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Enero 29

Palabras del Presidente Uribe en la entrega del certificado ISO 9001 al Ministerio de Agricultura

Bogotá, 29 ene (SP). “Quiero, primero que todo, felicitarlos. A usted señor Ministro, a sus compañeros, por este gran logro, que al otorgarle estas certificaciones por parte del Icontec al Ministerio, registra el Icontec que el Ministerio ha hecho este gran esfuerzo de eficiencia, este gran esfuerzo de eficacia, este gran esfuerzo de transparencia.

Muchas gracias doctor Norman (Pineda, director del Icontec), por esta tarea que viene cumpliendo el Icontec con tantas de las entidades del Estado colombiano.

Quiero felicitar a cada uno de los integrantes del Ministerio de Agricultura, de sus diferentes entidades, por este logro. Al ex viceministro Fernando Arbeláez, quien ejerció tanto liderazgo para esta magnífica meta del Ministerio, a cada uno de quienes ha puesto su granito de arena, para algo que hoy estamos celebrando.

Aspiramos que 2008, sea un año en el que podamos decir que todas las entidades nacionales están certificadas, y que podamos tener un gran avance en la calificación de la Contraloría, no solamente en los fenecimientos de cuentas sino en las calificaciones de eficiencia.

El Ministro nos ha anticipado que con el esfuerzo que están haciendo, esperan obtener un gran avance en la calificación de eficiencia por parte de la Contraloría General.

Nosotros queremos, un Estado más al servicio de la comunidad, un Estado en el cual la comunidad tenga confianza, un Estado del cual la comunidad se tenga que quejar lo menos.

Nuestra tarea no ha sido desmantelar el Estado, pero tampoco insistir en el Estado burocrático.

El Estado Comunitario que hemos propuesto a los colombianos, exige un Estado vinculado permanentemente con la comunidad, generador de confianza en la comunidad.

La obtención de estos certificados, se orienta hacia allá, indica que las diferentes carteras que lo están haciendo van por buen camino.

Aspiramos, que cuando se examine nuestro Gobierno, puedan ver los analistas y posteriormente los historiadores, un gran esfuerzo en la reforma de la administración pública.

Hemos reformado más de 415 entidades del Estado. Empezamos con Telecom, una de las últimas, la capitalización de Ecopetrol. Hemos reformado 220 hospitales.

Recuerdo lo difícil que fue emprender la tarea de reformas en el Ministerio de Agricultura, la liquidación de una serie de entidades, la creación del Incoder, ahora nuevamente reformado, lo difícil que ha sido el proceso de llevar a buen término una serie de liquidaciones que venían de tiempo atrás, pero esta tarea ejercida e impulsada todos los días con entusiasmo, tiene que dar sus frutos.

Tenemos confianza en la institucionalidad que se ha venido creando en el Ministerio, un Ministerio que cuesta hoy menos en lo burocrático, pero que tiene más recursos para inversión.

El país no nos perdonaría, si el incremento de recursos al cual se ha referido el señor Ministro, se estuviera dilapidando en el costo burocrático. Yo creo que lo importante es hacer coincidir ese incremento de presupuesto para el Ministerio, con una reducción de costos burocráticos, una readecuación institucional, un mayor compromiso con la inversión y una mayor vocación de servicio, como cultura transversal en todas las entidades del Ministerio de Agricultura. Creo que eso es bueno.

Se han hecho unas reformas institucionales, hay menos costo burocrático, más recursos de inversión, que es lo que necesita la sociedad colombiana, y más compromiso, más cultura de servicio y de integración con la comunidad, de parte de todos los funcionarios del Ministerio de Agricultura.

Pero estas tareas hay que seguirlas todos los días. En una Patria con tanta pobreza, con tantos problemas, como la nuestra, nadie se puede declarar satisfecho con lo que ha hecho en el Estado. Hay que dar un pasito, y a emprender el camino para dar los siguientes.

Por eso el Ministerio de Agricultura hace bien cuando se propone a hacer todos los esfuerzos, para obtener las mejores calificaciones de la Contraloría General.

