Salvador de Bahía, Brasil, 17 dic (SP). “En Colombia siempre hemos creído en proyectos de concertación internacional, con nuestras características políticas, sociales y económicas y con nuestra vocación democrática y latinoamericanista. Somos y seremos siempre parte de la mayoría de los organismos, de los foros y de los mecanismos de la región.

En estos diversos procesos de integración y de concertación -y tenemos que ser pragmáticos- siempre nos encontramos con que las agendas de unos y otros en muchas ocasiones se duplican y se quedan en eso: en agendas. Nos encontramos, igualmente, con que las decisiones de estos organismos de integración se asemejan y se quedan en eso, en decisiones; pero no se ejecutan.

Por eso es de gran importancia la decisión de Grupo de Río de incluir a Cuba y de abrir las puertas para que otras repúblicas del Caribe se integren. Fortalecer el Grupo de Río nos parece fundamental y hacer que sus decisiones se conviertan en decisiones que se ejecuten nos parece el camino indicado.

Pero también somos conscientes de la oportunidad que tiene Colombia de articular algunos de estos procesos de integración. También somos conscientes de que esta convocatoria que ha hecho el Presidente de Brasil (Luiz Inácio) Lula es espacio de convergencia dentro de los diferentes procesos de integración que se han venido construyendo en América Latina y el Caribe desde hace varias décadas.

Sin embargo, creemos que lo que realmente se requiere son verdaderas acciones de integración y hago eco de las permanentes quejas de muchos de los aquí presentes sobre la lentitud para que las decisiones se conviertan en realidad; sobre las burocracias que impiden que ellas se conviertan en hechos.

Necesitamos acciones concretas de integración que unan nuestros países; necesitamos proyectos concretos de integración que beneficien a nuestros pueblos.

Sin duda, en materia energética hay una gran oportunidad y es de la mayor importancia consolidarla; aumentar esa  seguridad energética.

¿Cuánto le ha costado a las islas del Caribe, a Centroamérica, a Colombia, a Cuba, al Caribe, el aumento en el precio del petróleo? El uso de esos recursos se podría ir para salud, para educación, pero todo se ha ido en pagar las cuentas del petróleo.

Por eso es fundamental esa seguridad energética, es vital diversificar las fuentes de abastecimiento, es importante proteger el medio ambiente, pero también es clave optimizar costos.

Colombia es una puerta giratoria entre norte, centro y sur América y esa situación geográfica nos da la oportunidad de hacer proyectos de interconexión, de convertirnos no solo en la puerta de entrada sino en el punto que conecte nuestra región.

Colombia tiene el interés y la voluntad de hacer realidad proyectos de interconexión eléctrica que beneficien a las naciones centroamericanas.

Colombia tiene un potencial de 90 megavatios, es la más barata que todavía se produce. Por eso es importante ver que esta diversidad la podemos desarrollar conjuntamente; esta electricidad, que es renovable y que no es contaminante, puede convertirse en una salida  para la sostenibilidad eléctrica de los países del Caribe, de Centroamérica y de los países vecinos.

Y hemos ido ya haciendo cosas. Con Ecuador tenemos interconexión eléctrica desde hace varios años. Con Venezuela, igualmente, ya la tenemos: regiones apartadas de Colombia reciben energía de Venezuela. También con este país tenemos una interconexión de gas que se demoró años pero es ya una realidad.

Con Panamá estamos trabajando en interconexión eléctrica a través de cables submarinos. Se ha demorado pero estamos a punto de lograrlo. Se está estudiando interconexión por cable submarino con Puerto Rico también. Sería el cable submarino de interconexión eléctrica más largo del mundo. Pero, ¿por qué no puede ser con República Dominicana? ¿Por qué no puede ser con repúblicas centroamericanas? ¿Por qué no, con otras islas del Caribe?

Igualmente, en materia de combustibles estamos trabajando con distintos países. Estamos desarrollando tecnología propia, estamos en  proyectos, ya tenemos plantas piloto en países centroamericanos y del Caribe de energía sin afectar la seguridad.

