Generales y señores Coroneles, a los soldados y policías de la Patria, muchas gracias. Una labor abnegada en toda la Patria.
Los colombianos sentimos por la Fuerza Pública de la Patria algo muy grande, que lo resumimos en dos palabras: gratitud y esperanza.
Tienen que seguir. Sun Tzu decía: para liberar a los pueblos de la opresión de la violencia, hay que mirar el terreno, conocerse muy bien a sí mismo, conocer cómo opera, en este caso, el adversario de la democracia, y también tener mucha confianza en el momento.
Este es un momento de la Fuerza Pública de la Patria, del Pueblo, de la Democracia. Un momento de Colombia, para recuperar por siempre la esquiva paz, a través de la seguridad.
Nunca pensamos los colombianos que este bello norte de Caldas, en algún momento pudiera estar asediado por la violencia. Siempre lo teníamos como un oasis de paz. Y cómo lo ha golpeado la violencia. Las Farc y ese grupo de paramilitares que se generó a raíz de las Farc. El secuestro, la extorsión, la presión sobre los dirigentes políticos, sobre toda la comunidad, la expulsión de los generadores de empleo. Creo que la Fuerza Pública ha venido haciendo un gran trabajo, que da confianza a la comunidad caldense.
No hace mucho tiempo, en Manizales, analizábamos toda la situación del norte de Caldas. Recuerdo aquí solamente a una persona, quien abnegadamente ha querido mucho a su tierra: Doña Dilia. En su casa, en Manizales, me contaba con angustia todos los dolores del norte de Calas.
Con el Ministro de Hacienda, con Luis Alfonso Hoyos, el Director de Acción Social, y los parlamentarios, veíamos los dolores de esa parte nororiental de Caldas. Allá donde están Pensilvania, Manzanares, Marquetalia, Victoria. ¿Cómo se llama el municipio que sigue allá al norte de La Dorada? Norcasia. Quería recordar a Norcasia, que está allá, ligeramente al norte de La Dorada.
Era una situación desesperante. Muchas gracia lo que ha hecho la Fuerza Pública contra las Farc y contra los grupos paramilitares. Aquí no se quiso desmovilizar el grupo paramilitar Cacique Pipintá, y la Fuerza Pública lo ha derrotado.
Y hay que poner mucho cuidado, porque esos grupos nacieron para confrontar a la guerrilla, pero apenas aprendieron a delinquir empezaron fue a confrontar a la comunidad. Por eso no podemos dejar que esos grupos vayan a reaparecer.
Mucho cuidado con las Farc. Lo que ha hecho usted, mi Coronel Barrios, se lo aplaudimos de corazón. Y a sus hombres. El aplauso que sentimos por usted es muy grande.
Hoy se respira, en este norte de Caldas, en ese oriente de Caldas, un clima mucho más tranquilo. Un aire mucho más puro. La ciudadanía está más tranquila. Pero ahí faltan algunos.
Eh, Avemaría, Coronel. Dios quiera que rápidamente ponga preso al ‘Gadafi’ y a esos bandidos que aún quedan haciendo daño. Que no quede ni uno.
Esos bandidos son como las malezas agresivas de las tierras estériles. El campesino se acuesta a dormir pensando que todo quedó claro, que el surco está listo para sembrar, y si se descuida, al otro día las malezas agresivas han invadido de nuevo el surco.
O sea que hay que redondear esta tarea y tener ojos vigilantes para que las nuevas generaciones de colombianos puedan vivir en un país sin sustos. Un país tranquilo, confiado en su seguridad. En un país próspero. En un país con equidad.
Esta mañana mis compañeros de Gobierno y yo teníamos un diálogo, mientras estábamos esperando en el aeropuerto. En un país con tantas necesidades, se resuelve un problemita, pero queda otro. Allá todavía nos quedan todavía 27 compatriotas secuestrados.
Hace dos días hablaba con Doña Claudia de Jara. Y qué angustia. Hay que seguir en esa tarea ahí. Uno resuelve un problema y aparecen mil en todos los campos. Pero esta Patria necesita pensar muy, muy grande, en grandes objetivos de desarrollo económico y social, a partir de la paz, de la confianza.
No nos podemos distraer. Hay que hacer más esfuerzos. Frente a las necesidades de Colombia, todo triunfo grande es apenas un escaloncito. Por eso hay que trabajar más todos los días. Si uno se confía le pasa lo del torero, que se distrae, empieza a mirar a los tendidos, a pedir aplausos, le pierde la cara al toro, y termina empitonado.
Y hay unos chalanes que se ponen un sombrero aguadeño de estos, una camisita planchada, piensan más en ellos que en el caballo, se sienten bonitos, y cuando van manejando el caballo, por vanidad, empiezan a mirarse en la sombra, a ver si están derechos y bien presentados, y los tumba el caballo. Se les descompone y los tumba. Por eso no nos podemos descuidar un momento. Ni un momento, hasta que sometamos ese infame potro del terrorismo, ese toro matrero del terrorismo.
Aquí nos quedan dolores. No hemos podido lograr la liberación del Doctor Lizcano. Y hay 700 – 750 colombianos secuestrados por las Farc, en los últimos diez años, que no han vuelto a sus hogares. Pero vamos a seguir esta tarea. Y hay con quien.
La Fuerza Pública está en un momento muy importante. En su momento. Ese milagrito de esta semana, mi Dios se los hizo posible por la dedicación y la constancia de la Fuerza Pública. Y pusieron todo el ingenio colombiano en esa operación. Todo el ingenio colombiano.
Por ahí hay unos amargados que están tratando de desacreditar esa operación. Es que esos amargados conocen a Colombia de lejos. Por allá en un frío europeo, ellos qué van a saber del ingenio colombiano. Ellos creen que el ingenio colombiano son los matones de las Farc. ¡Hombre! Algún día van a conocer a esos muchachos del Ejército que se ingeniaron esa operación. Algún día los van a conocer.
Vamos a seguir, pues, mi General y mi Coronel Barrios, para que el país gane totalmente, gane totalmente. Los queremos felicitar de todo corazón.
¿En qué lograron avanzar esta mañana? ¿Cómo les fue en Banca de las Oportunidades?”. |