Por Yesid Bernal
Al toque de la diana, un grupo de soldados llega al sitio –una zona verde de 400 metros cuadrados en la Décima Octava Brigada del Ejército, en Arauca- para alimentar y revisar las guaridas de las 27 especies de animales, que han aprendido a vivir entre ellos y hoy son ejemplo de convivencia. Los animales también tienen ‘madres adoptivas’ entre los miembros de la unidad militar.
Arauca, 14 jul (SP). Encontrar más de 20 especies de animales nativos habitando tranquilamente una zona verde, con todas las condiciones de su hábitat, no es difícil en la extensa geografía colombiana. Pero que ese sitio esté dentro de una unidad militar, causa curiosidad.
Desde hace varios años, al interior de la Décima Octava Brigada del Ejército, con sede en Arauca, se decidió adecuar una zona verde, de aproximadamente 400 metros cuadrados, para ser el hogar de decenas de animales, que con el correr del tiempo se han convertido en uno de los atractivos preferidos de militares y civiles de la región.
Los días al interior de la Brigada transcurren como en cualquier unidad militar, con la diferencia de que aquí hay una un grupo especial de medio ambiente, al mando del sargento Santamaría y varios soldados. Su misión: que a los animales no les falte nada.
Por eso, al toque de la diana, los soldados llegan a la zona verde para alimentar y revisar las guaridas de las 27 especies de animales, que han aprendido a vivir entre ellos y son ejemplo de convivencia.
Los militares atienden a chigüiros, patos, garzas, micos, loros, pericos, guacamayas, tucanes, iguanas, araucos, corocoras, conejos, venados, guaguas, gallinetas, tortugas, triguillos, armadillos, gansos, guacharacas, picures y nutrias, entre otros.
Más que un zoológico
Esa es la diferencia. En un zoológico los animales permanecen en incómodas jaulas y en ocasiones hacinados. Por ello, el Alto Mando Militar ha querido que este sitio sea más que eso y que le apunte a convertirse en una reserva natural única en la región.
Los entes descentralizados, como la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquia (Corporinoquia) y las administraciones locales, han permitido el cerramiento del lugar, para que las especies pueden aprovechar, sin ataduras, cada centímetro de esta zona verde, que en su zona central cuenta con un lago de más de 50 metros cúbicos.
A diario el actual Comandante de la Brigada, general José Rafael González Villamil, y algunos integrantes de su Estado Mayor, recorren la reserva natural para revisar el estado de salud y las comodidades de las que gozan los animales.
“Esta es un área que organizamos con algunas especies del Llano. Ya tenemos 27 especies. Nos sirven para mostrarles a los niños de los colegios la fauna e incentivar en ellos la conservación del medio ambiente”, señala el general González.
Aunque los costos para mantener a los más de 200 animales podrían ser altos, se ha logrado la colaboración ciudadana para que algunos veterinarios de la región estén atentos de los animales. La alimentación, en su mayoría, se logra con la misma vegetación, pues estas especies, por su característica silvestre, son en su mayoría herbívoras.
‘Madres adoptivas’
Este es un proyecto que ha generado conciencia colectiva hacia la preservación del medio ambiente, en el que todos los soldados y civiles de la guarnición se han comprometido con la crianza y convivencia de las especies.
En este sentido, el Comando de la unidad militar creó un programa de adopción de especies, en el cual las mujeres de la guarnición, civiles y militares, adoptaron un animal y se dedican, en sus horas libres, a velar por la salud y bienestar de sus ‘mascotas’.
Así, psicólogas, capitanes, cabos, odontólogas y, en fin, los integrantes de la unidad militar, se han convertido en ‘madres adoptivas’ de algunos animales, que han sido traídos por las autoridades de control ambiental a la reserva, ante la imposibilidad de devolverlos a su hábitat natural.
La iniciativa de crear este zoológico en la guarnición militar fue del general Gustavo Matamoros Camacho, quien cuando fue comandante aprovechó este espacio baldío para ubicar algunos patos.
Así duró varios años la zona verde y con la llegada del general González se determinó el cerramiento y se dio la bienvenida a las nuevas especies, como también a la adecuación interna de la reserva para beneficio de los animales.
Por eso, si usted visita Arauca, acérquese a las instalaciones de la Décima Octava Brigada, donde encontrará manadas de chigüiros y corocoras embelleciendo el paisaje. Y con ellos, el Ejército Nacional comprometido con su medio ambiente. |