Y el Gobierno en su conjunto, tiene que pensar, tenemos que pensar todas las instituciones que nos faltan para reformar, para poderlas reformar en estos dos años y seis meses que nos quedan de administración.

Y en buena hora llegan estas reformas, porque le ha llegado la oportunidad en el mundo a la producción de alimentos.

Instrumentos de apoyo

Unas reformas necesarias para poder implementar bien los instrumentos que existían para apoyar al sector agropecuario, que se han reforzado y los que se han creado, como la Ley Agro Ingreso Seguro, que es bien promisoria. Uno siente entusiasmo en todo el país con la Ley Agro Ingreso Seguro.

El ICR (Incentivo a la Capitalización Rural), que viene de atrás, que nos ha tocado muy difícil en el frente fiscal.

Cuando propusimos la Ley Agro Ingreso Seguro, la gran incógnita era: ¿Tendremos los recursos fiscales para financiarla? Lo hemos logrado. Yo veo hoy más tranquilo el sector en materia fiscal que lo que estábamos en los primeros años de Gobierno.

En los primeros años de Gobierno nos podía el pánico por déficit fiscal, por el endeudamiento. A casi nada nos atrevíamos. Era temor para autorizar cualquier peso, para proponer cualquier peso.

Fue muy difícil también financiar el ICR, instrumento muy bien concebido por administraciones anteriores.

Afortunadamente, y desde el principio del Gobierno, pudimos mantener el compromiso que había contraído al final la administración presidencial anterior - siendo Ministro de Hacienda el doctor (Juan Manuel) Santos- para ayudar al precio de los cafeteros, que a medida que se vino recuperando la cotización internacional, pues ya no fue necesario seguir pagando esa contribución a los cafeteros, pero en este momento tenemos un gran compromiso, que es el de ayudar a la renovación cafetera, que es una de las actividades más importantes para el agro campesino.

La renovación cafetera es equivalente a garantizar que los campesinos permanezcan en sus parcelas. Si no hay renovación cafetera se envejece una plantación, el campesino que tiene dos hectáreas las vende por 40 millones, emigra con su familia a algún cinturón tugurial de cualquier ciudad, y además agudiza el problema de escasez de mano de obra en el campo, porque hay una contradicción, la contradicción entre el desempleo rural y la escasez estacional.

En muchas partes del país le dicen a uno: “no hay con quien recoger la cosecha de café, no hay con quien recoger la cosecha de algodón”. Viendo al Secretario de Agricultura del Valle del Cauca, yo creo que la nueva generación de vallecaucanos no va a querer ser corta caña. El proceso educativo lleva a que la gente quiera ir avanzando en la escala de oficios.

Cuando nosotros logramos renovar la caficultura, mejorarle los ingresos al campesino-propietario a través de programas de renovación de café, pues también se ayuda a que él permanezca en el campo. Y el campesino cafetero es la gerencia, la mano de obra de su propia parcela y es también la mano de obra de la finca cafetera vecina.

Estos programas son muy importantes, que por fortuna se han podido financiar.

Distritos de riego

Los distritos. Yo celebro que estemos avanzando en esos dos grandes sueños del país: el distrito del río Ranchería y el distrito del Triángulo del Tolima.

Pero tenemos que ser conscientes dónde vamos y qué falta.

En Ranchería preocupa mucho la distribución del agua y preocupa mucho la operación del distrito. Por eso, este año tiene que ser un año en el cual concretemos la concesión. El Estado con sus recursos debe concluir las obras básicas, que van a tener un costo cercano a los 400 mil millones (de pesos). Y se debe obtener un concesionario que haga unas inversiones en los canales de distribución y que opere el distrito.

Y hay que empezar desde ya la tarea de convenir con los propietarios de esas 20 mil hectáreas de Ranchería, qué es lo que se va a sembrar allí, porque sería muy triste dotar eso de riego para que simplemente sigan teniendo una vaca en cada dos hectáreas.

El país tiene que aprovechar la circunstancia de que vamos a tener en La Guajira y también en el sur del Tolima agricultura en desierto con agua, que es la más productiva del mundo, para poner allí una gran plataforma exportadora y agregación de valor, con la ventaja de que esa plataforma en La Guajira está muy cerca del mar.

