Washington, 23 jul (SP). “Hace justamente un mes, Colombia se vio obligada a denunciar el directo apoyo del Gobierno de Nicaragua presidido por el señor Daniel Ortega, al grupo terrorista de las Farc, y su abierta violación a las obligaciones internacionales en materia de lucha contra el Terrorismo.
Esta actitud hostil hacia Colombia, hacia su pueblo y su democracia no ha cesado. Durante este mes hemos entregado al secretario General notas de fechas 14 de julio, 15 de julio y dos de 1 de julio relacionadas con la mencionada actitud del gobernante nicaraguense.
El día 17 de julio, el Gobierno Colombiano se vio obligado nuevamente a presentar una nota de protesta al Gobierno de Nicaragua por las declaraciones inaceptables del señor Ortega apoyando al grupo terrorista de las Farc.
La Nota entregada al Gobierno de Nicaragua y al Secretario General de la OEA reza así:
"Me dirijo a usted con el fin de manifestar mi más enérgica protesta en nombre del Gobierno y de la Nación colombiana al Gobierno de la República de Nicaragua y, particularmente, al señor Daniel Ortega por sus declaraciones del 16 de julio de 2008, en las que afirmó; “Nosotros tenemos toda la disposición a contribuir a este proceso de paz y le respondemos a los hermanos de las Farc que sí, que estamos dispuestos a conversar y dialogar para aportar a la paz en Colombia, que es el principal factor de inestabilidad de todo América Latina”.
El Gobierno colombiano no autoriza, ni avala gestión alguna que pretenda adelantar el señor Ortega en relación con una organización terrorista, en este caso las Farc, toda vez que constituiría una violación al principio de la no injerencia en los asuntos internos de los Estados. Cualquier actividad que se desarrolle en tal sentido, tiene que contar con la aprobación del Gobierno de Colombia.
Rechazo el tratamiento de “hermanos” que da a los terroristas de las Farc, violando el consenso internacional frente a la lucha contra el terrorismo. Resulta ofensivo para la Nación colombiana que se otorgue ese tratamiento a miembros de un grupo terrorista que comete crímenes de lesa humanidad, incluyendo el secuestro, reclutamiento de menores, la utilización de minas antipersona y de armas no convencionales de efecto indiscriminado. Las verdaderas amenazas para Colombia y la región son el narcotráfico y el terrorismo.
El Gobierno Nacional presentará este caso ante la Organización de Estados Americanos, por tratarse de expresiones que violan la letra y el espíritu de la Convención Interamericana Contra el Terrorismo. Estas manifestaciones también son violatorias de las resoluciones 1373 y 1269 de las Naciones Unidas sobre la materia.
Asimismo, recurrirá a los mecanismos nacionales e internacionales y a la cooperación policial y judicial en la lucha contra el terrorismo, para impedir que se adelantes actividades ilícitas".
Firma Jaime Bermúdez Merizalde
Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia
Es necesario ratificar el profundo respeto y afecto del pueblo Colombiano al pueblo Nicaragüense, a su lucha por conseguir la paz y el bienestar, objetivos posibles solo con democracia, con libertad de expresión, con honestidad en la política pública, con respeto a los derechos humanos de todos los ciudadanos.
Colombia distingue muy bien entre un pueblo honesto y trabajador y un gobernante que protege terroristas, que quita de la boca a sus ciudadanos miles de dólares para transportar a su territorio mediante engaños y atender como princesas a terroristas reconocidas por las Farc como miembros de esa organización, que viola la ley internacional para distraer la atención de su realidad interna, sin importarle las consecuencias para el pueblo inocente que solo reclama sus derechos.
Al adoptar la Convención Interamericana contra el Terrorismo en junio de 2002, los Estados del Hemisferio, entre ellos Nicaragua, reconocimos que “el terrorismo constituye un grave fenómeno delictivo que preocupa profundamente a todos los Estados Miembros, atenta contra la democracia, impide el goce de los derechos humanos y las libertades fundamentales, amenaza la seguridad de los Estados, desestabilizando y socavando las bases de toda la sociedad, y afecta seriamente el desarrollo económico y social de los Estados de la región”.
Este reconocimiento permite resaltar los riesgos a los que el señor Ortega somete a Colombia, y por eso hoy se hace necesario denunciarlo ante ustedes, pues apoyar a las Farc significa atentar contra la democracia, atentar contra los derechos humanos y libertades fundamentales y es atentar contra la seguridad de todo el continente.
