Tres temas llevaron a Luis Eduardo Paniagua, Presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio 20 de julio de Medellín, al Consejo de Seguridad en Ríonegro: agradecerle al Presidente Álvaro Uribe la Seguridad Democrática que permitió recuperar la Comuna 13, pedirle que insista en el proyecto sobre penalización de la dosis personal y decirle que los trabajadores necesitan el TLC con los Estados Unidos.

Por Ruby Chagui Spath

Rionegro, Antioquia, 24 jun (SP). Los habitantes de la Comuna 13 ya no están secuestrados por los guerrilleros, sino que ahora están contagiados de la Seguridad Democrática del Ejército y la Policía. Eso fue lo primero que le dijo Luis Eduardo Paniagua, Presidente de la Junta de Acción

Comunal del barrio 20 de Julio de Medellín, al Presidente Álvaro Uribe Vélez, durante el Consejo de Seguridad que se realizó este lunes en Ríonegro.

“Estábamos secuestrados porque los guerrilleros nos decían a qué horas teníamos que salir, con quién podíamos hablar, porque si nosotros hablábamos con la Policía o con Ejercito, éramos personas muertas.

“En este momento podemos salir a la hora que sea y ya no nos encontramos con los guerrilleros; ahora nos encontramos con el Ejército y la Policía, con quienes nos saludamos y nos contagiamos con ellos de la Seguridad Democrática. Y eso ha hecho que tengamos confianza en las Fuerzas del Estado”, le explicó al Mandatario el entusiasta líder comunal.

Así, Paniagua aprovechó para reconocerle “personalmente”, como dijo él, a los gobiernos Nacional y Local y a los Altos Mandos, la seguridad que llegó hace casi seis años a la zona y que permitió recuperar la Comuna 13 de las manos de la delincuencia organizada.

“Le agradecí por la Política de Seguridad Democrática que se ve dentro de nuestra Comuna, ya que anteriormente, cuando estaban los grupos armados, fuimos maltratados y ultrajados por esto grupos; y cuando llegó el Presidente Álvaro Uribe a la Presidencia, eso hizo que nosotros fuéramos liberados porque estábamos secuestrados por estos grupos”, expresó.

Pero eso no fue todo lo que llevó a Luis Eduardo a trasladarse a Ríonegro. Tuvo otro motivo: pedirle al Jefe de Estado que insista en su intención de llevar al Congreso el proyecto para buscar la penalización de la dosis personal de droga, para evitar que la niñez y la juventud de la zona donde habita no se ahogue en el vicio.

“Desafortunadamente, los niños de 10 años en adelante -eso es triste y doloroso- hombres y mujeres, se nos están perdiendo en la droga. Entonces, si el Congreso le ayuda al Presidente aprobándole esa Ley, esto va a ser que nuestra juventud y nuestra niñez cambien de mentalidad y las Fuerzas Militares, Policía y Ejército puedan proceder, un fiscal o un juez”, afirmó Paniagua.

Su preocupación no quedó en el aire. Inmediatamente escuchó el caso, el Jefe de Estado pidió al actual Presidente de la Cámara de Representantes, Óscar Arboleda, que el Congreso estudie de nuevo el proyecto de penalización personal de la droga, que ha sido presentado varias veces ante el Legislativo.

“Le pidió al Presidente de la Cámara que estudiara esa situación, ya que nosotros estamos pendientes de esto. Y dijo que él había mandado el proyecto dos veces y no se lo habían aprobado y que ya es la comunidad la que lo está pidiendo”, recordó este curtido dirigente cívico, tras declararse satisfecho con la respuesta del Presidente Uribe a su solicitud.

Pero su intervención no terminó ahí. Luis Eduardo no abandonó el recinto hasta manifestar la otra preocupación que ronda en su comunidad: el contrabando que perjudica a las empresas textileras, las cuales emplean a más de 5 mil habitantes de su Comuna. Y como aporte a la solución del problema, aseguró que dará “una manito” para que el Congreso de Estados Unidos apruebe el TLC.

“Yo soy un pequeño accionista de las compañías Coltejer y Fabricato y he hablado con sus presidentes para mandarle una carta a la Presidenta del Senado de los Estados Unidos y a las ONG que no están de acuerdo con el TLC, para que le ayuden a nuestro Presidente en esa aprobación, que es importantísimo para que nuestras empresas de textiles no se vayan a cerrar a futuro”, dijo.

Muy convencido de su teoría, Luís Eduardo afirmó que con la aprobación del Tratado de Comercio no solo se verían beneficiadas las empresas textileras, sino los trabajadores y sus familias que dependen económicamente de este sector.

“El Presidente nos va a ayudar. Y esto me llenó de satisfacción, porque nos va a dar una manito y yo también le voy a dar una manito con la carta al Congreso de los Estados Unidos. Y le voy a mandar una copia a él, también, para que la lea”, concluyó Paniagua.