional, el General Eduardo Behar Benítez, Inspector General de las Fuerzas Militares, del Ministerio de Defensa.
“Las municiones en racimo son una clase de armas convencionales que han sido diseñadas para dispersar o liberar cientos o miles de submuniciones explosivas. La Convención sobre Municiones en Racimo, al igual que la Convención de Ottawa sobre minas antipersonal, surgió de la preocupación por el impacto del uso de estas armas y sus efectos indiscriminados en la población civil. Estas dos Convenciones tienen una motivación y un objetivo eminentemente humanitario, y por lo tanto tienen vocación universal. Ambas establecen el compromiso de nunca emplear, desarrollar, producir o adquirir dichas armas, así como el compromiso de su destrucción”, dijo la Cancillería en un comunicado de prensa.
La Convención sobre Municiones en Racimo está estrechamente relacionada con la Convención de Ottawa, ya que tanto las municiones en racimo como las minas antipersonal, por su naturaleza, pueden causar el mismo sufrimiento, y tienen un impacto indiscriminado y efectos similares a largo plazo.
“Por ello el Gobierno Nacional ha querido suscribir la Convención sobre Municiones en Racimo, como una muestra más de su compromiso con el derecho internacional humanitario y de que no admitirá el uso de armas de efecto desproporcionado e indiscriminado, como las municiones en racimo y las minas antipersonal, causantes de inmenso sufrimiento prolongado y contaminación de áreas a largo plazo”, informó la Cancillería.
Y agregó: “Colombia confía en que la Comunidad Internacional en su conjunto comparta las preocupaciones de tipo humanitario que motivaron la Convención y suscriban este importante Tratado”. |