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Julio 19
Palabras del Presidente Álvaro Uribe durante el encuentro empresarial colombo-brasileño ‘Nuevas Fronteras de Negocios’

El tema económico fue el plato principal de la intervención del Presidente Álvaro Uribe Vélez durante el encuentro colombo-brasileño ‘Nuevas fronteras de negocios’, realizado en Bogotá. El acto contó con la participación del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Foto: Miguel Ángel Solano - SP

 

Bogotá, 19 jul (SP). "Presidente Lula, bienvenido a Colombia. Nos sentimos muy contentos de su visita y muy agradecidos por la gran compañía que ha traído: los Ministros de su Gobierno y este formidable equipo de empresarios de Brasil. El pueblo de Colombia, los empresarios colombianos aquí reunidos, mis compañeros de Gobierno y yo, le damos la bienvenida, con afecto y con admiración, Presidente Lula. Tenemos por usted gran admiración, gran aprecio. Sentimos por usted mucha confianza.

Hace seis años, en nuestros dos países no había interés por el acuerdo Comunidad Andina – Mercosur. Y aquellos que habían estudiado el tema, le temían. Pero con su entusiasmo, Presidente Lula, nos dimos a la tarea de sacar adelante ese acuerdo, que hoy es una realidad.


Quiero reconocer, frente a mis compatriotas colombianos y frente a este grupo tan importante de empresarios colombianos y brasileños, su gran liderazgo, Presidente Lula, para sacar adelante la Unión Suramericana. Ha sido un paso que lo debemos, en muy buena parte, a su insistencia, a su visión sobre la necesidad de una unidad creciente de los países suramericanos. Muchas gracias, Presidente Lula.

Hace poco, cuando nos reuníamos en Brasilia, le conté cómo íbamos a hacer el desarrollo del 20 de julio, y le pedí que nos aceptara ser el invitado de honor a esta celebración del 20 de julio, que tendrá como escenario principal la ciudad de Leticia, nuestra ciudad amazónica, allí donde compartimos frontera con Brasil y con Perú. Le agradecemos inmensamente que nos hubiera aceptado, Presidente Lula. Nos hace un honor muy grande a los colombianos.

Mañana, en 1.050 municipios colombianos, de los 1.102, habrá conciertos, con motivo del Día de la Independencia. Se han inscrito más de 100 mil artistas colombianos. Y esos conciertos estarán acompañados de marchas ciudadanas, pidiendo la liberación de los secuestrados y que cese definitivamente el terrorismo en Colombia. Para nosotros es muy grato tener su compañía en estos eventos, señor Presidente Lula.

Y cuando me aceptaba esa invitación, me dijo que quería que hiciéramos esta reunión de empresarios. Qué buena idea. Ya lo ha dicho el Ministro de Comercio de Colombia: cómo es de concurrida y de importante. Anteriormente estas reuniones eran muy pequeñas. Se asistía a ellas, más por razones de cortesía, de protocolo, que por verdadero interés. Hoy hay un gran interés.

Presidente Lula, ministros, distinguidos empresarios de Brasil: visitan ustedes una Colombia cuyo propósito principal hoy es construir confianza. Queremos construir confianza para vivir en Colombia, para estudiar en Colombia, para que las nuevas generaciones puedan vivir felices en Colombia. Confianza para invertir en Colombia.

Esa confianza la soportamos en tres objetivos del Gobierno: seguridad desde la democracia, seguridad eficaz y seguridad transparente, seguridad para todos los colombianos, seguridad con adhesión a los derechos humanos. Hemos avanzado mucho, pero nos falta.

Ustedes pueden tener confianza, Presidente Lula y distinguidos empresarios del Brasil, de que en este país hay una determinación total del pueblo, de las Fuerzas Armadas constitucionales y del Gobierno, de avanzar todos los días hasta tener total seguridad.

El segundo pilar para construir confianza, es darle confianza a la inversión. Nosotros necesitamos mucha dinámica en la inversión doméstica e internacional. Le abrimos todos los espacios a la inversión privada. La requerimos. Estamos muy agradecidos con las inversiones brasileñas en Colombia, que son bien importantes. Nuestro pueblo las ha recibido con alborozo. Pero las tomamos apenas como el principio. Necesitamos muchísimas más.