Cambio climático

Sin duda, el cambio climático es hoy un problema global que tiene que ser afrontado de manera justa y equitativa por parte de la comunidad internacional.

Ya sentimos todos el impacto de ese cambio climático: las inundaciones de Colombia; los huracanes en Cuba; las inundaciones del sur del Brasil, para solo mencionar algunos fenómenos.

Estos impactos son de tal gravedad que marcan el desarrollo del planeta, marcan las generaciones futuras. Por eso entendemos que la preocupación es de todos los Estados caribeños, de todos nuestros países que afrontamos el calentamiento global y coincidimos absolutamente con el Primer Ministro de Guyana, para crear un frente común latinoamericano y caribeño para todos.

Estamos ahora en las negociaciones donde la prevención de la deforestación también entra a jugar. Que la no destrucción de nuestras selvas tenga un valor.

Hoy, la deforestación genera el 20 por ciento del calentamiento global del mundo. Por eso la protección de nuestros bosques y nuestras selvas. Los mecanismos de compensación tienen que ser prioridad en las agendas para ser protegidos por toda América Latina. Los mecanismos de recomendación y cooperación tienen que ser fundamentales en América Latina. Tenemos que llegar a esas negociaciones con una agenda común.

Igualmente, el cambio climático va a requerir de nuestros países cada vez más fondos y cooperación. La mayoría de nuestros países no somos emisores de gases de carbono, no contribuimos al calentamiento global. Pero el daño no es compensado y por eso se requiere que trabajemos conjuntamente.

Para las catástrofes que han sucedido en países de nuestra región, siempre la ayuda y la solidaridad deberían ser causas comunes. Es necesario que existan más protocolos de cooperación entre nuestros países para que cuando estas catástrofes sucedan todos estemos ahí, colaborándonos. El propósito de integración es importante.

Nuestro propósito tiene que ser el de sumar y no el de restar y confrontar. Es importante que estas alianzas creadas se fortalezcan, que generemos mínimos comunes en energía, en conservación, para ponernos rápidamente de acuerdo y lograr tener una voz única y para que el diseño de nuevos instrumentos y la consolidación de mecanismos sea rápida.

Pero integración también significa valorar lo hecho, valorar organizaciones como la OEA que siempre nos ha brindado espacios de diálogo. Por eso es clave que nos vean siempre abiertos y dispuestos a buscar soluciones a los problemas que tenemos.

Este espacio nos ha permitido una base de diálogo siempre abierto y siempre dispuesto a buscar soluciones a muchos de los problemas que tenemos ahora; consensos para problemas de derechos humanos, de lucha contra el terrorismo, de lucha contra la delincuencia organizada transnacional, entre otros.

Por eso la importancia de mejorar la cooperación caribeña.

Debemos siempre mirar hacia delante, sin espejo retrovisor y sin excluir socios ni países de la comunidad internacional. Es decir, sin repetir errores del pasado que todos cometimos, producto de coyunturas políticas o de ideologías que nos enfrentan y que no tienen porqué enfrentarnos.

Estamos a las puertas de una nueva administración en los Estados Unidos. Una nueva era a cargo de un norteamericano de descendencia africana, algo que ninguno de los que estamos aquí pensábamos que era posible hace apenas un año.

Esto abre la posibilidad de una nueva relación entre los Estados Unidos con América Latina.

Aprovechemos este nuevo momento. Abramos las puertas para que esto nos consolide, para así lograr esa América incluyente. Para que esa América en donde todos quepamos sea una realidad. Esa América Latina en que las soluciones conjuntas se conviertan en propósito común. Esa América donde la diferencia pueda ser allanada a través del diálogo y de la cooperación y de mecanismos de cooperación intrarregional; mecanismos valiosos, todos, que ameritan fortalecerse.

Debemos fortalecernos para que el espíritu que hemos visto en estos dos días de diálogo franco prevalezca. Para que América Latina sea una y una en la que todos, absolutamente todos los que estamos aquí podamos aprovechar nuestras diferencias para marchar unidos hacia el desarrollo, la paz, la justicia social y la lucha contra la degradación ambiental.

Muchas gracias”.