Ahí tenemos nosotros un reto Ministro (de Agricultura), un gran reto que es el concesionario, y un gran reto que es la definición de lo que allí se va a cultivar.

Creo que hay que pensar en lo que está haciendo el Perú, que con unos distritos de riego menos grandes de lo que aparecen en la ponderación internacional, en zonas desérticas, ha logrado unas grandes plataformas exportadoras.

Y en el Tolima lo mismo, porque ese sur del Tolima también es muy desértico. Con la diferencia frente a La Guajira de que en ese sur del Tolima estamos bastante lejos del mar, pero con la posibilidad de la doble calzada con el túnel a Buenaventura, con la posibilidad del ferrocarril cuya reconstrucción ya va al sur de La Dorada, con la posibilidad de recuperar la navegación del río Magdalena.

Y es muy halagadora la política de apoyar con la Ley Agro Ingreso Seguro (AIS) los pequeños distritos. En el país hay avidez por distritos, y la gente tiene toda la razón. Aquí veo al señor Gobernador del Huila, es una de las grandes aspiraciones del Huila.

La semana pasada veíamos en Nariño la necesidad de los distritos, agricultura con agua regulada.

Infraestructura

Y tenemos otros problemas graves de infraestructura. En todo el país le reclaman a uno carreteras, y después de que pasa un invierno como el que tuvimos las regiones quedan sin carreteras y los presupuestos no alcanzan.

Vamos a ver cómo terminamos el Plan 2.500, que son 3 mil 200 kilómetros de vías rurales de gran importancia. Cómo vamos conviniendo con los gobernadores, los recursos de crédito para que ellos puedan emprender la pavimentación de otras vías. Y cómo nos ayudan los gobernadores al mejor manejo de esa platica que año tras años les asigna el Gobierno Nacional a los municipios para vías terciarias.

Yo confío que éste año sea un año muy bueno en infraestructura, que empiece ya la ejecución de unas concesiones que se adjudicaron el año pasado, y que están en esa primera etapa, que es la etapa de estudio, y que adjudiquemos grandes concesiones viales como la doble calzada Bogotá – Santa Marta, los tramos que quedan faltando de Bogotá a Buenaventura, la doble calzada de Medellín a Turbo, y que veamos avance en todas las adjudicadas el año pasado.

Investigación

En el tema de investigación. Yo creo que eso que ha hecho el Ministerio, con 100 mil millones de la Ley Agro Ingreso Seguro, repetidos, recursos recurrentes, para aportarlos como base para obtener un gran multiplicador en investigación, a través de cofinanciar proyectos concursales, pienso que eso le va a ayudar mucho a la investigación en el país y a la investigación en el sector agropecuario.

Cuando uno mira las cifras de investigación en Colombia, no se debe quedar solamente en la queja, en la quejumbre de que invertimos muy poquito en investigación, hay que mirar la otra, la productividad en investigación. Paradójicamente, mientras el país ha invertido poco en investigación, los resultados han sido muy buenos.

Yo veo los resultados de los cafeteros en investigación, los resultados de los cañicultores, los resultados de los arroceros, los resultados de los bananeros, sectores que muestran unos grandes avances en investigación.

Esta platica de la Ley Agro Ingreso Seguro orientada a investigación, manteniendo la disciplina, esa escasez de recursos ha disciplinado al país. La escasez de recursos en todos los niveles de la vida disciplina a la gente. Por eso hay que mantener esa gran disciplina, para que no se pierda un peso de esa platica que empieza a orientarse a investigación, a fin de mantener el ritmo histórico de productividad, que ha sido por cada peso invertido un gran resultado en investigación.

Biocombustibles

Y celebro, celebro lo que viene haciendo el Ministerio. La verdad es que los que fuimos allá nos sentimos muy emocionados en Tumaco, de ver que con tecnología colombiana se construyó esa pequeña planta experimental de biodiesel. Uno se siente muy emocionado.