Este país tenía una tasa de inversión del 12 por ciento y la del sector privado era del 6 – 8 por ciento. Ya llevamos tres años consecutivos con tasas de inversión del 21, del 24 y medio, del 27 y medio. La del sector privado se ha venido situando entre el 20 y el 22.

Nuestro mayor objetivo es lograr sostener, para el largo plazo, una tasa de inversión que no se reduzca por debajo del 25 por ciento. Los necesitamos a ustedes, Presidente Lula y distinguidos empresarios de Brasil.

Trabajamos tres condiciones para esa inversión, para que esa inversión tenga plena confianza en Colombia: transparencia en las relaciones con el Estado, solidaridad en las relaciones con la comunidad, especialmente en áreas como el medio ambiente, y fraternidad laboral. Fraternidad laboral por oposición a las relaciones laborales de capitalismo salvaje o de odio de clases. Ambas hacen mucho daño.

La fraternidad laboral es aquello que da sostenibilidad a las empresas con altísimo interés privado, y al mismo tiempo con gran apoyo de los trabajadores.

Para esa confianza inversionista hemos venido mejorando los indicadores macroeconómicos, reduciendo el endeudamiento, que llegó a estar en el 50 y está en el 28. Reduciendo el déficit del Gobierno Nacional Central, que llegó a estar en el 7 y medio. Aspiramos que este año no supere el 3.

Hemos reformado 411 entidades del Estado, para que el Estado esté más al servicio de la comunidad. Seguimos en ese proceso de reforma.

Hemos introducido incentivos tributarios muy importantes a la inversión. No rebajamos las tarifas para todo el mundo, pero los incentivos a la inversión introducidos en los últimos años, hacen del régimen tributario de Colombia un régimen bien competitivo para atraer inversión.

Además hoy la Ley colombiana autoriza a los inversionistas a firmar pactos de estabilidad en las reglas de juego con el Gobierno por 20 años. Y estamos avanzando en los acuerdos de comercio.

Confiamos que, en algún momento, el acuerdo suscrito con los Estados Unidos se apruebe. Anoche tuvimos en Cartagena una reunión con el Secretario de Agricultura de los Estados Unidos y con una delegación bipartidista del Congreso norteamericano, y salimos más optimistas.

Advierto que antes que haber firmado el acuerdo con los Estados Unidos, hicimos el acuerdo Comunidad Andina – Mercosur.

Hemos hecho también el acuerdo con Chile, un acuerdo de profundización de inversiones con el Perú, un acuerdo con tres países centroamericanos, un acuerdo con Cuba.

Hemos concluido la negociación con Canadá, estamos en el proceso de negociación con la Unión Europea, y aspiramos a tener este año los acuerdos de protección recíproca de inversiones con India y con China.

Tenemos problemas coyunturales en la economía y barreras.

Tenemos el problema de la inflación, lo que ha obligado a encarecer las tasas de interés. Tenemos el problema derivado de los precios internacionales del petróleo, de los precios de los alimentos, de los precios de los fertilizantes, y en general de los insumos agropecuarios.

Nuestra moneda se ha apreciado muchísimo, lo cual le ha traído dificultades a nuestras exportaciones. Estamos trabajando a ver cómo podemos sortear esta difícil coyuntura que nos ha creado la economía mundial.

Diría, Presidente Lula y apreciados visitantes, que para superar esta crisis tenemos dos claves: proteger a los sectores sociales más vulnerables y mantener la confianza inversionista. Creemos que esos son los dos elementos que nos ayudarán a superar este momento difícil de la economía.

También tenemos barreras estructurales severas con la infraestructura.

Esta ciudad, Presidente Lula, es un prodigio, es una sabana andina bellísima, ojalá pueda ver algo ahora cuando nos traslademos a Hatogrante. Pero está a mil kilómetros del Caribe. Una carretera con muchas dificultades. Y a 580 kilómetros del Pacífico.

