El Gobierno Nacional invirtió 33 mil millones de pesos en el programa Resa, el cual ejecutó 71 proyectos que fomentaron el autoconsumo de alimentos en los hogares beneficiados.

Bogotá, 16 ene (SP). En lo corrido del 2007, más de 133 mil familias campesinas, urbanas e indígenas de todo el país, se beneficiaron del programa Red de Seguridad Alimentaria (Resa), que impulsa la Agencia Presidencial Acción Social, el cual busca garantizar el autoconsumo de alimentos.

Para cumplir con este propósito se invirtieron recursos por más de 33 mil millones de pesos (21 mil millones aportados por Acción Social), en la ejecución de 71 proyectos: 46 para familias campesinas, 10 para familias de áreas urbanas, y 15 para comunidades indígenas.

El año pasado se aprobaron 46 proyectos de Seguridad Alimentaria por 21 mil millones de pesos, para 80.561 familias campesinas ubicadas en las áreas rurales de 21 departamentos. Se destaca la llegada del programa a Guainía y Atlántico.

A través del Resa Urbano, un proyecto que se dirigió a ciudades receptoras de población desplazada, se aprobaron 10 proyectos para vincular a 21.391 familias en 12 municipios de siete departamentos. Se invirtieron más de 4 mil millones de pesos.

Para comunidades indígenas, Resa aprobó 15 proyectos, los cuales lograron la vinculación de 31.992 familias, de más de 20 comunidades indígenas ubicadas en 12 departamentos. El programa demandó recursos por más de 7 mil millones de pesos.

Acción Social indicó que estos proyectos se desarrollaron a través de la firma de 12 convenios: dos con la Federación Nacional de Cafeteros, uno con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), y nueve de cooperación y cofinanciación.

Desde sus inicios en el año 2003, el Programa Resa ha llegado a más de 596 mil familias en 911 municipios del territorio nacional. Los beneficiarios que se encuentran en el área rural, representan el 23,6 por ciento de la población rural del país.

A través de Resa, el Gobierno Nacional busca estimular la permanencia en el campo de la población en riesgo de desplazamiento, y permitir el retorno de la población desplazada a sus tierras, recobrando su capacidad productiva.