Cuando empezábamos el proceso de los biocombustibles hace cuatro años, hace cinco años, yo veía a los empresarios vallecaucanos que iniciaron con las plantas de alcohol, buscando tecnología en el Brasil, tecnología en Suecia, tecnología en la India.

Creo que tenemos un avance bien acelerado en tecnología colombiana.

Y esperamos con mucha ilusión el mes de marzo, para que el Ministerio de Agricultura nos invite a inaugurar la planta de tecnología colombiana de etanol en el cañón del río Suárez, en Barbosa (Santander).

Creo que además del tema investigativo y de adición de tecnología colombiana, es muy, muy importante en un país como Colombia, con muchas regiones con agricultura, que tienen agricultura en pequeña cantidad dispersa, no solamente pensar en grandes plantas, sino también en pequeñas plantas. Lo de Barbosa va a ser muy indicado para producir etanol en agricultura campesina de caña, de ladera en Colombia.

Hace un año estábamos inaugurando un trapiche basado en vapor, en Nimaima, Cundinamarca, y eso inspiró la idea de que diéramos el salto a buscar las pequeñas plantas de etanol.

Este país yo cierro los ojos y me lo imagino que tuviera una operación avispa de muchas plantas de etanol y de muchas plantas de biodiesel, sería una potencia mundial energética y resolvería innumerables problemas sociales. Inundar al país de plantas pequeñas de etanol, con los estándares de calidad, inundar al país con plantas pequeñas de biodiesel, con los estándares de calidad, eso puede producir un resultado social inmenso.

Ahí le presento otro socio, el Gobernador de Cundinamarca. Creo que es difícil en el momento en la ladera cundinamarquesa, porque los paneleros están bien, pero yo miraría con el Gobernador de Cundinamarca la posibilidad de hacer rápidamente otra planta de etanol en la ladera cundinamarquesa, sobretodo que tiene este mercado de la conurbación de Bogotá a nada.

Qué bueno, no le pierda la visita esta mañana al Gobernador de Cundinamarca, aproveche y salga de aquí con un acuerdo con él, que esto no sea solo de protocolo, y lo mismo con el Gobernador del Huila, lo mismo con el Gobernador del Huila, que hay sectores muy promisorios.

Mercadeo

Y tenemos que resolver problemas de mercadeo. A mí preocupa. Este año ojala tuviéramos un crecimiento bien grande del campo, pero uno no le puede decir a los compatriotas que producen maíz: “siembren, siembren más”, si no acabamos de resolver el problema de la absorción de lo que hay en el César y de lo que hay en Córdoba. Hay que resolver esos problemas.

Cuando empezábamos la política agropecuaria, el doctor (Rafael) Mejía López, Presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, nos decía con mucha razón: “¿y para qué crecemos la oferta, quien va a consumir eso?”.

Yo creo que este país tiene que tener una gran visión exportadora y un gran compromiso con el consumo interno, como política social y económica.

A mí me sorprende ver que un país de 55 mil kilómetros, como Costa Rica, de menos de 4 millones de habitantes, exporta 9 mil millones de dólares al año.

Sí, nosotros hemos crecido, nosotros hemos pasado de 10 mil a 28 mil millones de dólares, pero en la proporción de Costa Rica deberíamos estar exportando 90 mil millones de dólares.

Entonces tenemos que crear una gran conciencia exportadora en el campo colombiano, y de consumo interno.

Pienso que la política social nos ha reactivado bastante el consumo de alimentos.

Este gobierno les entrega diariamente 400 mil almuerzos a 400 mil ancianos, y mensualmente una ayuda económica a otros 400 mil ancianos. Hace cuatro años eran 60 mil, ahora son 800 mil, y vamos a llegar a un millón si las finanzas públicas nos permiten.

Sentar al almuerzo a 400 mil ancianos, equivale a comprar un mercado para darle almuerzo a toda la población de una ciudad un poquito mas grande que Montería. Eso ayuda, como creo que ayuda lo de Bienestar Familiar. Hemos pasado de atender 2 millones 600 mil niñitos, en restaurantes escolares, a 3 millones 600 mil, la meta es llegar a 4 millones. Pasar de 121 días de atención a 180, eso ayuda.