La flagrante violación del Derecho Internacional es clara, cuando el gobernante nicaragüense se solidariza con el grupo terrorista de las Farc, cuando protege a sus integrantes y les ofrece diálogo, y cuando promueve sus actividades. Con todo ello viola sistemáticamente las Resoluciones 1269 y 1373 de las Naciones Unidas, la Convención Interamericana contra el Terrorismo y los artículos 1, 2, 3, 11, 13, 15, 17, 19 y 20 de la Carta de la OEA, entre otros.
Señor Presidente, esto es grave. Colombia tiene derecho a pedir las sanciones que se pueden imponer a quienes patrocinan el terrorismo, pero no lo hará contra Nicaragua, porque entiende que la actitud irresponsable de un gobernante no puede dar lugar al castigo de un pueblo comprometido con la democracia. Suficiente castigo es su Gobierno. Colombia no hará nada que perjudique al Pueblo de Nicaragua, actuará contra el señor Ortega en la oportunidad correcta.
El día de ayer la prensa nicaragüense informó ampliamente que posiblemente, una delegación de las Farc se reunió con el señor Ortega el pasado fin de semana, hecho que no ha sido ni confirmado ni negado por el gobierno nicaragüense.
Tal como lo demuestran los documentos que ponemos a disposición de las delegaciones presentes, las autoridades competentes colombianas el día 17 de julio, habían notificado oportunamente a través de las subregionales de la Interpol en Argentina y en San Salvador, mediante un mensaje urgente , sobre el posible desplazamiento de terroristas de las Farc con circular roja de Interpol a territorio nicaragüense y la solicitud de captura inmediata.
Sí efectivamente se comprobara que el señor Ortega se reunió con terroristas buscados internacionalmente y no cumplió con sus obligaciones legales, pedimos a la justicia nicaragüense que investigue y sancione dicha conducta, claramente violatoria de los compromisos internacionales vigentes en la lucha contra el terrorismo, que deben estar incorporados al derecho interno, y pedimos a esta Organización que esté atenta sobre el cumplimiento de éstas obligaciones por parte del mandatario nicaragüense. De lo contrario, se podrán activar los mecanismos previstos por la justicia subsidiaria.
Queremos recordar, para que quede en la memoria de todos los ciudadanos de este hemisferio, que Nicaragua impidió que en el pasado semestre, este Consejo Permanente aprobara una resolución rechazando el uso de minas antipersonales por parte de los grupos terroristas en Colombia. Ese Gobierno impidió que este Consejo condenara la más grave violación a los derechos humanos que hoy ocurre en el hemisferio y que ha afectado solo este año a 314 colombianos, y en los últimos seis años a más de 5.738. Seres humanos que no merecieron la compasión del señor Ortega y sus representantes, que no pudieron recibir en este foro el apoyo del continente contra la barbarie de la que fueron víctimas, porque un gobierno apoya a los terroristas que colocan las minas en Colombia contra todas las leyes humanas y divinas.
Rechazamos la injerencia del señor Ortega en los asuntos internos de Colombia. El Gobierno colombiano no ha autorizado ni autorizará gestión alguna con la organización terrorista de las Farc.
La democracia colombiana, sus instituciones y su gente, están hoy mas firmes, y más decididas que nunca en su propósito colectivo de derrotar el terrorismo. Colombia se encargará de denunciar y repeler la mentira, el engaño y la complicidad de quienes como el señor Ortega quieren aprovechar la confusión del terror para tratar de sacar provecho político a costa de las víctimas.
Señor Secretario General.
Hoy en Nicaragua se proscriben los partidos políticos de oposición, se persigue la prensa libre, se apoya el terrorismo y se cometen muchas otras injurias a la democracia y a la libertad. ¿Qué va a hacer la OEA? ¿Está vigente o no la Carta Democrática Interamericana?
El Gobierno de Colombia no quiere ninguna clase de confrontación con ningún país. El único objetivo de los colombianos es terminar con el terrorismo de una vez por todas y para ello es necesario que los terroristas no cuenten con ninguna clase de apoyo internacional. Nuestro fin es desmantelar cualquier soporte que el terrorismo pueda tener en cualquier país del mundo y consideramos que esa es una meta justa, pedimos a los países del hemisferio solidaridad para el logro de este fin común. La OEA es el foro apropiado para que acordemos como hacerlo y su intervención es una alternativa para evitar que los criminales sean los que impongan la dinámica de nuestras relaciones.
Presidente Ortega ayúdenos a sepultar el cadáver de las Farc, no se sepulte con ellos". |