Para llegar al Pacífico, tiene que bajar de Bogotá, a 2 mil 600 metros, al Río Magdalena, a 300 metros. Y volver a subir en la Cordillera Central casi a 2 mil 800 metros, bajar a 400 metros, subir a 1.800 y bajar al Pacífico.

La construcción de infraestructura aquí es bastante difícil. Estamos haciendo un gran esfuerzo para contratar las grandes vías de competitividad. Y necesitamos la presencia del Brasil.

Con el Presidente Lula hemos hablado mucho de ese sueño de comunicar el Atlántico con el Pacífico, a través de Colombia, por el Río Amazonas al Río Putumayo, el Puerto de San Miguel en Colombia, Puerto Asís (Mocoa), la ciudad de pasto y Tumaco en el atlántico.

Lo tenemos como uno de los proyectos fundamentales de Irsa (Integración de la Infraestructura Regional de América del Sur). Y Colombia ya está haciendo tramos muy importantes en la parte de carretera.

Otro interés común para superar esa barrera de infraestructura, es la navegabilidad de otros ríos, como la navegabilidad del Río Meta, para conectarlo con el Orinoco, y a través de los caños de la hermana República de Venezuela, como el Caño Cariari, conectar el Orinoco con el Río Negro y con el Amazonas.

Ojalá podamos avanzar en este propósito tan importante para resolver nuestras barreras.

Cuando vemos esa frontera tan extensa, de 1.600 kilómetros, nos preguntamos: ¿por qué tenemos una frontera tan extensa, tan importante y por qué estamos tan incomunicados? Ojalá podamos avanzar, pues, en estos proyectos.

Este país, Presidente Lula, en medio de sus dificultades, pero con un gran tesón del pueblo, está construyendo sistemas de transporte masivo en nueve ciudades. Y está en un proceso de recuperación del sistema ferroviario.

Qué bueno que, con la empresa brasilera, como se ha venido conversando, se pudiera definir rápidamente la concesión para la construcción del Ferrocarril del Carare, de gran importancia para comunicar esta ciudad, esta Sabana, a través del Río Magdalena, por ese ferrocarril, con el Mar Caribe.

Agradecemos inversiones brasileñas muy importantes. Hacer listados es muy riesgoso, porque se incurre en omisiones. Déjenme mencionar algunas: muy importante inversión de Brasil en transporte aéreo. Muy importante en el tema siderúrgico. Muy importante en el tema de infraestructura. Ahora empieza en el tema educativo.

Y me ha dado muchísimo gusto encontrar un equipo profesional muy competente de agrónomos de Embrapa de Brasil, trabajando en el desarrollo de nuestros Llanos Orientales, donde Colombia tiene una gran posibilidad, muy parecida a las áreas agropecuarias del Brasil, especialmente al serrado.

Brasil para nosotros es un ejemplo en muchos aspectos. En esta coyuntura difícil del mundo en materia de combustibles, Brasil nos ha ensañado a producir combustibles alternativos, como el etanol.

Siguiendo el ejemplo del Brasil, nuestro Gobierno ha tenido una obsesión por los biocombustibles. Hace cinco años no producíamos un litro al día. Este año terminaremos produciendo más de dos millones de litros diarios: más de un millón en etanol y más de un millón en biodiesel.

Y le podemos decir al mundo que lo estamos haciendo con dos buenas precauciones: primero, que no compita con la seguridad alimentaria, y segundo, que no amenace la selva.

Este país tiene 578 mil kilómetros cuadrados de selva, el 51 por ciento del territorio. Nuestro propósito es protegerla totalmente.

Hemos tenido ya 90 mil familias guardabosques, familias de comunidades rurales que en algún momento estuvieron en la droga y que ahora han hecho convenios con el Gobierno para cuidar el bosque.

A esas familias les pagamos aproximadamente 2 mil dólares por año. Están supervisadas por Naciones Unidas. Ojalá podamos crecer ese programa. Ojalá lo pudiéramos implementar conjuntamente en nuestra área común amazónica.

Este país tiene 43 millones de áreas de sabanas, y apenas tiene 4 millones de hectáreas de agricultura comercial.