Un programa nuevo de este Gobierno, estaba en cero, es el programa de desayuno reforzado a un millón 100 mil niñitos, eso ayuda en la demanda por productos del sector agropecuario.

Yo creo que todo esto ayuda.

Y creo que es muy importante, con los nuevos gobernadores y con los nuevos alcaldes -convenir Ministro- que el Ministerio de Agricultura y el equipo social del Gobierno, y los gremios, a ver cómo entre todos fortalecemos estos programas, porque eso resuelve el problema de desnutrición, el problema de pobreza y reactiva mucho la economía.

Quien esté sembrando papa está mas tranquilo, si sabe que todos los días se le está llegando con posibilidades de consumo a los sectores históricamente excluidos de la población colombiana, está mucho más tranquilo que cuando eso no se hace.

Vincular, en aras de la superación de la pobreza y de la construcción de equidad, sectores históricamente excluidos, como sectores dinámicos, demandantes de la economía, nos ayuda mucho en lo social y en lo económico.

Ley Forestal

Tenemos dificultades y retos. La decisión de la honorable Corte Constitucional sobre la Ley Forestal ha creado preocupaciones en el sector forestal, en un país que tiene inmensas posibilidades forestales.

A mí me parece bien haber presentado un proyecto nuevo, simple, al Congreso. Creo que hay que trabajar con el Congreso a ver si se tramita muy rápidamente, si lo aprueban rápidamente.

Y sugeriría por lo pronto lo siguiente, Ministro, ¿por qué? porque en eso hay que ir de afán. Este país con toda la vocación forestal que tiene, que produce el doble en metros cúbicos madera hectárea al año, que países que son vanguardia en la exportación mundial, este país no puede seguir rezagado en la materia, sobretodo ahora que hay voluntad de la comunidad internacional y de la comunidad nacional de invertir en Colombia.

Mi sugerencia es que no se paren los proyectos forestales, y que llamen a todos los que tienen proyectos forestales y firmen un acuerdo el dueño del proyecto, la corporación forestal del área donde está el proyecto, las autoridades de esa área y el Ministerio de Agricultura, donde le dicen: “como este proyecto forestal usted lo está emprendiendo de acuerdo con las normas de la corporación, le garantizamos que no va a tener problema cuando la madera esté madura y esté de cosechar”.

Porque el gran temor de los reforestadores, ahora que ha sido declarada inexequible la Ley Forestal es: “Sí, sembremos hoy madera, en doce años empezamos a cosechar. Si son maderas finas empezamos a cosechar en veinte años, y la experiencia muestra que muchas veces nos cambian las reglas del juego. Que entonces la corporación que nos dio el permiso de sembrar, después no nos da el permiso de recoger la cosecha”.

Yo sugiero –hoy es martes, apenas está empezando la semana- citar esta misma semana a quienes están iniciando esos proyectos forestales, a los gerentes de las corporaciones de jurisdicción, con la ayuda de los gobernadores, y procurar tener unos acuerdos de esta naturaleza. Ahí tenemos un reto.

Como tenemos un reto en tierras. Este año hay un presupuesto de 60 mil millones. Pero la tierra en Colombia se ha valorizado ahora, y después de muchos años que la valorizaba el narcotráfico, ahora uno encuentra en las regiones menos presión del narcotráfico. En muchas regiones me dicen a mí que por miedo a la extinción de dominio, el narcotráfico ha dejado de comprar, lo cual es muy bueno, y hay que seguir en eso.

Entonces ahora hay otro factor de valorización: los colombianos históricamente han querido su tierra, estaban siendo desplazados por guerrilla, paramilitares y narcotráfico. La Seguridad Democrática vuelve a crearle a la gente condiciones de apego a su tierra. Las condiciones históricas de Colombia, de apego a la tierra.

Y se ha valorizado la tierra en toda parte. La veo valorizada en el Vichada, allí en el Magdalena Medio. En ese lado de la Serranía de San Lucas hace cinco años había que pagar para que a uno le recibieran una tierra, hoy eso tiene valor. Entonces no es fácil hoy comprar esas tierras.

