Ante líderes políticos, periodistas y académicos de 20 países del mundo, el vicepresidente de la República, Francisco Santos, explicó por qué las Farc son la principal amenaza terrorista de occidente. Igualmente, pidió una condena más enérgica para los grupos activistas que apoyan las acciones de este grupo guerrillero.
Bogotá, 18 ene (SP). “Nadie puede olvidar que estamos enfrentando la amenaza terrorista más poderosa, mejor financiada y más experimentada de todo el hemisferio occidental”.
Así lo expresó el vicepresidente de la República, Francisco Santos Calderón, al pedirle a la comunidad internacional considerar a las Farc tan terroristas como el grupo islámico Al Qaeda.
En su intervención durante la Primera Conferencia Internacional sobre Radicalización y Violencia Política, realizada este viernes en Londres (Reino Unido), Santos rechazó enfáticamente que las Farc tengan algún proyecto político.
El funcionario señaló que esta agrupación miente al pretender justificar ante el mundo el secuestro de mujeres y niños desde hace décadas. Agregó que es imposible ignorar su hipocresía cuando liberaron a dos mujeres después de seis años de cautiverio, al tiempo que secuestraban a otras seis personas, entre ellas un ciudadano noruego.
“Las Farc han utilizado la palabra ‘pobreza’ como excusa para borrar los conflictos éticos del uso de la violencia, en medio de un régimen democrático (…) pero en todo lo que hacen esconden la verdad, esconden la falta de una base política y, sobre todo, ocultan su persistencia en usar la violencia en contra de la opinión pública y de la Nación entera”, puntualizó.
Santos dijo que aún cuando en el mundo caía el muro del Berlín y se hacían las negociaciones para resolver los conflictos en Centroamérica, las Farc pasaron de ser uno de los movimientos menos radicales y más transformistas, a la guerrilla más “cruel y sangrienta que ha existido en el continente americano”.
Este cambio fue posible debido a factores como la capacidad de enriquecimiento que adquirieron las Farc a través del secuestro y del narcotráfico, cuyo monto puede exceder los US $800 millones al año, y por el apoyo, a nivel internacional, que han recibido de ciertos sectores ingenuos y/o activistas de corte radical.
“Y me refiero al aliento que sienten los terroristas cuando sectores de la comunidad internacional son tímidos en su condena y combate, les prestan ayuda o los miran con simpatía. Nada más desmoralizante para el pueblo que sufre el azote de los ataques indiscriminados, de las bombas, del secuestro, del uso de la fuerza para obligar a actuar conforme a los designios de los violentos, de los tratos crueles y degradantes, para quienes sufren el reclutamiento forzado de menores, el desplazamiento y el asesinato”, dijo el Vicepresidente.
Expresó su preocupación por la permisividad e inacción que demuestra la legislación de algunos gobiernos, en respuesta a las actividades de algunos grupos que creen en la violencia armada de estas organizaciones armadas ilegales.
“Colombia cree en la protección de la libertad. Pero esa libertad debe ser ejercida con respeto a los derechos humanos, la democracia y la coexistencia pacífica”.
Finalmente, el Vicepresidente reiteró la importancia de unir un esfuerzo global para combatir el tráfico de drogas y armas, la venta de precursores químicos y dineros ilícitos, ya que estos delitos son los principales recursos y facilitadores del terrorismo.
En la conferencia internacional, que duro dos días y finalizó este viernes, participaron, también, la ministra del Interior del Reino Unido, Jacqui Smith; el secretario General del Consejo de Europa, Terry Davis; la ex presidenta de Irlanda, Mary Robinson, y el senador norteamericano Chuck Hagel. |