Podemos en esas sabanas crecer muchísimo la agricultura para la seguridad alimentaria y para la producción de biocombustibles.

Admiramos mucho valerosas decisiones tomadas por Brasil, como la decisión de los vehículos Flex Fuel, que pueden trabajar con un rango que va desde 100 por ciento de combustible biológico, hasta 100 por ciento de combustible fósil. Creo que eso ha forzado, para bien de la humanidad, a hacer una adaptación más rápida de la industria mundial automovilística.

Nosotros vamos más lentos, pero queremos que hoy nuestro Ministro de Minas converse mucho con sus ministros, Presidente Lula, y usted me ayude a animar a los compatriotas para que exijamos, en fecha próxima, la adopción de la medida del 100 por ciento del Flex Fuel, en un nivel del 100 por ciento.

También se ha tomado la decisión de que todo proyecto de biocombustibles tenga que tener una certificación de una entidad competente, que le dé el sello de que no afecta la selva y de que no afecta la seguridad alimentaria. Ojalá podamos avanzar en todas estas materias.

Admiramos mucho el sistema de Petrobras. Toda la evolución de Petrobras. A pesar de radicalismos ideológicos y mencionando frecuentemente el ejemplo de Petrobras, el buen ejemplo de Petrobras, aquí reformamos a Ecopetrol.

Primero, le introdujimos la reforma laboral, pensional, y después una capitalización del 10,5 por ciento. Hoy hay 465 mil colombianos como socios de Ecopetrol.

La empresa ha pasado de una capacidad de inversión de 700 millones de dólares al año, a una capacidad de inversión de más de 4 mil millones de dólares al año.

Qué bueno que Ecopetrol y Petrobras, después de que Ecopetrol ha seguido el camino de Petrobras, todos los días puedan trabajar más unidas.

Muchas gracias, Presidente Lula, por la invitación a Ecopetrol a participar en los bloques de producción de combustibles, en los pozos recientemente encontrados en Brasil. Los felicitamos. Qué bueno para el continente y para el mundo que Brasil haya hecho estos hallazgos tan importantes de petróleo.

Colombia se surte mucho de la industria aérea de Brasil. Primero fue en aviones pequeños, recientemente en aviones grandes.

La industria aérea de Brasil se ha convertido en un gran proveedor de nuestra aviación civil y de nuestra aviación militar. Ojalá rápidamente se avance en la asociación propuesta, para que, con el liderazgo de la industria aérea de Brasil y la participación también de Colombia, se puedan desarrollar aviones de gran importancia para el transporte en nuestra región.

Son muchísimos los temas.

Presidente Lula: este comercio ha crecido mucho. Pero aquí siempre hay preocupación. Cuando algunos me dicen: cómo crecen las importaciones provenientes de Brasil, ya representan 2 mil 200 millones de dólares y las colombianas son pequeñitas a Brasil, les contesto: Tranquilos, que tenemos una amigo ayudándonos a que Brasil invierta en Colombia. Y me preguntan: ¿Quién es? Les digo: el Presidente Lula.

Entonces esta semana he recibido muchas llamadas de colombianos curiosos, que me dicen: ¿Y el Brasil sí va a hacer el ferrocarril del Carare? Y contesto: Estoy seguro, el sábado viene el Presidente Lula.

Y el otro me dice: ¿Y si va a entrar Vale do Rio Doce a construir hidroeléctricas? Y digo: Estoy seguro, el sábado viene el Presidente Lula.

Presidente, lo recibimos con cariño. Usted me va a tener que pagar las cuentas de las llamadas telefónicas, porque cada vez que aquí hay un problema, lo llamo y lo detengo mucho rato en el teléfono.

Lo recibimos con admiración. Con admiración por su liderazgo, por su ecuanimidad, por su sentido común, por su carisma, por su carrera pública de tanto esfuerzo. Los colombianos lo recibimos hoy con afecto, Presidente Lula.

Y a ustedes, distinguidos integrantes de la delegación del Brasil, con hermandad y con la necesidad de que tengamos una muy dinámica integración. Bienvenidos”.