Yo no soy muy optimista sobre lo que alcancemos con 60 mil millones, pero es un buen experimento, es un buen principio.

Yo lo que creo es que se necesita afinar la coordinación del Ministerio de Agricultura, Incoder, la Unidad de Tierras, Estupefacientes y la Policía.

Yo rogaría Ministro que eso sea un empeño, porque las cosas buenas están dichas, pero tenemos que mirar todo lo que falta. Es la tarea que nos corresponde en un país con tanto problema.

Si uno se queda en el aplauso de ayer, cosecha la rechifla de mañana. Uno, uno no se puede quedar en el aplauso de ayer. El torero que corta dos orejas tiene que madrugar a prepararse al otro día, porque si sale desentrenado a la plaza, después lo sacan a chiflidos o empitonado.

Entonces, no se puede perder un minuto.

Uno, uno de los retos que tenemos enfrente, Ministro -no me dejen terminar el Gobierno sin resolver ese problema- es una gran coordinación con (la Dirección Nacional de) Estupefacientes.

Se que no es de su área, pero es totalmente relacionado por el tema tierra, a ver cómo podemos legalizar tierras, resolver problemas de tierras, agilizar extinción de dominio sobre tierras mal habidas, y entregarles a los campesinos colombianos. No salgamos con ese pesar del Gobierno Nacional.

Otros temas

Y ahí hay unos temas muy complejos. La reubicación de las comunidades del Galeras. Pienso que ahí tiene el Ministerio de Agricultura una tarea muy difícil, porque hay fenómenos culturales.

Hay una comunidad indígena que se llama Genoy (Nariño). Cada que yo voy allá me echan vainas, porque yo voy y les digo: “muchachos hay que trasladarse, reubicarse”, y se ponen muy furiosos conmigo. Ellos dicen que esa es su tierra, la tierra milenaria, que ellos saben convivir con el volcán, etcétera. Lo de la semana antepasada es una señal muy preocupante. Ahí tenemos un gran reto Ministro.

Como otro reto: acabar de cumplir los pactos de gobiernos anteriores en el departamento del Cauca. A ver cómo resolvemos ese tema.

Otro reto: buscar procedimientos mucho más ágiles, que nos permitan acelerar en ejecución de los programas de vivienda social.

A raíz de las inundaciones de Calamar y el área circunvecina, yo le pedí al Gobernador de Magdalena que hiciéramos esfuerzos como este: que él comprar una tierra y el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Agricultura o de (la Dirección de) Atención de Desastres, de asignar a la gente el subsidio para construir la casita rural. Aceleremos eso. Veo unas casitas rurales buenas, pero otras casitas rurales muy pobres.

No sé, qué porcentaje del subsidio se está llevando el intermediario. Me da miedo que si no nos preocupamos por calidad, simplemente lo que se vaya viendo en el país de vivienda social, no sea un primer módulo de una vivienda digna, sino un primer módulo de un tugurio.

Ustedes están jóvenes y ustedes están aprestigiados. Yo no puedo venir hoy simplemente a aplaudirlos. Como están aprestigiados tengo que venir a echarles otras carguitas, que pueden con ellas. Ojo con eso, con eso de vivienda.

Y generalmente cuando uno se reúne con los gremios del campo, todos le exigen mucha inversión al Estado. Pero hay que hacer un esfuerzo desde los gremios, yo les rogaría: hombre que el campo colombiano se quite ese Inri de encima de que no paga prestaciones y de que no tiene la gente afiliada a la seguridad social. Hagamos ese esfuerzo este año Ministro, con los gremios, con el Ministerio del Trabajo.

A mí me parecería una defraudación al fisco colombiano, si un empresario del campo recibe un apoyo de la Ley Agro Ingreso Seguro, y en la empresa agropecuaria donde se invierte ese dinero, no pagan prestaciones y no cumplen con las normas laborales. Ese es otro esfuerzo enorme que hay que hacer.

Bueno los felicito, y ahí les dejo esas nuevas carguitas, pero ustedes pueden con ellas. Muchas gracias”.