Bogotá, 17 jul (SP). “Lo primero que quiero hacer es agradecerle al Presidente Uribe la designación como Canciller. Me siento muy honrado y siento una gran responsabilidad por cumplir esta tarea a cabalidad.
Quiero agradecerle, también, al Canciller Araújo, por su gesto personal y profesional. El Canciller Araújo me confirmó la decisión del Presidente de nombrarme canciller 15 días antes. Y mientras se desarrolló mi estancia en Argentina como Embajador, y él desempeñándose como Canciller, tuvimos una excelente relación profesional que agradezco sinceramente.
Y ahora, con ocasión del nombramiento, le agradezco, además, mucho, su profesionalismo y amistad y la generosidad con que hemos abocado el empalme. |
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El nuevo Ministro de Relaciones Exteriores, Jaime Bermúdez, señaló que un aspecto fundamental de su gestión será la integralidad funcional e integralidad en el mensaje, con lo cual llamó a las misiones diplomáticas de Colombia en el mundo a trabajar en este sentido. "La Cancillería debe ser el eje articulador de la política exterior del país", enfatizó. Foto: Miguel Ángel Solano - SP |
Quisiera mencionar tres elementos fundamentales de lo que consideramos debe ser la labor en el Ministerio que iniciamos hoy. Y yo resumiría en una palabra la tarea, que es integralidad.
Integralidad, en primer lugar, funcional si se quiere. Es decir, la Cancillería debe ser el eje articulador de la política exterior del país.
Las relaciones internacionales de Colombia pasan por distintas instancias: la Presidencia de la República, por supuesto; la Vicepresidencia, en los temas de derechos humanos; el Ministerio de Defensa, Cultura, Educación, etc.; por supuesto, el Ministerio de Comercio Exterior; incluso, Proexport. El proyecto de Imagen País, de Colombia es Pasión, que tanto bien puede producir hacía adelante.
En fin, todas esas entidades adelantan labores vinculadas a las relaciones exteriores.
Fuera del Gobierno hay entidades no gubernamentales, pero estatales, como la Justicia, la Fiscalía que, por supuesto, algunas de sus decisiones tienen repercusiones internacionales.
Pero además, por fuera del Estado hay actores centrales que desarrollan labores y que tienen efectos en las relaciones internacionales. Lo son, por ejemplo, los empresarios; lo son, por ejemplo, la academia, las organizaciones no gubernamentales.
Pues bien, lo que queremos, en la Cancillería, es ser el eje articulador de esa política. Eso no quiere decir que seamos los voceros exclusivos, sino procurar, en la medida de lo posible, que haya una coordinación en la definición de las prioridades y el desarrollo de esa política. Y eso lo queremos hacer de manera constante, sólida y profesional.
Para eso, además, necesitamos, por supuesto, avanzar en la modernización y fortalecimiento de la Cancillería. Tenemos que tener una Cancillería más acorde con las necesidades para producir mejor gestión, mejores resultados, no solo en favor de las entidades públicas colombianas y del pueblo colombiano, sino también de nuestras misiones y embajadas en el extranjero. Eso es fundamental y en eso queremos trabajar, también.
Otro aspecto de la integralidad, que es quizás el segundo elemento, es la integralidad del mensaje.
Colombia está pasando por un buen momento. Colombia nunca había tenido, en la época reciente, una situación tan positiva. Hemos recuperado la confianza y el respeto internacional; hemos logrado avanzar en materia de seguridad y los hechos recientes, conocidos por la opinión pública nacional e internacional, así lo demuestran; hemos, además, profundizado la democracia; hemos logrado mejorar la situación en derechos humanos.
Hay muchos avances en materia económica que, además, han ido acompañados de un auge de la inversión extranjera directa. El turismo está llegando cada vez más. Hoy a Colombia la respetan, como no la respetaban antes en el ámbito internacional.
Y esa integralidad del mensaje la tenemos que articular y, de manera audaz, promover en el exterior. Y en eso la Cancillería, nuestras misiones y nuestras embajadas, tenemos que trabajar.
El tercer aspecto, si se quiere, es lo que yo llamaría una política a mediano y largo plazo. Y en esto les adelanto una idea que tenemos para desarrollar y es llevar a cabo una misión de política exterior.
Así como existe o ha existido una misión de empleo, una misión de ingresos, una misión sobre el problema fiscal, por unos expertos que durante un tiempo determinado hacen unas recomendaciones, queremos llevar adelante una misión de esa naturaleza en política exterior.
Esperamos concretar los mecanismos y la forma de hacerlo, pero queremos trabajar en ese empeño.
Esas, grosso modo, son las principales líneas de trabajo que nos van a acompañar en los meses y años que siguen”. |