Bogotá, 2 jul (SP). “Yo soy testigo de lo que fue eso, la operación fue absolutamente impecable; las personas que hicieron el operativo lo hicieron de manera impecable; nosotros no sabíamos lo que estaba pasando, no se disparó un solo tiro, no se mató a nadie; nos sacaron con grandeza”.
Estas fueron las primeras palabras de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, minutos después de ser rescatada por la Fuerza Pública. Las declaraciones las ofreció a la Radio del Ejército Nacional y posteriormente fueron reproducidas por otros medios de comunicación:
Ingrid Betancourt: “Todos los que me estén oyendo me acompañen y darnos la bendición y agradecerle a Dios que nos acompaño, que le permitió este éxito a nuestra Fuerza Militar, a nuestros soldados.
Yo soy testigo de lo que fue eso, la operación fue absolutamente impecable; las personas que hicieron el operativo lo hicieron de manera impecable; nosotros no sabíamos lo que estaba pasando, no se disparó un solo tiro, no se mató a nadie; nos sacaron con grandeza.
Las personas que nos tenían secuestrados, los muchachos, la tropa guerrillera están vivos y no hay operaciones militares, no les dispararon; hubieran podido, de pronto, tomar retaliación. No, lo que hicieron fue sacarnos a nosotros, con vida, sin un solo tiro. Yo creo que esa es una señal de paz para Colombia. Nosotros podemos lograr la paz si confiamos en nuestras Fuerzas |
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“Yo soy testigo de lo que fue eso, la operación fue absolutamente impecable; las personas que hicieron el operativo lo hicieron de manera impecable; nosotros no sabíamos lo que estaba pasando, no se disparó un solo tiro, no se mató a nadie; nos sacaron con grandeza”. Estas fueron las primeras declaraciones de la ex candidata Ingrid Betancourt a la emisora del Ejército Nacional. En la foto, durante sus declaraciones a su llegada a Catam. Foto: Juan Felipe Barriga - SP |
Militares y yo quiero, realmente, agradecerles a cada uno de los soldados de Colombia, porque nos están demostrando que la paz es posible, con inteligencia, con prudencia, con sabiduría.
Y yo quiero expresar al Presidente Uribe mi reconocimiento y, claro, a mi amigo Juan Manuel Santos, Ministro de Defensa, porque si ellos no hubieran tomado el riesgo que tomaron, nosotros nos estaríamos libres y probablemente quién sabe cuántos años más estaríamos en ese calvario.
Pregunta: ¿Quisiera que nos regalara un instante de la experiencia en el momento que llegaron nuestros soldados de Colombia ahí, al lugar donde ustedes estaban?
Ingrid Betancourt: Nos levantaron a las 5.00 de la mañana, nos hicieron recoger los equipos, nos tuvieron esperando toda la mañana, diciéndonos que no sabían lo qué iba a pasar, que de pronto nos tendríamos que mover de sitio.
Una hora antes de que llegaran los helicópteros hablé con el comandante ‘Asprilla’ y me dijo que nos iban a montar a todos en un helicóptero y que de ahí nos iban a llevar a un sitio que no se sabía dónde era, pero que íbamos a poder hablar con, yo creo, un comandante, yo pensaba que era, de pronto, ‘Alfonso Cano’, me imagine que de pronto iba a ser eso y que nos iban a trasladar a otro sitio.
Entonces, claro, cuando nos dijeron eso, pues, siempre fue muy triste, porque todos albergábamos, de alguna manera, la esperanza que una comisión internacional pudiera liberarnos. Pero a partir de ahí, pues, nos trasladan y esto va a seguir.
Llegaron los helicópteros y yo debo confesar que cuando vi los helicópteros blancos sentí algo muy raro, porque siempre que oíamos los helicópteros nos tocaba salir corriendo y escondernos. Esta vez los podíamos mirar de frente y estábamos esperando que aterrizaran.
Entonces, dieron una vuelta y la gente dijo: ‘Se van’. Y yo dije: ‘No, no se van. Están haciendo una aproximación’.
Ya cuando la gente estuvo en el sitio y bajaron, eran personas como totalmente de las Farc; eran de ellos y eran hablando como ellos, habían unos que tenían camisetas del ‘Che’ Guevara. Entonces yo dije: ‘Bueno, ¿qué comisión internacional es esta?, es decir, esto es lo mismo, simplemente nos trasladan de sitio’.
Nos subimos con mucha dificultad al helicóptero, porque nos ataron las manos y esto fue muy humillante; nos subieron al helicóptero, nos ataron los pies, nos ataron las manos. Yo le rogaba a Dios que me diera fuerza para soportar esa y otras tantas humillaciones que pensaba que iban a venir, cuando de pronto un golpe (…) neutralizaron a los comandantes que se habían montado con nosotros en el helicóptero y el jefe del operativo gritó: ‘¡Somos del Ejército Nacional! ¡Ustedes están libres!’ Entonces, yo quiero compartir con ustedes esta emoción que tengo. Es muy bello. Gracias Colombia, gracias. |